viernes, 1 de junio de 2012

Enfrascada con Crimson Hero

Con el ritmo que he cogido ni siquiera me puedo adaptar a mis típicos "últimas lecturas", esto me recuerda a mi maratón navideña de Inu-yasha xD Estos días he sustituido el típico libro/apuntes que llevo para leer de camino a la uni por un par de tomos diarios de Crimson Hero. Engancha de mala manera.


No sé ni por dónde empezar. Los personajes me encantan todos. Todas las chicas del equipo son super distintas entre ellas tanto en físico como en personalidad y todas tienen su trasfondo. La autora no se olvida de ninguna de ellas. Nobara tiene muchísimo carisma, y es super humana, sobre todo al principio que la caga constantemente, sacrifica cualquier cosa con tal de tener su equipo, no se preocupa por las demás. Y no solo eso, pecar de humildad es igual de malo que ser una puta prepotente así que le viene bien ser consciente de que ella es la mejor y que tiene que darlo todo para llevar al equipo a lo más alto. Y es tan buena... aunque le obsesiona el voleibol de una forma enfermiza le da la misma importancia al trabajo en equipo y sus compañeras porque lo más importante es pasárselo bien y disfrutar y no solo competir. Tomoyo es muy fuerte y asume rápidamente el rol de capitana lo que no creo que sea tan fácil como pueda parecer, además, es muy madura para su edad y lleva muy bien lo de su amor no correspondido por Keisuke. Kanako, Ayako, Kyoka, Rena y Yui, todas ellas tienen motivos distintos para jugar al volei pero al final todas se lo toman con el mismo entusiasmo. Kyoka sacrifica sus estudios (hasta cierto punto), Kanako no para de entrenar para superar a Nobara como atacante y, la mejor para mí, es Rena. Es la única que no tenía ninguna forma física, no había practicado ningún deporte antes, es la más pequeñita, bajita y poca cosa en general y a pesar de todo se esfuerza como la que más y demuestra que no todo es talento.

La que me cae bastante mal es Sôka. Me da la sensación de que tiene personalidad cero. Le pide ayuda a su hermana sin tener en cuenta sus circunstancias. Por culpa de que ella acepte la oferta del mujeriego asqueroso aquel y luego se acobarde, Nobara casi se queda sin partido. Pero claro, cómo ignorar su llamada? Pero es que de buenas a primeras Sôka no tendría que haber aceptado si pensaba ir llorándole a su hermanita. Pero es que además, cuando ve que Nobara no llega encima la insulta!! Empieza a despotricar mentalmente sobre ella por darle importancia al voleibol... Arg, no me gusta Sôka, nada o.ó


En cuanto a relaciones amorosas me gusta mucho como avanza la cosa. El pensamiento de amargura de Yûshin de "si no te hubieras ido, nunca me hubiera dado cuenta de que me había enamorado de ti" es genial, no se me ocurre una mejor manera de hacer que su relación avanzara teniendo en cuenta la personalidad de ambos. Y el sentimiento de culpabilidad de Nobara cada vez que ve a Keisuke también es muy convincente.

En cuanto al voleibol en sí reconozco que hay muchas cosas que me cuestan un poco de seguir. Por ejemplo, el jaleo de los torneos de verano, invierno, de novatos, nacionales... No acabo de ver la diferencia entre unos y otros ni cual es exactamente la jerarquía. Eso sí, me parece inhumano que las hagan jugar hasta 4 partidos en un mismo día... ¿Eso es verdad? ¿Funciona así? Es que pensar en 4 partidos seguidos... no sé, se me ponen los pelos de punta. Algo que me ha gustado mucho en este aspecto es que hasta el tomo 7 o así pierden absolutamente todos los partidos. Porque es que son malas, no están entrenadas, acaban de comenzar, son un equipo de solo 6 miembros la mitad de los cuales no habían jugado nunca al voleibol. Si no hubieran empezado perdiendo habría sido como para mosquearse.


La verdad es que es sorprendente que Mitsuba Takanashi sea capaz de combinar romance con deporte con el trasfondo general de todos los personajes dándole un peso adecuado a cada cosa en cada momento.

