Hacía mucho que no sacaba tiempo para escribir sobre lo que veo en lugar de sobre lo que leo pero en el último mes he exprimido el contenido animado de Netflix así que quería hacer una entrada recopilatoria con comentarios (¡breves!) de varios títulos que se han añadido recientemente al catálogo en constante actualización de la plataforma.
Creo que el único motivo por el que Kubo y las dos cuerdas mágicas pasó sin pena ni gloria por la cartelera es el no haber estado producida por un gran estudio de animación como Disney/Pixar o Dreamworks. Porque la película es magnífica de principio a fin, con una dosis de drama lacrimógeno muy importante desde la primera escena, pero también de tensión y humor, con un protagonista entrañable cuya habilidad es... ¡¡el origami!! y su final agridulce, moraleja incluida. Una de las victorias de Kubo consiste en incluir un número muy limitado de elementos, con los que el narrador juega a su antojo pero que permiten una estructura clara, lógica y sin puntos ciegos. Si no habíais reparado hasta ahora en este título, abrid Netflix y coged la caja de pañuelos más cercana. Como hacía ya dos años de su estreno, no tenía para nada en mente que se tratase de una película grabada con stop-motion, sólo de pensar en el trabajo que debe de conllevar tamaña hazaña ya se me eriza el vello.
Cambiando totalmente de término, a Aggretsuko le di una oportunidad simplemente porque mi TL quedó inundada de fanarts de la serie en apenas unos días y, realmente, aunque no me hubiese gustado, con diez irrisorios capítulos de tan solo diez minutos de duración no suponía un riesgo demasiado grande. Aggretsuko narra el día a día de una contable japonesa (versión antropomórfica kawaii de una panda roja), Retsuko, que canta heavy metal a escondidas para lidiar con el estrés y la ira que le generan su trabajo y su jefe. Aunque yo fui capaz de controlarme y la serie me duró una semana más o menos no me extraña nada que muchos se entregaran al binge watching de ver la temporada entera del tirón. Si tenéis cierta edad y, por mucho que os pese, ya os podéis considerar adultos, es imposible que no os sintáis identificados con la protagonista y soltéis más de una carcajada con sus ocurrencias. Los capítulos duran un suspiro y saben a poco pero eso no hace que la serie sea menos adictiva, sino todo lo contrario.
Y, una vez metida en esto de las series que no duran ni un estornudo, me recomendaron Over the Garden Wall en el momento justo y me sirvió para paliar parcialmente mi soledad los días que estuve en Múnich. Me es imposible contaros nada de esta serie porque no tiene ningún tipo de sentido hasta el penúltimo episodio y pretender resumir aunque sea con un par de pinceladas generales lo que ofrecen sus capítulos sería incurrir en spoilers. Así que me tendréis que creer cuando os digo que es una maravilla y que también tendréis que añadir-la a la to-watch list. En este caso, el humor y el horror se mezclan sin ton ni son dando como resultado una sucesión anacrónica de malas decisiones, casualidades hilarantes y sinsentidos varios con un desenlace sublime.
Sé que me ha quedado una entrada muy cortita y no creáis que no he sudado para conseguir este nivel de síntesis pero por más que me gustaría dedicar sendas entradas a cada título, no tengo tiempo para explayarme todo lo que querría y ¡prefería hablar un poquito de todos a no recomendar nada en absoluto!
Creo que el único motivo por el que Kubo y las dos cuerdas mágicas pasó sin pena ni gloria por la cartelera es el no haber estado producida por un gran estudio de animación como Disney/Pixar o Dreamworks. Porque la película es magnífica de principio a fin, con una dosis de drama lacrimógeno muy importante desde la primera escena, pero también de tensión y humor, con un protagonista entrañable cuya habilidad es... ¡¡el origami!! y su final agridulce, moraleja incluida. Una de las victorias de Kubo consiste en incluir un número muy limitado de elementos, con los que el narrador juega a su antojo pero que permiten una estructura clara, lógica y sin puntos ciegos. Si no habíais reparado hasta ahora en este título, abrid Netflix y coged la caja de pañuelos más cercana. Como hacía ya dos años de su estreno, no tenía para nada en mente que se tratase de una película grabada con stop-motion, sólo de pensar en el trabajo que debe de conllevar tamaña hazaña ya se me eriza el vello.
Cambiando totalmente de término, a Aggretsuko le di una oportunidad simplemente porque mi TL quedó inundada de fanarts de la serie en apenas unos días y, realmente, aunque no me hubiese gustado, con diez irrisorios capítulos de tan solo diez minutos de duración no suponía un riesgo demasiado grande. Aggretsuko narra el día a día de una contable japonesa (versión antropomórfica kawaii de una panda roja), Retsuko, que canta heavy metal a escondidas para lidiar con el estrés y la ira que le generan su trabajo y su jefe. Aunque yo fui capaz de controlarme y la serie me duró una semana más o menos no me extraña nada que muchos se entregaran al binge watching de ver la temporada entera del tirón. Si tenéis cierta edad y, por mucho que os pese, ya os podéis considerar adultos, es imposible que no os sintáis identificados con la protagonista y soltéis más de una carcajada con sus ocurrencias. Los capítulos duran un suspiro y saben a poco pero eso no hace que la serie sea menos adictiva, sino todo lo contrario.
Y, una vez metida en esto de las series que no duran ni un estornudo, me recomendaron Over the Garden Wall en el momento justo y me sirvió para paliar parcialmente mi soledad los días que estuve en Múnich. Me es imposible contaros nada de esta serie porque no tiene ningún tipo de sentido hasta el penúltimo episodio y pretender resumir aunque sea con un par de pinceladas generales lo que ofrecen sus capítulos sería incurrir en spoilers. Así que me tendréis que creer cuando os digo que es una maravilla y que también tendréis que añadir-la a la to-watch list. En este caso, el humor y el horror se mezclan sin ton ni son dando como resultado una sucesión anacrónica de malas decisiones, casualidades hilarantes y sinsentidos varios con un desenlace sublime.
Sé que me ha quedado una entrada muy cortita y no creáis que no he sudado para conseguir este nivel de síntesis pero por más que me gustaría dedicar sendas entradas a cada título, no tengo tiempo para explayarme todo lo que querría y ¡prefería hablar un poquito de todos a no recomendar nada en absoluto!
Ay tengo que ver Kubo de una vez...
ResponderEliminarpero todos decís tanto que es de llorera que tengo que estar de humor para "sufrir" XD
over the garden wall y aggretsuko maravelloses :____)
No sé cuántas películas de animación para público infantil has visto últimamente pero desde luego Kubo está por encima de la media así que worth a try!
EliminarOver the garden wall y Aggretsuko espero spin-off/segunda temporada ASAP
Sí te gustó "Aggretsuko" te recomiendo "Estupor y temblores", libro de autobiografico de la belga Amélie Nothomb en el que cuenta, en tono tragicómico, su experiencia como empleada en una empresa japonesa. La verdad es que cuando vi este anime no pude evitar compararlo con el libro de Nothomb porque tienen muchas cosas en común, aunque la obra de la belga termina siendo algo más cruda.
ResponderEliminarHala, qué casualidad, pues justo el libro que comentas fue la lectura obligada en mi tercer año de francés en la EOI! Es un libro extremadamente surrealista... No se me había ocurrido comparar ambas obras pero ahora que lo dices sí que tratan exactamente el mismo tema, aunque el tono sea opuesto ^^u
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