Mi primera lectura del año ha sido The Cradle of the Sea, o La Cuna del Mar, un manga (me he propuesto dejar de utilizar las etiquetas demográficas japonesas) de tan solo cuatro tomos que MW publicó íntegramente durante el 2018. Se trata de una obra que algunos me habían recomendado fervorosamente y que otros me habían aconsejado no comprar por lo que tenía mucha curiosidad por leerla al fin para formarme mi propia opinión.
Al fallecer su señor, Monica se ve obligada a abandonar a Evan, el hijo de éste, y volver bajo el yugo de su tío, su único pariente vivo. Sin embargo, en el primer aniversario de su muerte, descubre que Evan se encuentro bajo el negligente cuidado de sus tíos, sin siquiera un atisbo de cariño por el infante. En un arrebato, Monica decide raptar a Evan y huir con él en el primer barco que encuentra, con la intención de seguir los pasos de su señor, que desapareció en el mar, convencida de que existe la posibilidad de que siga vivo.
El punto de partida de esta obra se sostiene a duras penas sobre un sinfín de casualidades, coincidencias y lo que podría considerarse buena suerte que, al concatenarse, permiten a Monica escapar de las garras de su tío, descubrir que su señor podría estar vivo, raptar a Evan sin miramientos, y enrolarse con éxito en un barco que esconde muchos secretos, arrastrando consigo a Louis, un zagal huraño con unas dotes de ingeniería naval sorprendentes para un chico de su edad y origen. Ni qué decir cabe que la facilidad con la que Monica recorre esta gimcana me parece ridícula y me impide tomarme la lectura en serio. Esta simplicidad en la consecución de acciones por parte de todos los personajes se perpetúa hasta el mismo final y creo que refleja la inexperiencia de la mangaka en la guionización de cómics.
Irónicamente, al final de cada tomo la autora dedica una página extra a cada capítulo recopilado en la que desarrolla con brevedad aspectos que profundizan tanto en el worldbuilding, como en la construcción de personajes como en esas escenas que a menudo se echan en falta para enlazar capítulos. Se trata de material que, en mi humilde opinión, debería haber sido incluido como parte de la historia per se en lugar de como un anexo. En general, al manga le falta profundidad, siendo los personajes increíblemente planos y la trama decepcionante en su sencillez; sobre todo tomando en cuenta el público objetivo de la obra, habiéndose publicado Cradle of the Sea en la Comic@ Bunch, es decir, compartiendo sus páginas con obras como Gangsta.
Irónicamente, al final de cada tomo la autora dedica una página extra a cada capítulo recopilado en la que desarrolla con brevedad aspectos que profundizan tanto en el worldbuilding, como en la construcción de personajes como en esas escenas que a menudo se echan en falta para enlazar capítulos. Se trata de material que, en mi humilde opinión, debería haber sido incluido como parte de la historia per se en lugar de como un anexo. En general, al manga le falta profundidad, siendo los personajes increíblemente planos y la trama decepcionante en su sencillez; sobre todo tomando en cuenta el público objetivo de la obra, habiéndose publicado Cradle of the Sea en la Comic@ Bunch, es decir, compartiendo sus páginas con obras como Gangsta.
The Cradle of the Sea no deja de ser un refrito de tópicos y clichés, incluyendo overbooking de huérfanos, cortes de pelo dramáticos y una protagonista que deberá hacerse pasar por chico para pasar desapercibida. Me mosquea especialmente la facilidad con la que todos los tripulantes asumen que Monica es un chico mientras que su disfraz parece apoyarse únicamente en un gorro del que no se separa ni a sol ni a sombra. Lo absurdo de la situación no hace más que acentuarse ante la presencia de Schmitt, otro marinero joven y andrógino, con una melena más larga que la de Monica, sin que eso dé pie a ningún malentendido.
Sorprende pues encontrar entre las páginas de la obra explicaciones detalladas sobre el funcionamiento de los barcos del siglo XIX, incluyendo discusiones técnicas sobre el funcionamiento del motor y una gran profusión de vocabulario especializado que demuestra un conocimiento nada superficial de ingeniería naval. No en balde la clave para resolver todos los misterios de la historia reside en la construcción de un navío innovador, el Cradle. Por supuesto, toda esta información se ve reflejada en el apartado gráfico, con múltiples diseños de cargueros y acorazados y splash-pages impactantes.
