Es posible y probable que se avecinen muchas reseñas de tomos únicos próximamente porque he dado prioridad a su lectura durante esta semana santa. Es una forma de paliar mis terribles sentimientos de culpa por tener tantos tomos sin leer en casa. En otro orden de cosas, últimamente han pasado varias cosas que me remiten a la obra de Fumiyo Kôno: por un lado, mi querida Filigrana ha defendido vehemente la obra íntegra de esta mangaka en varias ocasiones y me convenció (sin saberlo ella) para que comprara Une longue route (¡en francés! ya llegaré a eso otro día) y cuando varias circunstancias me hicieron decidir que había sido una muy mala compra, ella misma me sugirió (sabiamente) que por qué no leía primero La ciudad al atardecer, El país de los cerezos, que es un tomo único que editó Glénat por estos lares hace ocho años y que yo compré hace bastante también pero que, para variar, había dejado semi-oculto en una de mis estanterías; por el otro (¿otro? sí, llevo en la misma frase desde hace demasiado, mis disculpas), el detonante de esta entrada fue el anuncio por parte de Ponent Mon de la licencia en España de En este rincón del mundo.
Minami es una de las supervivientes al bombardeo nuclear de Hiroshima, han pasado diez años desde la bomba pero los recuerdos de ese día la persiguen todos los días y le impiden llevar una vida normal. Décadas más tarde, los descendientes y familiares de los «hibakusha» aún arrastran el lastre de lo que ocurrió el 6 de agosto de 1945.
De la misma manera que todos situamos Tokio como la capital de Japón, y Fukushima como el centro de un accidente nuclear, todos conocemos el nombre de Hiroshima. Es esa parte de la historia reciente que no podemos obviar aunque quizá no nos machaquen suficiente con el tema. «A todas las personas que aman este mundo en el que se sitúa Japón, en el que se sitúa a su vez Hiroshima», así comienza este manga. Siempre que pienso en la Segunda Guerra Mundial la mente se me va a Alemania, Hitler, los campos de concentración, el holocausto nazi. Como si la realidad no fuera muchísimo más complicada y como si no hubiera habido muchas más consecuencias y partes implicadas. Quizá no nos machacan suficiente.
Aunque la propia Fumiyo Kono, natural de Hiroshima, comenta en el epílogo de esta edición como le da la sensación de que los jóvenes japoneses residentes en Tokyo no están para nada familiarizados con lo que ocurrió. Ella misma se siente desvinculada de la tragedia a pesar de haber nacido y crecido en Hiroshima. Quizá es por esa horrible mentalidad japonesa de meter la mierda debajo de la alfombra y marginar a los hibakusha, como si estuviesen sucios, como si fuese su culpa que les cayera una bomba radioactiva encima, como si no debieran haber sobrevivido para convertirse en un recordatorio de la mayor derrota de Japón en toda la historia.
El caso es que aunque este manga naciera como un encargo que a la autora no le hacía especial ilusión, tiene una fuerza emocional devastadora. En ningún momento se hace un repaso histórico/didáctico de lo que ocurrió, ninguna mención a la guerra, ni a Pearl Harbor, ni siquiera a la bomba, para eso ya están los libros de historia (y wikipedia). La autora se ha limitado a contar, primero, el día a día de una superviviente pocos años después de la tragedia y, segundo, las vicisitudes de una colegiala que ni siquiera sabe de dónde proviene su familia. Es una lectura dura y dulce a partes iguales y me sorprende que alguien pueda conseguir ese equilibrio con este tipo de historia.
En cuanto al dibujo, estoy segura de que a muchos les tirará atrás por su aspecto infantil e incluso anticuado. En realidad se trata de una obra publicada originalmente en 2004 en Japón así que si su dibujo resulta antiguo no es por la propia antigüedad de la obra sino porque las influencias de la autora parecen beber más de los clásicos que de sus contemporáneos. Al principio no me acababa de entusiasmar pero la verdad es que le acabé cogiendo el punto a ese estilo tan inocentón que, sinceramente, es el único que hace soportable la lectura de según qué sucesos sin que se te revuelva el estómago.
Lo único que lamento es haber tardado tanto en leer este tomo porque ya se ha convertido en uno de mis favoritos dentro de mi eterna mangateca. Si lo encontráis por alguna parte (está descatalogado), ¡yo no duraría en comprarlo!
Minami es una de las supervivientes al bombardeo nuclear de Hiroshima, han pasado diez años desde la bomba pero los recuerdos de ese día la persiguen todos los días y le impiden llevar una vida normal. Décadas más tarde, los descendientes y familiares de los «hibakusha» aún arrastran el lastre de lo que ocurrió el 6 de agosto de 1945.
