Hacía mucho que no hacía una reseña en condiciones... pero aquí tenéis Solanin: un "tomo único" (de 432 páginas) de Inio Asano, autor que, tristemente, solo ha visto publicado en España Nijigahara Holograph (otro tomo único) de la mano de Ponent Mon y que tuvo nulo éxito a juzgar por el precio al que se vende en salones y eventos... Es decir, que nadie espera que se publique nunca nada más de este mangaka en España y es una lástima porque tiene un estilo de lo más particular que me tiene encandilada. Para no llorar tanto están Italia, Francia y EEUU que han ido publicando casi toda su obra entre unos y otros y es fácil encontrar los tomos en webs como amazon. Dicho esto, abordo la reseña en sí.
Meiko y Taneda llevan 6 años saliendo juntos y comparten piso en Tokyo desde hace un tiempo. Ambos están en un punto de inflexión en el que después de haber acabado los estudios no saben cómo seguir. No están conformes con sus respectivos trabajos y su relación se resiente con la situación. Meiko no puede soportar ni un segundo más su trabajo de oficinista y, siguiendo el consejo de Taneda, decide dimitir. Mientras le duren los ahorros puede dedicarse a buscar qué hacer con su vida pero su libertad tiene precio de caducidad y no pueden subsistir solo con el sueldo del trabajo a tiempo parcial de Taneda. Mientras Meiko intenta evadirse de la realidad Taneda va soportando cada vez más presión...
Solanin es un slice of life, no pasa nada extraordinario, se centra en la vida de dos jóvenes que intentan no dejarse engullir por una metrópolis como Tokyo. Y lo fantástico de este tomo es lo realista que resulta en todo momento. Estudiar una carrera no significa que tengas el futuro solucionado. Conseguir trabajo no significa que estés dispuesto a mantenerlo. Tener pareja estable desde hace años no significa que todo el monte sea orégano.
Meiko y Taneda nos dejan pasear por sus divagaciones existenciales sobre la vida, el mundo, la sociedad, la felicidad y las pequeñas tonterías en las que consiste nuestra vida en realidad.
Pero también tienen su protagonismo los amigos de la universidad: Kato, Rip y Ai. En realidad, todos ellos se conocieron en el club de música y Kato, Rip y Taneada acabaron por formar una banda. A pesar de haber acabado la universidad y tener que enfrentarse al mundo laboral ellos siguen quedando todas las semanas en un estudio y les gustaría poder debutar profesionalmente pero es muy difícil y ninguno tiene realmente agallas para intentarlo por miedo a la estrepitosa caída que provocaría un "no". Pero Meiko, la que se lleva la mayor parte del protagonismo, acaba motivándolos para ir más allá y así es como nace Solanin.
Como Inio Asano es un tanto dado al catastrofismo (solo hay que leer Nijigahara Holograph para darse cuenta) hay que decir que Solanin tiene su punto álgido de desgracia, tristeza y demás y a mí me entraron ganas de echarme a llorar pero no os concreto mucho que no es mi intención hacer ningún spoiler. A partir de ahí el cariz del tomo vira un poquito pero la esencia es la misma que la del principio, con algo más de optimismo y madurez pero también de desesperación. No deja de impresionarme lo bien que refleja los sentimientos Asano.
Creo que Solanin es un reflejo fidedigno de la vida y de lo impredecibles que son algunas cosas y de lo difícil que es avanzar y que por mucho que te esfuerces no tienes por qué conseguir una recompensa pero tampoco es plan de hundirte por eso.
Al ser un slice of life se me hace difícil escribir mucho más sobre este manga pero... me gustaría ser capaz de transmitiros que leer Solanin es como leer tus propios pensamientos en el papel. Las inseguridades, las dudas y las meras tonterías de esa época de transición, de ese momento en que de golpe te tienes que convertir en un adulto y nadie te ha enseñado cómo se hace eso.
En cierta manera me ha recordado un poquito a Lost at Sea, solo que en esta los protagonistas eran más jóvenes y de Canadá. A pesar de todo, parece que las divagaciones adolescentes son algo universal (al menos en los países desarrollados, que nos sobra tanto el tiempo que podemos permitirnos el lujo de limitarnos a pensar) y que da lo mismo de qué país seas, es normal sentirse un poco confuso y sin saber qué hacer a continuación. Y sí, intento aprovechar la reseña de Solanin para hacer un poquito de publicidad de la de Lost at Sea a ver si leéis este cómic también que vale mucho la peña y cuando lo reseñé mi blog aun era bien chiquitito y creo que no mucha gente le prestó demasiada atención a la entrada.
