Páginas

jueves, 28 de septiembre de 2017

Nuestra pequeña historia

Hace ya más de un año de la salida de este manga. Aunque me llamó la atención desde el anuncio de su licencia, no me pude hacer con sus dos tomos hasta hace poco. Nuestra pequeña historia es un título que ha pasado totalmente desapercibido entre el vasto aluvión de novedades al que nos someten las editoriales mes a mes desde hace una temporada. Y, precisamente por eso quiero aprovechar para hablaros un poquito de él en el blog.



Tras la muerte de su abuela materna, Yukiko, junto con su madre y su hermano mayor, ha tenido que mudarse del pueblo a una pequeña ciudad. Con la mudanza han venido muchos más cambios de los que a ella le gustaría... la casa, el instituto, los compañeros, y la "forma de vivir" en la ciudad donde todo el mundo parece ir más acelerado. Además, con la transición a la secundaria, no sólo se trata del entorno sino también de integrarse en su nuevo grupo de amigas, aprenderse un montón de términos sin aparente sentido para "estar a la última" y, quién sabe, quizá hasta enamorarse por primera vez.

Publicado en una revista de demografía seinen, Nuestra pequeña historia cuenta el día a día de una adolescente que debe enfrentar muchos cambios a la vez. Para ella, tanto ir a comprar moniatos a escondidas como ser capaz de preparar galletas para el chico que le gusta son hazañas de dificultad comparable. En todas sus acciones, Yukiko resulta una protagonista absolutamente entrañable.


Nuestra pequeña historia explota esa sensibilidad tan peculiar que puede encontrarse en otros manga del catálogo de Milky Way, como Los Dioses Mienten, en que por muy jóvenes e inocentes que sean los protagonistas, hacen gala de un sentido común y un pragmatismo envidiables. Misono Sawa deleita a sus lectores con silencios significativos y secuencias costumbristas mudas a las que no falta ni un detalle. Pasaréis más rato observando las viñetas en que Yukiko llega a casa y se dedica a prepararse un cacao caliente para entrar en calor que leyendo sus escuetos diálogos con Pitaka.

Desconozco el género y la edad de Sawa pero, en cualquier caso, ha realizado un fiel reflejo de lo que conlleva la vida de instituto. Yukiko es tan real como la vida misma, todo su mundo se reduce a su familia y sus amigas por lo que, cualquier perturbación de una u otra parte tiene un efecto tremendo en su estado de ánimo. Hay todo un capítulo dedicado a la obsesión de sus compañeras por cierta revista de moda y me fascina el interés fingido de la protagonista, a la que no podría importarle menos.


Mientras que, en un principio, disfruté saboreando capítulo a capítulo las aventuras y desventuras de Yukiko, Pitaka y compañía, conforme iba avanzando parecía que la historia adquiría matices algo más serios, con toda una serie de subtramas de lo más prometedoras. Sin embargo, todas ellas quedan cortadas de raíz al acabar el segundo y último tomo en un final anticlimático que me resultó difícil de digerir.

Con todos sus pros y sus contras, Nuestra pequeña historia se queda a medio camino de lo que podría haber sido uno de mis manga favoritos. A mi modo de ver, le faltaba como mínimo todo un tomo entero adicional para poder cerrar todas esas pequeñas historias cuyo punto de partida apenas está esbozado. Aunque quizá fuese esa precisamente la intención del autor/a, para dejar a la inventiva del lector qué es lo que le ocurre a cada uno de los personajes. 

lunes, 25 de septiembre de 2017

Cuando las palabras pierden su significado

Me he puesto un título tan inespecífico que podría hablaros de mil cosas distintas en esta entrada. De hecho, se trata de un fenómeno muy común. La palabra «otaku» por ejemplo. Yo, personalmente, la odio, y me da "no sé qué" ver a tanta gente aficionada al manga que se autodenomina con ese término, de origen claramente peyorativo, con orgullo. Pero claro, lo mismo ocurre con «gaijin» y acabamos con toda una línea editorial bautizada con ese nombre. Al final, las palabras, y sus acepciones, evolucionan y puede que sea absurdo aferrarse a sus orígenes.


El concepto que me empieza a mosquear últimamente es «shôjo». Los que me seguís desde hace tiempo sabéis de sobra que siempre he sido una defensora acérrima del término. He discutido largo y tendido cómo se trata de una demografía de capa caída en España y lo que me indigna su situación. He depositado (quizá demasiada) energía negativa en varias editoriales, sobre todo Planeta, por el trato que se le da. Y, en general, me he llevado muchos disgustos tontos.


