miércoles, 23 de julio de 2014

Leal

En realidad, desde que acabé (y reseñé) Guerra Mundial Z he leído la trilogía de La Fundación pero como no logro inspirarme del todo para escribir sobre ella (mi idea es conseguir decir algo más a parte de que Asimov fue Dios) y Leal es el típico libro juvenil ligero cuya reseña casi se escribe sola he decidido darle prioridad en el blog. Al ser el final de una saga tengo muchas ganas de discutir sobre el final así que he dividido la reseña en dos partes: primero, la reseña, sin spoilers, y segundo, un debate conmigo misma sobre el bodrio de desarrollo y de final que Veronica Roth intenta colarnos por la escuadra.


Tras rebelarse contra el levantamiento de los abandonados, Tris consigue que los miembros de todas las facciones escuchen el mensaje de Edith Prior. Esto la convierte automáticamente en rebelde pero, con la ayuda de Tobias, consigue escapar. Después de toda una vida de confinamiento, un grupo de leales decide ir más allá de la verja y enfrentarse al mundo exterior por primera vez.

En una palabra, lo que me ha despertado este libro no es otra cosa que decepción. Si habéis leído mis anteriores reseñas de Divergente e Insurgente sabréis que ninguno me convenció demasiado pero tenía puestas las esperanzas en este final porque prometía otorgar algo de coherencia a las dos primeras partes de esta trilogía.

De hecho, lo intenta. Está claro que esa es la parte de Leal que Veronica Roth debía de tener en la cabeza desde que empezó a escribir la saga y, efectivamente, consigue sostener la imposible estructuración de la ciudad en facciones. El problema es que esta solución milagrosa tiene, a su vez, una fuga de coherencia interna. En el momento en que no hay nada que sostenga la solución esta deja de ser válida.

Y es que la señorita Roth cometió un error: se metió en la biología y de ahí era muy difícil salir airosa. En Insurgente y con el tema de las regiones cerebrales y su relación con ciertas actitudes/emociones humanas sí que tenía todo más o menos sentido (creo recordar, a saber que pensaría si lo releyera ahora) pero es que ahora... aplica la eugenesia en toda una generación y se queda tan ancha.

A parte, está el tema de los puntos de vista en el que muy ingeniosamente (perdonad por el sarcasmo pero es que hay clichés que empiezan a dolerme) decide darle voz a Tobias y no solo a Tris. Lo que podría haber sido una buena idea, lo que podría haber aportado información nueva, lo que podría haber dado precisamente eso: un nuevo punto de vista. Pero la verdad es que Tobias no aporta absolutamente nada, no revela ni una sola gota de información que no pudiéramos saber de parte de Tris. Es más, sobre todo al principio, tiene pensamientos absurdos que, claramente, la autora ha puesto ahí porque es la primera vez que nos metemos en su cabeza pero se trata de detalles que el personaje pensó genuinamente durante los dos libros anteriores y que sobran en Leal.

Que por cierto, sigo pensando que lo único bueno de esta saga es la relación entre Tris y Tobias, en el sentido de que es realista. Ya no digo realista para sus circunstancias sino realista en el sentido de que son un par de adolescentes enamorados que no saben cómo llevar su relación y me encantan todas y cada una de sus discusiones. Supongo que una relación amorosa adolescente es lo único que puede haber vivido Veronica Roth (a sus 25 años) como para poder reflejarlo en un libro con verosimilitud.

La cuestión es que, al margen de lo graciosos que resultan Tris y Tobias en su torpeza primeriza, el resto de la trama es cansina. Por una parte, cuenta con un inicio excesivamente precipitado. Por otra, el desarrollo es lento con ganas y tras una muy breve explicación del por qué de las facciones, salta a una serie de rebeliones que no hacen más que repetir la estructura de las de Insurgente con lo que da la sensación de estar leyendo exactamente lo mismo de siempre solo que con bandos distintos.

A pesar de que Tris me caía bien en un principio (no la adoraba ni era mi modelo a seguir pero al menos me caía simpática), en Leal se convierte en una sabelotodo metomentodo con complejo de heroína y que al parecer goza de superioridad moral respecto a sus iguales. Tobias... me aburre. De hecho, hubo muchas ocasiones en las que leyendo sus capítulos pensaba que la que hablaba era Tris y no me daba cuenta de mi error hasta que no hablaba de sí mismo en masculino o, más frecuentemente, hablaba de la propia Tris en tercera persona.

En resumen (y antes de desahogarme un poquito más en mi lluvia de spoilers), Leal le pone el broche de oro a una trilogía insulsa e incoherente con personajes sin carisma alguno y un final horroroso que no le ha gustado a nadie.

