jueves, 29 de enero de 2015

Últimas lecturas


Si no fuera porque intento ser refinada en el blog os diría que Slam Dunk es la polla. Segunda tarde que me pongo a leer este shônen, segunda tarde que acabo leyéndome casi tres tomos (kanzenban) del tirón. Aunque esta vez no puedo decir eso de "no deja de sorprenderme que me guste tanto un manga sobre baloncesto cuando nunca he jugado ni visto un partido de baloncesto" porque la trama principal de estos tres tomos vira inesperadamente del deporte a las luchas sangrientas y despiadadas con los pandilleros de turno. A Takehiko Inoue le gusta machacar a sus personajes a lo grande. De pronto me he sentido como... no sé, en un shônen típico (en lugar de en un spokon típico quiero decir) pero, para qué mentiros, me lo he pasado muy bien con las chulerías y power-up's de todo el mundo, me ha recordado a mis tiempos mozos cuando leía Bleach.

Con estos siete tomos diría que termina la introducción de Slam Dunk. Se presentan los últimos miembros del Shohoku que, como no podía ser de otra forma, son un par de monstruos capaces de hacérselas pasar putas al monstruo de Hanamichi (no en baloncesto, que eso cualquiera, sino en lucha libre). Personalidades muy divertidas que enriquecen aún más el coro de voces distintas del equipo. Ah, y para hacerlo todo más interesante, Ryota Miyagi mide 1,68m y piensa demostrar que eso no tiene por qué ser necesariamente un hándicap para jugar entre tiarrones de metro noventa (en una liga entre institutos de Japón).

Lo que (quizá) más disfruto de Slam Dunk es que pierdan partidos cuando los tienen que perder y que Hanamichi no sepa hacer tiros libres y que no deje de cometer faltas pero, sobre todo, que el autor sea capaz de hacer que te emociones y aprecies una pequeña victoria por mucho que esté medio escondida en una derrota. Realmente no esperaba que este manga fuera a gustarme tanto.


Nieve en verano sigue mejorando en su segundo tomo cuando la autora toma unos derroteros bastante inesperados. La historia prometía tratar la batalla entre Hazuki y Shimao el fantasma con un desenlace muy previsible. Pero entonces, la autora le da la vuelta a la tortilla haciendo que Hazuki se rinda y permita a Shimao usurpar su cuerpo en una decisión muy poco meditada. De hecho, estoy "enfadada" con Hazuki por ser tan inconscientes porque si bien el resto de personajes, dentro del tinte sobrenatural de la historia, me parecen creíbles, a Hazuki parece que le dé todo igual. Quiere mucho a Rokka pero es como si estuviese siempre en las nubes, como si no le importase nada. ¡Hasta el punto de ceder su cuerpo a un impresentable que ha proporcionado pruebas más que suficientes de que no es alguien de fiar! Pero claro, ahora me llega el turno de elogiar a Haruka Kawachi por llevar el tema tan bien. Una vez en el cuerpo de Hazuki, Shimao no puede dar crédito. Se asombra de tener cuerpo y también de que no sea el suyo; valora su voz, su fuerza, su sensibilidad recuperada; y, lo más divertido, no tiene ni idea de nada que tenga que ver con Hazuki. Así, pasará un mal rato al no saber quitarse las lentillas, ni encontrar unas gafas que le vayan bien, ni dinero para subsistir... ¡ni siquiera sabe dónde vive!


Después de una eternidad al fin me he decidido a retomar la lectura de Bride Stories... y qué sufrimiento. Kaoru Mori no se corta ni un pelo con nada y creo que retrata de una forma bastante verídica (a la par que desprovista de una crueldad que habría sido muy fácil de introducir) cómo era la vida cotidiana en Persia (en lo que hoy en día creo que es Kazajistán aunque no estoy del todo segura) hace un siglo. Porque, cómo explicarlo, la vida en medio de la estepa, siendo tan vulnerable, con un machismo desproporcionado y recursos muy limitados darían para escribir una historia cruda de abusos y penurias, de maldad, maltrato y tortura pero Kaoru Mori se limita a contar las cosas tal y como son (o como podrían ser) sin ninguna intención revolcarse en la desgracia. Las leyes, las costumbres, los manjares: un retrato fiel de la sociedad de un lugar concreto en un momento concreto. Y los detalles denotan una extensísima labor de documentación. Quizá Amira sea una de las protagonistas principales de este manga pero el narrador indiscutible es Smith y con él se desplaza la historia. Es así como conocemos la mala suerte de Talas, la cinco veces viuda. Y aquí ya empiezan a despuntar temas más serios de fondo como la invasión de territorios turcos por parte del imperio ruso (me arrepiento mucho de no haber prestado más atención en las clases de historia de la ESO aunque, sinceramente, creo que de esto no me hablaron nunca).