Al fin y al cabo es precisamente en el dibujo donde más sobresale The Cradle of the Sea, con un diseño de personajes bastante trabajado, primeros planos preciosistas y panorámicas que quitan el hipo. Es innegable que su lectura es visualmente estimulante, a pesar de que la trama no pueda seguirle el ritmo al dibujo.
La Cuna del Mar es una obra desaprovechada, aquejada por su burda sencillez, probable reflejo de la inexperiencia de Mei Nagano en la creación de historias. A pesar de estar destinada a lectores adultos creo que haría las delicias de niños que busquen lecturas trepidantes con una heroína armada de valor, y un villano al que pararle los pies. No es sin embargo una trama recomendable para aquellos que busquen una historia compleja, con cierto rigor, aderezado de matices de gris.
Sorprende pues encontrar entre las páginas de la obra explicaciones detalladas sobre el funcionamiento de los barcos del siglo XIX, incluyendo discusiones técnicas sobre el funcionamiento del motor y una gran profusión de vocabulario especializado que demuestra un conocimiento nada superficial de ingeniería naval. No en balde la clave para resolver todos los misterios de la historia reside en la construcción de un navío innovador, el Cradle. Por supuesto, toda esta información se ve reflejada en el apartado gráfico, con múltiples diseños de cargueros y acorazados y splash-pages impactantes.
Al fin y al cabo es precisamente en el dibujo donde más sobresale The Cradle of the Sea, con un diseño de personajes bastante trabajado, primeros planos preciosistas y panorámicas que quitan el hipo. Es innegable que su lectura es visualmente estimulante, a pesar de que la trama no pueda seguirle el ritmo al dibujo.
La Cuna del Mar es una obra desaprovechada, aquejada por su burda sencillez, probable reflejo de la inexperiencia de Mei Nagano en la creación de historias. A pesar de estar destinada a lectores adultos creo que haría las delicias de niños que busquen lecturas trepidantes con una heroína armada de valor, y un villano al que pararle los pies. No es sin embargo una trama recomendable para aquellos que busquen una historia compleja, con cierto rigor, aderezado de matices de gris.
Sólo leí el primer tomo y ya veo que mis impresiones fueron bastante parecidas a las que has tenido tu leyendo la serie entera... así que ahora ya si que seguro que no la sigo leyendo!
ResponderEliminarhabrá que estar atento a su siguiente obra a ver si el guión acompaña más...
Lo que más me descuadra es que hiciese tal trabajo de investigación sobre el funcionamiento de los barcos del siglo XIX y que luego la trama haga aguas por todas partes, ¿no están para eso los editores?
EliminarEsta obra había aparecido entre mis opciones para regalar pero... me alegro mucho de no haberlo hecho, creo que me habría puesto mala leyéndola (y la persona a la que iba a regalárselo). De verdad que no entiendo por qué tienen que ambientar las obras en otros contextos históricos...
ResponderEliminarAparte, me recuerda mucho a Corona de Flores de Chiho Saito, se me ha hecho muy familiar el argumento XD
Fíjate que a mí la ambientación fuera de Japón o en otro tiempo no me molesta, es más, me suele entusiasmar. La obra que comentas no la he leído aunque creo recordar que hablaban bien de ella en los tiempos de PSS...
EliminarBuenas :)
ResponderEliminarA cada novedad que sale intento esperarme antes de comprarla, sobre todo si son obras cortas, a ver las opiniones de la gente y si es el tipo de manga que a mí pueda gustarme. De éste sólo había leído buenas opiniones por lo que me ha sorprendido mucho tu opinión. Le sigo teniendo cierta curiosidad pero casi más como obra de hacerse de segunda mano y creo que ir con expectativas más bajas ahora me evitará decepciones.
Un saludo!
Personalmente, yo me animé a comprar esta obra porque me habían hablado bien de ella pero de hecho cuando fui a buscar otras reseñas por curiosidad, no encontré ninguna... de hecho, me dio la sensación de que Cradle había pasado desapercibida entre tanta novedad jugosa. En cualquier caso, ¡espero que la disfrutes más que yo!
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