Últimamente parece que siempre haya un motivo para enfadarse, tenemos para escoger. Por un lado, Planeta se vanagloria de traer mucho shôjo y en su presentación de novedades no hace otra cosa que anunciar el lanzamiento de varios shonen y seinen como si lo fueran sólo porque aparecen chicas en portada. Por el otro, Norma anuncia con orgullo la licencia de Horimiya, también como shôjo y, no contentos con eso, alegan que fue uno de los títulos más votados en la famosa encuesta en que animaban a los lectores a sugerir títulos de demografía shôjo para su futura licencia. Con el ambiente así de caldeado, llega MW con tres licencias y especifica la demografía de 2/3, ¡exacto! la licencia sin demografía era un shôjo.


¿Quién tiene el problema aquí? ¿Las editoriales? ¿Todas? Me parece un poco vergonzosa esta invisibilización de una demografía femenina pero, si me voy a la raíz del problema, por mucha rabia que me dé tengo que terminar por asumir que, desde el punto de vista editorial, es decir, económico, no puedes publicitar una obra que estás sacando diciendo que es una mierda. ¿El shôjo es una mierda? ¡No! ¿No será que los lectores lo piensan...? Quizá el problema no es de las editoriales sino de los compradores. Así que, como se suele decir, tenemos lo que nos merecemos.


Y, de todas formas, ¿qué es el shôjo? Un género no es. No es romance, no es florecitas, no son corazoncitos por doquier. Es una demografía. Es una categorización sexista, simplista y retrógrada que se corresponde con una realidad sociocultural distinta a la española. ¿Por qué deberíamos aferrarnos a unas etiquetas que no son más que el reflejo de una sociedad enferma llena de carencias? ¡La palabra en sí misma significa "cómic para chicas"! A mí me gustan los cómics, de varias demografías y varios países de origen, hay shôjo que me parecen absolutamente imprescindibles y otros que aborrezco como pocos; me pasa lo mismo con el shonen. Así que ya está, me he cansado de mosquearme, yo seguiré leyendo (y comprando, cuando se pueda) las historias que me parezcan interesantes. Y si tienen protagonistas femeninas fuertes, coherentes, con las que pueda o quiera sentirme identificada, pues mejor que mejor.

viernes, 22 de septiembre de 2017

Porra salonera

Pasado el ecuador de septiembre y con el concurso manga de Norma en marcha, es un hecho que la próxima edición del Salón del Manga de Barcelona está a la vuelta de la esquina, lo que significa que ha llegado la hora de retomar otra vieja tradición: hacer apuestas sobre las licencias que se anunciarán en sendas presentaciones de novedades.


Me animo con esto porque vi rondando por twitter esta plantilla, bastante apañada, para rellenar a modo de quiniela pero ya sabéis que yo no puedo limitarme a hacer una lista de títulos, necesito escribir un poquitín más. Como siempre, las editoriales aparecen por orden alfabético:

ECC


Por mucho que Daisuke Igarashi sea un autor rara avis y sus obras suelan ser de escasa duración, cuenta con un catálogo bastante prolífico y espero sinceramente que Los niños del mar no sea la última obra del autor que nos llegue. Debido al consabido conflicto con el moiré y al público ya de por sí nicho de este mangaka, no sé qué tal le habrá ido en ventas a esta obra por lo que le auguro un futuro más bien negro a sus obras. Mi esperanza recae en mi reciente compra de Hanashippanashi en francés, que abre las puertas a su licencia en España siguiendo mi historial.


Adaptado en inglés como Cells at Work y en francés como Les brigades immunitaires, creo que este es el año para anunciar Hataraku Saibô, un manga muy especial que muchos han bautizado como el "Érase una vez el Cuerpo Humano" versión manga. Si no cae en este salón, lo comenzaré en francés/inglés, es una historia que no me puedo perder de ninguna de las maneras.


Creo que va siendo hora de que ECC anuncie algún josei y ya que nadie parece interesado por Ooku (si alguna editorial hubiese querido traerla lo habría hecho hace años), una alternativa factible podría ser Shôwa Genroku Rakugo Shinjû, cuyas portadas quizá os suenen porque se licenció en Estados Unidos bajo el título Descending Stories. Se trata de un manga multigalardonado en Japón y cerrado con diez tomos así que el único motivo que se me ocurre para no verlo por aquí es que la licencia sea demasiado cara...