De la misma manera que todos situamos Tokio como la capital de Japón, y Fukushima como el centro de un accidente nuclear, todos conocemos el nombre de Hiroshima. Es esa parte de la historia reciente que no podemos obviar aunque quizá no nos machaquen suficiente con el tema. «A todas las personas que aman este mundo en el que se sitúa Japón, en el que se sitúa a su vez Hiroshima», así comienza este manga. Siempre que pienso en la Segunda Guerra Mundial la mente se me va a Alemania, Hitler, los campos de concentración, el holocausto nazi. Como si la realidad no fuera muchísimo más complicada y como si no hubiera habido muchas más consecuencias y partes implicadas. Quizá no nos machacan suficiente.
Aunque la propia Fumiyo Kono, natural de Hiroshima, comenta en el epílogo de esta edición como le da la sensación de que los jóvenes japoneses residentes en Tokyo no están para nada familiarizados con lo que ocurrió. Ella misma se siente desvinculada de la tragedia a pesar de haber nacido y crecido en Hiroshima. Quizá es por esa horrible mentalidad japonesa de meter la mierda debajo de la alfombra y marginar a los hibakusha, como si estuviesen sucios, como si fuese su culpa que les cayera una bomba radioactiva encima, como si no debieran haber sobrevivido para convertirse en un recordatorio de la mayor derrota de Japón en toda la historia.
El caso es que aunque este manga naciera como un encargo que a la autora no le hacía especial ilusión, tiene una fuerza emocional devastadora. En ningún momento se hace un repaso histórico/didáctico de lo que ocurrió, ninguna mención a la guerra, ni a Pearl Harbor, ni siquiera a la bomba, para eso ya están los libros de historia (y wikipedia). La autora se ha limitado a contar, primero, el día a día de una superviviente pocos años después de la tragedia y, segundo, las vicisitudes de una colegiala que ni siquiera sabe de dónde proviene su familia. Es una lectura dura y dulce a partes iguales y me sorprende que alguien pueda conseguir ese equilibrio con este tipo de historia.
En cuanto al dibujo, estoy segura de que a muchos les tirará atrás por su aspecto infantil e incluso anticuado. En realidad se trata de una obra publicada originalmente en 2004 en Japón así que si su dibujo resulta antiguo no es por la propia antigüedad de la obra sino porque las influencias de la autora parecen beber más de los clásicos que de sus contemporáneos. Al principio no me acababa de entusiasmar pero la verdad es que le acabé cogiendo el punto a ese estilo tan inocentón que, sinceramente, es el único que hace soportable la lectura de según qué sucesos sin que se te revuelva el estómago.
Lo único que lamento es haber tardado tanto en leer este tomo porque ya se ha convertido en uno de mis favoritos dentro de mi eterna mangateca. Si lo encontráis por alguna parte (está descatalogado), ¡yo no duraría en comprarlo!
Me alegro de que te haya gustado!!! No sé si tú fuiste una de las que cayeron a mi pesada recomendación del tomo, pero sea como sea, estoy encantada de que compartamos opinión =)
ResponderEliminarQuien aún no lo tenga lo puede comprar por 4€ aquí:
http://www.epocadistribuciones.com/manga/2998-la-ciudad-al-atardecer-el-pais-de-los-cerezos
Miedo me da el precio de la obra que ha licenciado Ponent Mon porque me interesa. Esperemos que no se pasen...
Ay, pues ahora que lo dices, si Filigrana fue la que me hizo querer leerlo, tú fuiste quién me hizo querer comprarlo en primer lugar xD
EliminarYo también estoy temiendo el futuro precio de En este rincón del mundo. De hecho, que no se haya hecho público todavía no son buenas noticias... y tampoco me entusiasma comprar un tomo de más 400 páginas, no será cómodo de leer precisamente.
Las historias que tratan sobre guerra o postguerra siempre me tiran mucho para atrás porque suelen ser deprimentes... además el dibujo no me llama mucho pero se le podría dar una oportunidad que tampoco lo he leido, no puedo juzgar~~
ResponderEliminarYo tampoco soporto las historias de guerra porque se me encoge el estómago pero precisamente este tomo es todo lo opuesto a ellas. La autora no se centra para nada en la miseria sino que se limita a retratar el día a día de personas normales y corrientes que estuvieron afectadas de una u otra forma por el ataque nuclear. Yo te lo recomiendo muchísimo!
EliminarNo lo conocía, pero me ha llamado mucho la atención. Gracias por tan genial reseña. A ver si lo encuentro :D
ResponderEliminarBesos de colores, Kuroi!
Ostras, que casualidad, lo leí hace un par de semanas, justo cuando anunciaron la de Ponent, y me decepcionó un poco.
ResponderEliminarLa primera historia me gustó, MUCHO, por ese final que te deja O___O pero la 2ª se me hizo tremendamente pesada, no le cogí el punto, y encima es la más larga.
El dibujo me gustó mucho, es diferente, sobretodo en tema de altura, todos los personajes son chaparrones, me hizo mucha gracia XD
El tomo de Ponent caerá, no en el momento por el precio que fijo que pasa de los 20€, pero en algun momento de mi vida pasará por mis manos.