IV KBOOM!

Este fin de semana ha tenido lugar la cuarta edición del KBOOM!, jornadas de cómic y, especialmente, de autoedición, gratuitas, que se llevan celebrando desde 2013 en el Espai Jove la Fontana. Como novedad de este año, los stands comerciales se han colocado en el sótano mientras que las plantas superiores se han utilizado para los talleres y charlas. Esta re-estructuración del espacio disponible ha permitido dar cabida al doble de expositores en un evento que copa las solicitudes de los stands en menos de 24 horas.

Foto torcida porque yo lo valgo

Este año los organizadores decidieron celebrar el evento el fin de semana del 23 y 24 de abril, haciéndolo coincidir así con la diada de Sant Jordi, una fiesta que nunca recuerdo cómo funciona fuera de Cataluña pero que por aquí celebramos con una tradición sexista en que los hombres regalan rosas a las mujeres (que se pueden comprar por el triple de lo que costarían cualquier otro día del año) mientras que las mujeres regalamos libros a los hombres. Pero como Borja me conoce bien, además de un ramo de 9 rosas (una por cada Sant Jordi que hemos pasado juntos) me regaló también Duerme Pueblo (inmejorable ♥). Comprendo bien la filosofía de querer hacer coincidir el KBOOM! con el día del libro e imagino que tuvo repercusiones positivas en el evento en general aunque, en mi caso personal, precisamente por organizarlo así no pude acercarme el sábado a las jornadas. Tampoco comparto la concepción de que un libro y un cómic sean equiparables. Ni eso ni que un medio sea mejor que el otro, es que sencillamente son distintos y disfruto ambos.  

Lo de madrugar en domingo no está muy bien visto

Divagación a parte, el caso es que sólo podía acercarme el domingo pero por otros compromisos y motivos (como no vivir en Barcelona capital) sólo tenía hasta la una para disfrutar del evento. Vamos, que allí estaba a unas escasas diez en punto, antes que varios autores. Eso sí, ¡Filigrana había llegado incluso antes de que abrieran las puertas! Fran se nos juntó un poquito después. Así que ya estábamos los tres dispuestos a dilapidar nuestras fortunas (bueno, unas más que otros).

La primera parada fue en el stand de la siempre encantadora Sara Cuervo, a la que hacía eones que no veía. De hecho, esta es la primera vez que se atreve a presentarse en unas jornadas de cómic ella sola y aunque no las tenía todas consigo, le ha ido mucho mejor de lo que esperaba y yo me alegro mucho de que, poco a poco, los demás vayan reconociendo su labor artística. Cuando la interrogué sin piedad acerca de Seven Souls me regaló un punto de libro de Khaibit, así a modo de soborno sutil. Me meto mucho con ella por no actualizar pero en realidad entiendo que no puedes sudar sangre para seguir con algo que no te da de comer por mucho que te guste. ¡Pero tengo mucha paciencia! Sara siguió derrochando amabilidad y dulzura por doquier todos los ratitos que pasamos por allí hasta el punto de que nos regaló un strap de uno de sus tan característicos pingüinos regordetes y achuchables. En sus propias palabras "con lo bonitos que son, me indigna que nadie los quiera, ya que los he hecho, si nadie los compra... ¡pues los regalo!", de verdad, superad eso. Al final le acabé comprando un punto de libro monísimo que no voy a usar pero es que los gatitos son superiores a mis fuerzas (la foto con todas las compras del día está abajo del todo de la entrada).

Después de charlar con Sara nos fuimos en busca del stand de Pudú Store donde teóricamente debía comprar un ejemplar de El niño de las nubes que había reservado hace tiempo después de quedarme sin él en el GRAF. Pero menudo chasco cuando nos enteramos de que el stand de Pudú sólo lo tenían el sábado! Twitter y Sara mediante, acabamos consiguiendo nuestros ejemplares, aunque cuando yo ya me había ido... cuando lo tenga en mi poder ya le sacaré alguna foto y la subiré. Buscándoles a ellos, acabamos en el stand de NEUH, de proporciones épicas, con un repertorio cada vez más amplio tanto comiquero como literario. Yo "sólo" compré el pack de Gurrupurru (que ya había reservado), con dos mini-cómics, un cuento y la primera entrega de una novela. Reconozco que tenían otras cosas que me llamaron la atención pero me dejé los títulos en duda para el final y como acabé saliendo corriendo porque perdía el bus... pues no compré ya nada más. Me encontré entonces con Sara Pomers (¡cuántas Saras!), muy maja, que repartía gratis ilustraciones para recordarnos (¡o descubrirnos!) el día de la sensibilidad lésbica, el próximo 26 de abril (también aparece en la foto de más abajo).