Y, evidentemente, una vez leído el tercero necesitaba devorar el cuarto. Siguiendo el recorrido de Smith y Ali (menudo pieza este por cierto) hacia Ankara toca empezar la historia de un nuevo par de jovencitas casaderas: Layla y Leyli. En cuanto aparecen estas gemelas tan escandalosas se llevan consigo todo el protagonismo y la historia se vuelve, de nuevo, más distendida. Hilarante en realidad. Este par de terremotos revolucionan todo y a todos y difícilmente no os arrancarán una sonrisa. Me lo he pasado muy bien leyendo este tomo y me ha dejado con mucho mejor sabor de boca que el anterior y, lo que es mejor, el quinto tomo (donde continuará su historia) ya está a la venta así que creo que esta misma semana me lo compro y me lo leo. Siempre me parece que me quedo corta halagando Bride Stories pero en fin, no sé qué más decir. ¡¡Comprad este manga!!

miércoles, 28 de enero de 2015

American Horror Story: Asylum

Hace aproximadamente un maldito año desde que acabamos de ver Asylum pero como soy una inconstante no me he animado a reseñar la segunda temporada de AHS hasta ahora. Veamos de lo que mi memoria es capaz:


1964. Kit Walker, acusado de ser el asesino Bloody Face, es ingresado en el manicomio Briarcliff debido a su evidente desequilibrio mental. Lana Winters, una periodista algo intrépida, intenta desentrañar la historia de Kit. La hermana Jude, directora del centro psiquiátrico, no está dispuesta a que nadie ajeno a Briarcliff empiece a husmear en el lugar por lo que acusa a Lana por su homosexualidad y la interna en el mismo manicomio.

Con este escalofriante punto de partida da comienzo la temporada más terrorífica hasta el momento de American Horror Story. La sola elección de emplazar la trama en un manicomio del siglo pasado ya hace que se me ponga la piel de gallina. Pero es que si sumas enfermedad mental, religiosidad extrema, nazismo, demonios y alegorías de la muerte, lo raro es que seas capaz de ver un solo capítulo de Asylum sin soltar un grito, pegar un bote y clavar las uñas en un cojín/peluche/brazo sacrificado o lo que tengas más a mano.


Porque Asylum no solo da miedo. Es más, no es que Asylum dé miedo per se, o que esa sea la principal emoción que evoca la serie. Para nada. Lo que genera esta temporada es angustia. Y repelús; asco. Una especie de repulsa por las condiciones inhumanas en las que viven los presos trastornados, por los castigos crueles a los que se ven sometidos, por lo atroces que resultan los monstruos de Arden y por lo repugnantes que son los cadáveres que deja Bloody Face a su paso. Y, de tanto en tanto (y cada vez que tenía que ver el opening), te pegan algún susto. Podría explayarme en la categoría de la repugnancia pero con mencionar procedimientos médicos dudosos, heridas supurantes, deformidades varias y miembros amputados supongo que es más que suficiente. Os digo esto para que tengáis en cuenta que, por un lado, esta temporada puede ser muy desagradable (y como soy una magnífica persona no lo he mostrado explícitamente en la entrada) pero, por el otro, que yo fui capaz de verla entera así que no es tan tan tan malo.

Como ya ocurriera en la primera temporada, hay numerosas tramas que se entremezclan sin parar y en las que nada es nunca lo que parece. El principal misterio que tira del hilo de todas las tramas es, en mi opinión, el de Bloody Face, el asesino en serie; los guionistas nos mantienen en vilo echándole a la audiencia pistas engañosas sobre cuál puede ser su identidad y cómo es posible que siga activo en la actualidad. De hecho, es una trama que da muchísimo juego con un montón de idas y venidas y de momentos de tensión que van dando saltos en el tiempo; ya sabéis, son marca de la casa.


La cuestión es que todo va mucho más allá. Quizá lo más interesante y lo que realmente dirige gran parte de la temporada es la encarnación del mal. Y el espectador tiene para elegir: si se quiere ir a atrocidades que han pasado a la historia de la humanidad tenemos a un protagonista nazi; si uno prefiere centrarse en algo no tan radical pero desgraciadamente mucho más común (en esa época más que ahora) están los abusos de poder de la hermana Jude, que se desahoga torturando a sus internos; para la maldad genuina están los diversos psicópatas que acoge Briarcliff; para una maldad pura y sobrenatural están las representaciones del demonio; para crueldades que siguen vigentes hoy en día en muchísimos países está la homofobia y para discriminaciones que ya no están a la orden del día hay algunas pinceladas de racismo.

Hay series que son buenas porque la trama es interesante, porque está bien llevada, porque sorprende. Hay otras que lo son por su espléndida ambientación. Otra que se distinguen por su capacidad para revolverte las tripas. Aun habría otro grupo en que puedes atrapar al espectador si cuentas con un buen elenco de actores y actrices (que a veces pueden eclipsar una trama insulsa). En Asylum se juntan todos estos factores y más. Es brillante.


Pero, dejando a un lado todo lo que se refiere a estética y puro pavor, e incluso a la increíble concurrencia de subtramas, todavía me queda algo que elogiar: la evolución. La serie da un giro radical en que todas las historias se dan la vuelta con un cazador cazado transversal. Prefiero no extenderme en este punto para no caer en el spoiler fácil pero digamos que, en lo que respecta a finales, soy difícil de satisfacer y Asylum lo hizo con creces.

Como punto negativo, nunca conseguí conectar del todo con la historia de Kit, Alma y Grace. De hecho, conforme avanzaba me parecía cada vez más bizarra (utilizaré mal esta palabra hasta el fin de mis días, o hasta que la RAE acepte una nueva acepción para el término, lo que ocurra antes) e incomprensible. Y estoy segura de que los que habéis visto esta temporada entendéis perfectamente a qué me refiero. Los tres personajes son extremadamente planos y contrastan en exceso con los papelones de Jessica Lange, Sarah Paulson y Lily Rabe.


Hablando de extravagancias, os dejo con la escena más pasada de vueltas de la temporada. Y... no lo olvidéis:


lunes, 26 de enero de 2015

El arte de matar

El pasado 13 de enero me presenté en el Fnac El Triangle para la presentación de Yo, Asesino en la que estuvieron presentes tanto su guionista Antonio Altarriba como su dibujante Keko. Y, en esta ocasión, fui tan profesional que me llevé una libreta conmigo y, ni corta ni perezosa, me puse a tomar notas. Así, aunque dejara pasar meses hasta animarme con esta entrada, me aseguraba de tener un backup de las cosas más importantes que se dijeron (que no fueron pocas).

