Cuando me enteré de la mera existencia de esta obra pensé que sería relativamente similar a Fun Home. Es decir, un esquema parecido pero sustituyendo al padre de Alison por su madre. Sin embargo, supongo que era obvio que no iba a ser lo mismo hablar de un padre que falleció y con el que nunca tuvo una gran relación que hablar de su madre, dispuesta a revisar con lupa cada una de las palabras que escribiese su hija sobre ella, a modo de filtro de calidad previo a la entrega del manuscrito a la editorial.
De la misma forma que Fun Home se centraba en la homosexualidad de Alison a través de la de su padre, ¿Eres mi madre? se centra en la fragilidad psicológica de la autora, partiendo de la premisa de que todos sus problemas emocionales se nutren de una relación disfuncional con su madre desde su misma concepción.
Me atrevo a afirmar que ¿Eres mi madre? gira en torno a las distintas sesiones de psicoterapia primero y psicoanálisis más adelante a las que se ha sometido Alison desde que falleció su padre, pero que abordan con reiteración la relación con su madre. De hecho, ya en el primer capítulo nos muestra un esquema cronológico para ayudarnos a ubicar un poco mejor los saltos temporales que caracterizan a toda la obra en el que destaca la presencia preeminente de las dos psicólogas que la han tratado por encima de las distintas parejas que ha tenido. Pero no solo a estas sesiones hace referencia sino también a todo el autoaprendizaje que realizó Alison a base de leer exhaustivamente literatura técnica de reputados psicoanalistas desde Freud hasta Winnicott.
Después de todo un año es posible que no recuerde lo suficientemente bien Fun Home como para hacer este tipo de comparaciones pero me da la sensación de que allí la autora integraba mejor guión y dibujo mientras que ¿Eres mi madre? es, a todas luces, un ensayo sobre psicoanálisis. El problema aquí es dual. Por un lado, soy tremendamente reticente a esta práctica: una rama de la psicología que nació a partir de los sinsentidos de Freud difícilmente será de mi agrado. Ya me ocurrió con Un método peligroso (una película sobre Carl Jung, un discípulo de Freud) y con otra novela gráfica, Cautivo, que ni siquiera reseñé en el blog de lo poco que me transmitió.
Por el otro (lado), por mucho que entienda ese ansia por transmitir el conocimiento que ha resultado revelador para uno mismo, Alison intenta sintetizar en una sola novela gráfica toda una serie de teorías psicoanalíticas que ha ido incorporando a lo largo de las décadas. Los extractos literales de todos esos libros pueden encontrarse por decenas en las páginas de ¿Eres mi madre? Por mucho que la autora se haya esmerado en la selección de fragmentos, el exceso de jerga (que ella misma reconoce hacia el final) dificulta la lectura, excesivamente intrincada para los profanos en la materia.
Otro célebre personaje con el que Alison establece paralelismos sin parar es Virgina Woolf, lo cual no deja de parecerme escabroso teniendo en cuenta su final. Así, va hilando retazos de su propia vida con una combinación de obras y memorias de Woolf, estableciendo continuamente puentes entre todas ellas y volviendo siempre a la misma búsqueda de sentido de la maternidad, la feminidad y, en última instancia, de la posición que cada uno ocupa en el mundo.
En una obra con un título tan llamativo resulta irónico que una de las características que tienen en común tanto Virgina como Winnicot como Alison sea, precisamente, que todos decidieron renunciar a tener hijos. A juzgar por lo que cuenta la propia Alison, Virginia no pudo evitar plasmar en sus novelas su tormentosa relación con sus padres mientras que Winnicot dedicó toda su vida profesional a investigar la psique de madres y recién nacidos y como la primera afectaba a la segunda. Por su parte, Alison es reconocida internacionalmente por las biografías que ha realizado de su padre primero y de su madre después.
¿Eres mi madre? no ha sido para nada la lectura que esperaba y es posible que sólo por eso ya se me haya hecho cuesta arriba pero, a la vez, ha sembrado el interés por una serie de temas e ideas que estoy segura de que van a seguir rondándome la cabeza durante un tiempo. Alison Bechdel demuestra una capacidad de introspección titánica acompañada de una sinceridad abrumadora que nos permiten asomarnos con claridad a todas sus inseguridades y dudas sobre su vida que son, a su vez, sobre la misma creación de esta obra, hasta que ya no se puede discernir una de la otra.
Otro célebre personaje con el que Alison establece paralelismos sin parar es Virgina Woolf, lo cual no deja de parecerme escabroso teniendo en cuenta su final. Así, va hilando retazos de su propia vida con una combinación de obras y memorias de Woolf, estableciendo continuamente puentes entre todas ellas y volviendo siempre a la misma búsqueda de sentido de la maternidad, la feminidad y, en última instancia, de la posición que cada uno ocupa en el mundo.
En una obra con un título tan llamativo resulta irónico que una de las características que tienen en común tanto Virgina como Winnicot como Alison sea, precisamente, que todos decidieron renunciar a tener hijos. A juzgar por lo que cuenta la propia Alison, Virginia no pudo evitar plasmar en sus novelas su tormentosa relación con sus padres mientras que Winnicot dedicó toda su vida profesional a investigar la psique de madres y recién nacidos y como la primera afectaba a la segunda. Por su parte, Alison es reconocida internacionalmente por las biografías que ha realizado de su padre primero y de su madre después.
¿Eres mi madre? no ha sido para nada la lectura que esperaba y es posible que sólo por eso ya se me haya hecho cuesta arriba pero, a la vez, ha sembrado el interés por una serie de temas e ideas que estoy segura de que van a seguir rondándome la cabeza durante un tiempo. Alison Bechdel demuestra una capacidad de introspección titánica acompañada de una sinceridad abrumadora que nos permiten asomarnos con claridad a todas sus inseguridades y dudas sobre su vida que son, a su vez, sobre la misma creación de esta obra, hasta que ya no se puede discernir una de la otra.
hostia que bajón, que tenía las expectativas muy altas...
ResponderEliminarno se si voy a molestarme en buscarlo en la biblio XD
Que sí hombre, ¡¡que no deja de ser interesante!! Una cosa es que no siga, del todo, la tónica de Fun Home y otra muy distinta que no valga la pena como tal D=
EliminarNo te parece un buen cómic pero aún así te plantea preguntas interesantes… está bien eso :) Buena reseña.
ResponderEliminarMuchas gracias =)
EliminarA mi me apreció una obra muy interesante, que plantea muchos interrogantes, que resulta reveladora en algunos aspectos sobre la autora y que completa Fun Home, pero la verdad es que el cómic en el que Bechdel habla sobre su padre y la homosexualidad de ambos me pareció más redondo, con un mayor equilibrio entre ella, su padre y el autoanálisis, mientras que ¿Eres mi madre? se me hizo pesada por meter tantas referencias psicoanalíticas, que, como bien dices, terminan por hacerse pesadas y, en cierta manera, dificultan entender lo que se cuenta.
ResponderEliminarA ver si releo Fun Home y lo reseño en mi blog, que es algo que me apetece mucho.
Totalmente de acuerdo, no creo que haya quedado precisamente claro en mi reseña pero uno de los detalles que hacen que ¿Eres mi madre? sobresalga entre otras lecturas es que cuenta cómo Alison ideó Fun Home, y cómo se lo tomó todo su madre, y como se tomó Alison su reacción... es una especie de bucle infinito, ya lo dicen ellas mismas (la autora y su madre) que esta obra es un metacómic ♥
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