martes, 20 de agosto de 2013

Phineas Gage y la barra que le atravesó la cabeza

Iba a titular está entrada El curioso caso de Phineas Gage pero entonces he recordado El curioso caso de Mary Mallon y al final he decidido que «El curioso caso de Benjamin Button» me marcó más de lo que pensaba.


No hay ningún truco ni ningún engaño en el título. Phineas Gage es un señor que acabó con una barra atravesándole el cráneo. Y sobrevivió. Más o menos. Mi historia con Mr. Gage se remonta a hace algo más de 5 años cuando estaba haciendo mi treball de recerca (¿trabajo de investigación? Esa cosa que tenemos en Cataluña estilo mini trabajo final de carrera pero al acabar el bachillerato) sobre las bases neurobiológicas del amor (sí, una cursilada, tenía dieciséis años). Buscando información sobre la química de las emociones acabé topándome con este caso tan curioso. Y a lo largo de la carrera es una anécdota que me volvieron a explicar en fisiología, neurobiología y neurociencias (como mínimo) así que la tengo bastante grabada a fuego en mi mente. Y... sin más preámbulos, la voy a compartir con vosotros que sé que echáis de menos estas entradas.

Phineas Gage, a sus 25 años, era capataz y estaba encargado de los explosivos necesarios para la construcción de vías ferroviarias cuando en 1948, se descontroló una explosión, una barra de hierro salió disparada hacia arriba y le atravesó el cráneo incrustándose justo por debajo de su ojo izquierdo y saliendo por la parte superior de la cabeza. A pesar de que la barra se llevó un trozo de su cerebro, Gage se levantó al poco del accidente y habló como si tal cosa, cuando los médicos vieron la herida, no daban crédito.

Phineas y su inseparable barra de hierro
(es más práctico lo de llevar las balas en un collar)
En 1948 se creía que la corteza prefrontal (la región del cerebro situada en la parte delantera, justo detrás de la frente) no tenía ninguna función. Bueno, en realidad, durante los siglos XIX y XX se creían muchas cosas falsas sobre la mente, algunas de ellas tuvieron mucha repercusión como la pseudociencia de la frenología. Así que no es de extrañar que se tuviera una creencia errónea sobre la función de la corteza prefrontal.

A Phineas Gage se le describía como un hombre increíblemente responsable, inteligente y educado antes de sufrir el accidente. Sin embargo, se cree que después de perder parcialmente su corteza prefrontal, su personalidad cambió hasta convertirlo en un hombre desinhibido que no sabía controlar sus impulsos y había perdido las convenciones sociales tan bien adquiridas hasta entonces. Hay cierta controversia sobre si esos cambios en su personalidad fueron más o menos marcados o si llegaron a existir de verdad, siempre se puede caer en la trampa de la invención y la exageración cuando se trata de casos tan antiguos. Pero lo que es indudable es que gracias a su accidente, la neurología avanzó a pasos agigantados debido al debate que originó.

Apreciad el boquete
Actualmente se sabe que la corteza frontal actúa como un stop, controlando los impulsos primarios de los centros nerviosos más primitivos del cerebro. Es una región encargada sobre todo del control tanto emocional como fisiológico.

Como última curiosidad, el cráneo del señor Gage junto con la barra que lo atravesó están expuesto en el museo anatómico de Warren por si alguien quiere admirar los agujeros ocasionados por la barra de hierro que demuestran que esta anécdota es más real de lo que cabría esperar.

6 comentarios:

  1. Hummm... me ha recordado este caso que expones a otro: el del General Junot, uno de los generales de Napoleón, que después de una herida por bala de cañón en la cabeza, si bien sobrevivió, también le cambió el carácter, volviéndose más impetuoso y temperamental, hasta acabar totalmente enajenado.

    Interesante el artículo, gracias por escribirlo.

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  2. estos artículos me encantan, ya se echaban de menos

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  3. No conocía la historia del todo, pero me sonaba. Una entrada muy interesante.

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  4. Pues sí, se echaban de menos estas entradas tan curiosas XD

    La verdad es que es un caso increíble, pero qué mal rollo tener la cabeza atravesada por una barra >__<U Y el hombre tan fresco, o casi... LOL

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  5. Este es el caso que me comentaste el día que fuimos a la playa =O flipo mucho, quien iba a decir que se pudiera sobrevivir a esto...

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