lunes, 26 de marzo de 2012

El descubrimiento de Helicobacter pylori

Sí, nombre extraño significa que vuelve a tocar entrada con curiosidad científica. Y de nuevo centrada en la microbiología, me pregunto si me equivoqué de carrera xD (fuente: @Revan_91 y, unos meses después, mi profesora de microbiología y, finalmente, mi profesor de farmacología haciendo un poco de offtopic porque su tema era demasiado aburrido y algo tenía que decir para captar nuestra atención, aunque no lo consiguiera).

¿A que es una monada?
Pues veréis, antes de 1982, si tenías una úlcera… ¡era por el estrés! Y se convertía en una enfermedad crónica que te acompañaba toda la vida. Robin Warren y Barry Marshall son dos médicos australianos que allá por 1984 publicaron un artículo en que correlacionaban la presencia de Helicobacter pylori con las úlceras. Pero esta asociación no fue aceptada por la comunidad científica hasta 1991.

Quizá os preguntáis cómo es posible que durante tantísimo tiempo se diera por hecho que las úlceras fueran psicosomáticas o por qué pasaron tantos años desde que Warren y Marshall publicaron sus resultados hasta que se aceptaron.

Pues, para empezar, puesto que el pH gástrico es extremadamente ácido (entorno a 1) a nadie se le pasó por la cabeza que hubiera ninguna clase de organismo que fuera capaz de vivir en un ambiente así. El primer dogma que había romper para aceptar la existencia de H. pylori era que el estómago no era un medio totalmente estéril como siempre se había creído.


Además, como podréis suponer, aceptar que las úlceras están causadas por una bacteria implica que administrando un simple antibiótico podemos revertir la infección y su sintomatología con mucha eficacia, mientras que todos aquellos pacientes que murieron pensando que tenían úlceras por el estrés recibían un tratamiento crónico basado en antiácidos que representaba un ingreso económico sustancial para las empresas farmacéuticas.


Otro problema para identificar al esquivo Helicobacter pylori son las condiciones nutricionales que requiere para poder cultivarse en el laboratorio. Para que entendáis esto algo mejor os diré que Escherichia coli (debería sonaros por cierto malentendido con los pepinos españoles…) se duplica cada 20 minutos, por lo que en una situación ideal en la que los nutrientes fuesen ilimitados, tardaría menos de 2 días en alcanzar una masa equivalente a la de la Tierra. Es decir, los cultivos bacterianos se suelen obtener con mucha rapidez y facilidad PERO en el caso concreto de H. pylori necesita hasta 5 días para generar colonias. Este desconocimiento de las características particulares de esta bacteria tan fastidiosa hicieron aun más difícil su descubrimiento e identificación.

[A propósito de este punto, necesito deciros que Marshall llegó al extremo de autoinocularse uno de los cultivos de H. pylori autoprovocándose una gastritis para demostrar que, efectivamente, se trataba de una bacteria capaz de sobrevivir en el estómago y causar úlceras.]

Es un destroyer
Y el cuarto y último motivo (aunque no por ello menos importante) por el que transcurrieron 7 años (que es una bestialidad) desde que Warren y Marshall publicaron sus resultados hasta que la comunidad científica los reconoció como válidos se debe a que estos dos médicos eran bastante desconocidos y no trabajaban en un gran y famoso hospital. Vamos, que los ignoraron deliberadamente por no tener caché.

Es un alivio saber que en el año 2005 ambos recibieron el premio Nobel de Medicina por sus hallazgos tan relevantes para la comunidad científica demostrando que a veces, la perseverancia puede dar buenos resultados.

Aunque es un hecho que meterse en el campo de la investigación es como adentrarse en la jungla y tienes que hacerte a la idea de lo difícil que es innovar.

PD: el domingo pasado Robin Warren fue al programa de Eduard Punset, Redes, para rememorar el descubrimiento y debatir sobre la importancia de seguir investigando y demás. Yo aun no he podido verlo por culpa de los exámenes pero si le queréis echar un ojo... pinta interesante =)

2 comentarios:

  1. Me encantan estas entradas, así aprendo un poco más

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  2. Qué casualidad, yo tuve esta bacteria con 14 años, me sonaba el nombre y al ir leyendo lo he recordado. La verdad es que por alguna razón se me quedó el nombre, aunque sea tan raruno. Ha sido bastante interesante!

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