El acto empezó con un triste homenaje a Charlie Hebdo, cuando no hacía ni una semana del atentado. Fue... descorazonador. Son muchísimas las personas que se han manifestado en contra del atentando defendiendo la libertad de expresión pero el testimonio de Altarriba me dejó especialmente tocada. Nos contó cómo él mismo estuvo hablando con Charb, el director de la revista, el año pasado en una feria en un pequeño pueblo de Francia. Cómo Charb iba acompañado de dos guardaespaldas y cómo le quitaba hierro al asunto diciendo que su presencia era más por aparentar que por otra cosa, como si no le hiciesen ninguna falta. También se habló un poco de la hipocresía de ese Je suis Charlie que tanto se ha repetido en las últimas semanas por todas las redes sociales e incluso de dónde debería ponerse el límite cuando hablamos de libertad de prensa. Creo que Altarriba resumió estupendamente su punto de vista en una sola frase: «Hay que defender el derecho a la blasfemia».


Dicho esto, autores y editores se animaron a comenzar con la presentación de Yo, Asesino con una serie de preguntas referentes a la creación del cómic, el proceso de colaboración entre guionista y dibujante, etcétera. Todo en Altarriba refleja su estatus de catedrático de literatura francesa, es una gozada poder escucharle. Empezó con una breve lectura de El Mandarín, de Eça de Queirós, la misma que ya cité en mi reseña de esta novela gráfica. Así nos situó directamente en el corazón de su historia: ¿qué motivos le hacen falta a un ser humano para matar a otro? ¿qué nos lo impide? Yo, Asesino es, se mire por donde se mire, un cómic moral. El título deja las cosas muy claras: yo soy un asesino, ¿y tú? Altarriba quiere que nos preguntemos a nosotros mismos cómo de ajeno nos es el crimen. A nosotros. Como individuos.

Para Altarriba (¿o para Enrique?) lo peor de matar es tener un motivo para hacerlo; matar sin ningún motivo sería un acto pacifista. Ya lo decía André Breton: «El acto surrealista por excelencia consistiría en salir a la calle armado de una pistola y disparar indiscriminadamente contra la multitud». No nos olvidemos de que Enrique contempla cada uno de sus asesinatos como una obra de arte. Porque de eso va este cómic, de arte, en todas sus expresiones. Del arte extremo, si me lo permitís. Keko hizo un inciso aquí para comentar cómo en los años setenta hubo artistas que decidieron cortarse el brazo (?) en pos de esta visión radical del arte (he buscado información sobre esto pero no he encontrado nada en la red).


Porque, qué motivo existe en este universo para que una persona sea capaz de justificarse a sí misma para matar a otro ser humano: ¿ideología? ¿patriotismo? ¿religión? Varios estudiantes de Altarriba fueron detenidos por pertenecer a comandos de ETA. ¿Cuán rápido se montan los mecanismos que justifican la muerte de otro? ¿Es el ejército suficiente para convertirnos en asesinos adiestrados?

Llegados a este punto "solo" quedaba hablar del cómic en sí, más allá de su mensaje. Altarriba comentó como, habiendo probado otros medios de expresión como la novela y el ensayo, ha desarrollado una predilección por el tebeo pues le permite evocar sensaciones de una forma única y especial que se limita a los entresijos del cómic. Me parece un argumento fantástico que echarle a la cara al próximo ignorante que me prejuzgue por decirle que me gusta leer cómics.

Invadiendo el espacio personal de autores desde 1991
Otra cosa interesante es que Altarriba comentó que, desde su punto vista, existe un dibujante para cada guion. Keko era idóneo para una historia como Yo, Asesino y solo él podía explotarla al máximo. Al pasar a hablar del dibujo, Keko tomó protagonismo en un discurso que había liderado inevitablemente el guionista hasta entonces. Nos comentó que, irónicamente, en un principio el cómic era en blanco y negro pero que alguno de los editores sugirió "darle un toque de color" para suavizar un poco la historia. Os podéis imaginar la carcajada que soltó la audiencia. Mientras me firmaba le pregunté acerca de las reproducciones de pinturas y esculturas y me dejó pasmada al decirme que habían recibido varias críticas por sucumbir a estos "copia y pega descarados". Personalmente creo que era la única opción (evidentemente era del todo inviable que el propio Keko se dedicara a versionar las docenas de obras que aparecen... con sus más que variados estilos) y que, de hecho, queda estupendamente puesto que se integran muy bien en las viñetas. La cuestión es quejarse.

Una de las maravillas de Yo, Asesino son sus referencias, algo que creo haber comentado en su correspondiente reseña. Pues si estaba yo algo frustrada por la falta de un glosario con títulos, autores, etcétera... Altarriba nos informó de que el guion íntegro de la obra está subido de forma gratuita a su página web. Y, evidentemente, de ahí se pueden sacar todas las referencias que aparecen en el cómic así que estoy pletórica.

