Empezamos, como no podría ser de otra manera, con el primer tomo. Y digamos que es un poco duro y DENSO. Te presentan de golpe un montón de cosas: todo un gobierno que sucumbió bajo la rebelión de un tal
Taishaku (que tiene uñas de gata, un ojo en la frente y cara de malo) y murió, los clanes supervivientes, los cuatros reyes divinos, un mundo extraño con palacios que flotan en el cielo, oráculos, profecías, criaturas proscritas de razas divinas, demonios y, en general, muchos muchos muchos personajes con nombres raros y propósitos poco claros...
Y en este primer tomo ya empieza a haber cosas que chirrían, y mucho. Porque después de haberme leído el manga completo yo aun me sigo preguntando por qué mierda
Yasha, jefe y señor del clan Yasha, decidió ir a buscar a
Ashura sabiendo que si lo hacía estaría traicionando a Taishaku y, por lo tanto, condenando a todo su clan. No sé qué me hizo más gracia, si que se extrañara al volver a donde
Kuyoh y encontrársela muerta (después de haberla dejado sola y sangrando con una orden de búsqueda y captura sobre ella) o que ni siquiera pusiera cara de pena real cuando ve morir antes sus ojos al único superviviente de todo el clan. Es que... en serio.
Después de esto, la cosa se va poniendo interesante en el tomo 2, que ya no cuesta tanto de leer como el primero y empiezan a pasar más cosas sin sentido.
En este tomo, también sigo sin entender por qué demonios Taishaku mató a
Kariohbinga delante de
Karura. Es que es en plan, a ver, si sabes que hay una profecía y prometiste a Ashura que harías todo lo posible para que no se cumpliera por qué coño azuzas a una de las seis estrellas para que tenga ganas de matarte, POR QUÉ.
En el tercer tomo es cuando Ashura pasa a ser oficialmente "Ashura", en fin, esto de que independientemente de tu nombre original te acaben poniendo el de tu clan si eres el jefe (o el único superviviente) acaba siendo un poco lioso. Van al castillo de las mariposas, aparece una chica muerta poseída por un demonio (se me hizo raro que la tal Aizen solo saliera así, una vez muerta, sin flashback siquiera, solo el personaje, así cuesta más empatizar con los personajes por aquello de que si conociste a la niña no te puede dar tanta pena que ahora un demonio aproveche su cuerpo...) y Kujaku hace cosas raras. La verdad es que la primera mitad de este tomo se me hizo lenta, larga y pesada, volviendo un poco al tomo #1.
Pero entonces Karura decide desertar y hace ver que se suicida para que no maten a su clan (es la única persona mínimamente sensata de todo el manga la verdad y la única que no actúa a las bravas sin pensar un poquito antes) y la cosa se vuelve a poner un poquito interesante.
En el cuarto tomo llega
Rasetsu y se supone que Yasha te da algún motivo convicente para dejar morir a todo su clan (que es de todo menos convincente) y, por supuesto, y para no faltar a la costumbre, Rasetsu muere.
Después siguen una serie de flashbacks de varios personajes y
El sueño del dios profano es de lo más extraño... Si tantas ganas tenía
Ashura de ir en contra de la profecía no haber tenido un hijo... o no haber pactado con alguien como Taishaku... Es que nunca entenderé por qué él tenía que morir para ir en contra de la profecía. Y por que esforzarse tanto por algo que él ni siquiera podría llegar a ver nunca.
Ya en el quinto, el grupito de proscritos sigue avanzando y se encuentra con
Shara, la que a todas luces es la viuda de Rasetsu nada más presentan a su personaje (hasta que no te lo digan hasta media vida después), que también muere. Llegados a este punto concluí que en el séptimo tomo habría muerto todo el mundo (y me equivoqué por muy poco).
Además, se empieza a intuir algo extraño sobre
Kendappa. Yasha mata con absoluta facilidad al general Kohmoku y, por primera vez, Ashura ve a su hermano mellizo, el príncipe Ten. Me dan pena estos dos, seguro que hubieran sido grandes hermanos en otras circunstancias.
