sábado, 15 de octubre de 2011

Akuma no Kuchizuke

Esta semana quería seguir con mis reseñas diarias de Satoru Takamiya pero la universidad ha decidido acabar de quitarme el poco tiempo libre que tenía para no poder publicar en el blog. Me permito un pequeño break para que sepáis que sigo con mi enamoramiento fulgurante por este autor y todos sus tomos únicos (de los que he hecho un listado en el foro de PSS por si a alguien le interesa).

Hoy vengo a hablar de Akuma no Kuchizuke (2005), que me ha gustado aun más que Kuroneko Renai Kumikyoku. No sé si me estoy autosugestionando para creerlo así pero diría que el dibujo en este tomo es sublime... me encantan los diseños de los personajes, sobretodo de las chicas, como tiene que meter tantas en un solo tomo (tiene cinco one-shots) tiene que caracterizarlas bien para poder diferenciarlas... y eso las hace muy adorables a todas.

La primera historia, Devil's Kiss, se centra en Sara, un ángel que a pesar de todos sus esfuerzos ha sido incapaz de derrotar a un demonio y, para evitar ser expulsada, recurre a la magia negra para convocar un demonio y luego apresarlo, pero parece que el demonio que aparece es demasiado poderoso para ella...


¡Esta historia es genial! Entra directamente por los ojos, Sara es el ángel más gracioso que he visto en mi vida, dedicarse a obrar como un demonio para poder ascender como ángel siendo tan inocente... y las escenitas con Rembrandt (sí, es el nombre del demonio, me preguntó en que se inspiró Takamiya cuando lo escogió) me han gustado también. A este autor se le da bien forjar relaciones entre personajes muy opuestos sin necesidad de doblegar su carácter hacia algo irreal para lograrlo.

Seguimos con Koi no Nemuru Basho (Dónde el amor duerme profundamente) que narra la relación entre Hunny, un robot con forma infantil construido a medida para pasar un mes con un chico que está a punto de morir y Yuri, el chico en cuestión.


A pesar de ello, Hunny se encuentra con un joven arisco que no tiene ningún interés por juguetear con un robot y no sabe muy bien que hacer. Me ha hecho pensar un poquitín en Chobits. Y bueno, de esta historia acabo de extraer la conclusión de que Satoru Takamiya tiene cierta predilección con las muertes prematuras y los finales abiertos y con un deje agridulce.


Le toca el turno a Blooming Love donde Hina está meditando sobre su desgracia: su mejor amiga ha comenzado a salir con el chico que le gusta. Mientras tanto, juguetea con un crisantemo y, al arrancarlo, de pronto se convierte en un chico humano! Este se presenta como Kiku y, al darse cuenta de que surgen pétalos cuando Hina está experimentando una emoción muy fuerte, se queda con ella para ayudarle a conquistar a su amor a ver si quizá así consigue recuperar su apariencia original como flor.

Esta es quizá, la historia más mona y simple del tomo. Es muy dulce y muy mona. Me hace pensar en el tipo de one-shots de la Ribon que no tienen más aspiración que sacarte una sonrisa de la forma más pastelosa posible. A mí me ha hecho bien, los últimos tomos únicos que he leído tiraban más hacia el smut sin sentido o la comedia y se agradece leer algo así de sencillo (o quizá es solo que me he enamorado del estilo de este hombre y que cualquier cosa suya que caiga en mis manos me gustará sin criterio alguno).


El cuarto one-shot, Engraving a Symbol of Love, trata sobre Kohai, la chica más egocéntrica, egoista y superficial del mundo con una agenda saturada en su teléfono y la única aspiración de tener contactos y más contactos de los que pueda obtener cosas y ante los que pueda presumir de sus logros. La suerte le sonríe cuando se encuentra a Shin Sugimoto (su amor idílico) en el tranvía y tiene ocasión de declararse pero este no parece estar para nada interesado en ella.

Kohai se toma esto muy a pecho y siguiendo en su línea de ser una egoista y una marimandona, sugiere (obliga) a Shin que salgan durante dos semanas (estilo Arimi) porque así seguro que acabará por enamorarse de ella. Kohai nunca jamás de los jamases piensa en alguien que no sea ella misma, todo lo hace por el interés, siempre. Eso la convierte en un personaje entretenido que tiene la posibilidad de evolucionar a marchas forzadas y es divertido de leer. Creo que es una historia original y bien llevada, aunque la traducción que he leído no era muy afortunada ^^u


Por último, y para acabar con vuestra pequeña tortura de hoy, Lesson. Típica historia de una alumna, Muden, que se enamora de su profesor. Al igual que los incestos, no me gustan este tipo de historias porque aunque sea shôjo y, en la mayoría de los casos, siempre es una visión idealizada del amor adolescente, hay ciertos temas que no tolero por exceso de surrealismo. Esta historia está en la línea pero bueno, es que en 30 páginas el desarrollo de algo así es ínfimo... La protagonista me ha parecido simpática pero poco más.

1 comentario:

  1. La primera historia del tomo me encantó >___< Como a ti, este autor me enamoró nada más leer sus primeros oneshots.

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