Dicho todo esto solo puedo repetir que este tomo es una obra maestra, que aunque nunca puntúo las reseñas, a este tomo le pondría un 10,5 sin dudar y que a poco que dominéis el inglés, deberíais darle una oportunidad.
Meiko y Taneda llevan 6 años saliendo juntos y comparten piso en Tokyo desde hace un tiempo. Ambos están en un punto de inflexión en el que después de haber acabado los estudios no saben cómo seguir. No están conformes con sus respectivos trabajos y su relación se resiente con la situación. Meiko no puede soportar ni un segundo más su trabajo de oficinista y, siguiendo el consejo de Taneda, decide dimitir. Mientras le duren los ahorros puede dedicarse a buscar qué hacer con su vida pero su libertad tiene precio de caducidad y no pueden subsistir solo con el sueldo del trabajo a tiempo parcial de Taneda. Mientras Meiko intenta evadirse de la realidad Taneda va soportando cada vez más presión...
Solanin es un slice of life, no pasa nada extraordinario, se centra en la vida de dos jóvenes que intentan no dejarse engullir por una metrópolis como Tokyo. Y lo fantástico de este tomo es lo realista que resulta en todo momento. Estudiar una carrera no significa que tengas el futuro solucionado. Conseguir trabajo no significa que estés dispuesto a mantenerlo. Tener pareja estable desde hace años no significa que todo el monte sea orégano.
Meiko y Taneda nos dejan pasear por sus divagaciones existenciales sobre la vida, el mundo, la sociedad, la felicidad y las pequeñas tonterías en las que consiste nuestra vida en realidad.
Pero también tienen su protagonismo los amigos de la universidad: Kato, Rip y Ai. En realidad, todos ellos se conocieron en el club de música y Kato, Rip y Taneada acabaron por formar una banda. A pesar de haber acabado la universidad y tener que enfrentarse al mundo laboral ellos siguen quedando todas las semanas en un estudio y les gustaría poder debutar profesionalmente pero es muy difícil y ninguno tiene realmente agallas para intentarlo por miedo a la estrepitosa caída que provocaría un "no". Pero Meiko, la que se lleva la mayor parte del protagonismo, acaba motivándolos para ir más allá y así es como nace Solanin.
Como Inio Asano es un tanto dado al catastrofismo (solo hay que leer Nijigahara Holograph para darse cuenta) hay que decir que Solanin tiene su punto álgido de desgracia, tristeza y demás y a mí me entraron ganas de echarme a llorar pero no os concreto mucho que no es mi intención hacer ningún spoiler. A partir de ahí el cariz del tomo vira un poquito pero la esencia es la misma que la del principio, con algo más de optimismo y madurez pero también de desesperación. No deja de impresionarme lo bien que refleja los sentimientos Asano.
Meiko y Taneda <3 |
Creo que Solanin es un reflejo fidedigno de la vida y de lo impredecibles que son algunas cosas y de lo difícil que es avanzar y que por mucho que te esfuerces no tienes por qué conseguir una recompensa pero tampoco es plan de hundirte por eso.
Al ser un slice of life se me hace difícil escribir mucho más sobre este manga pero... me gustaría ser capaz de transmitiros que leer Solanin es como leer tus propios pensamientos en el papel. Las inseguridades, las dudas y las meras tonterías de esa época de transición, de ese momento en que de golpe te tienes que convertir en un adulto y nadie te ha enseñado cómo se hace eso.
En cierta manera me ha recordado un poquito a Lost at Sea, solo que en esta los protagonistas eran más jóvenes y de Canadá. A pesar de todo, parece que las divagaciones adolescentes son algo universal (al menos en los países desarrollados, que nos sobra tanto el tiempo que podemos permitirnos el lujo de limitarnos a pensar) y que da lo mismo de qué país seas, es normal sentirse un poco confuso y sin saber qué hacer a continuación. Y sí, intento aprovechar la reseña de Solanin para hacer un poquito de publicidad de la de Lost at Sea a ver si leéis este cómic también que vale mucho la peña y cuando lo reseñé mi blog aun era bien chiquitito y creo que no mucha gente le prestó demasiada atención a la entrada.
Dicho todo esto solo puedo repetir que este tomo es una obra maestra, que aunque nunca puntúo las reseñas, a este tomo le pondría un 10,5 sin dudar y que a poco que dominéis el inglés, deberíais darle una oportunidad.