Hoy os traigo una pequeña curiosidad científica, lo he intentado resumir todo lo posible para no hacerlo muy pesado pero no sé si lo he conseguido ^^u
Mary Mallon (1869 – 1938) fue una mujer escocesa, de profesión cocinera, que se hizo famosa por todas las vidas que se llevó consigo. Y es que esta mujer se convirtió en una especie de arma bacteriológica viviente sin ser consciente de ello.
Mary Mallon era portadora crónica de Salmonella typhi, es decir, estaba infectada pero no presentaba la enfermedad. Salmonella typhi es una bacteria que provoca la fiebre tifoidea. La señorita Mallon fue contagiando sin saberlo a un alto porcentaje de los habitantes de las casas donde servía.
Se sabe que entre 1900 y 1907 trabajó en 7 casas distintas y que en todas ellas se produjeron brotes de fiebre tifoidea en las fechas en las que Mary Mallon trabajó allí.
En 1906, el propietario de una casa de verano en Long Island contrató a George Soper, un reputado epidemiólogo de Nueva York, para que encontrara la causa de los 6 casos de fiebre tifoidea que se dieron entre el total de 11 habitantes que se encontraban en la casa. Las investigaciones de Soper le llevaron directamente a Mary Mallon.
Soper contactó a Mallon para explicarle su situación y le pidió muestras de orina, sangre y heces para comprobar su hipótesis pero Mary se negó totalmente indignada, cuchillo en mano. Soper no se rindió y consiguió que el departamento de salud mandara a una fisióloga acompañada por varios policías para conseguir las muestras. Finalmente, tuvieron que llevarse a Mary a la fuerza y, como era de esperar, las pruebas demostraron fehacientemente la presencia de salmonella typhi en sus heces. Intentaron proponerle la extirpación de la vejiga urinaria pero Mary se negó.
Os presento a Salmonella typhi |
Finalmente, no les quedó más remedio que ponerla en cuarentena pero Mary no paró de hablar con periodistas y de quejarse de que la trataban como a una criminal cuando ella no había hecho nada hasta que en 1910 la dejaron en libertad con la condición de que no volviera a trabajar de cocinera.
Poco después de que la liberaran se cambió el nombre por el de Mary Brown y siguió ejerciendo de cocinera hasta 1915, cuando volvieron a encontrarla gracias a a los brotes de fiebre tifoidea que siguió originando en todas las casas en las que trabajó.
Después de esto los jueces no fueron tan condescendientes y la condenaron a vivir en cuarentena en un hospital para siempre. Al final, acabó colaborando en el hospital como técnico de laboratorio. Pero durante todos los años que llegó a pasar confinada, nunca admitió ser una portadora de salmonella typhi.
Finalmente murió en 1938 de neumonía (es decir, nada que ver con salmonella). Según la fuente el número varía mucho pero se sabe que a lo largo de su vida infectó al menos a 50 personas de las cuales murieron 3 (como mínimo).
Estas entradas de anécdotas me encantan! soy muy fan. No conocía a Mary pero no veas la tía, pese a tantas evidencias no se hizo nunca a la idea de que era portadora de la enfermedad. Me ha encantado.
ResponderEliminarQué miedo de mujer. Pero claro, me la imagino en plan "Si yo estoy sanísima. Éstos inútiles de médicos lo que quieren es usarme de chivo expiatorio". De todos modos... joooder. Menos mal que hemos avanzado >___<
ResponderEliminarQue cabezota es la gente, no piensa que puede ser un peligro para los demás? que no sea consciente de su problema no implica que no lo tenga ¬¬
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