Me parece que después de ver Inside Out va a quedar muy poca gente que no reconozca que Pixar es, actualmente, la mejor productora de animación. Su sello siempre se ha caracterizado por películas de animación que van más allá y que suelen estar dirigidas a un público más amplio, que se estira más hacia los adultos que a los niños y, con su último estreno, se ha superado. No solo es una película fantástica, entretenida, divertida, emotiva y visualmente gratificante, como ya estamos acostumbrados, sino que está construida sobre unos firmes pilares neurobiológicos que hacen que, después de mucho tiempo sin hacerlo, tenga muchas ganas de dedicarle una entrada entera a una película.
Alegría, Tristeza, Ira, Miedo y Asco conviven en el cerebro de Riley, una niña de once años, y controlan que todo vaya sobre ruedas. Son ellos los que dotan de emociones a sus recuerdos, los que supervisan su comportamiento y los que generan nuevas ideas. Sin embargo, Alegría nunca ha conseguido entender para qué sirve Tristeza, que siempre está desanimada, llorando y no haciendo nada. Cuando algo realmente inesperado ocurre en la vida de Riley, Alegría y Tristeza serán catapultadas a la zona de almacenaje de la memoria a largo plazo, desde dónde deberán encontrar el camino de vuelta al cuartel general antes de que algo realmente malo le ocurra a Riley.
Para la realización de Inside Out es evidente que los guionistas recibieron asesoramiento tanto de psicólogos como de neurobiólogos. Así, hablan de la memoria a corto y a largo plazo, del olvido y hasta de los distintos niveles de las capas cerebrales. Las emociones se encuentran en un cuartel general superior y aislado de todo lo demás mientras que los sueños se producen "ahí abajo". De igual forma, adentrarse en el subconsciente implica bajar una escalera hacia un abismo mientras que el tren del pensamiento está en movimiento continuo, sus vías se construyen y deconstruyen a tiempo real, y solo se detiene al dormirse Riley, simulando así la dinámica de las sinapsis cerebrales, que conducen la información de un extremo a otro en una red tan vasta y compleja que genera una conciencia.
Creíamos que Pixar ya había explorado el paso de la infancia a la adolescencia/madurez con Toy Story pero esta vez nos sitúa en el interior de nuestro propio cerebro, inundado de pura alegría durante la infancia. Como decía, también explora diversos procesos mentales, quizá con una especial relevancia de la memoria que, con muchísimo acierto, está teñida de la emoción que asociamos a cada recuerdo. Pero quizás el colofón final es el hecho de que se le pueda cambiar este color, Tristeza impregna los recuerdos alegres y los contamina a ojos de Alegría. La verdad es que los recuerdos humanos son increíblemente subjetivos y, cada vez que los rememoramos, los volvemos a codificar algo modificados, de manera que un recuerdo alegre puede convertirse en triste si lo evocamos cuando estamos afligidos (como le ocurre a Riley).
Uno de los mensajes clave de toda la película (que me parece brillante) es que la Tristeza es tremendamente necesaria. La cruzada personal de Alegría es creerse la mejor de todo el equipo, la más útil y trabajadora de todas las emociones de Riley. Desde su misma concepción, ha ninguneado a Tristeza, alegando que no sirve para nada y relegándola a las más tediosas tareas. Pero es ella la que necesita madurar junto con Riley para darse cuenta de cuál es el rol de cada emoción y por qué son todas esenciales para cuidar de la niña. En cualquier caso, la mezquindad de Alegría es ingeniosa en su concepción puesto que mantiene su esencia como emoción primaria, sin conciencia ni moral. De forma paralela, Inside Out nos grita que la Tristeza es indispensable para experimentar uno de los procesos mentales más complejos que nos hacen humanos: la empatía.
La des-definición gráfica de las emociones de Riley me parece otro de los puntos clave de los guionistas. En otras circunstancias diría que es algo casual/accidental pero teniendo en cuenta que las emociones de su madre tienen el pelo castaño recogido en una coleta y las de su padre tienen todas bigote, voy a aventurarme y decir que, conforme uno crece, se va definiendo más y más como persona. En el caso de Riley, tres de sus emociones parecen femeninas y dos de ellas masculinas. ¿Tiene esto un significado ulterior? Yo soy más feliz pensando que sí y que se debe a que Riley es todavía una niña con potencial para convertirse en lo que quiera. También llama la atención que en el caso del padre sea Ira la emoción dominante mientras que para la madre es Tristeza. Creo que todas estas decisiones se tomaron con cuidado y para nada al azar.
