Los que me seguís en twitter puede que ya hayáis leído esta reseña ya que con ella me estreno como colaboradora en NEUH, una comunidad formada principalmente por autores de cómic (aunque también hay escritores e ilustradores, entre otros) que se autoeditan pero que no por ello consideran que aquello que crean forme parte de un simple hobby. Es una iniciativa que me gusta mucho así que estoy encantada de aportar mi granito de arena colaborando con mis reseñas.
He escogido como carta de presentación mi crítica sobre Fun Home, un cómic que reservé en la biblioteca tras la vehemente recomendación de Fran, sin saber muy bien qué me iba a encontrar y con la concreta pero a la vez vaga información de que fue Alison Bechdel la que popularizó el famoso test de Bechdel.
He escogido como carta de presentación mi crítica sobre Fun Home, un cómic que reservé en la biblioteca tras la vehemente recomendación de Fran, sin saber muy bien qué me iba a encontrar y con la concreta pero a la vez vaga información de que fue Alison Bechdel la que popularizó el famoso test de Bechdel.
El padre de Alison es afeminado. Alison encaja desde pequeña en el perfil de marimacho. El hogar de Alison nunca se ha caracterizado por las risas y los abrazos. Alison nunca supo relacionarse con su padre. Ni su padre con ella. Cuando Alison decidió salir del armario no esperaba descubrir la homosexualidad de su padre... ni que muriese en circunstancias sospechosas apenas unas semanas más tarde.
Fun Home es una autobiografía y, como tal, trata una ristra de temas complejos que, aunque pueda parecerlo en un primer momento, no se limita, ni mucho menos, a abordar el estigma, las dudas y las dificultades experimentadas por las personas homosexuales. Sí es cierto que absolutamente todos los capítulos giran en torno a la homosexualidad o bien de su padre o bien de la propia Alison. Pero al final no deja de ser un tema de fondo que no quiere ser protagonista sino tan sólo el marco teórico para desarrollar los hechos, ya que tanto la infancia como la adolescencia de Alison están supeditadas tanto a su homosexualidad como a la de su padre.
Sin embargo, la relación entre padre e hija es, en realidad, el tema central, como se hace cada vez más evidente al acercarnos al final del volumen, con densas reflexiones que ligan la historia personal de la autora con el Ulises de Joyce. A pesar de lo obvio que resulta desde un punto de vista retrospectivo, adulto y maduro, cuando era pequeña, Alison no podía saber que sus circunstancias familiares no eran, precisamente, de lo más normales: que no es normal que sus padres discutieran constantemente, que no es normal que nunca le dieran un beso de buenas noches, que no es normal que nunca le demostraran afecto, que no es normal que jugase con los ataúdes de la funeraria familiar y que no es normal que viese un cadáver desnudo y abierto cuando apenas empezaba la pubertad.
A pesar de la crudeza de prácticamente todo lo que relata, Alison es siempre directa, sincera y ácida: ironizando con las faltas de su padre (su presunto suicidio incluido), explícita en la vivencia de su sexualidad. En este cómic, la autora se abre sin reservas al mundo, confesando hasta sus secretos más íntimos, sus carencias, sus anhelos y sus contradicciones. Tanto es así que cita sin pudor su propio diario y hasta algunos fragmentos de las cartas que se intercambiaron sus padres al poco de conocerse. Por estos detalles creo que hay que valorar no sólo el esfuerzo artístico de Alison sino también la valentía de su madre, que le dio permiso para divulgar su vida personal.
Por supuesto, son las extraordinarias circunstancias familiares de Alison las que, hasta cierto punto, enriquecen la lectura de Fun Home pero, más allá de la narración objetiva de todo lo que le ocurrió en su infancia, la autora estructura, selecciona y ordena los distintos fragmentos de forma exquisita, estableciendo paralelismos constantes entre la vida de su padre y la suya profundizando en las verdaderas causas de muchos de los problemas que tuvo de niña, llegando a desarrollar un trastorno obsesivo compulsivo de niña para lidiar con la conflictiva situación familiar.
Como me pasó con El almanaque de mi padre, siento que la autora se reconcilia hasta cierto punto con su padre, señalando de forma pormenorizada cada una de sus faltas pero también sus virtudes. Quizá lo que más me ha llamado la atención es toda la jerga homófoba que utiliza Alison para referirse a su padre tratándolo de afeminado e incluso considerando que ella debió asumir el rol de (mari)macho ya que su padre no ejercía como tal en la familia. Son unos comentarios que me han hecho pensar mucho en los roles de género y en cómo de confundidos están los estereotipos en lo que respectan a la identidad y orientación sexual. Técnicamente una mujer que se identifica como hombre es un hombre trans mientras que una mujer que siente atracción por otras mujeres es una mujer cis lesbiana... pero la extrañeza que muestra Alison por su cuerpo y los roles asignados al mismo junto con los insultos que propia a su padre por ser marica me hacen pensar que es todo mucho más complicado de lo que pensaba, y más hace algunas décadas...
