sábado, 17 de octubre de 2015

Orange is the new black (2nd season)

Escribo esta entrada cuando hace ya una semana que terminé de ver la tercera (y última hasta el momento) temporada de la serie y creo que eso por sí solo dice mucho de lo que me está gustando Orange is the new black (y de por qué he actualizado tan poco últimamente). Pero, como siempre, tengo ganas de contaros con un poquito más de detalle por qué deberías empezar a ver esta serie:


Dejando de lado ese primer episodio en el que la trama principal de la serie da un gran salto hacia delante y en el que casi nos olvidamos de que estamos viendo una comedia, a partir del segundo empieza a desarrollarse la que será la línea argumental de la temporada con un gran punto de inflexión: la llegada de nuevas reclusas a Litchfield. Si la segregación racial ya era alarmante desde el principio, con la puesta en escena de Vee, empieza una verdadera guerra étnica que no dejará a títere con cabeza.

Se mantiene la estructura en la que cada capítulo cuenta con flashbacks de una de las reclusas y, en este caso, la mayoría están dedicados a las reclusas negras: Taystee, Suzanne, Poussey, Cindy... y por supuesto, Vee, ya que jugarán un papel clave a lo largo de la temporada. Son a cada cual más impactante explorando de nuevo temas polémicos como la homosexualidad, la maternidad, la discapacidad y, por supuesto, la discriminación, que ya se habían introducido en la primera temporada.


Mientras se desarrolla la guerra entre blancas y negras (y las latinas procuran mantenerse al margen), Piper está demasiado preocupada por sí misma (¡sorpresa!) como para darse cuenta de lo que la rodea con lo que acaba buscándose el rencor de las otras reclusas, para no perder la costumbre. En su defensa hay que reconocer que motivos no le faltan porque su vida personal tanto dentro como fuera de la cárcel está bastante agitada. Después del incidente con Pennsatucky y de lo ocurrido con Alex y Larry, se va endureciendo poco a poco, mostrando más carácter y más frialdad.

Otra de las tramas con más protagonismo es la del evidente desfalco que se lleva cometiendo en Litchfield desde hace años. Aunque Piper es absolutamente reacia a indagar sobre el asunto para evitar volver a aislamiento, las condiciones a veces inhumanas en las que viven y el trato que reciben de los guardias acaban por conducirla a una suerte de batalla personal. De forma simultánea, la activista, charlatana y repelente Brook Soso acaba liderando una pequeña pandilla reivindicando los derechos de las reclusas.


Como siempre, hay muchos temas sociales que se tratan de fondo como la violencia doméstica (que no aparecía en la primera temporada) y, especialmente, la vejez y la enfermedad. Me han encantado las golden girls, el único grupo de toda la cárcel en el que no se prejuzga a nadie, no se discrimina ni por etnia ni por creencia religiosa, a pesar de que todas las demás les den de lado por su edad, tienen muchísima energía y no se dejan intimidar con facilidad. Como siempre en esta serie, a pesar de la situación decadente, se enfoca todo con una mezcla entre comedia y optimismo que resulta de lo más refrescante en temas como la senilidad o el cáncer.

Ante la ausencia de Mendez, Healy se convierte en el personaje más odioso de la temporada, con sus fobias y sus accesos de ira sumados a una prepotencia y un complejo de superioridad muy peligrosos para alguien con su cargo y responsabilidad. Si no fuera por lo perturbado que está Pornstache, de veras diría que Healy es el personaje que más me aterra, por su absoluta incapacidad para darse cuenta de lo equivocada que está su visión del mundo y de sí mismo. Pensar que exista gente como él me revuelve el estómago.


Y ya para ir acabando solo quería decir que el desarrollo del personaje de Morello es canela en rama. Aunque desde el principio era evidente que algo no encajaba en su subtrama, no esperaba ni el pasado que se muestra en su flashback ni tampoco que ocurriese lo que ocurre ni que ella reaccionase de esa forma. Es tremendo y da pie a una de las subtramas más hilarante de la tercera temporada.

En resumen, aunque la serie sigue manteniendo su humor y siguen sonando las carcajadas durante su visionado, la violencia escala considerablemente respecto a la temporada anterior. Parecía imposible que Orange is the new black pudiera superarse a sí misma de una temporada a la siguiente pero en este caso, la mejoría es indiscutible. Recomendable al cien por cien.

2 comentarios:

  1. Tremendísima serie, y no baja el listón, cuando veas la temporada tres, ya me contarás^^

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    1. Pues como comento al principio de la entrada, de hecho ya he visto la tercera temporada y la verdad es que aunque tiene cosas muy buenas, me ha decepcionado bastante... pero me lo dejo para la próxima reseña.

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