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Sigo con mi crítica progresiva a los tomos de Hot Gimmick. Como a estas alturas ya he acabado de leer el manga puedo comentar los tomos con perspectiva y me doy cuenta de que justo aquí estuvo el punto álgido del manga. Porque si bien es cuando Hatsumi parece que empieza a enamorarse de Tachibana (lo cual no tiene ningún sentido pero ya que era obvio que acabaría pasando, creo que es en los tomos en que la autora lleva mejor este tema). Por supuesto por supuestísimo como es justo aquí cuando las cosas podrían haber dado un giro y convertir el manga en una tórrida historia de amor, las cosas se tuercen y llegan Shinogu y Azusa a dar por culo a la vez. El uno porque revela (como todos sabíamos ya) que está enamorado de Hatsumi a la vez que ella se entera de que es adoptado; el otro porque finalmente tiene un encontronazo con el padre de Hatsumi (que ya tocaba) y la autora se deleita explicándonos su triste triste pasado para que nos dé pena y lloremos al ver esta carita:

Pero como que por más putadas que le hicieran de pequeño y más rencor que guarde no tiene sentido alguno que intente hacer que violen a la mejor amiga de su infancia que aunque es tonta rematada es un trocito de pan, pues a mí la autora no ha conseguido comprarme. Como decía, en estos dos tomos la relación entre Hatsumi y Tachibana avanza a pasos agigantados ya que, aunque él sigue siendo un capullo integral con cero empatía, Hatsumi empieza a colgarse inexplicablemente de él por lo que es más dulce y dócil como Tachibana quería desde un principio y nos sorprende también con esta otra expresión que yo pensaba que los músculos faciales de Ryôki eran incapaces de adoptar:

Pero bueno, no os preocupéis que por más bonito que parezca el final del sexto tomo y por más arreglado que parezca que está todo, no estamos más que en ecuador de la serie y queda mucha mierda aun por sacar... y mucha ira dirigida a Miki Aihara que descargar.

Por otro lado, también he devorado el séptimo tomo de Dawn of the Arcana y cada vez refuerzo más la idea de que esta mujer dibuja terriblemente mal o tiene unas ayudantes de pena porque es que a parte de los personajes protagonistas (que son una maravilla, no hay más que mirar la portada del tomo o mi propia cabecera), los fondos, los decorados, los personajes de edad avanzada y los secundarios tienen un nivel bajísimo. En cuanto a la historia, como siempre, avanza muy muy poquito y, como siempre también, los ajin parecen metidos en todos los chanchullos del manga.