Las constantes menciones a clásicos tanto de la literatura anglosajona (Hemingway, Scott Fitzgerald, Joyce) como de la literatura universal (La Odisea) y el rico compendio LGTB (Colette, Orlando, Frutos de Rubí, entre muchos otros) complementan la lectura elevándola a otro nivel... Precisamente, lo que quiero transmitir es que Fun Home tiene muchas lecturas, muchos niveles, muchas capas que explorar. Es a la vez, confesión, reflejo y reflexión, historia, costumbrismo y hasta catálogo literario-filosófico. Estoy segura de que podréis sacarle el jugo, que el mensaje que os llevéis será distinto para cada uno y que, yo misma, cuando lo relea dentro de un tiempo, también lo podré disfrutar de una forma distinta. Recomendadísimo es decir poco.
A pesar de la crudeza de prácticamente todo lo que relata, Alison es siempre directa, sincera y ácida: ironizando con las faltas de su padre (su presunto suicidio incluido), explícita en la vivencia de su sexualidad. En este cómic, la autora se abre sin reservas al mundo, confesando hasta sus secretos más íntimos, sus carencias, sus anhelos y sus contradicciones. Tanto es así que cita sin pudor su propio diario y hasta algunos fragmentos de las cartas que se intercambiaron sus padres al poco de conocerse. Por estos detalles creo que hay que valorar no sólo el esfuerzo artístico de Alison sino también la valentía de su madre, que le dio permiso para divulgar su vida personal.
Por supuesto, son las extraordinarias circunstancias familiares de Alison las que, hasta cierto punto, enriquecen la lectura de Fun Home pero, más allá de la narración objetiva de todo lo que le ocurrió en su infancia, la autora estructura, selecciona y ordena los distintos fragmentos de forma exquisita, estableciendo paralelismos constantes entre la vida de su padre y la suya profundizando en las verdaderas causas de muchos de los problemas que tuvo de niña, llegando a desarrollar un trastorno obsesivo compulsivo de niña para lidiar con la conflictiva situación familiar.
Como me pasó con El almanaque de mi padre, siento que la autora se reconcilia hasta cierto punto con su padre, señalando de forma pormenorizada cada una de sus faltas pero también sus virtudes. Quizá lo que más me ha llamado la atención es toda la jerga homófoba que utiliza Alison para referirse a su padre tratándolo de afeminado e incluso considerando que ella debió asumir el rol de (mari)macho ya que su padre no ejercía como tal en la familia. Son unos comentarios que me han hecho pensar mucho en los roles de género y en cómo de confundidos están los estereotipos en lo que respectan a la identidad y orientación sexual. Técnicamente una mujer que se identifica como hombre es un hombre trans mientras que una mujer que siente atracción por otras mujeres es una mujer cis lesbiana... pero la extrañeza que muestra Alison por su cuerpo y los roles asignados al mismo junto con los insultos que propia a su padre por ser marica me hacen pensar que es todo mucho más complicado de lo que pensaba, y más hace algunas décadas...
Las constantes menciones a clásicos tanto de la literatura anglosajona (Hemingway, Scott Fitzgerald, Joyce) como de la literatura universal (La Odisea) y el rico compendio LGTB (Colette, Orlando, Frutos de Rubí, entre muchos otros) complementan la lectura elevándola a otro nivel... Precisamente, lo que quiero transmitir es que Fun Home tiene muchas lecturas, muchos niveles, muchas capas que explorar. Es a la vez, confesión, reflejo y reflexión, historia, costumbrismo y hasta catálogo literario-filosófico. Estoy segura de que podréis sacarle el jugo, que el mensaje que os llevéis será distinto para cada uno y que, yo misma, cuando lo relea dentro de un tiempo, también lo podré disfrutar de una forma distinta. Recomendadísimo es decir poco.
me alegro mucho que te haya gustado!
ResponderEliminarSabes que cuando lo leí no me di cuenta de la jerga que usa Alison para referirse a su padre? si que da para darle unas cuantas vueltas, si...
la verdad es que es un libro muy denso y que da para más de una relectura!
por lo que leí no-recuerdo-donde es el cómic qué más copias ha vendido en usa!
¡Y yo me alegro mucho de que me lo recomendaras! No me extraña nada que sea un bestseller la verdad. Se puede extraer tanto de su lectura...
EliminarTiene una pinta muy interesante, a ver si lo leo y te cuento :)
ResponderEliminarEsta vez estoy 99,99% segura de que te va a encantar!!! ^_^
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