Y el sexto es para mí, sin duda alguna, el mejor tomo de todo el manga. El misterioso general
Jikoku resulta ser Kendappa y encima es más fuerte que todos los demás. Ashura se carga a su madre (no la culpo), despierta del todo del todo del todo (porque primero despertó cuando Yasha la encontraba en el bosque, luego cuando encontraba a Shura, luego cuando Kujaku hacía el ritual aquel extraño... y así hasta 1000 veces) y después mata al
Rey Dragón (pobrecito).
A todo esto Yasha, Soma y Karura están enfrentándose a Taishaku, Kendappa y Zohchoh y muere
Karura (sin haber hecho nada útil, apenas se acababa de unir al grupito y prácticamente se autoinmola, tanta historia para nada, podría haberse suicidado de verdad cuando murió Kariohbinga porque para el caso...).
Pero entonces llegó el gran BLUFF del séptimo y último tomo... En el que por fin descubrimos quién es
Kujaku y por que se comporta de esa forma tan extraña. El problema de este final es que Taishaku revela por qué se rebeló y se convirtió en el nuevo emperador y me parece un motivo tan absurdo para tanta muerte y destrucción... Ashura le pidió que impidiera la reunión de las seis estrellas. Taishaku podría haber matado a una de ellas para evitar la profecía. No hacía falta que iniciara un reinado del terror en que todo el mundo tuviera miedo hasta de su sombra, no hacía falta matar a Gigei, no hacía falta matar a Kariohbinga, no hacía falta ser un déspota. Si la muerte de las seis estrellas es lo que despertaría a Ashura del todo del todo del todo del todo debería haber protegido a
Soma y
Kendappa y no dejar que se mataran entre ellas... Que por cierto, me ha parecido precioso que Taishaku no permitiera que Soma le concediera la inmortalidad a Kendappa por aquello de no condenarla a la soledad eterna aunque me ha hecho reflexionar sobre cómo es posible que el sádico y psicópata de Taishaku fuera capaz de estar 300 años haciendo algo que le daba lo mismo solo por cumplir una promesa que hizo a una persona que ya está muerta...
Y luego está ese final horrendo en el que mágicamente y después de haber muerto casi todo el mundo Ashura se suicida (pero no se muere sino que entra en letargo) para evitar la destrucción que se supone que ansía. Hubiera preferido mil veces el mundo arrasado por el fuego que no eso. Y para más inri se quedan Yasha y Ashura, los dos solos, sin amigos, sin familia, sin clan, sin NADIE y uno de los dos es un ser asexuado. Me ha hecho pensar en
Chobits. Lo ponen en plan: oh, qué bonito, están juntos, pero ya me diréis qué hacen dos personas durante los siglos que supongo que les quedan de vida (a juzgar por la longevidad generalizada de todos los personajes de RG Veda) en total soledad y sin la posibilidad de engendrar hijos. Es que es TAN triste y deprimente...
Btw, estos días he estado buscando imágenes de RG Veda y he acabado con una colección de casi 200, todas preciosas. Dicho esto, me gustaría mucho que me explicarais qué criterio siguieron en Norma a la hora de escoger qué imagen poner en cada tomo. Os recuerdo que en su "edición de coleccionista" hay imágenes en los reversos de las sobrecubiertas (cosa que sigo considerando totalmente inútil y contraproducente) que son las que he escogido para la entrada, ya que son tan poco visibles en el tomo en sí. La cuestión es que la imagen que aparece en el reverso del tomo #1 es la misma que la de la portada del #3 y la portada del tomo #5 aparece después en el interior del propio tomo en tamaño reducido. Y yo me pregunto si habiendo ilustraciones para dar y regalar de RG Veda, hacía falta repetir algunas. Y todo esto sin contar que no sé qué criterio se siguió para decidir el orden...
PD: aunque después de leer esto penséis que he quemado los tomos nada más acabar de leerlos, lo cierto es que me alegro de haber comprado RG Veda y pienso que es un buen manga al que muchas de las posteriores obras de CLAMP deberían envidiar. Pero precisamente porque me ha gustado me indigno más con lo que yo considero errores de desarrollo, si no hubiera disfrutado su lectura no me habría dado tanta rabia.