Y... ¡más películas!

Últimamente parece que no hago otra cosa que ver películas. Estas últimas semanas ha dado la casualidad que de las múltiples pelis que siempre están echando por la tele, hemos visto un par en casa.

La primera fue Gran Torino, que ya vi en su momento hace 5 años cuando la estrenaron en el cine (por aquel entonces en que el precio de una entrada normal era asumible). Haciendo gala de mi inexistente cultura cinematográfica creo que es la única película de Clint Eastwood que he visto y, la verdad, no creo que la olvide nunca. Porque Walt resulta ser un hombre de lo más curtido debido a las desgracias que ha tenido que presenciar a lo largo de su vida y aun así parece no haberse quebrado nunca. Me fascina porque cumple con el prototipo de viejo estadounidense racista e intolerante y ¡sorpresa! cuando empieza a conocer a sus vecinos chinos (o rollitos de primavera como él los llama) descubre que quizá no eran tan malos como pensaba. Es una historia preciosa, realista, sobre un héroe de verdad que, a pesar de su avanzada edad, aun tiene mucho que aprender. Muy muy bonita, con un mensaje muy importante que transmitir y un pelín lacrimógena también.

La otra fue La proposición. Típica y tópica comedia romántica que, por supuesto, no tiene nada que aportar a un género más que manido pero, la verdad, ver una o dos comedias románticas de tanto en tanto no hace daño. Andrew es el ayudante de la despótica editora Margaret en una importante firma de libros neoyorquina. Cuando Margaret descubre que están a punto de deportarla a Canadá por un problema con su visado, no se lo piensa dos veces y decide casarse con Andrew con tal de conservar su trabajo. Pero al dirigirse a la oficina de inmigración descubrirán que no es tan fácil urdir esa clase de embuste... y que no les queda otro remedio que viajar hasta Sitka (Alaska) a pasar unos días con la familia de Andrew. Risas aseguradas y muchas escenas surrealistas, un perro monísimo, una abuela de armas tomar y un conflicto paterno-filial para completar el cuadro. La verdad es que la peli me gustó mucho hasta que llegó el final y ocurrió lo que me temía pero en fin, no le pidas más a una comedia romántica.

Además, y aprovechando de nuevo la promoción de Cinesa de ¿te la perdiste?, fuimos a ver After Earth que a pesar de las pésimas críticas que ha recibido, yo tenía muchas ganas de ver y por 3,30€ pues no me lo tuve que pensar mucho. Y en fin, que la crítica la pusiera a caer de un burro es totalmente comprensible. Hablamos de un mundo futurista en que los humanos han colonizado otros mundos ya que la Tierra no es habitable. Pero, cosas de la vida, un padre muy pro y su hijo novato acaban solos e indefensos en este nuestro planeta de origen. Así es como, súbitamente, los humanos ya no pueden respirar por falta de oxígeno (lo que no tiene mucho sentido y menos aun si está visto que hay animales que sí subsisten, que a ver, de acuerdo que la evolución existe pero digamos que no va a pasos agigantados precisamente), y "todos los seres vivos han evolucionado para acabar con los humanos" (vamos a ver, la evolución no tiene ni dirección ni objetivo, se basa en la supervivencia aleatoria del más fuerte y no tiene ningún sentido pensar que los animales evolucionaron para matar personas porque... no).

A pesar de todo una especie de águila gigante salva a Kitai por haberle ayudado a proteger sus huevos cuando, seamos razonables, no hay ningún animal con el intelecto suficiente como para en una pelea tan confusa discernir que una especie de ente extraño te está intentando ayudar. Además, el hecho de que durante media peli Kitai vaya corriendo de un lado a otro SIN AYUDA, sin mapa, sin guía, sin conocimiento del terreno, sin instrucciones... realista, lo que se dice realista, no es. Y es que vamos, el tema de que Cypher sea una especie de hombre de hierro, sin sentimientos, así porque sí, pero que, sin embargo, acabara mágicamente con dos hijos a los que parece que aprecia, no acaba de cuadrar mucho. Además, el estoico Cypher se pasa como tres o cuatro días con una arteria seccionada, desangrándose, muriéndose (tanto de dolor como literalmente) y aun así se las maneja para permanecer consciente sin tomarse ningún puto analgésico y haciéndose un bypass cutre con un tubito. No, guionistas, lo siento pero no me lo trago. Por todos estos despropósitos (y muchos más) concluyo que es una película que no vale la pena. Y sabéis que me podría pasar mucho más rato divagando sobre todos los aspectos biológicos que no tienen sentido.

La última de esta tanda ha sido Amanecer Parte II que, efectivamente, he vuelto a ver. Y la verdad es que aunque sigo pensando que hay varios detalles que no me acaban de convencer, me lo pasé genial viéndola. No puedo evitar que la historia de Bella y Edward me guste y que su historia de amor me parezca super bonita. No entiendo la cruzada personal que tiene tanta gente contra esta saga, no sé si es por el hecho de que los libros son bestsellers o porque hay muchas niñitas fangirls histéricas de las películas pero yo no puedo evitar que me guste. Igual que no pude evitar reírme con muchas de las escenas, además, la batalla final es impresionante. Otra cosa que no entiendo es el odio generalizado a Kristen Stewart, puedo entender que se metan con ella por puta pero no por fea o mala actriz. Hay cierta obsesión con que nunca sonríe y demás pero yo considero que clava al personaje de Bella en los libros (y sí que sonríe). Y ahora que he vuelto a ver el final de esta saga, casi que me estoy replanteando releerme los libros porque guardo muy buenos recuerdos de su lectura. Que por cierto, menuda sorpresa me llevé al ver de lejos a Valorie Curry haciendo de vampiresa aleatoria.