Un par de datos curiosos para ir acabando: Keko dibujó unas 10 páginas al mes, el proceso creativo duró unos 15 meses y, aunque parecía imposible, acabaron el tebeo antes de la fecha límite porque "con los franceses sí hay que cumplir" (afirmación de la que se sobreentiende que con las editoriales españolas no tanto, ya sabéis, falta de rigurosidad). Una anécdota divertida fue que, aparentemente, Keko se dedicó a subir su progreso a internet para que tanto Altarriba como los editores pudieran ir comprobando cómo avanzaba la cosa. Inmediatamente después prohibió a todos los asistentes que hicieran nada parecido alguna vez pues fue una fuente de estrés desesperante. Quizá lo más increíble del asunto (y que desconozco absolutamente si es habitual o no en tándems guionista-dibujante) es que Keko no supo cómo acababa la historia hasta que la dibujó porque Altarriba le iba pasando el guión por páginas. ¡Él fue el primer lector de la obra y el que más sufrió la intriga del thriller!


Se dijeron más cosas pero, para no eternizar tanto la entrada, me despido con una foto de mi fantástica firma doble: dibujazo de Keko (con la fecha mal puesta) y extensa dedicatoria de Altarriba (que le escribió sendos tochos a todos los presentes hasta el punto de que Keko dibujaba más rápido de lo que él escribía). 

martes, 20 de enero de 2015

Puella Magi Madoka Magica: The different story

La franquicia de Mahō Shōjo Madoka Magica se ha expandido en tan solo cuatro años a una velocidad vertiginosa. Según mangaupdates hay diecinueve spin-offs oficiales del universo de Madoka Magica que exploran desde el pasado de personajes secundarios que ya formaban parte del anime original hasta tramas totalmente nuevas (como, por ejemplo, una centrada en Juana de Arco, personaje con el que tengo un fetiche por culpa de Arina Tanemura). Empecé a leer esta "historia diferente" no muy convencida porque a) la adaptación manga de la historia canon no me gustó demasiado (de hecho, la vendí) y b) una nunca sabe qué esperar de los spin-offs. Y, por una vez, las bajas expectativas iban desencaminadas y quizá me hayan ayudado a disfrutar más de este manga.


Mami Tomoe es una Puella Magi que, a diferencia de las demás, no se dedica a la caza de brujas únicamente para conseguir Grief Seeds sino que también persigue familiares con el único objetivo de ayudar a desconocidos y ahorrarles un sufrimiento injusto e innecesario, aunque sea a base de poner en peligro su propia seguridad. Esta filosofía la aparta del resto de "chicas mágicas" a la vez que la aleja de las chicas de su edad como sus compañeras de clase. Es por esto que la aparición de Kyoko devuelve la esperanza a una Mami que corría peligro de encerrarse en sí misma para no salir jamás.

Estoy muy satisfecha con la lectura de esta visión alternativa de "la historia de Madoka". Y uno de los principales motivos es que Madoka apenas aparece y, cuando lo hace, juega un papel muy secundario en la historia. En contraposición, descubrimos mucho más sobre las distintas formas en que Mami y Kyoko se enfrentaron a sus propios deseos y a las responsabilidades y peligros de ser Puellas Magis.

Algunos seguidores de la franquicia aborrecerán esta versión por repetitiva alegando que no aporta nada a la trama principal o que no hay incertidumbre con el final. Pero en realidad, "repetitiva" no lo es en absoluto: personajes y enemigos son los mismos pero el punto de vista cambia tanto que sí resulta enriquecedor. De hecho, el primer tomo en su totalidad tiene lugar en un momento cronológicamente anterior al de la trama principal por lo que sí hay material nuevo de cosas que se mencionaban muy de pasada en el anime.

En general, me gusta porque no se ponen a explicar cosas que ya sabemos como qué es una Puella Magi, qué es una bruja, qué es un familiar, para qué hacen falta las grief seeds, qué pasa cuándo no tienes suficientes, etcétera. Son muchísimos conceptos que podrían haber re-explicado de buena gana pero han preferido optimizar el espacio con información nueva.


Quizá esto ya es inherente a la saga en sí pero me encanta ese aire deprimente que se cierne sobre todos los personajes. Es una elección muy sensata de cómo tratar un tema como este dando especial relevancia a los sentimientos negativos, al arrepentimiento, la rabia, la frustración, la desesperación. Y como no está el optimismo inocente de Madoka para rebajar el tono desmoralizador de la obra, creo que el impacto es mayor.

Otra característica a favor de esta secuela/precuela/loquesea es el dibujo. No me atrevo a decir si es mejor o peor pero el caso es que se asemeja más al del anime y me gusta más. De hecho, fue precisamente el apartado gráfico uno de los detalles que hizo que el manga principal no me gustara demasiado y esta vez no lo he notado solo en las chicas (que son considerablemente más monas en esta versión) sino también en el diseño de las brujas (que me parece más trabajado y original).


En resumidas cuentas, The different story es un spin-off más que recomendable si os gustaron el anime y/o el manga originales. Tengo esperando en alguna parte de mi habitación el primer tomo de Rebellion y, desde luego, ahora lo cogeré con muchas más ganas; espero que no me decepcionen mis propias expectativas!

lunes, 19 de enero de 2015

Seconds

Estuve a punto de comprarme este tomo autoconclusivo de Bryan Lee O'Malley en inglés pero al final no pude resistirme a la currada y barata edición de DeBolsillo, que ha realizado un lanzamiento simultáneo del cómic con Estados Unidos a un precio competitivo de 17,95€ por 320 páginas a todo color que se dice pronto (no hay más que comparar el precio con, por ejemplo, Henshin).


