domingo, 23 de septiembre de 2018

Une Vie au Zoo

Une Vie au Zoo (Kemono Michi) es un josei de Saku Yamaura publicado recientemente en Francia que jamás hubiese descubierto si no fuera por la recomendación de Flors que, no contenta con eso, acabó por venderme ella misma sus tomos. Lamento mucho deciros que se trata de una obra inédita en España que difícilmente encontraréis en un idioma inteligible (a no ser que sepáis francés claro) ya que ni siquiera está disponible en inglés.


Tras su último despido, Haruko decide probar suerte en el modesto zoo de Hidamari, que necesita personal con urgencia. Para su sorpresa, es contratada de inmediato a pesar de no tener ni formación ni experiencia como cuidadora, al responder con entusiasmo a la pregunta ¿te gustan los animales? que le hace el gerente. Pronto descubrirá que no es oro todo lo que reluce, que la naturaleza es salvaje y despiadada y que trabajar como cuidadora va mucho más allá de dar mimos a los animales...

Para la sinopsis he obviado un elemento clave de la trama revelada en el primer capítulo ya que su importancia se va diluyendo a lo largo de los capítulos pero veo necesario advertiros de todas formas. Haruko tiene una especie de don o habilidad especial que la hace diferente a los demás trabajadores del zoo: es capaz de percibir emociones con el olfato. Así, el taciturno gerente del zoo, hijo del anterior dueño, le irá imponiendo retos cada vez más difíciles a la protagonista, que resolverá con su olfato y empatía infalibles. Curiosamente, conforme se aproxima el final, la autora parece obviar este detalle ya que pasa de recurso ubicuo a desaparecer sin dejar rastro. Personalmente, agradecería que no apareciese desde el principio ya que no creo que sea necesario para que la trama avance.


Esta obra está catalogada como josei por lo que, en su concepción, se trata de una historia destinada, mayoritariamente, a un público femenino adulto. Si bien es cierto que aborda varios temas apenas explotados en el manga en general como son el mundo laboral (y la protagonista no trabaja ni en unas anodinas oficinas de propósito incierto ni en una editorial) o el mobbing, toda la obra desprende un optimismo patológico. A pesar de poner de manifiesto situaciones conflictivas que pueden darse en un parque zoológico, el mantra de casi todos los capítulos podría sintetizarse en algún mensaje motivacional barato del estilo "querer es poder".

Personalmente me parece algo insultante este tono despreocupado ya que estoy segura de que la autora podría haber elegido dar una representación más realista a su obra sin abandonar por ello un toque optimista. De hecho, la edición francesa incluye una pequeña nota de la mangaka detallando todos los libros que consultó durante la serialización de la obra incluyendo varios títulos que versan sobre el propósito de los zoos y las tareas específicas de las que deben ocuparse sus trabajadores. Para mí esto demuestra que a pesar del tono infantil, la autora reflexionó sobre qué mensajes quería transmitir a sus lectores y no tomó ninguna decisión a la ligera.


Son las partes amargas de la narración las que me han parecido más interesantes ya que Saku Yamaura desarrolla también, aunque en menor grado, la vertiente cruel pero evidente de los zoos. Los animales están enjaulados, privados de su libertad, obligados a ser separados de sus crías a menudo, mientras que la intervención humana, por mucho que sea bienintencionada, puede tener consecuencias irreversibles sobre algunos de ellos.

Siendo honesta con vosotros, de pequeña (y de no tan pequeña) quise trabajar en un zoo y cuando voy de viaje suelo visitarlos si tengo oportunidad (he estado en los de Viena y Praga, fui a una reserva de orangutanes cuando estuve en Borneo además de haber estado tanto en el zoo como en el acuario de Barcelona varias veces). Con esto os quiero decir que no solamente le tenía muchas ganas a Une Vie au Zoo sino que he disfrutado mucho de su vertiente didáctica/rigurosa. Sin embargo, Haruko me parece una protagonista infantil, ingenua e inconsciente, que pone su propia vida y, lo que es más grave, la de los visitantes en peligro. No contenta con eso, contradice las órdenes directas de sus superiores de forma reiterada, acto que la autora presenta como hazaña loable y no me parece un buen mensaje para transmitir a los lectores.


En definitiva, se trata de una obra correcta, sin grandes pretensiones, sin duda diferente a lo que una está acostumbrada a leer por estos lares. Si no fuese por sus resoluciones propias de cualquier película de Disney, lo recomendaría con más énfasis.

2 comentarios:

  1. Pues mientras iba leyendo la reseña ya iba pensando que no me convencía pese a ser de animales (always relevant), pero con lo de "resoluciones Disney" me has acabado de quitar del todo XD

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Siento que esta reseña pueda estar actuando de forma disuasoria y en realidad creo que tiene varios aspectos que la diferencian de cualquier otro título al alcance... Quizá a mí me pille mayor pero para una audiencia juvenil no me parece mala lectura.

      Eliminar