domingo, 17 de junio de 2018

Desaparecido

Creo que Desaparecido es un manga que necesita poca presentación. Se trata de un seinen nominado a premios nipones de gran reconocimiento como el Premio Cultural Osamu Tezuka o los Taisho, en tres ediciones consecutivas nada menos. Además, desde que comenzase su publicación en España por Norma Editorial tuvo una gran acogida del público y las redes. Por si todo esto fuese poco, algún que otro rezagado acabó por descubrir, y alabar, la historia tras la inclusión de su versión animada en Netflix. Evidentemente, con estos precedentes, no dudé ni un instante en lanzarme sobre este manga en cuanto tuve la oportunidad (es decir, cuando encontré una oferta decente). Y cuál ha sido mi sorpresa cuando, después de la lectura íntegra de sus ocho tomos en menos de una semana, me he topado con una obra que no me ha gustado ni convencido en ningún momento y me ha parecido mediocre de principio a fin.


Cuando estaba en primaria, Satoru se vio implicado en una serie de secuestros y asesinatos que se atribuyeron a un amigo suyo. Dieciocho años más tarde, sufre unos extraños bucles en los que todo lo que le rodea se repite una y otra vez hasta que detecta la anomalía que los ha originado y la elimina. Sin embargo, cuando el origen del suceso a evitar se remonte a su infancia, el bucle originado le transportará a su pasado, del que tan poco recuerda, en que deberá encontrar al verdadero asesino.

No voy a negar que Desaparecido es una obra con potencial y que algunas de las ideas que introduce Kei Sanbe son lo suficientemente interesantes. Sin embargo, el desarrollo simplista y la superficialidad de todos y cada uno de los personajes me han impedido disfrutar de este manga. Ya desde el principio, Satoru se me antojó como un personaje muy poco creíble. Los revivals del primer tomo son anticlimáticos y están metidos con calzador uno detrás de otro a modo de introducción para que el autor pueda presentar unos conceptos que luego no aprovecha. De hecho, ni siguieran siguen las mismas normas que los que constituyen el grueso de la obra en sí.


Si bien cuando reseñé Sunny alabé la labor de Matsumoto en su retrato de la infancia, Kei Sanbe antepone el guión a cualquier atisbo de realismo en sus personajes infantiles. Teniendo en cuenta que todos salvo el propio Satoru son niños de diez años, sus acciones y, sobre todo, diálogos y elucubraciones no podrían distar más de la mente de un niño de primaria. Todos los personajes tienen que actuar de una determinada forma para encajar como las piezas de un puzzle en la trama tejida por Satoru y lo hacen de una forma tan ridículamente perfecta que el argumento entero se revela inverosímil.

En general, todos los capítulos repiten este patrón de acciones inverosímiles que se suceden para que el protagonista pueda ir avanzando en su plan aunque las casualidades reiteradas y las incongruencias se acumulen sin tregua. Es demasiado fácil adivinar lo que pretende el autor en todo momento por lo que nunca consigue sorprendernos con escenas que pretendían ser impactantes. Aunque el arco final peque, de nuevo, de simplista, me gusta que enlace con todos los arcos previos ya que al menos parece que el autor no dejó nada al azar y tenía el guión entero claro desde el principio a pesar de que haya varios pasajes que parecen totalmente improvisados.


Los tomos están plagados de anodinas conversaciones sobre la amistad, el valor o la determinación. Me imagino al autor obcecado con rellenar páginas de capítulos aleatorios con sermones moralistas que enternezcan el corazón del protagonista y algún lector. Una de las cosas que más me desespera es, precisamente, que aunque el protagonista tenga casi 30 años, se sonroje cuando interacciona con Kayo (niña de 10 años) en el pasado revivido, el autor pone el foco en la búsqueda del asesino y se olvida de cuidar los detalles que harían falta en una obra de estas características.

Aunque ninguno de los múltiples fallos de Desaparecido le llega a la suela del zapato a Airi. Personaje innecesario, olvidable, sin ningún tipo de sentido común. Resulta más madura Kayo a sus 10 años que Airi a sus... ¿16? Creo que el manga ganaría enteros si ella no existiese y aún así al autor le debió de parecer magnífica porque la sostiene con pinzas a cada nuevo arco argumental y la convierte en la clave para resolver el enigma cuando no hacía ninguna falta.


Podría seguir escribiendo otro rato hablando del horror de dibujo, o de la traducción pésima pero creo que con lo dicho ya me he explayado más de lo necesario sobre lo poco que me ha gustado, de principio a fin, este seinen. No entiendo por qué una historia tan mediocre ha logrado tal popularidad y buena acogida entre todo tipo de público...

2 comentarios:

  1. Buenas :)

    Me ha sorprendido leer una crítica negativa de este manga ya que parece que últimamente sólo se dicen cosas buenas de él (bueno, de su anime, más bien, de su manga no he escuchado nada).

    Yo tengo curiosidad precisamente por ver el anime , que no sé si será mejor o peor que el manga, pero como es cortito y todo el mundo dice que engancha, quiero darle una oportunidad. Eso sí, creo que voy a moderar mis expectativas con respecto a él porque, en el caso de que también tenga todos los defectos que destacas, dudo que pueda disfrutarlo tanto. Pero vamos, que lo voy a ver pero siempre está bien saber lo que te vas a encontrar.

    A mí me pasa constantemente con mangas/animes que todo el mundo pone por las nubes y luego no me parecen para tanto o incluso más pronto mediocres (SAO, No game no life, Assassination classroom, Shigatsu wa kimi no uso...).

    Gracias por la reseña

    Un beso

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    Respuestas
    1. ¡A mí lo que me ha sorprendido es que me gustase tan poco! Es que hay algunos hits del momento que los veo venir de lejos y que ni siquiera llego a darles una oportunidad porque sé que no me van a entusiasmar pero con Desaparecido iba súper motivada y fue un planchazo...

      De todas formas, no eres la primera que me comenta lo del anime así que quizá le echo un vistazo en el futuro cuando no tenga la historia tan reciente a ver si me engancha más.

      Gracias por comentar ^_^

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