Katie es la chef del restaurante de moda, el Seconds. Sin embargo, su sueño siempre ha sido abrir su propio restaurante, ser la jefa y tener una cocina en planta, bien iluminada. Sin embargo, se obcecó con reformar un viejo edificio situado en una zona poco comercial de la ciudad para erigir allí el nuevo restaurante y las obras no marchan demasiado bien. En el terreno personal, se debate entre el recuerdo de su ex y el tonteo con el nuevo cocinero principal del Seconds, Andrew. Parece que su vida es un desastre debido a todas sus malas decisiones, todo mejoraría si pudiera repetir ciertos momentos del pasado y enmendar sus errores...

Si me gustaron Scott Pilgrim (pretendía reseñar Seconds sin necesidad de mencionar obras anteriores de su autor pero al final no he podido resistirme) y Lost at Sea, creo que Bryan Lee O'Malley ha conseguido juntar lo bueno de ambas obras en Seconds: una obra ni muy corta ni muy larga, con elementos sobrenaturales pero con personajes muy humanos.


¿Qué haríais vosotros si se os brindara la oportunidad de subsanar malas decisiones del pasado por arte de magia? Es muy habitual que cuando se pregunta «¿qué cambiarías de tu pasado? ¿qué harías diferente si tuvieras una segunda oportunidad?» la respuesta sea un automático «nada, mis experiencias personales, tanto las buenas como las malas, tanto los aciertos como los errores, me han hecho ser quien soy ahora; cambiar una elección del pasado para capear una crisis me cambiaría a mí también». Pues bien, Katie no piensa así. Al contrario, está encantada de la vida con la posibilidad de cambiar radicalmente su vida ahora que tiene la perspectiva suficiente cómo para identificar qué es lo que hizo mal en el pasado.

Me perdonaréis por la divagación pseudo-filosófica pero cuando en bachillerato nos hicieron un repaso exprés de los grandes pensadores de la historia (Platón, Descartes, Nietzsche...) yo me quedé con Sartre. Uno de los puntos de mi to-do-list es adentrarme en su extensa obra para saber de primera mano qué es lo que él pensaba realmente pero, de momento, me quedo con lo que me dijeron en clase y lo que se puede avistar rápidamente en la wikipedia. Para Sartre estamos condenados a la libertad: puesto que podemos elegir, somos responsables de nuestras elecciones y sobre nosotros recae la culpa de una mala decisión. Yo siempre me he considerado una persona muy indecisa y es precisamente por esto. Evidentemente, en un mundo en que comiéndome una seta puedo rectificar cualquier cosa, quizá no le daría tantas vueltas a las cosas. Que es, precisamente, lo que le sucede a Katie.


Katie es un personaje fantástico porque se equivoca una y mil veces en todo tipo de cosas, desde grandes decisiones hasta elecciones tontas que acaban teniendo consecuencias terribles a modo de efecto mariposa. ¿Por qué es incapaz de tirar adelante con su nuevo negocio? ¿Por qué rompió con su querido Max? La misteriosa libreta que encuentra en su cómoda le proporciona la ilusión de pretender que puede controlar su presente cambiando momentos muy puntuales de su vida. Pero, como se suele decir, el que juega con fuego se acaba quemando.

Porque Bryan Lee O'Malley aborda el tema de las elecciones como en, perdón por repetirme, la película Efecto Mariposa. No se trata de volver al momento en que se tomó una mala decisión y empezar desde ahí sino de teletransportarse al presente del universo en que no tomaste esa decisión. Es decir, Katie se va a dormir en su realidad y se despierta al día siguiente en un mundo que ya no es el suyo y en el que no posee ninguna clase de recuerdo de cómo ha sido su vida y qué es lo que la ha llevado a su situación actual por lo que la mejoría experimentada es muy relativa.


Una de las particularidades de Seconds que más me ha gustado es, precisamente, cómo una sola decisión puede cambiarlo todo. Porque de tanto saltar de un universo a otro puedes ver como los lugares e incluso (y sobre todo) las personas cambian radicalmente. Siempre hablamos de cómo las experiencias vitales forjan nuestra personalidad y yo siempre he pensado que las relaciones interpersonales (no solo la pareja amorosa sino también las amistades o las personas a las que odias) son total y completamente azarosas y dependen de factores que no podemos ni soñar con controlar. Son estas mismas relaciones las que, en parte, forjan nuestra forma de pensar, nuestros principios, nuestros gustos. Y cada vez hay más y más ramificaciones que se van extendiendo y que dependen, en primera instancia, de decisiones puntuales como "¿voy al instituto A o al B?", "¿estudio letras o ciencias?", "¿echo el currículum en la panadería o en el mercadona?".

Un detalle peculiar de la narración del cómic es que una especie de narrador omnisciente nos va contando cosas a la par que dialoga con Katie, dándole un toque más de humor a la historia muy bien recibido. Quizá lo que más me ha sorprendido de todo el cómic es la obsesión (inherentemente) enfermiza de Katie por Max. De acuerdo que el amor y la locura suelen ir de la mano y que es una de las emociones más primarias y, por lo tanto, más primitivas pero... no lo sé, no dejo de pensar que Max es un casanova que podría acabar con cualquiera y que Katie no deja de intentar filtrar el 99,9% de decisiones que la alejan de él para quedarse con esa oportunidad entre mil que tiene de estar con él. Aunque eso implique poner el mundo patas arriba. Aunque los efectos secundarios de su omnipotencia a base de ingerir setas sean cada vez peores. A ratos pienso que Katie es una ingenua despreocupada y a ratos pienso que quiere a Max mucho y de verdad de la buena. Lo que no deja de ser muy romántico.

