Páginas

domingo, 27 de noviembre de 2016

¿Quién es el 11º pasajero?

Los que me seguís en twitter puede que vierais (¡o participarais!) en una encuesta que hice hace unos días respecto a qué llevarme para leer en el AVE en mi último viaje a Madrid. No contenta con decir que os haría caso con vuestras sugerencias...


...solté la bravuconada de que haría reseña de la lectura elegida este mismo fin de semana...


Pues bien, yo solita me metí en el entuerto, yo solita tendré que salir de él. Aunque desde ya os digo que ni leí el tomo (íntegramente) en el AVE (al contrario de lo esperado, no me aislé así que apenas tuve tiempo de leer en el viaje) ni estoy muy segura de poder escribir algo decente en tan poco tiempo porque por muy tomo único que sea, es denso, denso, denso.


Los candidatos para entrar en la universidad estelar se enfrentan a la última prueba de acceso que es a la vez la más difícil pero la que mayor porcentaje de éxito tiene debido a las preselecciones previas. Los candidatos son agrupados de diez en diez para llevar a cabo este último examen. En el caso de los protagonistas, deberán trasladarse a una nave medio averiada y sobrevivir en ella durante 53 días. Sin embargo, una vez en ella se dan cuenta de que no son diez navegantes, ¡sino once! ¿Quién es el intruso y cuáles son sus planes? 

Por mucho que la sinopsis que os presento haga referencia, precisamente, a quién es en realidad ese 11º pasajero, la mayor parte del tomo la ocupa una segunda historia titulada Al horizonte del este, eternamente el oeste que tiene lugar tras lo acontecido en esta primera parte. Estas dos partes se diferencian tanto por su trama, protagonistas como género por lo que creo que merecen reseñas por separado. Por un lado, ¿Quién es el 11º pasajero? plantea una historia de intriga y misterio que bien podría estar guionizada por Agatha Christie si se hubiese animado con la ciencia ficción en sus tiempos. Hagio aprovecha para explorar el universo que ella misma ha creado, en un space opera en el que, además de la intriga por saber cuál será el siguiente obstáculo que encuentren los once en discordia, explora la psicología de los humanos (o alienígenas de hecho) ante el confinamiento y la incertidumbre. Está muy acertada sobre cómo determinadas situaciones pueden sacar lo peor de nosotros.


Aunque, en realidad, lo que más me ha gustado con diferencia de esta primera parte es la exploración que hace la mangaka de la identidad y la orientación sexuales gracias al maravilloso personaje que es Frol. Cuando pienso que esta obra se publicó en 1975 me da la sensación de que vamos hacia atrás en cuanto a la amplitud de miras. Moto Hagio estuvo tremendamente acertada mostrando cómo los prejuicios que hay hacia las mujeres condicionan la forma de tratarlas independientemente de sus capacidades y habilidades y lleva esto al extremo dotando de una profunda misoginia a uno de los personajes principales de la obra. No contenta con esto, también trata el amor como la mezcla entre sentimiento romántico y deseo pasional que es enfrentando ambas partes de forma directa (y con una resolución brillante).

En Al horizonte del este, eternamente al oeste vira hacia una trama de intrigas palaciegas y políticas que poco tiene que ver con el arco anterior y donde más he notado la influencia de Asimov. Aquí el rol de Tada y Frol se vuelve secundario y el protagonista pasa a ser Baseska que ya no me había caído muy bien en ¿Quién es el 11º pasajero? y que aquí me confirma que le falta un hervor. Ha sido en esta parte que, a pesar de su longitud, he notado más una aceleración que ya empezaba a percibirse al principio. Apenas se nos ha presentado la nueva situación que ya nos vemos inmersos en un complot que se desarrolla a marchas forzadas, con grandes dosis de dramatismo (demasiado y exagerado). El status quo cambia radicalmente de una página a la siguiente y eso hace que la lectura sea algo confusa a ratos. Fiel a sus principios, la mangaka introduce dos personajes femeninos en este arco que serán de lo más relevantes para el desarrollo de la trama y que se salen de los roles predefinidos que se suele asignar a las mujeres.


