Después de más de un año, me decidí a ver la quinta temporada de True Blood y comprobar si era tan mala como se rumoreaba. Y bueno, debo decir que me ha hecho reírme a carcajadas. A partir de aquí, SPOILERS. De todo. Llegados a este punto no me veo capaz de comentar nada de esta serie sin hacer spoilers directos.
Como siempre cuenta con varias tramas aburridas, absurdas e irrelevantes (que ni siquiera conectan con otras) para rellenar como Terry Bellefleur huyendo de un Ifrit (y revelando por fin qué le hizo volverse loco en Iraq), Lafayette reencontrándose a sí mismo tras matar accidentalmente a Jesús (con imágenes de sus labios cosidos que ya nunca me abandonarán), Andy intentando tener una relación estable con Holly (y teniendo 4 semi-haditas a la vez), Hoyt desesperado con re-conquistar a Jessica, Tara convirtiéndose en vampiresa a las órdenes de Pam (y enamorándose de ella) y Alcide luchando por ser jefe de manada (y resolviendo problemas paterno-filiales) (y enseñando sus bonitos abdominales para diversificar un poco el público de True Blood).
Lo más llamativo de esta temporada es que, por creo que primera vez, las tramas de Sookie y las de Bill y Eric son completamente independientes. En realidad, la trama de Sookie es bastante irregular y no se puede decir que haga gran cosa a parte de unirse a un club de hadas bailarinas con un objetivo muy cuestionable. En ese sentido, los guionistas nos brindaron una de las mejores secuencias de la serie con una Sookie totalmente borracha y desinhibida a principio de temporada. Casi diría que se ha convertido en una secundaria más ya que no creo que tenga muchos más minutos de metraje que Alcide o Jessica.
Einstein was half fairy himself... |
El peso del argumento principal recae esta vez en Eric y Bill que se verán confinados en los cuarteles de la Autoridad Vampírica en una guerra político-religiosa entre los seguidores del movimiento sanguinista y los del mainstreaming. Conoceremos a muchos vampiros nuevos, entre ellos, la recién descubierta hermana de Eric, Nora, que tendrá un papel clave a lo largo de la temporada (y que es la única de todos los vampiros nuevos que aparecen que sigue viva al acabar la temporada). En este sentido me fascina que podamos ver sinsentidos religiosos respaldándose en un libro antiquísimo también en la facción vampírica. Bueno, y verlos a todos borrachos... no tiene pérdida.
Escenas que hacen que True Blood sea True Blood |
Sorprendentemente, la línea argumental con la que más he disfrutado ha sido la de Sam y Luna que se enfrentarán consecutivamente a la manada de lobos tras la muerte de Marcus, a un grupo racista que pretende acabar con todos los seres sobrenaturales (incluyendo no solo vampiros sino también cambiaformas, hombres lobo, semi-hadas y demás criaturas no humanas) y, finalmente, a la mismísima Autoridad, uniendo así (como siempre) casi todas las tramas (importantes) de la temporada en el último capítulo.
El tema del grupo racista me encantó porque es el clásico montón de gente apaleada que se une solo por su odio común hacia algo y que acaba extendiendo su rabia hacia cualquiera que se haya podido ver involucrado con el objeto de su rencor con lo que, al final, da lo mismo matar a vampiros asesinos que a cambiaformas que nunca te han hecho ningún daño que a humanos corrientes y molientes que se niegan a matar a una vampiresa solo porque les rompió el corazón (metafóricamente hablando claro). Os pongo un extracto de la demagogia fantástica y maravillosa de la que hacen gala y que probablemente sea menos ficticia de lo que nos guste admitir:
- Right here, right now, I feel more love, I feel more acceptance in this hate group than I’ve ever felt at church or basketball or anywhere for that matter.
- That’s what people don’t get! Hate groups is about more than hate.
- Of course if they started to call them love groups, nobody would want to be in one.
Otro detalle curioso ha sido ver por fin cómo se conocieron Eric y Pam (jamás hubiera imaginado que coincidieran en el mismo punto con Bill)... Y creo que eso es todo.
Y, al final, los guionistas se recrean en su omnipotencia dejando a los espectadores con el clásico cliffhanger horrible de final de temporada.
Afortunadamente, pienso ponerme YA con la sexta temporada |
En general, esta temporada ha sido una desvariación continua con una sucesión de escenas surrealistas que, desde luego, te distraen y te hacen reír con lo que es un entretenimiento perfecto para cuando necesitas desconectar con algo sencillo y bizarro a partes iguales. Eso sí, cuidado no se os vaya a contagiar la estupidez de los personajes de esta serie (lo que me recuerda que no he hablado de Jason en toda la entrada... aunque bueno, es que va sentando la cabeza cada vez más).
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