sábado, 19 de abril de 2014

La Isla sin Sonrisa

He tardado pero, con unos meses de retraso, al fin he devorado mi primer cómic de Enrique Fernández. Aproximadamente, mes y medio después de participar en el crowdfunding de Brigada (del que no os hablé porque lo descubrí cuando estaba a punto de acabar) sin haber leído nunca nada de este autor. Y será porque tiene pocas obras publicadas en España (con las que pretendo matar a mi monedero próximamente).


Eli es una niña con una imaginación desbordante para su edad. Milander es un geólogo atormentado por el pasado. Al coincidir en una pequeña isla de escasa población, será inevitable que pasen muchas horas juntos... a pesar de las reticencias y el disgusto patente del geólogo. Eli intentará hacerle ver las maravillas que encierra la isla con sus múltiples leyendas e historias fantásticas para así poder verle sonreír por una vez. ¿Dónde acaban los cuentos y empieza la magia...?

Alucinante. Empiezo a pensar que he perdido muchos años de mi vida limitándome al manga cuando existe tal arsenal de historias conmovedoras en nuestro propio país. Lo que hace de este cómic algo totalmente mágico y distinto del resto son los detalles. Las cosas que no se dicen. Las que se enseñan pero no se mencionan. Las que nos hacen partícipes de la historia contemplando las pintadas de la pared en lugar de escuchar a los protagonistas hablando sobre ellas. La narración es radicalmente opuesta a todo lo que pasa por mis manos normalmente.

Cómo puede explicar alguien una historia tan claramente
con tan pocas viñetas
Solo leer las historias que le cuenta Eli a Milander ya hacen que la compra valga la pena y, por supuesto, hay mucho más. En general, me fascina que Enrique haya sido capaz de crear un personaje como Eli porque todo en ella hace pensar en una niña: su manera de hablar, de reaccionar, su terquedad, su imaginación... Es un personaje muy bien construido a mi modo de ver.

Muchos son los lectores que ven los paralelismos entre este cómic y las animaciones de Ghibli y es que no me extraña. Aunque yo ni siquiera generalizaría tanto, para mí el paralelismo más fuerte es con El viaje de Chihiro. Pero aunque pueda sonar contradictorio, La Isla sin Sonrisa es un cómic con mucha personalidad y esencia y una mera comparación no le quita ni un ápice de originalidad.


La ambivalencia de todas aquellas cosas a las que puede darse una explicación racional pero también una fantasiosa me parece un ejercicio mental insuperable. Aquí el autor puede dar rienda suelta a su imaginación (que parece infinita) pero el caso es que consigue dominar todas estas apariciones fantásticas dentro del marco más realista de la historia principal sin que nada parezca superfluo u incoherente.

Quizá algunos consideren que el final es demasiado abierto o que la historia es demasiado breve o que no queda claro en ciertos momentos cruciales dónde está la frontera entre la realidad y la fantasía pero yo creo que el autor nos da toda la información que necesitamos, ni más ni menos. Y mientras se nos quede una sonrisa tonta en los labios al pasar la última página, ¿qué más se puede pedir?


En cuanto al apartado gráfico es una puta maravilla sin más. No ha llegado el día que vea un estilo remotamente parecido al de Enrique Fernández. Si ves una de sus viñetas, sabes que es suya. Y te gusta porque sus dibujos son una preciosidad. Y además es capaz de plasmar en sus personajes cualquier expresión a pesar de los rasgos caricaturescos que le caracterizan.

Puesto que se trata de un tomo de Glénat, os animo a comprarlo antes de que lo descataloguen (si es que no lo está ya) porque vale, y mucho, la pena.

3 comentarios:

  1. Parece muy interesante, solo he oido buenas criticas de este titulo, espero poder hacerme con él antes de que lo descataoguen.

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  2. Otro que no conocía y al que me dan ganas de echarle el guante >.<

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  3. Hate U, otra cosa más a la lista de futuros *suspiro*

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