Como decía, Riley tiene once años por lo que se acerca inexorablemente al primer punto de inflexión de su vida: la pubertad. Hacer tonterías y payasadas quizá sea para niños pequeños, la familia es importante pero puede que ya no idealices tanto a tus padres, sigues sabiendo que hay que decir siempre la verdad pero alguna que otra mentira ocasional a lo mejor no hace tanto daño como creías hace años. La imaginación se va deteriorando, las cosas que antes te emocionaban ahora te parecen algo desfasadas e infantiles y, al contrario, los chicos empiezan a interesarte. Y todo el proceso mental que conlleva esta infinidad de cambios se ve caricaturizado en esta película con una mezcla de drama y humor, muy bien equilibrados.
Eso sí, hay una cosa que no he logrado comprender o, más bien, una emoción: Asco. Entiendo que su principal característica es que suela estar asqueada con todo. Entendería que fuese un personaje extremadamente higiénico, así como obsesionada con la pulcritud. Pero no, lo que la obsesiona es... la moda. Me parece absurdo relacionar la repulsión con algo tan superficial como es conjuntar bien la ropa por lo que, en mi opinión, se trata de la emoción menos trabajada del elenco y, en el temido-esperado caso de que hagan una segunda parte, espero que la re-definan con algo más de coherencia.
Leyendo reseñas y críticas sobre Inside Out en la red me he encontrado dos puntos de vista contrapuestos. Tanto he leído que se trata de una película fantástica, cuyo visionado disfrutarán tanto niños como adultos como que su argumento es tan complejo que un niño pequeño difícilmente disfrutará de ella. Yo no dejo de estar de acuerdo con ambos puntos de vista. Un niño pequeño disfrutará de Inside Out en tanto que aparecen monigotes de colores que van dando saltos y pegando gritos por un escenario lleno de bolas de colores, pero dudo mucho que sea capaz de seguir la trama.
Por último, no quiero terminar esta entrada sin dedicarle dos minutos al corto que, como nos tiene acostumbrados Pixar, precede el largometraje: Lava. Por no extenderme mucho sólo os diré que no me gustó, me parece bastante regulero en general, muy conveniente, muy cursi y muy estereotipado. Como punto positivo, gracias a este corto tiene que haber muchos más niños que sepan que las islas se forman por erupciones volcánicas y que se trata de un proceso que toma mu(uuuuu)cho tiempo en ocurrir. En un primer momento compartía las quejas que expuso Mamen Moreu al respecto, como os decía hace unos días, pero, gracias a Miya, ahora sé que todo el corto es un homenaje a Iz, un cantante hawaiano muy querido que murió prematuramente debido a problemas relacionados con su obesidad. Sigo pensando que el corto es cursi, repetitivo y fácil pero al menos ya no estoy indignada.
Creíamos que Pixar ya había explorado el paso de la infancia a la adolescencia/madurez con Toy Story pero esta vez nos sitúa en el interior de nuestro propio cerebro, inundado de pura alegría durante la infancia. Como decía, también explora diversos procesos mentales, quizá con una especial relevancia de la memoria que, con muchísimo acierto, está teñida de la emoción que asociamos a cada recuerdo. Pero quizás el colofón final es el hecho de que se le pueda cambiar este color, Tristeza impregna los recuerdos alegres y los contamina a ojos de Alegría. La verdad es que los recuerdos humanos son increíblemente subjetivos y, cada vez que los rememoramos, los volvemos a codificar algo modificados, de manera que un recuerdo alegre puede convertirse en triste si lo evocamos cuando estamos afligidos (como le ocurre a Riley).
Uno de los mensajes clave de toda la película (que me parece brillante) es que la Tristeza es tremendamente necesaria. La cruzada personal de Alegría es creerse la mejor de todo el equipo, la más útil y trabajadora de todas las emociones de Riley. Desde su misma concepción, ha ninguneado a Tristeza, alegando que no sirve para nada y relegándola a las más tediosas tareas. Pero es ella la que necesita madurar junto con Riley para darse cuenta de cuál es el rol de cada emoción y por qué son todas esenciales para cuidar de la niña. En cualquier caso, la mezquindad de Alegría es ingeniosa en su concepción puesto que mantiene su esencia como emoción primaria, sin conciencia ni moral. De forma paralela, Inside Out nos grita que la Tristeza es indispensable para experimentar uno de los procesos mentales más complejos que nos hacen humanos: la empatía.
