Hace poco más de un año que comentaba indignada la poca repercusión que tuvieron (en ese momento) las nuevas licencias (shôjo) de Ivrea. ¿Ha cambiado en algo la situación de un año para otro? Yo diría que estamos igual; igual de mal.
Las únicas editoriales que han licenciado algo de shôjo en este último año han sido dos: Planeta e Ivrea. Y ambas se han dedicado a rescatar a autoras del fondo de su catálogo.
Ivrea apuesta por 1) la prolífica Mayu Shinjo ya que, por muy dudosa que sea la calidad de sus obras, es indiscutible que vende (o que vendía); 2) otro tomo único de Nana Shiiba; y 3) aprovechan el filón de Strobe Edge trayendo uno de los shôjo más demandados del momento: Ao Haru Ride (para el deleite de las aficionadas y aficionados al shôjo que subsistimos en este país). Sinceramente, no tengo ninguna intención de criticar a esta editorial (no se muerde la mano que te da de comer) PERO tampoco pienso alabarla. A Ivrea se la ha machacado bastante en el pasado por traer, ojo al dato, demasiado shôjo (me río solo de recordarlo) y, desde PSS, recuerdo haberla defendido a capa y espada por apostar por un mercado tan dejado de lado en este país. Bien, las tornas han cambiado, Ivrea es, actualmente, la editorial española que saca más volúmenes manga al año y la mayoría de ellos son shônen y seinen. Echo de menos que se arriesguen con autoras nuevas, como lo hicieron en su día con numerosas mangakas que acabaron convirtiéndose en autoras insignia de la editorial.
A este respecto, y viendo que ya no hay ninguna editorial japonesa que se resista a la argentina, creo que, actualmente, hay muchos títulos interesantes que encajarían en el catálogo de Ivrea. Puedo mencionar de pasada algunas obras de autoras que ya han probado como Anata ni Hana Sasagemashou de Tomu Ohmi, Suki desu Suzuki-kun!! de Go Ikeyamada o quizá alguna obra cortita de Kaco Mitsuki. Pero prefiero centrarme en los top ventas actuales: Sukitte ii na yo de Kanae Hazuki (del que ya disfrutan en los mercados estadounidense, francés e italiano y que encajaría a la perfección con el catálogo de la editorial), Tonari no Kaibutsu-kun de Robico y, sobre todo, Ore Monogatari!! de Kazune Kawahara y Aruko, que debería tener todas las papeletas para ser licenciada porque se han publicado (en Japón) dos historias cortas con sendos crossovers entre este laureado shôjo, Nisekoi y Ao Haru Ride. Dicho de otra forma, soñar es gratis.
Planeta lleva AÑOS con la misma cantinela: "2012 será el año del shôjo en Planeta", "2013", "2014"... y ahora no sé si por traer un par de obras aleatorias de Wataru Yoshizumi (Marmalade Boy 2.0 y un tomo único cualquiera) pretenden hacernos olvidar que hace cuatro años que no sacan ni un mísero tomo de temática shôjo, teniendo en cuenta que podrían haber seguido expandiendo su catálogo con autoras como Arina Tanemura o, sencillamente, retomando espléndidas obras como Hana-Kimi, Llegando a ti u Otomen (que ahí siguen, en el limbo). Y aún tenemos que dar las gracias porque se dignaron a acabar Lovely Complex. Es que es ridículo.
No menos lamentable es que editoriales grandes como Norma o Panini ignoren el género. Norma hace papelones como ignorar que la precuela de Levi (Ataque a los Titanes) es shôjo o sacar Life con una periodicidad anual. Panini parece haber olvidado su época dorada, en la que trajo algunos de los mejores títulos de esta demografía que hemos podido ver por estos lares. Más entendible pero igual de triste es que, en un momento en que el mercado manga está virando lentamente hacia títulos alternativos que van más allá de los topicazos y de lo comercial (en gran parte gracias a las nuevas editoriales que han surgido), se siga dando al shôjo de lado. En este sentido, tenemos el pequeño respiro que nos da Tomodomo con algo aun más inusual, josei y BL de calidad.
Pero mi conclusión es que el panorama para este género, ahora mismo, es desolador.