Después de la sorpresa al darse una cuenta de que ¿Quién es el 11º pasajero? no es más que la primera mitad escasa del tomo, sí que ya no me esperaba que a unas treinta páginas del final empezase la última parte real de esta obra consistiendo en una serie de mini capítulos humorísticos protagonizados por Frol (como no podía ser de otra manera) donde la autora explora un batiburrillo de ideas disparatadas que cabalgan entre la más pura comedia y la divagación metafísica. Tras el batacazo que, a mi parecer, sufre la trama en su segunda parte, estas historietas son como agua de mayo y confieso haberlas releído ya porque son hilarantes.

Aunque haya descuartizado un poco el tomo para su reseña, es evidente que hay ciertos elementos constantes a lo largo de este volumen único que son comunes a los dos arcos principales como son el dibujo, el humor o la precipitación de los actos. A riesgo de resultar repetitiva, os recuerdo que estoy hablando de una obra con más de 40 años a sus espaldas, caracterizada por lo tanto por un ritmo narrativo peculiar y un dramatismo pragmático (¿herencia de la post-guerra?) en que los continuos dilemas existenciales de los personajes se resuelven en dos viñetas y que, evidentemente, no se encuentran en el manga moderno (al que estoy acostumbrada). El dibujo... es especial. Abres el tomo y enseguida te das cuenta de que es distinto a los demás, que es un estilo que te transporta a otra época, con unas expresiones faciales de lo más exageradas, y unos diseños de personajes que oscilan entre la delgadez máxima y el marcado sobrepeso. Es un estilo de dibujo espléndido, con muchísima personalidad, los personajes destilan sentimientos por todos los poros del papel. Creo que esta obra ha envejecido increíblemente bien.


Dicho todo esto, ¿no os parece mentira que hayan tenido que pasar tantísimos años para que una editorial española le diese una oportunidad a Moto Hagio? Después de leer ¿Quién es el 11º pasajero? no dejo de pensar que fue una visionaria, una adelantada a su tiempo, integrando un género de novela predominantemente masculino como ha sido la ciencia ficción desde sus orígenes en una obra destinada a japonesas adolescentes del siglo pasado. Lo he estado pensando estos días y juraría que los únicos shôjo de ciencia ficción que había leído/conocía antes que este son Please save my Earth (súper recomendado por cierto; eso sí, suerte buscando los tomos de Mangaline) y Global Garden (que lo considero más fantasía que sci-fi pero bueno y en el que, curiosamente, también se aborda como parte central de la trama la identidad de género)... así que me reitero en que es una combinación de lo más inusual que, por cierto, funciona de maravilla.

Por supuesto, no voy a terminar la reseña sin alabar antes la edición cuyo perfeccionismo fue el culpable del retraso del tomo pero que creo que todos hemos agradecido ya que es sencillamente magnífica. ¿Quién es el 11º pasajero? es un tomo único de más de 300 páginas, con (muchas) páginas a color, la habitual traducción sin un error, un inesperado prólogo de Marc Bernabé y una nota de su traductora al final de todo acerca de la extensa biografía de Moto Hagio que permite entender cuáles han sido sus ambiciones y obsesiones desde que dibujó su primera viñeta.

Espero que, a estas alturas, os haya ya convencido de ir corriendo a la librería mañana mismo a comprar esta joya.

9 comentarios:

  1. Al haberme visto la peli antes, mucho más pausada y desarrollada, el manga también me pareció bastante precipitado. Y más teniendo en cuenta lo que dices: que termina en un suspiro para dejar lugar a la secuela. Y dios, qué muermo de secuela. Me aburrió tanto que ni la terminé. Fue una suerte que éste no fuera el primer manga de Hagio que leí.

    De tanto leer mangas de esos años, este dibujo antiguo ya me parece “normal”. Me genera mucha nostalgia lo que comentas porque es bastante similar a lo que sentí cuando leí La Rosa de Versalles por primera vez.

