Y sus mil recomendaciones positivas detrás. Y esa peli que tantas ganas tenía y tengo de ver pero que necesitaba leer el libro antes. Y lo primero que debo decir es que soy incapaz de recordar la última vez que un libro me gustó y me enganchó tanto que no pude dejarlo ir hasta que lo acabé.
Desde que lo empecé tenía miedo de que me decepcionara y, de hecho, al principio le saqué muchas cosas que no acababan de tener sentido o que sabía que la autora acabaría estropeando. Pero no lo hizo, la verdad es que consigue atar los cabos tan bien que hasta me sabe mal haberla subestimado.
De verdad, es un libro tremendamente bien construido y con un argumento atrayente, original y adictivo. Lo empecé el jueves por la mañana en el bus yendo hacia la uni y lo acabé el viernes, hasta que no se me acabaron las páginas no fui capaz de meterme en la cama. Y si no fuera porque tuve clase ambos días sé que lo hubiera acabado el mismo jueves. Soy una persona con una capacidad de atención y concentración prácticamente nula, por eso sigo sin dar crédito a la forma en la que el libro me ha absorbido. Dicho así, parece que esté un poco loca o que el libro sea una puta maravilla o las dos. Y supongo que así es. Me ha impactado mucho.
En el Distrito 12 de Panem todos amanecen con inseguridad y miedo ya que es el día de la Cosecha, se seleccionarán a los tributos que representarán a cada distrito durante los Juegos del Hambre. Aun así Katniss no deja perder ni un solo minuto de un día libre y se va al bosque a continuar con su caza furtiva con Gale, ya que es la única manera de mantenerse viva y, lo más importante, de que lo hagan su madre desquiciada y su hermana pequeña, Prim. La posibilidad de ser elegida como tributo es aterradora pero después de cuatro años sufriéndolo intenta tomárselo con calma.
Y es que el Capitolio organiza este sádico juego todos los años en los que 24 chicos y chicas de entre 12 y 18 años de los 12 distritos deben luchar a muerte entre ellos hasta que solo uno de ellos quede en pie. Es un cruel recordatorio de una antigua rebelión de los distritos contra el capitolio, muchos años atrás; de esta manera, el capitolio se venga de los insurgentes y los tortura quitándoles a sus hijos y obligándoles a mirar cómo se matan entre ellos.
Esta brutalidad inicial del libro es sobrecogedora. Las condiciones de vida en La Veta, los recuerdos de Katniss de su infancia, la muerte de su padre, la depresión de su madre, su desvalida hermana pequeña, aquella época en la que casi murió de hambre. Cualquiera diría que por ser un libro juvenil las cosas deberían estar algo camufladas. Que no debería exponerse la pobreza, la miseria, la muerte. Pero desde el primer momento, desde la primera página, queda claro que Katniss es una superviviente y se comporta como tal, se desenvuelve sin problemas con el mundo injusto y cruel dentro de su dura y fría coraza. Solo hay dos personas que le importen: Prim y Gale.
La primera parte del libro versa sobre la preparación de Los juegos y es desquiciantemente frívola. Los 24 tributos pasan a ser una especie de celebridades con un enorme equipo de realización a sus espaldas, deben vestirse como modelos, actuar como famosos, aprender modales y parecer todo lo encantadores y agradables posible ante la gente que se divertirá viendo cómo se matan entre ellos una semana después. Deben conseguir el agrado del público para ganarse patrocinadores que puedan ayudarles una vez en la Arena. Todos se dejan llevar por la enorme hipocresía que comparte todo el Capitolio porque ahí empieza el juego de supervivencia.
Una vez en la Arena todo se vuelve increiblemente violento. Se suceden las escenas más crudas y todo resulta tan violento y desesperado como anunciaba la descripción de los juegos. Es matar o morir, no hay lugar para la compasión.
Y uno de los puntos más fuertes del libro es que no hay lugar para el amor. La relación entre Peeta y Katniss ni es tan importante ni se centra en el romance. Al fin y al cabo, no pueden sobrevivir los dos a los juegos, como mucho pueden desear no tener que matarse entre ellos y que aparezca otro tributo para encargase de ello. Y en ese sentido, todo lo que sucede me resultó bonito, original, curioso, inesperado... Me encanta su relación.
Pero sobre todo me gusta Katniss. Porque, como ya he dicho, es una superviviente. Y siempre siempre siempre es consciente de dónde está y de qué debe hacer. Y todo ello sin perder sus principios. Es una luchadora nata y nunca se rinde. Es incombustible, la chica en llamas. Tiene inteligencia emocional cero, se pasa el día enfurruñada y pierde los estribos con facilidad y por todo eso se ganará el odio de muchos pero yo la aprecio tanto. No es perfecta y siempre prioriza el resultado de la competición a todo lo demás, hurga en lo más profundo de sus recuerdos y se da motivos para ganar. Es admirable y muy fuerte.
Otra agradable sorpresa del libro consiste en la ambientación, el país, el paisaje, los animales, las plantas, la cultura, las costumbres, los gestos, las normas. Las invenciones: los mutos, la avanzada tecnología del capitolio, sus rocambolescas modas. Los sinsajos. Suzanne Collins ha creado un universo fascinante y ha sabido describirlo muy bien.
Ese pelo debería ser rosa... hummm |
Parece que no vaya a dejar de hablar nunca sobre el libro pero necesito añadir algo más: es muy emotivo. Desde el primer capítulo ya empecé a tener unas irresistibles ganas de echarme a llorar ante tanta desgracia. Hay muchos libros que narran tragedias así que no sé qué tiene este que me ha conmovido tanto. Quizá es que a la autora se le da bien impregnar las páginas de sentimentalismos para asegurarse de que los lectores cojamos cariño a unos personajes que sabemos que van a morir. Cuando acababa el libro no podía creerme que con las escasas páginas que me faltaban para terminarlo y lo avanzado que estaba el argumento no pudiera dejar de sufrir.
Es increíble la tremenda crítica a nuestra sociedad y nuestra jerarquía, a nuestro capitalismo, a los reality shows. Para mí es casi ciencia ficción, como esos grandes clásicos en los que retrataban un futuro próximo en el que seríamos esclavos de la sociedad. La misma idea llevada hasta un punto inimaginable con total maestría. No sabéis cómo me arrepiento de haber tardado tanto en leerlo.
Lo único que me desagrada es que se trate del primer libro de una trilogía. Porque creo que modificando un poco el final podría quedar uno bien redondo sin que quedara antinatural. Pero hacer dos libros más hace que haya algo que no me cuadre... Hay algo que no tiene sentido y eso significa que podrían gustarme menos y quitarme el buen sabor de boca que me estaba dejando el primero. Veremos, no tendré que esperar mucho porque si son tan adictivos como el primero dudo que tarde más de una semana en acabar la saga.