El problema es que hay varias cosas que no acabo de entender. Los efectos múltiples como ese pase mágico de Rena que cambia la dirección de la pelota a medio camino o el de la petarda aquella del Yabe que hacía una cosa rara con la pelota o el salto de Nobara que la desplaza horizontalmente en el aire (el air fake). ¿Eso existe? ¿Es real? ¿Es una de esas invenciones surrealistas de los japoneses para los spokon? Como no leo mucho manga de deportes no sé hasta qué punto me puedo fiar... Aunque tengo bastante claro que existan o no, seguro que no serían técnicas asequibles para estudiantes de instituto o.ó

Y otra cosa, en los partidos, sobre todo en este último, a ver, deciden ir a por Tomoyo. Pero digo yo, cuando le tiran las pelotas a ella todo el tiempo y le dan en el hombro para, creo, hacerle daño, lo suyo no sería que se apartara? O que se moviera para recibirla bien... Tienen visión cinética no? Y todas han entrenado lo básico del volei, no sería tan sencillo como desplazarse para recibirla bien? O cambiarla de posición una vez la técnica del equipo contrario es tan evidente? Y qué es eso de la rotación? Algo obligatorio? Voluntario? No entiendo nada de nada de verdad.

Ah, casi se me olvida, otro detalle que agradezco es que la autora no se centra solo en Nobara, su equipo y sus amoríos sino también en el club de voleibol masculino y todos los problemas internos que tienen. Creo que está todo muy bien integrado.

PD: me encanta que la portada del #11 sea una viñeta ^^

1 comentario:

  1. La serie en sí está bien, pero hay algo que le falta: en mi opinión, no se trata suficiente a los secundarios.

    A partir de aquí, posibles SPOILERS hasta el tomo #11.

    Sôka a mi no me cae mal. Va a ver a ese chico no por decisión suya, sino porque su madre la ha forzado y recurre a la persona en la que más confía. Que vale, podría no haberse presentado, pero no tiene suficiente valor como para no hacerlo. Su madre le da miedo. Ella no es como Nobara y no está preparada psicológicamente para enfrentarse a su familia. Cuando Nobara no aparece, está ya muy nerviosa y entre la situación que está pasando y que tiene mamadísimo en su casa que Nobara pasa de ellos, pues tampoco es tan descabellado que piense eso. Piensa que estamos hablando de una chavala de secundaria asustada. La que no trago es a la madre. Encima que casi obliga a su hija a prostituirse (porque a ese tipo se le veían las intenciones y esa mujer trabajando donde trabaja tenía que haberlo notado sí o sí), luego va y se hace la víctima. Le importa más su negocio que la felicidad y el control del propio futuro de sus hijas.

    Otro personaje que detesto es Keisuke. Al principio, parecía el mejor de la residencia, pero enseguida se cambian las tornas. Se mete donde no le llaman, besa Nobara a la fuerza, cuando ella lo perdona va y se hace el chulo, otras cosas que no recuerdo y cosas que pasan en los tomos #12 y #13 (más allá no he leído nada). Tiene complejo de superioridad y cree que, al ser un alma atormentada, tiene derecho a ciertos privilegios. Al menos es la impresión que me da.

    Yûshin es un personaje muy grande y humano, aunque también hace alguna cosilla que no me acaba de gustar. Eso que comentas de que se diera cuenta de que quería a Nobara porque ella se había marchado a mí también me gustó mucho porque precisamente hacía nada que había leído en un libro de psicología que una buena forma de saber hasta qué punto quieres a alguien es estar separado de esa persona un tiempo relativamente largo (diría que mínimo un mes, pero ahora no lo recuerdo). Y hablando de Yûshin, creo que la autora se “carga” a su novia excesivamente rápido y de una forma en la que concurren demasiadas casualidades. Se le nota demasiado el plumero: para ella esa chica ya había cumplido su función al hacer sentir mal a Nobara y ahora tenía que desaparecer del mapa.

    Lo que preguntas sobre el volei, ni idea, la verdad.

    Las portadas, en general, no me acaban de convencer. Nunca me ha gustado que en los mangas se usen fotografías.

    Una cosa de la que me tenía que estar convenciendo todo el rato a medida que leía es que los protagonistas son gente de bachillerato porque tienen más bien pinta de universitarios primerizos.

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