Cuando un día que usted sabe que es miércoles comienza como si fuese domingo, algo anda muy mal en alguna parte.
Clásico de la ciencia ficción. Pero esta vez nada de viajes espaciales ni planetas extraños. Estamos en el Londres de 1950 – 1960 diría por el contexto. Bill Masen se despierta en el hospital descubriendo que todo el mundo (menos él) se ha vuelto ciego. El pánico cunde rápidamente, hombres y mujeres, niños y ancianos se arrastran por las calles tanteando la pared y rompiendo escaparates deseando encontrar algo de comida. Los pocos “afortunados” que han conservado la vista deben evitar ser detectados por los invidentes ya que aquellos descuidados que dan signos de haber visto algo, son atacados por los ciegos para ser utilizados como lazarillos. A la denigrante naturaleza humana hay que sumar la existencia de los trífidos, unas plantas mutantes que son capaces de asestar golpes con su largo aguijón e inocular un veneno letal a sus víctimas matándolas en el acto.
¿Para qué vivir ciego como un topo? Eso mismo dijo mi mujer. Y tenía razón. Aunque tuvo más coraje que yo. Cuando descubrió que los chicos también estaban ciegos, ¿sabe qué hizo? Los metió en cama y abrió la llave del gas. Eso hizo. Yo no tuve coraje. Era valiente mi mujer, más que yo. Yo también voy a ser valiente. Muy pronto me reuniré con ellos. Cuando esté lo bastante borracho.
Esta es una novela de perpetua lucha y desesperación, donde la miseria y la muerte están siempre presentes y donde los personajes deben tomar decisiones difíciles y poco éticas una tras otra.
- Creo que si yo fuese ellos establecería una regla. Dividiría a todos en grupos. Diría que todo hombre que se casara con una mujer normal debería tomar también a dos muchachas ciegas. Eso haría.
- No hablas en serio
- De lo que ellos decían se deduce que piensan algo parecido.
- Es posible. Pero que establezcan esa regla es otra cosa. No veo...
- ¿Quieres decir que no me quieres lo bastante como para tomar a otras dos mujeres?
La existencia de los trífidos no es tan relevante como pueda dar a entender el título, sí es cierto que hacia el final toman su importancia y que tienen sus apariciones estelares a lo largo del libro pero el hilo argumental se rige por la ceguera universal y no por la amenaza de estas plantas.
Yo dividiría el libro en dos partes: la primera, en la que conocemos a los protagonistas y se da algo de contexto histórico, donde la idea es reunir provisiones y huir de las grandes ciudades para evitar contagios (toda esta parte me recordó ENORMEMENTE a el Mecanoscrit del segon origen - Mecanoscrito del segundo origen - de Manuel de Pedrolo, un libro que considero más indispensable que este por cierto aunque me temo que es posterior); la segunda empieza a partir de cierto incidente (que no spoilearé) que hará que la prioridad suprema sea otra bastante distinta y que conducirá la obra hasta los últimos capítulos que son los que, quizá, más importancia dan a los trífidos.
La verdad es que el libro se hace muy tedioso cuando, cada vez que aparece un nuevo personaje, este explica cómo empezó para él el día en que casi todo el mundo se volvió ciego. Básicamente porque las experiencias son muy parecidas y leer tantas veces lo mismo acabó siendo desesperante.
La perspectiva de un mundo en que todo el mundo ha perdido la vista y, encima, con una especie de planta carnívora que mata personas hace que el libro sea muy apocalíptico y esté plagado de muertes y más muertes. Lo que pasa es que creo que a veces es un pelín exagerado, y vale que es difícil imaginarse en una situación así pero es que a todos se les va mucho la pinza… A todos. Cada uno a su manera.
Hay algo que tienen que comprender claramente antes de unirse a nosotros. Todos harán su parte: los hombres tendrán que trabajar; las mujeres tendrán que tener hijos. Sólo si están de acuerdo con esto podrán ingresar en nuestra comunidad. Podemos mantener un limitado número de mujeres ciegas, porque esas mujeres tendrán niños que podrán ver. No podemos mantener a hombres ciegos. En nuestro nuevo mundo, por lo tanto, los niños serán más valiosos que los maridos.
De todas formas es bastante original y teniendo en cuenta que se escribió hace 60 años (iba a decir 50… sigh) está muy bien, un poco melodramático pero lectura entretenida. Yo estuve en tensión todo el puto día y no me fui a dormir hasta que no me lo acabé, era incapaz de meterme en la cama sin saber cómo acababa esa pesadilla.
Como a punto a favor (ya que parece que no hago más que decir cosas malas de él) la narración desde el punto de vista de Bill Masen es bastante divertida (cuando puede serlo…)
Tuve terror a las plantas durante mucho tiempo cuando vi, de pequeña, la clásica del dia de los trífidos por TV3 (creo).
ResponderEliminarOriginales lecturas las tuyas XD Buff, no, gracias. Acabo de terminar de ver The Walking Dead y no me apetece tener más pesadillas, gracias ^^U
ResponderEliminarA mi me suena ternerlo por casa, tal como lo pintas tendre que echarle un vistazo.
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