La des-definición gráfica de las emociones de Riley me parece otro de los puntos clave de los guionistas. En otras circunstancias diría que es algo casual/accidental pero teniendo en cuenta que las emociones de su madre tienen el pelo castaño recogido en una coleta y las de su padre tienen todas bigote, voy a aventurarme y decir que, conforme uno crece, se va definiendo más y más como persona. En el caso de Riley, tres de sus emociones parecen femeninas y dos de ellas masculinas. ¿Tiene esto un significado ulterior? Yo soy más feliz pensando que sí y que se debe a que Riley es todavía una niña con potencial para convertirse en lo que quiera. También llama la atención que en el caso del padre sea Ira la emoción dominante mientras que para la madre es Tristeza. Creo que todas estas decisiones se tomaron con cuidado y para nada al azar.
Como decía, Riley tiene once años por lo que se acerca inexorablemente al primer punto de inflexión de su vida: la pubertad. Hacer tonterías y payasadas quizá sea para niños pequeños, la familia es importante pero puede que ya no idealices tanto a tus padres, sigues sabiendo que hay que decir siempre la verdad pero alguna que otra mentira ocasional a lo mejor no hace tanto daño como creías hace años. La imaginación se va deteriorando, las cosas que antes te emocionaban ahora te parecen algo desfasadas e infantiles y, al contrario, los chicos empiezan a interesarte. Y todo el proceso mental que conlleva esta infinidad de cambios se ve caricaturizado en esta película con una mezcla de drama y humor, muy bien equilibrados.
Eso sí, hay una cosa que no he logrado comprender o, más bien, una emoción: Asco. Entiendo que su principal característica es que suela estar asqueada con todo. Entendería que fuese un personaje extremadamente higiénico, así como obsesionada con la pulcritud. Pero no, lo que la obsesiona es... la moda. Me parece absurdo relacionar la repulsión con algo tan superficial como es conjuntar bien la ropa por lo que, en mi opinión, se trata de la emoción menos trabajada del elenco y, en el temido-esperado caso de que hagan una segunda parte, espero que la re-definan con algo más de coherencia.
Leyendo reseñas y críticas sobre Inside Out en la red me he encontrado dos puntos de vista contrapuestos. Tanto he leído que se trata de una película fantástica, cuyo visionado disfrutarán tanto niños como adultos como que su argumento es tan complejo que un niño pequeño difícilmente disfrutará de ella. Yo no dejo de estar de acuerdo con ambos puntos de vista. Un niño pequeño disfrutará de Inside Out en tanto que aparecen monigotes de colores que van dando saltos y pegando gritos por un escenario lleno de bolas de colores, pero dudo mucho que sea capaz de seguir la trama.
Por último, no quiero terminar esta entrada sin dedicarle dos minutos al corto que, como nos tiene acostumbrados Pixar, precede el largometraje: Lava. Por no extenderme mucho sólo os diré que no me gustó, me parece bastante regulero en general, muy conveniente, muy cursi y muy estereotipado. Como punto positivo, gracias a este corto tiene que haber muchos más niños que sepan que las islas se forman por erupciones volcánicas y que se trata de un proceso que toma mu(uuuuu)cho tiempo en ocurrir. En un primer momento compartía las quejas que expuso Mamen Moreu al respecto, como os decía hace unos días, pero, gracias a Miya, ahora sé que todo el corto es un homenaje a Iz, un cantante hawaiano muy querido que murió prematuramente debido a problemas relacionados con su obesidad. Sigo pensando que el corto es cursi, repetitivo y fácil pero al menos ya no estoy indignada.
Vi esta película en el cine y una vez más, una película de animación, si de esas que son "para críos" consiguió emocionarme ^^ (mucho más que al soso de mi hermano, es aún joven jajaja) cuando vi que el mensaje era que todas las emociones son necesarias e importantes (uno no puede estar siempre feliz) se me saltó una lagrimita, para mí el personaje de Tristeza es el alma de la película.
ResponderEliminarEn definitiva, me ha gustado mucho, me pasé todo el rato con una sonrisa en la cara :)
Un saludo
P.D: como dato te diré que en la sala había más adultos que niños
Cuando fui yo al cine la sala estaba bastante vacía (hacía semanas ya del estreno) y había dos o tres familias con sus correspondientes niños pequeños que, de tanto en tanto, iban preguntando a sus padres qué había pasado y me da a mí que no se enteraban de gran cosa... ¡Hubo uno que dijo que Bing Bong se había hecho invisible (en ESA escena)!
EliminarTristeza es el mejor personaje de la película ♥
ya tenía ganas de verla antes, ahora más
ResponderEliminarespero que no tarde mucho en salir sparrow XD
Ahora es cuando la ves y te parece una mierda =')
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