Fandogamia


Es la primera vez que Fandogamia aparece en este tipo de entradas pero después de las más que gratas sorpresas que ha venido dando durante los últimos meses, auguro que nos espera algún anuncio jugoso durante los días de salón. Y ya que publicar alguna obra adicional de Yuhki Kamatani iría en contra del mantra de Tomodomo, apuesto por que la gran EFE se tire a la piscina con Shimanami Tasogare y comparta así catálogo con Private Report of my Lesbian Experience.

Ivrea


Hace como mínimo cinco años que repito lo mismo y ahora que acaba de finalizar en Japón, me voy a plantar y va a ser la última vez (a vosotros lectores os pongo por testigos) que añada este título en una entrada de este tipo. Sukitte ii na yo, al menos en sus primeros capítulos, es un shôjo que explota el tópico de la chica introvertida y sin amigos y el guaperas macarra que se enamora de ella y no para hasta conquistarla. Es un manga con romance, con smut, que trata la aceptación de uno mismo desde diversas aproximaciones y con un dibujo característico y atractivo. Ahora que terminan tanto Adolescente pero no Inocente como Kaichou wa Maid-sama!, HeartBeats e incluso Ore Monogatari!!, creo que ya va tocando una renovación del catálogo shojo de Ivrea y Sukitte ii na yo me parece una espléndida elección.


Alternativamente, podrían optar por una obra actualmente en curso que ha recogido una crítica estupenda tanto en Japón como en Francia: Takane & Hana. La premisa es típica y tópica hasta decir basta y, de hecho, explota un cliché que me pone un poco de los nervios con una diferencia de edad bastante marcada entre ambos protagonistas pero a juzgar por su éxito parece que la autora lo sabe llevar bien.


Y, en caso de que Leandro no tenga muchas ganas de arriesgarse con una obra tan larga, una opción más segura sería quizá Seirou Opera, de la misma autora de Black Bird, ya que es frecuente continuar con el catálogo de autoras que han demostrado ser rentables. Respecto a Go Ikeyamada, a pesar de lo prolífica que ha sido en los últimos años y a su presencia en el resto de mercados manga tanto en Europa como Estados Unidos, la doy por perdida definitivamente después de tantos años sin saber nada de ella.

Milky Way


En la porra de hace dos años vaticiné que Milky Way licenciaría Gangsta, me anticipé más de lo esperado pero, ya que acerté con esta, por qué no con la otra. Así que este año sigo insistiendo con Saturn Apartments, una historia costumbrista y de ciencia ficción, dos géneros que combinan a la perfección.


Milky Way parece que no le hace ascos a ninguna demografía así que ¡por qué no anunciar algunos shôjos en el salón! Mi primera apuesta sería Perfect World, cuyo rasgo diferencial respecto a otras obras de la demografía consiste en la discapacidad física del protagonista masculino. En Milky Way siempre se ha mostrado interés por historias y personajes diversos así que me parece una buena combinación.


Me sigo inspirando en el mercado francés y en otros títulos ya publicados por la editorial para sugerir la segunda opción shôjo: Daisy ~ 3.11 Joshikouseitachi no Sentaku. Este manga trata sobre cómo retomar el día a día tras un desastre natural tal como el tsunami que asoló la ciudad de Fukushima cuando se es una estudiante de instituto.

Norma


Está claro que LA licencia de este año va a ser Yakusoku no Nerverland y, ya que Planeta se hizo con Boku no Hero Academia, diría que este año le toca a Norma dar el bombazo. Pocas dudas tengo sobre esta licencia ya que el mercado manga en España no suele ser muy predecible excepto cuando se trata de los top ventas del momento.


Siguiendo con la tradición, veo a Norma anunciando un shôjo como si fuera shonen y una obra que diría que se presta bastante a ello es Kujira no Kora wa Sajou ni Utau, más conocida como Children of the Whales. Además, con el anuncio de que su anime se emitirá vía Netflix en todo el mundo, alguna editorial debería aprovechar el interés que despertará para publicar el manga.



Y puede que la única licencia de toda la entrada que veo anunciada con un 99% de probabilidades es Fruits Basket Another, una secuela que haría juego con la flamante nueva edición de Fruits Basket en tomos dobles. Reconozco que faltan todavía muchos meses para que termine de sacarse la nueva edición así que es posible que aunque lo licencien, no empiecen a sacarlo hasta terminar con la historia principal... pero no estaría de más anunciarlo. Como bonus, se acaba de anunciar que el manga finalizará con tan solo tres tomos recopilatorios.