¡Spoilers!

Ha pasado tanto tiempo desde que acabé la lectura de este libro (a pesar de lo que comento al principio de la entrada, no escribáis reseñas a parches, no suele acabar bien) que no tengo demasiadas ganas de hacerme mala sangre (he acabado el máster, estoy de vacaciones y soy feliz) y, encima, no tengo a mano el libro porque, gracias a dios, me lo prestaron (no he gastado ni un euro en esta trilogía) así que es probable que sea mucho más breve de lo que quise en su momento. Me voy a centrar en tres cosas que sí recuerdo con bastante claridad y que me molestaron sobremanera:

1) Cuando Tobias se une a los rebeldes genéticamente defectuosos (qué puto asco de calificación, de verdad) y contribuye en su rebelión, todo el mundo (incluida Tris, incluido él mismo) le culpa de la muerte de Uriah. Puedo entender que Tobias se sienta culpable pero es que la forma en que Tris se aleja de él porque lo juzga responsable del incidente sigue la misma lógica que le hizo a Katniss repudiar de Gale en Sinsajo: NINGUNA.

2) Por qué hay decenas de rebeldes y tiene que ser Caleb el que se suicide para lograr el plan. Por qué nadie se da cuenta de que Tris jamás permitiría algo así. Por qué a Tris no le afecta un gas tóxico. Por qué es Tris inmune. Desde cuándo la personalidad o la moralidad o cualquier mutación que afecte de alguna forma a la conciencia y a otros conceptos esotéricos que, en cualquier caso, se localizan en el sistema nervioso, hacen a Tris inmune a un producto químico que mata. Y de qué demonios sirve que sea una especie de diosa inmune a todo si la acaban matando con una bala.

3) Todo el asunto de las modificaciones genéticas es tan falso, absurdo e incoherente que me daban ganas de llorar. Aunque se pudieran aislar genes de la compasión o de la bondad (que, lógicamente, no se puede), aunque se pudieran modificar sin generar abortos, ¿en qué universo paralelo un grupo de científicos inteligentes y capaces decidiría aislar a un grupo de gente "defectuosa" esperando que, mágicamente, con el transcurso de las generaciones, las mutaciones desaparecieran? Es que precisamente Tris que se supone que es genuinamente pura era un artefacto. Tris era genéticamente pura porque su madre lo era también, porque su madre no formaba parte del experimento, por lo que no hay ningún éxito en que su genoma sea tan perfecto, no desciende de gente genéticamente defectuosa. Por otra parte, y en línea con esto de las modificaciones genéticas, que un gen marcador de la divergencia (y recordemos que ahora resulta que ser divergente es ser genéticamente puro) sea estar consciente en las simulaciones es, simple y llanamente, una mierda pinchada en un palo. No no no. Los genes marcadores existen, de acuerdo. Pero no funcionan así. No es algo tan absurdamente sofisticado. Es más, cómo diseñas un gen que controle el hecho de ser consciente durante una simulación. No. Pero lo peor de todo es que si metes a un montón de gente genéticamente defectuosa que no tiene el puto marcador, no se va a generar espontáneamente en sus descendientes junto con una cura genética. ¡NO TIENE NINGÚN SENTIDO! Y con esto podría seguir ad eternum porque otra "maravilla tecnológica" que sueltan son unos ¿nanorobots? que se inyectan vía sanguínea y se dirigen al núcleo de las células para leer ciertas mutaciones puntuales en busca de la divergencia (os contaré un secreto: el ADN se encuentra extremadamente empaquetado en todas y cada una de nuestras células porque, si no, no cabría en un espacio tan pequeño; es decir, para poder secuenciarlo y detectar mutaciones, primero hay que extraerlo y desnaturalizarlo o es imposible leerlo).

Fin spoilers

Para acabar solo quiero decir que por primera vez en años estuve a punto de no acabar de leer este libro de lo mortalmente aburrido que me pareció. Hay muchas más cosas terribles, no caben en una reseña que se pueda leer en un solo día, pero, por si os sobra el tiempo, os enlazo otra opinión sobre este bodrio, me entretuvo mucho más que el libro en sí.

PD: de los pocos desgraciados que saben dibujar y han leído este libro ya parece que ninguno se ha animado a hacer ningún fanart con el que amenizar un poco la entrada. De hecho, los pocos que encontré hacían todos referencia al final, lo que sustenta mi visión de que no pasa nada relevante en todo el libro.

2 comentarios:

  1. Visto lo visto, me alegro enormemente de haberme ahorrado esta saga y no haberla empezado en Círculo de Lectores cuando la lanzaron XD

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  2. me leí el primero y no seguí, veo que hize bien.

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