miércoles, 28 de enero de 2015

American Horror Story: Asylum

Hace aproximadamente un maldito año desde que acabamos de ver Asylum pero como soy una inconstante no me he animado a reseñar la segunda temporada de AHS hasta ahora. Veamos de lo que mi memoria es capaz:


1964. Kit Walker, acusado de ser el asesino Bloody Face, es ingresado en el manicomio Briarcliff debido a su evidente desequilibrio mental. Lana Winters, una periodista algo intrépida, intenta desentrañar la historia de Kit. La hermana Jude, directora del centro psiquiátrico, no está dispuesta a que nadie ajeno a Briarcliff empiece a husmear en el lugar por lo que acusa a Lana por su homosexualidad y la interna en el mismo manicomio.

Con este escalofriante punto de partida da comienzo la temporada más terrorífica hasta el momento de American Horror Story. La sola elección de emplazar la trama en un manicomio del siglo pasado ya hace que se me ponga la piel de gallina. Pero es que si sumas enfermedad mental, religiosidad extrema, nazismo, demonios y alegorías de la muerte, lo raro es que seas capaz de ver un solo capítulo de Asylum sin soltar un grito, pegar un bote y clavar las uñas en un cojín/peluche/brazo sacrificado o lo que tengas más a mano.


Porque Asylum no solo da miedo. Es más, no es que Asylum dé miedo per se, o que esa sea la principal emoción que evoca la serie. Para nada. Lo que genera esta temporada es angustia. Y repelús; asco. Una especie de repulsa por las condiciones inhumanas en las que viven los presos trastornados, por los castigos crueles a los que se ven sometidos, por lo atroces que resultan los monstruos de Arden y por lo repugnantes que son los cadáveres que deja Bloody Face a su paso. Y, de tanto en tanto (y cada vez que tenía que ver el opening), te pegan algún susto. Podría explayarme en la categoría de la repugnancia pero con mencionar procedimientos médicos dudosos, heridas supurantes, deformidades varias y miembros amputados supongo que es más que suficiente. Os digo esto para que tengáis en cuenta que, por un lado, esta temporada puede ser muy desagradable (y como soy una magnífica persona no lo he mostrado explícitamente en la entrada) pero, por el otro, que yo fui capaz de verla entera así que no es tan tan tan malo.

Como ya ocurriera en la primera temporada, hay numerosas tramas que se entremezclan sin parar y en las que nada es nunca lo que parece. El principal misterio que tira del hilo de todas las tramas es, en mi opinión, el de Bloody Face, el asesino en serie; los guionistas nos mantienen en vilo echándole a la audiencia pistas engañosas sobre cuál puede ser su identidad y cómo es posible que siga activo en la actualidad. De hecho, es una trama que da muchísimo juego con un montón de idas y venidas y de momentos de tensión que van dando saltos en el tiempo; ya sabéis, son marca de la casa.


La cuestión es que todo va mucho más allá. Quizá lo más interesante y lo que realmente dirige gran parte de la temporada es la encarnación del mal. Y el espectador tiene para elegir: si se quiere ir a atrocidades que han pasado a la historia de la humanidad tenemos a un protagonista nazi; si uno prefiere centrarse en algo no tan radical pero desgraciadamente mucho más común (en esa época más que ahora) están los abusos de poder de la hermana Jude, que se desahoga torturando a sus internos; para la maldad genuina están los diversos psicópatas que acoge Briarcliff; para una maldad pura y sobrenatural están las representaciones del demonio; para crueldades que siguen vigentes hoy en día en muchísimos países está la homofobia y para discriminaciones que ya no están a la orden del día hay algunas pinceladas de racismo.

Hay series que son buenas porque la trama es interesante, porque está bien llevada, porque sorprende. Hay otras que lo son por su espléndida ambientación. Otra que se distinguen por su capacidad para revolverte las tripas. Aun habría otro grupo en que puedes atrapar al espectador si cuentas con un buen elenco de actores y actrices (que a veces pueden eclipsar una trama insulsa). En Asylum se juntan todos estos factores y más. Es brillante.


Pero, dejando a un lado todo lo que se refiere a estética y puro pavor, e incluso a la increíble concurrencia de subtramas, todavía me queda algo que elogiar: la evolución. La serie da un giro radical en que todas las historias se dan la vuelta con un cazador cazado transversal. Prefiero no extenderme en este punto para no caer en el spoiler fácil pero digamos que, en lo que respecta a finales, soy difícil de satisfacer y Asylum lo hizo con creces.

Como punto negativo, nunca conseguí conectar del todo con la historia de Kit, Alma y Grace. De hecho, conforme avanzaba me parecía cada vez más bizarra (utilizaré mal esta palabra hasta el fin de mis días, o hasta que la RAE acepte una nueva acepción para el término, lo que ocurra antes) e incomprensible. Y estoy segura de que los que habéis visto esta temporada entendéis perfectamente a qué me refiero. Los tres personajes son extremadamente planos y contrastan en exceso con los papelones de Jessica Lange, Sarah Paulson y Lily Rabe.


Hablando de extravagancias, os dejo con la escena más pasada de vueltas de la temporada. Y... no lo olvidéis:


5 comentarios:

  1. La mejor temporada de AHS con diferencia. Ojalá las siguientes hubieran mantenido la calidad y la intensidad del guión. Jessica Lange está MARAVILLOSA y Sara Paulson es cojonuda. Cabe destacar el papel de Zachary Quinto y Frances Conroy (a la que nunca se le da la importancia que tiene)

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    1. A falta de ver Freak Show (que, a juzgar por los comentarios que he ido leyendo por twitter no tiene muy buena pinta), Coven me decepcionó muchísimo. Sí que Frances Conroy es una de las actrices más versátiles que he visto pero bueno, es que casi todos los actores de AHS se lucen, como James Cromwell e Ian McShane... el cast de esta serie es una pasada.

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  2. Para mi la mejor temporada: me dejo totalmente alucinada. El manicomio me puso los pelos de punta.

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  3. A pesar de que Feak Show no la he visto,para mí Asylum es la segunda mejor temporada de AHS. La de Coven a mí me defraudó bastante. Asylum tiene grandes momentazos, aunque creo que en ocasiones abusa de relleno y se podría haber reducido a 11 episodios o así.

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    1. A mí es que todo el tema de los extraterrestres me ponía de los nervios la verdad. Yo tampoco he visto Freak Show todavía pero coincido totalmente contigo con Coven. Parece mentira que haya tanta variabilidad entre temporadas.

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