En lo que respecta a la edición, me parece más que correcta. Algo que probablemente os sorprenda es lo que pesa. Son 320 páginas a color, por solo 18€ y teniendo en cuenta que su lanzamiento fue simultáneo al de Estados Unidos.

En resumidas cuentas, creo que Bryan Lee O'Malley ha mejorado sustancialmente con los años y que todavía puede superarse a sí mismo en lo sucesivo. Si alguna vez os habéis preguntado qué sería de vuestra vida si hubieseis tenido una segunda oportunidad, Seconds es para vosotros.

sábado, 10 de enero de 2015

Fantasmas

El verano del cohete es una editorial que ni siquiera sabía que existía. Por mucho que su andadura sea corta, hace más de un año de su primera publicación por lo que no deja de sorprenderme que me haya pasado tan desapercibida esta editorial. Una costumbre adquirida hace poco es pasar mis ratos muertos en Barcelona en La Central del Raval. Su catálogo es impresionante y cada vez que voy descubro un título nuevo que añadir a la lista de la compra. Mi último descubrimiento ha sido Fantasmas que me llamó la atención por la portada (desde que conocí a Luis me fijo mucho más en las cosas raras) para finalmente atraparme con uñas y dientes una vez lo hojeé y contemplé la diversidad de estilos presentes en el recopilatorio. Gastarme 20€ en un cómic con el que me acababa de encaprichar no era la mejor forma de empezar el año (porque tengo la intención de comprar menos) pero Borja solucionó mi dilema ♥


Fantasmas es un cómic tan poco al uso que ni siquiera puedo inventarme una sinopsis (como suelo hacer). La editorial renuncia a intentarlo porque no tendría mucho sentido resumir... una poesía. Pero eso me lo dejo para después.

¿Qué os viene a la mente ante la palabra fantasma? Yo siempre pienso en la iconografía más... infantil: una sábana flotando con un par de ojos. Pero claro, un fantasma no deja de ser un espíritu anclado al mundo de los vivos e incluso (según la RAE) una «visión quimérica como la que se da en los sueños o en las figuraciones de la imaginación» lo que, realmente, abre las puertas para crear cualquier tipo de obra fantasiosa.

Por lo tanto, tomando como inspiración una sola palabra que, a la vez, da pie a un sinfín de interpretaciones, autores de nacionalidades y estilos de lo más diversos se animaron a participar en esta antología.


Inaugura el volumen la italiana Daniela Tieni con una suerte de poltergeists haciendo trastadas en un museo de arte contemporáneo. Por su parte, Roman Muradov nos sorprende con viñetas de lo más abstractas con personajes desdibujados y formas que se confunden con el fondo. ¿No os parece la estética idónea para contar una historia de fantasmas? Cerrando la plantilla de autores extranjeros que, curiosamente, son los que más han divagado en lo «intangible», se encuentra Owen Gent presentando una historia de gigantes en un mundo vacío.

La breve participación del ruso Muradov es, sin duda, la más singular de todo el recopilatorio. Su estilo me ha recordado fugazmente a los movimientos vanguardistas de principios del siglo pasado. A pesar de que no haya ningún diálogo ni cuadro de texto (o quizá precisamente por eso) creo que es la historieta que mejor explota los recursos del cómic; o del dibujo para ser más exactos. Hace falta repasar sus viñetas varias veces para intentar captar lo que el autor quiere transmitir (cosa que no creo haber conseguido al cien por cien, todo sea dicho de paso) pero, desde luego, logra despertar en el lector una inquietud que nace de lo siniestro de la muerte y el más allá.


Los autores españoles han optado por representaciones más obvias y coloridas de los espectros y, en general, con algo más a parte de narración secuencial. Dicho de otra forma, las participaciones patrias se entienden mucho mejor. Quizá no sean tan rompedoras pero en lugar de centrarse en evocar incertidumbre prefieren contarnos breves relatos.

Mayte Alvarado se apoya en los colores primarios para contarnos un cuento sobre la búsqueda de un alma perdida en un bosque con animales muy poco corrientes. El tándem formado por José Luis Forte y Fermín Solís opta por una estética infantil que contrasta radicalmente con la naturaleza tenebrosa de su historia, en tan solo cuatro páginas logran estructurar con éxito un guión coherente y dejar al lector con el vello erizado.


Como no podía ser de otra forma el Aniversario de Rui Díaz e Irati Fernández ha sido mi participación favorita. Ya sabéis cómo me pierden las historias de amor y esta es sincera y sencillamente preciosa. Me gustan narración, dibujo y coloreado, original y agradable a partes iguales lo que no deja de ser sorprendente en una antología sobre espectros.

Otra historia de amor algo más espeluznante es la que nos presenta Carla Besora que también ha optado por los colores primarios y un trazo burdo para ilustrar su aportación. Se trata de la historia más escalofriante y psicodélica de este lado de la frontera (Muradov es insuperable). Por último, cierra el volumen el que, en mi opinión, es el capítulo más poético de este libro: Concierto de medianoche, por Borja González. Si bien las aportaciones de Daniela Tieni y Roman Muradov eran igualmente mudas, creo que esta última historia de la recopilación destaca por encima de ellas: pareciera que estuviésemos viendo un corto animado en lugar de leyendo un tebeo.

Como decía, Fantasmas es una viñetización de la poesía y aunque resulte algo contraintuitivo, lo consigue a base de escatimar en palabras. Es una exquisitez que he disfrutado mucho. Algo que dice mucho a favor de esta antología es que, aun y con las discrepancias de estilo entre artistas, la edición es unitaria y, en cierto modo, homogénea, consiguiendo mantener una suerte de hilo conductor entre historias que enfocan un mismo tema desde ángulos de lo más dispares.