Andando andando llegamos al stand que se habían montando Hanaoka (¡que no sabía que venía!) y Nereres, vendiendo su último spin-off de Sintaxis: The Crew (otro cómic/fanzine que había reservado con antelación). Como acostumbran, me obsequiaron con una firma tremenda que hace las veces de viñeta del cómic, tendrían que hacer un recopilatorio de todas las firmas que han hecho hasta ahora y editarlo; yo me lo compraba sin dudar. Como hiciera con Sara, también le recordé a Hanaoka que los fans de Correr es de cobardes existimos, recordamos y esperamos. Ella ni perdió la sonrisa ni me regaló ningún punto de libro sino que me prometió que pronto (¡quizá este mismo 2016!) veremos cedc en papel, ¡papel! ♥

A unos muy escasos metros estaban Xulia y Núria desayunando rodeadas de un montón de Duerme Pueblo y Nimios (¡ya van por el #9!). Al poco se les sumó María y ya más tarde llegaron los chicos Pau y Luis (¡el más tardón!). Mientras me explicaban su aventura matutina sorteando vecinos peludos no muy considerados, me dedicaron mi Duerme Pueblo con dos de los personajes que más me gustaron: Julia y uno de los lobos. De casualidad, pillamos una conversación muy interesante con uno de los editores de La Cúpula que habló sin pudor de tiradas y precios, alejándose del típico tabú que representan estos temas. Muy ilustrativo y más ganas que nunca de apoyar esta editorial (de hecho me acabé comprando el primer número de Voltio, rallajo incluido, en el mismo KBOOM!).

Mientras charlaba con el dueto de autoras apareció HRandt y recordé que tenía que recoger mi Salta Conmigo (otra reserva más) así que esa fue mi siguiente parada. Tenía pensado recoger también el Yo, Domobot de Rata pero ¡ya se le habían agotado! Randt se había hecho una lesión en la muñeca y no me pudo hacer una firma elaborada pero me conformo con su clásico conejito. Ambos fueron muy majos (o sea, lo son siempre) y me regalaron un recopilatorio de ilustraciones seleccionadas de los dos.

A estas alturas ya había recogido todo lo reservado así que retorné (como siempre) al stand de los Nimios, esta vez a comprar el noveno número y conseguir mi primera firma de Ferro que, a pesar de las peticiones de Luis, no ocupó la página entera así que me tuvo que firmar el también... Y aunque parezca mentira no traspasó la página con el rotulador. Se animó también Tamarit para usar los sellos que andaba modelando. Mi meta en esta vida es conseguir que los cinco autores de Nimio me firmen un mismo número. Ferro casi me firma a nombre de Hadela (o hasta Hadel·la) que en primera instancia me parecía un horror pero cuánto más me lo miro más me gusta...

LA compra inesperada de esta edición ha sido la revista Voltio, que llevaba dubitativa desde que se anunció su salida pero al final no me pude resistir. Y mucho menos sabiendo que me regalaban una libreta maravillosa (adoro las libretas) y, ya de paso, Núria me hacía la tercera firma del día con un rostro visiblemente iracundo... ¿sería una indirecta? Aprovechamos todo el rato que pasamos stalkeando al grupo hasta sonsacarle a Xulia que hay nuevos proyectos en el horizonte... pero que no puede decir nada porque no lo quiere gafar. Yo con saber que el grifo todavía no se cierra ya soy más feliz que unas pascuas.

Muy a mi pesar, para cuando me quise dar cuenta ya se habían pasado mis tres horas de gloria y tenía que salir corriendo para no perder el bus... no me despedí de casi nadie así que entre eso y mis exigencias por seguir leyendo material gráfico de calidad gratuitamente, supongo que el día en que me veten la entrada a este tipo de eventos está cada vez más cerca. Vi muy de pasada las exposiciones, mostrando artistas de lo más variados, ojalá el año que viene pueda disfrutarlas con más detenimiento.

La verdad es que fueron tres horas de lo más agradables, gracias tanto a los organizadores como a los autores por hacerme pasar un rato tan ameno, ser siempre tan majos y tratarme con tanto cariño. ¡Sois todos un amor! Me despido con una fotografía de grupo de mi botín (Duerme Pueblo se ha colado un poco pero creo que es una decisión muy lícita). Próximamente... reseñas.