Como espero que todos supierais ya, este fin de semana ha tenido lugar el segundo Kboom en el Espai Jove La Fontana de Barcelona. Se trata de un evento de cómic y autoedición para promocionar el cómic europeo y, sobre todo, el español, dando visibilidad a la cantera de artistas que tenemos en España, tanto profesionales como amateurs.
Pues bien, para su primera edición yo estaba en París así que esta vez tenía muy claro que por más trabajos y actividades pendientes del máster que tuviera, no me lo podía perder. Y mi experiencia empezó llegando a las 14.15h y encontrándome el lugar... ¡cerrado a cal y canto! Casi me pongo a llorar allí mismo de lo retrasada mental que me sentí:
Vamos a meditar conjuntamente qué puede querer significar "cerrado para comer" |
Ante este panorama y en mi infinita soledad y estupidez decidí volverme para Plaça Catalunya (de dónde venía) a pasar el rato usando el Fnac de biblioteca y comencé a leer París era una fiesta (apuntado a la wish-list). A las 16h ya estaba de vuelta en Fontana, esta vez sí, para experimentar el Kboom desde el ignorante punto de vista de una mera lectora.
Mi primera parada (que acabó siendo también la tercera, quinta, sexta y enésima) fue el stand de los jovencísimos (me siento vieja cuando hablo con ellos porque tienen dos años menos que yo) estudiantes de Bellas Artes en Valencia: mi adorada Xuls/Takitakos (que se acordaba de mí), mi también adorado Luis/Suscrofad (que no se acordaba tanto y que me guarda rencor porque me gustó más Dos gotas que Haiku), Uxía (que me instó a aprender gallego cuando pedí una traducción de A tartaruga), Seluusi (muy mona, también participó en el Sacoponcho pero con una ilustración) y Cati (que también se acordaba de mí ♥). Todos majísimos y que me aguantaron con paciencia las cuatrocientas veces que pasé por su stand a perfeccionar mis dotes de stalker en ciernes. Me compré la edición en papel de Prisa (un cómic que hizo Takitakos para el reto del 24-Hour Comic Day) e Inmortal (la propuesta para este mismo reto de Núria Tamarit, recién descubierta artista (que resulta que también había participado en el Sacoponcho con una ilustración)) por 6€ tan contenta porque no sabía que Xuls tuviera intención de editarla y ya la había leído en su tumblr. Además, Xuls me regaló una postal y me la firmó porque es adorable. De mis paseos por allí pude hojear la libreta de Xulia y admirar sus originales (quiero robar esa libreta), también vi a Luis dibujando una Kiki monísima y aproveché para que Uxía y Seluusi me firmaran el Sacoponcho (momento en que Xuls recordó muy amablemente a Luis que soy una obsesa de las firmas insinuando que tengo un pequeño desequilibrio mental). En resumen, os agradezco que no me echarais a patadas de vuestro stand y solo espero no haberos causado una muy mala impresión...
Acto seguido encontré a Ninona rodeada de pósters preciosos de ilustraciones inéditas que decidí no comprar cuando los vi la primera vez y que acabé comprando al final del día, puntos de libro, postales y, lo más importante, ¡ejemplares de The Lotus Eaters! Le compré el ejemplar que me tenía reservado (por solo 9€, que es un ahorro muy considerable si comparamos con lo que cuesta en la página web) porque soy VIP y la estuve molestando con mi charla interminable un ratito. Al cabo acabé volviendo un par de veces y le usurpé media silla porque se me iban a caer los pies a pedazos y estuvimos hablando de Übersexual, Badirfilay, la vida, la crisis, la gente friki y los chistes de biología que siempre estoy compartiendo en facebook. Muy entretenido y ameno todo, me alegró mucho poder hablar largo y tendido con ella ya que en el salón del manga apenas la vi de refilón. Y acabé por comprarle el indispensable punto de libro de gatitos y un póster precioso tamaño A3 que próximamente plastificaré y colgaré en mi habitación (cuando acabe el máster más o menos).
A estas alturas de la tarde creo que fue cuando me encontré con Babiranma y Carles y acabé de convencer a la primera de que se comprara el Sacoponcho y también Prisa/Inmortal ^^ Nos pusimos un poco al día con nuestros respectivos estreses y nos despedimos porque ellos ya habían visto a fondo la zona de mercadillo.