A pesar de lo caro que es el volumen (20€ por 64 páginas) creo que la calidad y el mimo invertidos en su edición (sobrecubierta, dimensiones, alto gramaje de las páginas, todo a color) lo compensan con creces. Le seguiré la pista a esta editorial muy de cerca de ahora en adelante.

viernes, 2 de enero de 2015

Balance 2014

Para mí, fin de año significa una cosa: hacer recuento de gastos. Como siempre, desgloso los tomos comprados por categorías con la intención de analizar si dedico más dinero a empezar nuevas series sin ninguna clase de control o, si por el contrario, voy cerrando cosas.

Mangas terminados


3x1 Renewal
Dos Espadas
Hana-Kimi 2-in-1
Lettera
Madoka Magica: The different story
March Story
Strobe Edge

La primera categoría es modesta (no será la única). Ocho mangas terminados que dejé prácticamente finiquitados ya en 2013. Cuento Lettera, Dos Espadas y 3x1 como "manga" por costumbre aunque tengo que replantearme seriamente qué criterio sigo para dividir mis cómics entre americano, europeo y manga (y autoedición) de cara al año que viene.

Total tomos: 11


Mangas completos

All you need is kill
King's Game
La chica a la orilla del mar

Aquí va otro apartado brevísimo. Me enorgullece decir que este año no he hecho ninguna compra loca de segunda mano de esas de 60 tomos de golpe. Pocos mangas he comprado del tirón a lo largo del año y todos cortos.

Total tomos: 11


Mangas empezados

Ataque a los Titanes: No Regrets
Corazón de Melón
La espada del inmortal (cuyos tomos no salen en la foto porque por algún motivo inexplicable este manga no figuraba en su correspondiente hoja de cálculo y he tenido que añadirlo a la entrada cuando ya la había terminado...)
Madoka Magica: Rebellion
Nieve en verano
No matter how I look at it, it's you guys' fault that I'm not popular
Sakura Hime
xxxHolic Rei

Tercer capítulo y me mantengo (relativamente) en la austeridad. Aquí es donde hay más contraste respecto a otros años ya que realmente he intentado no empezar nada y, lo poco que veis, prácticamente se limita a series muy cortas de entre 2 y 4 tomos más algún que otro título con periodicidad bien lenta. El único capricho que podría ser problemático (por tratarse de un manga """largo""") es Sakura Hime y es de Arina Tanemura de quien estamos hablando. Y la única compra de segunda mano del año (creo) fue La espada del inmortal allá por enero (que sigue sin poder rivalizar con locuras estilo Naruto, Detective Conan o One Piece, mangas de los que compré 61, 83 y 49 tomos del tirón respectivamente; esto lo digo para intentar auto-convencerme de que este año he mejorado).

Total tomos: 40

Continuaciones


Akuma to Love Song
Aristocracia campesina
Ataque a los titanes
Billy Bat
Bimbogami Ga!
Black Butler
Blue Exorcist
Bride Stories
Bunny Drop
D.Gray-Man
Dengeki Daisy
Detective Conan Vol.2
El caballero vampiro
Gate7
Grey Is...
Happy Marriage?!
Kimi ni Todoke
Life
Neogénesis Evangelion
Nisekoi
One Piece
Pequeñas Mentiras Piadosas
Silver Spoon
Slam Dunk
Soul Eater
Tegami Bachi
Terra Formars
Vagabond
Yotsuba!
Zetman

Mi mayor esfuerzo económico ha ido dirigido a mantener un buen ritmo de todo aquello que ya tenía abierto antes de iniciar el 2014 y, en general, creo que lo llevo bastante bien. Intento no dejar pasar muchos meses las novedades pero tengo tantos manga empezados y abiertos que a veces es un poco misión imposible.

Total tomos: 100


Tomos únicos

A drunken dream
Flores sangrientas
Traveling
Wolf Children
Yudoku

La moderación también está presente en los tomos únicos. Aunque también es verdad que precisamente Henshin y Traveling no eran baratos lo que se dice baratos.

Total tomos: 7

I - Conclusiones manga

Hasta aquí la parte manga del balance que, como siempre, ocupa el porcentaje más alto de esta entrada... aunque otros tipos de cómic le están ganando terreno a marchas forzadas. Un total de 169 tomos, adquiridos por aproximadamente 830€; lo que se traduce en una reducción drástica si comparamos con el ritmo que llevaba desde 2011.

Os hago un poco de memoria:
2011: 427 tomos por unos 1600€ (1,17 tomos al día; a 3,75€ por tomo de media)
2012: 338 tomos por unos 1500€ (0,92 tomos al día; subo a 4,44€ por tomo de media)
2013: 414 tomos por unos 1800€ (1,13 tomos al día; bajo a una media de 4,35€ por tomo)

Como decía, a lo largo del 2014 he comprado 169 tomos por unos 830€. Es decir, alcanzo un mínimo histórico de 0,46 tomos al día, menos de la mitad que el año pasado. Eso sí, los tomos los he comprado (aproximadamente) a unos 5€ el tomo, o sea, conforme pasan los años cada vez compro menos de segunda mano/ofertas varias; lo que es una consecuencia directa de querer centrarme en acabar y continuar todo lo que tengo abierto en lugar de lanzarme a empezar nuevos títulos solo porque he encontrado una oferta irrechazable.