    Para acabar, te dejo con los únicos tres shōjos con ficción científica que me han venido en mente, a parte de los ya nombrados por ti: Baptism (en plan fantasioso), CLAMP – Club de detectives (en plan fantasioso-paródico) y Clover (CLAMP).

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡¡Tengo que ver la peli!! No recordaba ni que existiera, al buscar imágenes (sin éxito por cierto) para ilustrar la reseña me he encontrado con varias del anime y me han pillado desprevenida x'D

      TENGO QUE LEER LA ROSA DE VERSALLES (y La Ventana de Orfeo también ya que me pongo)

      Uf, Baptism no lo conozco, CLAMP Club de detectives me cuesta mucho calificarlo de sci-fi aunque hace tanto que lo leí que a saber y Clover... Clover te la acepto como ficción científica aunque es tan poética-apocalíptica que nunca la había enmarcado en este género.

      Eliminar
    2. La peli esa la vi hace un porrón, cuando no tenía ni idea de historia del manga. xDD No sé hasta qué punto me gustaría a día de hoy. Debería darle un revisionado.

      Pues probablemente, sin La Rosa de Versalles habría dejado el fandom del manga. Así que imagínate lo que fue (y es) para mí. Pero ya no lo puedo seguir viendo como antes. ú_ù Aunque La Ventana de Orfeo no me parece tan problemático, le falta el carisma de los personajes principales de La Rosa.

      De Baptism (del autor de Aula a la Deriva), hice reseña: http://fullesdansaires.blogspot.com.es/2015/04/baptisme-kazuo-umezu.html

      Bueno… es que mis criterios para clasificar como ficción científica son muy laxos. Así, entre otros, entra todo lo que contenga cacharros supuestamente hechos con ingenio humano (sin magia de por medio) y que no existan en la realidad en el momento de creación de la obra. Y en el Campus CLAMP hay mucho invento sacado de la manga. Pero bueno, ahí la ficción científica, en todo caso, sería un aspecto más bien secundario.

      Eliminar
  2. bien!
    ya estaba cerca de comprarla antes de la reseña, pero quería asegurar no fuera que hubiera envejecido mal... ya veo que no! pinta muy bien, caerá en mi próxima visita a la tienda de cómics XD

    yo también pensaba que era todo la misma historia!

    pd: espero que se confirme el éxito que parece que está teniendo y nos vayan llegando más clasicazos "obligados", que hasta ahora casi que sólo nos llegaban los de tezuka

    ResponderEliminar
  3. Como te he dicho esta mañana, me sentía mal por pensar igual que tu (y ahora veo que @Florsenversa tmb). La primera parte bien pero la 2ª se me está haciendo MUY cuesta arriba. A ver si cuando llegue a los míni capitulos de Frol, como bien dices, me dejan mejor sabor de boca...

    Demasiado hype tenía yo, pero reconozco que lo del "hermafrodismo" de Frol me dejó muerta al pensar que esto se había publicado en los 70. ¡¡Realmente Hagio era una avanzada en su tiempo!! Espero que si llegan más obras, sea la del Corazón de Thomas.

    Y si, tras leer la 1ª parte, lo que me vino en la cabeza fue: Saki Hiwatari se inspiró en esta obra para crear PSME.

    Lo que si quiero ver, es el anime, que descargué la peli hace unos meses para poder verla justo al terminar la lectura del manga, como bien me recomendaron Sheila y Flors.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Ya vi en twitter que, efectivamente, te gustaron las historias cortas del final! Sabía que Frol te tenía que gustar sí o sí, es un personaje genial ♥

      La verdad es que yo le tengo ganas a muchas obras distintas de Moto Hagio pero antes pediría Poe no Ichizoku que El corazón de Thomas, que esa la puedo pillar en inglés ;)

      Lo de Saki Hiwatari tiene gracia porque hemos pensado lo mismo pero cada una de una obra distinta de las dos que están publicadas aquí.

      Eliminar
  4. Gracias por la reseña. Este título me llamaba desde que lo anunciaron, pero tenía mis dudas. Ahora ya no :)

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Espero que te guste! Si es que te he animado a leerlo claro ;)

      Eliminar