Panini


Sinceramente, ya me cuadraría que Panini no anunciase absolutamente nada en el salón (su presencia es cada vez más anecdótica) pero como no sabía a qué editorial colocarle esta licencia y quería que apareciese sí o sí en la entrada pues ahí va Baraô no sôretsu, también conocido como Requiem of the Rose King. Al fin y al cabo, por mucho que su época dorada quedara atrás hace muchos años, no olvido que fue esta editorial la que publicó obras como Reloj de Arena o W Juliet.

Planeta


Ahora que ya se han pulido el catálogo de Wataru Yoshizumi, Yoko Kamio y Ai Yazawa, no dejo de pensar que Arina Tanemura podría ser la nueva gallina de los huevos de oro. Puede que hasta aquí hayan durado los escarceos de Planeta con el shojo pero, en caso de que continuasen, veo a Tanemura como una candidata firme. Eso sí, no ya con Sakura Hime Kaden, que finalizó en Japón hace 4 años sino con sus obras más recientes, como Neko to Watashi no Kinyôbi o 31 I Dream.


Otra autora que podrían recuperar (¡por poder!) es Sahara Mizu, de la que esta editorial ha publicado ya dos tomos únicos, Añorado Rozione y Voces de una estrella distante. Se trata de una autora con una sensibilidad muy particular, cuyas obras no se adhieren a las estructuras típicas del manga. Desde que abrí el blog he ido sugiriendo títulos diferentes de la mangaka, en esta ocasión opto por Tetsugaku Letra ya que lo han licenciado recientemente en Francia lo que me hace pensar que su licencia quizá esté rondando por otros países europeos.


Otro manga que podría tener números para su licencia gracias a la emisión de su anime (aunque sólo sea en Japón) es Shôkoku no Altair y básicamente lo añado a la porra porque soñar es gratis. Este shonen de ficción histórica con más de 19 volúmenes en su haber narra las aventuras de un joven general militar en el imperio turco.


Y como a Planeta le gusta hacer vídeos anunciando mil novedades en pocos minutos, aún añado una cuarta opción a la lista. Cualquier obra de Hiroaki Samura entra en este párrafo ya que me cuesta creer que con dos ediciones de la larguísima La Espada del Inmortal, ninguna editorial tenga pensado seguir apostando por un mangaka de su talla. Hay muchos títulos para elegir: Harukaze no snegurochka, Namiyo kiite kure, Wergelder...

Ponent


Sé que Taiyo Matsumoto "pertenece" al catálogo de ECC pero una de sus obras me pega mucho con el tipo de licencias de Ponent. Todavía no he leído nada de este autor a pesar de que me lo han recomendado en múltiples ocasiones pero si viera Les Chats du Louvre en una librería no creo que pudiera resistirme.


Ya que desde su cuenta de twitter dejaron caer que tenían licencias interesantes por anunciar y, además, un par de ellas eran de autoras, me animo a pensar que o bien siguen apostando por Moyoco Anno o bien amplían miras con autoras igual de polémicas que la primera (¡o ambas opciones!). Así que con Moyoco Anno voto o bien por Sakuran o bien por la más reciente Bikachō Shinshi Kaikoroku. En cuanto a la segunda autora, creo que obras como Helter Skelter o Pink, de Kyoko Okazaki, seguirían muy en la línea de Gorda.

Tomodomo


Sé que he leído en algún sitio que desde Tomodomo han admitido que Moto Hagio sería la excepción a su política editorial y que les gustaría traer más obras de la mangaka a España (como siempre, en vista de que ninguna otra editorial parece dispuesta a darla a conocer). Y, como siempre, apuesto por Poe no Ichizoku porque no me la puedo comprar ni en inglés ni en francés.


Si hizo falta que entrara Tomodomo en el mercado del manga español para que pudiéramos leer en castellano alguna obra de la celebérrima Moto Hagio, sólo este equipo de editoras se atrevería a dar a conocer a una mangaka como Akiko Higashimura. Entiendo que Kuragehime es una apuesta imposible por su longitud (inasumible para una obra de sus características) pero Kakukaku Shikajika reúne todas las características para ser publicado aquí y poder descubrir por fin a esta mangaka.

Respecto a Tomodomo imagino que tendrán también algún BL en cartera pero mi desconocimiento sobre este género es tal que no puedo ni hacer una apuesta. Me podéis sugerir algunos en los comentarios =)

Como podéis ver, a mí no me hace falta categoría de "Milagritos"... ¡porque prácticamente todos lo serían! Espero acertar alguna ni que sea por probabilística. ¿Qué licencias esperáis vosotros? ¿Alguna de mi lista?