lunes, 9 de octubre de 2017

Noragami

Mi recién estrenada suscripción a Netflix me ha hecho viajar en el tiempo a una época en la que aún no sabía ni que el manga existía como tal, cuando no se me ocurría que mis "dibujos" favoritos de la tele estaban en realidad basados en cómics en papel.


Yato es un dios venido a menos que, con tal de seguir recibiendo ofrendas, está dispuesto a aceptar cualquier encargo: desde buscar gatos perdidos hasta limpiar la caseta del perro. Sin embargo, en posesión de un tesoro sagrado, es capaz de purgar fantasmas e incluso de enfrentarse a otros dioses. Tras la dimisión de Tomone, se encuentra totalmente indefenso frente a cualquier amenaza; es entonces cuando su camino se cruza con el de Hiyori, una estudiante normal y corriente que tras intentar salvarlo de un atropello empieza a sufrir unos extraños ataques de somnolencia durante los que su alma se despega de su cuerpo... ¿podrá Yato solucionar su problema?

Noragami tiene reminiscencias a muchísimos de mis manga predilectos incluyendo Soul Eater, Inu-yasha y, en general, todos aquellos en los que se mezcla el mundo real con el sobrenatural como Nura, El Señor de los Yokai o Ran y el mundo gris. De Soul Eater, los humanos-arma; de Inu-yasha, la chica inocentona y con mala baba que desempeña un papel crucial en la trama; y, como decía, ese contraste entre los pequeños dramas cotidianos y las batallas épicas entre dioses (casi) inmortales. 


Pero, por supuesto, Noragami es mucho más que una mezcla de elementos que han aparecido incontables veces en la ficción. Ya desde el primer capítulo plantea dilemas muy interesantes inherentes a las normas que rigen su universo. Tanto es así que este primer arco, además de ser una presentación de situación y personajes, se centra específicamente en lo que implica ser un Tesoro Sagrado. En lugar de limitarse a una breve descripción que sirviese de punto de partida a la trama, las autoras profundizan en el personaje de Yukine que, sin comerlo ni beberlo, se convierte en compañero obligado del pordiosero de Yato sin que nadie le pida permiso o le explique qué está pasando. Por una vez, en una obra en la que muchos de los personajes no son humanos o han dejado de serlo, existe un proceso de duelo, de conflicto tangible, de introspección.

Otro de los puntos fuertes de este anime es el diseño y caracterización de personajes. Ignoremos por un momento a Hiyori (más tarde volveré a ella). Como elemento central de la trama está claro que el personaje de Yukine está muy bien construido pero echando un vistazo rápido a los dioses que aparecen, es evidente que hay muchísimo jugo que sacar. Empezando por el protagonista, Yato, que puede que sea el principal motivo por el que Noragami destaca tanto entre otros títulos. En todo momento se reitera que los dioses son seres puros, que no cometen pecados, lo cual no impide que se trate de seres arrogantes, peligrosos y retorcidos. Sin embargo, con una moral bastante dudosa, Yato busca la redención y se siente culpable, lo que lo hace destacar entre sus compañeros divinos. No sólo eso sino que no tiene reparos en arremangarse y dedicarse a hacer lo que sea que le pidan, buscando siempre la chanza a pesar de estar arruinado. No se quedan atrás Kofuku y Bishamon, y sus respectivos tesoros sagrados, personajes que espero que protagonicen largas sagas más adelante.


Por mucho peso que puedan tener el drama, la acción y esos tintes sobrenaturales que caracterizan a Noragami, un elemento indispensable en la mezcla es el humor. Prácticamente todos los capítulos comienzan con algún tipo de gag y, si exceptuamos las bromas más casposas que podrían haber salido directamente de Love Hina, queda una mezcla muy equilibrada que hace que los capítulos sean de lo más amenos. Un recurso curioso y efectivo son los recortes en 2D, estáticos y en blanco y negro de Yato sobre el fondo animado para hacer evidente su frustración.

Y ahora ya, vayamos a por lo que no me ha gustado que, además, se resume bien rápido: tiene nombre y es Hiyori. Es una "niña bien", de familia adinerada, que siempre tiene una sonrisa y una palabra amable para todo el mundo, que no duda antes de sacrificar su vida para ayudar a los demás (no importa que los acabe de conocer), tampoco destaca por su (nulo) instinto de supervivencia. Pero eso sí, cuidado no le digas algo que le dé vergüenza que antes de que le dé tiempo a ponerse colorada ya te ha arreado con toda su fuerza. Porque a la chica le gustan las artes marciales y ha aprendido a dar patadas voladoras a base de ver la tele... En fin, es un personaje terriblemente plano que no aporta absolutamente nada y que casi manda al garete lo bien construidos que están los demás. Y por si eso fuera poco tiene toda la pinta de ir a convertirse en el Deus ex machina por defecto (y casi seguro que habrá que hacer lista de las veces que la secuestran).


Como curiosidad, al indagar un poco sobre esta temporada he descubierto que tan sólo adapta los tres primeros tomos del manga (una cifra que me hubiese sorprendido más si no fuera porque hace unas semanas ya me llevé las manos a la cabeza con la primera temporada de Boku no Hero Academia). Y no sólo eso sino que, además, los tres últimos capítulos, que suponen el clímax de la temporada y en los que aparece el que se supone sería el villano principal, son relleno, con un guión inventado para la versión animada.

No quiero terminar la reseña sin destacar la banda sonora, especialmente el opening, Goya No Machiawase de Hello Sleepwalkers, que me tiene enamorada y, como ya me ocurrió con la OST de Yuri!!! on Ice, se ha ido directa a mi lista de canciones para correr.

En definitiva, cuando Norma anunció la licencia de Noragami hace unos años decidí ignorar su lanzamiento porque no doy abasto con todos los títulos que sigo pero no creo que pueda seguir resistiendo ahora que he presenciado sus primeros pasos.

2 comentarios:

  1. para mí el problema de estas series, en la mayoría de los casos, es el relleno y la cantidad de tomos. (ya sé que es poco coherente que lo diga yo siendo compradora de skip beat o glass no kamen). Vas a intentar conseguir el manga en los juegos del hambre de norma? De todas formas, puedes ir con tranquilidad, creo que está parado por enfermedad

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Te diría que a mí también me molestan ambas cosas pero luego pienso en One Piece (igual que puede que te pase a ti con Glass no Kamen) y me doy cuenta de que la cantidad de tomos en realidad me da igual.

      Incluso te diría que lo de "relleno" es absolutamente relativo porque, al final, considerar como relleno o no depende de si el lector encuentra cierta parte de la historia como innecesaria o no y muchas veces pasa que no quieres que se termine una obra porque implica despedirte de los personajes...

      Al final me doy cuenta que salvo contadas excepciones (como One Piece o Inu-yasha), la mayoría de mangas que compro no sobrepasan los 20-25 tomos, que me parece una extensión muy digna para contar una historia. Me pregunto cuánto más podría alargarse Noragami...

      En cualquier caso me has dejado tocada y hundida con lo de la pausa por enfermedad, lo he buscado y tienes toda la razón, no se sabe nada del manga desde mayo T^T

      Tengo muchos títulos en el punto de mira para la guerra salonera y este está ya en el top 3 sí x'D

      Eliminar