En cuanto a lecturas... apenas he leído cincuenta de esos tomos con lo que, por mucho que haya comprado muchísimo menos que otros años, sigo sin ser capaz de abarcar lo que consumo. De cara al 2015 mi magnífico propósito es no empezar más títulos (exceptuando las flamantes novedades de MW y Tomodomo) y leer leer leer.


Cómic americano

Sandman
  • El fin de los mundos
  • Fábulas y reflejos
  • Juego a ser tú
  • Las benévolas
  • Vidas breves
Seconds

He comprado ligeramente menos americano que el año pasado porque he aparcado el tema de Fábulas tras haber conseguido todos los tomos descatalogados. Prácticamente finalizo Sandman con lo que el 2015 debería ser un año tranquilo en lo que a cómic estadounidense se refiere (a no ser que me encapriche con algo nuevo como, qué sé yo, Saga).

Total tomos: 9


Cómic europeo

23 fotogramas por segundo
Alícia en el món real
Blacksad
  • Alma Roja
  • Amarillo
  • El infierno, el silencio
Chernóbil
Colmado Sánchez
Curiosity Shop:
  • 1914: El Despertar
  • 1915: Por encima de la pelea
El héroe: Libro uno
Fagocitosis
Institutos
La anciana que nunca jugó al tenis y otros relatos que sientan bien
La entrevista
Libertadores
Los cuentos de la era de Cobra:
  • Los Amantes
  • Revolución
María y yo
Misterios Comestibles
Persépolis
Píldoras azules
Problemas del primer mundo
¿Quién le zurcía los calcetines al rey de Prusia cuando estaba en la guerra?
Reincidente
Sansamba
Señor Pacheco
Sonrisas de Bombay
Todas Putas

Hasta ahora la entrada estaba quedando muy bonita... casi parecía que este año había conseguido gastar menos. Pero ya sabéis, cuando se cierra una puerta se abre una ventana y cuando empecé a cansarme del cómic japonés apareció el europeo para robarme un riñón y un ojo. De 5 tomos que compré el año pasado, la cifra se ha septuplicado. Bien es cierto que varios títulos vienen de la happy hour de Norma y de buenas ofertas en el Mercat de Sant Antoni pero, aún así, sigue habiendo muchos cómics que compré en plena enajenación mental motivada por recomendaciones varias y sesiones de firmas inminentes.

Total tomos: 35


Autoedición/Fanzines
(y otras cosas que no sabía dónde poner)

Ainulindalë
Arròsnegre (#1-3 y #5)
Art 88/46 #1-2
Belice
Beyond the Box
Black Seal #2
Clift #5
Dedos sucios #2
Desierto
El día de la victoria
El vosque #4
Espacio y tiempo
Imaginoterapia
Jabberwocky
Knot
Kuro-e
Licor del mono #6-7
Life in a Glasscase #8
Lis en Fleur #4
Lucerna Cómics
Mañana
Meils desde la ciudad (esto es un libro pero a la vez autoeditado)
Mini fanzine Anabel
Mini fanzine Luis
Mini fanzine Xulia
Namesake #1-2
Oiga mire mañana
Penguin wants to fly
Podría ser peor (debería estar en cómic europeo pero como lo compré en el Gutter Fest me hice un poquito un lío)
Prisa/Inmortal
Recopilacón cafés Xulia
Recopilación ilustraciones Tamarit
Sacoponcho #2
Sandía para cenar
Sextories #2
Silver Button
The Lotus Eaters #1
Tus faltas de ortografía hacen llorar al niño Dios
Valor (esto solo está pagado vía crowdfunding pero me llegará en 2015)
Y contra el viento

Por primera vez desde que abrí el blog, le dedico un espacio en el balance anual a los fanzines. Y es que me he gastado la nada desdeñable cifra de 350 euros en las publicaciones autoeditadas. Preocupantemente cada vez descubro más títulos interesantes en este nicho del mercado y, de momento, mantengo mi enfermiza costumbre de no leer ni la mitad de cosas que compro. Ya he llenado una caja con ellos.

Total: 48


Libros

4 caminos hacia el perdón
El jardín del Eden
Hijos de la mente
La pianista
Los desposeídos
Nubes de Kétchup
Objetos frágiles
París era una fiesta
Tokio Blues

Otra reducción del año ha sido la que respecta a los libros, he comprado muchos menos y, de hecho, de los nueve que han caído este año, 3 han sido regalos.

Total libros: 9

II - Conclusiones sobre "todo lo demás"

Creo que la conclusión más clara sobre «todo lo demás» es que está dejando de serlo. El BD, las novelas gráficas, el tebeo patrio y la autoedición empiezan a llenar cajas y estanterías a un ritmo que me recuerda al del manga como si todo lo que he dejado de gastar en cómic nipón lo estuviese invirtiendo ahora en otros mercados que cada vez me parecen más interesantes.

Echándole un vistazo al cajón de sastre, resulta que he adquirido 101 volúmenes por unos 900€. Es decir, he gastado más en no-manga que en manga. Porque un tomo de Sandman cuesta casi 20€ y lo mismo puedo decir de la mayoría de BDs... Es una afición muy cara esta de coleccionar tebeos.

Aunque apenas he leído nada de americano, tan solo un par de libros y un puñado de fanzines, sí que le he echado el guante a más de la mitad de BDs/tebeos españoles que he comprado (e incluso a unos pocos títulos extra que cogí prestados de la biblioteca) así que preveo que esta sección va a seguir aumentando el año que viene. De hecho, prácticamente lo último que hice el año pasado fue descubrir la existencia de El Verano del Cohete, una editorial muy prometedora de la que ya quiero comprar varios de sus títulos...