Para no hacer mucho el ridículo y también para aspirar a que alguien lea esta reseña, al final he decidido no escribirla en francés por mucho que los dos cómics de los que voy a hablar sólo estén disponibles en dicho idioma. Así que si consiguiera tentaros tendríais que resignaros a darle una oportunidad al francés, ¡avisados estáis! Tampoco es como si el hecho de usar mi idioma materno me fuese a facilitar demasiado la tarea de describiros tan improvisadas y caóticas historias.
Habiendo vivido siempre con sus hermanas, Aglaé es una joven oceánide con mucha curiosidad por el sexo opuesto. En su primer encuentro con un hombre queda embarazada y su padre la destierra por tamaña humillación. Empieza entonces la epopeya de la joven madre soltera, que deberá habituarse a las raras costumbres de los habitantes del país de Marylene, donde su temible (y estúpido) dictador y tirano tortura a las madres solteras, rapta a las mujeres con total impunidad para que pasen a formar parte de su harén y menosprecia continuamente al género femenino relegándolo a las tareas del hogar.
La Geste d'Aglaé es un cómic extraño. Y no lo digo por el estilo de dibujo, que también, sino particularmente por la aleatoriedad de la narración que hace que me imagine a la autora improvisando sin miedo de principio a fin. De hecho, a Anne Simon no se le caen los anillos por ir referenciando en todo momento cuál fue la publicación original de cada uno de los capítulos que componen la obra, dato que refleja cómo se trata de un compendio de capítulos semi-independientes semi-conclusivos más que de una novela gráfica convencional con un planteamiento, desarrollo y enlace formales. Tanto es así que pudo crear más tarde Cixtite (que, por otra parte, sigue el mismo patrón por mucho que contenga menos páginas), que no es ni precuela, ni secuela, ni siquiera historia paralela en el mismo universo con personajes distintos, sino que cuenta una peripecia más de Aglaé solapándose totalmente con la línea temporal de La Geste, y no pasa nada: el cómic se entiende bien igual.
Recuerdo que uno de los editores de Misma me comentó en el GRAF cuando me vio indecisa hojeando este BD que Anne Simon era una autora muy feminista. Este tipo de afirmaciones me hacen bastante gracia porque el término "feminista" se utiliza para designar muchísimas cosas distintas a día de hoy. En ese contexto, no tuve muy claro si se refería al empoderamiento de los personajes femeninos en sus historias o a un activismo feminista reflejado de forma directa en las páginas de estos BDs. Podría no haber sido ninguna de las dos pero al final resultó una extraña combinación de ambas... pero también de otras cosas. La gracia de La Geste d'Aglaé es que la propia Aglaé, siendo mujer, es un desastre de persona. Es impulsiva, egoista, ignorante, algo déspota, despreocupada, caprichosa, independiente y diferentes combinaciones de estos adjetivos a lo largo de la obra, ya que todo lo que le ocurre va forjando su carácter. Así que mientras Anne Simon va citando a distintas personalidades destacadas por su activismo feminista (como Marie Le Jars, François Poullain de La Barre y Hubertine Auclert), construye una trama en que si bien es una mujer la que acaba con la tiranía de su predecesor y, hasta cierto punto, trae consigo una mejora de la calidad de vida de sus habitantes, acaba convirtiéndose ella misma en una nueva tirana, sin ser una misógina pero peligrosísima igualmente al encontrarse en una posición de poder. Conclusión: si bien hombres y mujeres debemos(deberíamos) tener las mismas oportunidades y merecemos el mismo respeto, ¡ambos tenemos equivalente capacidad para ser dañinos! Como cómic con alusiones directas al feminismo, me parece un alegato espléndido.
Sin ir más lejos, la protagonista del spin-off que comentaba antes es una emperatriz opresora que se dedica a secuestrar para después castrar a todos los hombres del país de Marylene. Es decir, de nuevo nos presenta la autora una mujer en una posición de poder que no hace otra cosa que infligir dolor a los que la rodean. También me parece muy entretenido el intercambio de roles presente a lo largo de todo la obra, donde son los hombres los cocineros, los amantes, los floreros, los consortes, los que, en definitiva, se someten continuamente a la voluntad de las mujeres que les rodean.