Entonces aproveché para que Henar me firmara mi tomo #1 de Mala Estrella e intenté recabar información sobre el Amorcionario sin mucho éxito. Para mi sorpresa, también se acordaba de mí y estuvimos hablando un rato de Aunque tú no lo sepas, el que creo que debió de ser su primer cómic y que espera en un cajón a ver la luz con su estilo perfeccionado.
Pasé a saludar a Rata que ante una potencial compradora me ofreció en 5 segundos todo lo que vendía en el stand y al final me adjudiqué Dedos Sucios #2 por 5€ que leí en el bus de vuelta y que me ha gustado mucho (reseña próximamente). También vendía originales a 20€ que quería comprar a sabiendas de que los puso muy baratos pero que no me pude permitir con mi sueldo de canguro (otra vez será T_T).
De ahí pasé a ver a Marisa y Marcel dibujando dragones a la par pero tampoco les hice ningún encargo porque ni sabía qué pedir ni creía que fueran a acabarlo ese mismo día con la de curro pendiente que tenían. Algún día.
A los que sí que ofrecí dinero por un dibujo fue a Xuls y Luis pero no habían traído material para dibujar ni tenían espacio para hacerlo así que otra vez será. Ironías de la vida. Es una suerte saber que me los acabaré encontrando a todos antes o después en algún otro salón.
A eso de las 18h renuncié a ir al taller de microguiones porque no tenía la confianza y seguridad necesarias para participar y se me solapaba con las firmas de Enrique Fernández así que bajé a ver las exposiciones de los autores invitados. Me desternillé con la de Bea Tormo y me dieron muchas ganas de comprar obras varias de Enrique Fernández y Enrique Corominas.
Finalmente, a las 19h me fui a hacer cola para las firmas de Enrique Fernández y... no había. No sé qué jaleo tuvieron a nivel de organización con los Enrique Corominas/Fernández que firmaban el uno después del otro pero el caso es que las firmas de E. Fernández no empezaron hasta casi las 20h y yo ya me estaba mordiendo las uñas pensando que no me daría tiempo de ver el Pencil Fighter (ILUSA DE MÍ). Pero Enrique dibujaba a la velocidad de la luz y yo estaba la segunda en la cola así que la preocupación se disipó rápidamente (no así el dolor de pies que empezaba a dificultar mi posición bípeda).
A las 20h estaba preparada para bajar a la sala de conciertos cuando me di cuenta de que justo a las 20h los autores empezaban a recoger sus chiringuitos y que, hasta que no acabaran, no empezaría el pencil fighter así que podía esperar sentada. Y me senté en el suelo claro.
Cuando al fin nos dejaron pasar a la sala de conciertos resultó que había que recolocar los focos, ajustar la iluminación, subir la pizarra, los rotuladores, comprobar que el sonido funcionara... Con lo que la lucha entre dibujantes se retrasó una media hora. A pesar de todo valió muchísimo la pena y estuve todo el rato acompañada de Ninona con la que pude comentar cada uno de los dibujos y lo surrealistas que eran algunos temas como zombies veganos, unicornios culturistas, el ojete de Mickey Mouse, el amor de una madre muerta o minúsculos gigantes (entre muchos muchos muchos otros). Mi más profunda admiración por los participantes, su rapidez para pensar en qué dibujar y, por supuesto, dibujarlo, todo en un minuto. Después de 4 rondas, la ganadora fue nada más y nada menos que Xulia. Como ya le dije en persona ayer, se lo merecía.
Para cuando acabó el Pencil Fighter eran ya las 21.30 y Ninona y yo salimos pitando (yo porque no quería perder el bus, ella porque estaba a punto de desmayarse por inanición) hacia el metro y hasta aquí mi crónica del Kboom! Os dejo con una foto de todas mis compras del sábado. Ahora estoy con más ganas que nunca de ir al Salón del Cómic...
Para cuando acabó el Pencil Fighter eran ya las 21.30 y Ninona y yo salimos pitando (yo porque no quería perder el bus, ella porque estaba a punto de desmayarse por inanición) hacia el metro y hasta aquí mi crónica del Kboom! Os dejo con una foto de todas mis compras del sábado. Ahora estoy con más ganas que nunca de ir al Salón del Cómic...