Últimas lecturas (despotricando de Hot Gimmick)

Un par de entradas más y habré acabado con las opiniones sobre Hot Gimmick. Como dice el título... toca despotricar. CONTIENE SPOILERS EN ABUNDANCIA

Pasamos el ecuador de del manga y los protagonistas se abocan al abismo sin remedio. El amoroso final del tomo #6 se convierte en una especie de espejismo y el aparentemente zanjado asunto de Azusa renace con energías renovadas por culpa de Shinogu. Aunque la relación de Tachibana y Hatsumi debería estar prosperando y, de hecho, a él se le han cruzado los cables ya del todo y ha decidido contarle la "verdad" a la bruja de su madre, Hatsumi aun está decidiendo si está enamorada o no... de verdad que esta chica alcanza unos niveles de estupidez que dan vergüenza ajena.

En cualquier caso, y como comentaba antes, el tema Azusa retorna para dar guerra, Hatsumi actúa sin pensar y le endosa el muerto a Shinogu como si él no tuviera ya bastante con lo suyo. El señorito rico y engreído que es Tachibana llega al límite del límite y se revela como un maltratador capaz de pegar a una chica que se supone que le importa solo porque no le ha cogido el teléfono durante unos días. Muy justificado todo. Creo que fue en este momento que Tachibana ya se me cruzó del todo, de verdad que con el historial que tiene, y este maltrato físico, no sé como la autora espera la más mínima redención para él...

Pero bueno, como ya he dicho, Hatsumi es ESTÚPIDA así que decide seguir adelante con Ryôki y se va enamorando de él cada vez más y más. Azusa parece que vuelve a esconderse por una temporada... pero ahora es el turno de Shinogu. Así Hatsumi tiene una nueva distracción para hacer enfadar a Tachibana y matar de sobreesfuerzo a otras pocas neuronas suyas más (de las últimas que le quedan) intentando entender qué le pasa a su hermano (sin éxito claro).

Como que la bruja (la madre de Tachibana) empieza a hartarse de Hatsumi, decide buscar mierda en la familia Narita y la encuentra rápidamente, Shinogu es adoptado pero sus padres lo han mantenido en secreto. Así, la cosa se complica todavía MÁS y para acabarlo de rematar, Ryôki descubre que fue su padre, y no el de Hatsumi el que tuvo una aventura con la madre de Azusa pero decide no contarlo porque... porque él es así de egoista, por supuesto.

Ryôki está más arisco que de costumbre por su pequeño gran descubrimiento, Hatsumi está cada vez más inexplicablemente enamorada de él y el siempre bueno, atento y altruista Shinogu decide que él también debe ser un mal personaje, tira por la borda el esfuerzo de años y le da un beso a Hatsumi cuando ella no puede huir ni esconderse ni evitarlo ni nada.

Bravo por ti Shinogu. Eras el único decente. Si no fuera porque de los otros dos, el uno es un violador bipolar y el otro un maltratador ególatra, serías el personaje más ruin de la historia. Y pensar que después de tanta mierda concentrada aun quedan tres tomos más... y a estas alturas la autora ya es incapaz de arreglarlo.