Si buscamos entre la bibliografía de esta autora rápidamente encontramos obras anteriores cuyas protagonistas aparecen como personajes secundarios en las dos obras que me ocupan en esta reseña. Anne Simon ha desarrollado un vasto pero único universo que se expande poco a poco a cada nuevo cómic que publica e incluso a cada historia corta que improvisa para retos del estilo del de crear un cómic en 24 horas. Me encantaría poder descubrir nuevos matices de su obra pero estos títulos, anteriores en su publicación, se encuentran descatalogados y no creo que pueda conseguir fácilmente acceso a ellos. Para aliviarme un poco las penas espero con ganas el nuevo cómic que sacará a finales de este año en el que parece que va a seguir contando las aventuras de Aglaé.
El estilo de dibujo de Anne Simon es muy característico, con una total ausencia de personajes con rasgos humanos aunque todos sean antropomórficos en cierta medida (¡hasta las patatas fritas!) lo que dota a la obra de un aire de surrealismo añadido al de la propia historia. Mientras que La Geste d'Aglaé es un tomo más grueso y en blanco y negro, Cixtite Impératrice contiene menos páginas pero es a color.
Ya veis que se trata de dos títulos de lo más peculiares así que, como acostumbro a hacer, no os hago una recomendación firme y genérica aunque sí os animo a leerlos tanto si os van las historias más bien raras, con algo de cuento macabro/surrealista, como si buscáis cómics de autorAs, con protagonistAs y mucho juego de intercambio de roles.
Habiendo vivido siempre con sus hermanas, Aglaé es una joven oceánide con mucha curiosidad por el sexo opuesto. En su primer encuentro con un hombre queda embarazada y su padre la destierra por tamaña humillación. Empieza entonces la epopeya de la joven madre soltera, que deberá habituarse a las raras costumbres de los habitantes del país de Marylene, donde su temible (y estúpido) dictador y tirano tortura a las madres solteras, rapta a las mujeres con total impunidad para que pasen a formar parte de su harén y menosprecia continuamente al género femenino relegándolo a las tareas del hogar.
La Geste d'Aglaé es un cómic extraño. Y no lo digo por el estilo de dibujo, que también, sino particularmente por la aleatoriedad de la narración que hace que me imagine a la autora improvisando sin miedo de principio a fin. De hecho, a Anne Simon no se le caen los anillos por ir referenciando en todo momento cuál fue la publicación original de cada uno de los capítulos que componen la obra, dato que refleja cómo se trata de un compendio de capítulos semi-independientes semi-conclusivos más que de una novela gráfica convencional con un planteamiento, desarrollo y enlace formales. Tanto es así que pudo crear más tarde Cixtite (que, por otra parte, sigue el mismo patrón por mucho que contenga menos páginas), que no es ni precuela, ni secuela, ni siquiera historia paralela en el mismo universo con personajes distintos, sino que cuenta una peripecia más de Aglaé solapándose totalmente con la línea temporal de La Geste, y no pasa nada: el cómic se entiende bien igual.
Pero si estás... ... ¿desnuda? ¿y el padre? ¡se fue! ¿perdón? |
«Como fracases, te echo del reino, naturalmente» |
Si buscamos entre la bibliografía de esta autora rápidamente encontramos obras anteriores cuyas protagonistas aparecen como personajes secundarios en las dos obras que me ocupan en esta reseña. Anne Simon ha desarrollado un vasto pero único universo que se expande poco a poco a cada nuevo cómic que publica e incluso a cada historia corta que improvisa para retos del estilo del de crear un cómic en 24 horas. Me encantaría poder descubrir nuevos matices de su obra pero estos títulos, anteriores en su publicación, se encuentran descatalogados y no creo que pueda conseguir fácilmente acceso a ellos. Para aliviarme un poco las penas espero con ganas el nuevo cómic que sacará a finales de este año en el que parece que va a seguir contando las aventuras de Aglaé.
El estilo de dibujo de Anne Simon es muy característico, con una total ausencia de personajes con rasgos humanos aunque todos sean antropomórficos en cierta medida (¡hasta las patatas fritas!) lo que dota a la obra de un aire de surrealismo añadido al de la propia historia. Mientras que La Geste d'Aglaé es un tomo más grueso y en blanco y negro, Cixtite Impératrice contiene menos páginas pero es a color.
Ya veis que se trata de dos títulos de lo más peculiares así que, como acostumbro a hacer, no os hago una recomendación firme y genérica aunque sí os animo a leerlos tanto si os van las historias más bien raras, con algo de cuento macabro/surrealista, como si buscáis cómics de autorAs, con protagonistAs y mucho juego de intercambio de roles.