Páginas

domingo, 26 de julio de 2015

MangAct BCN: una aplicación gratuita que os regala Ningaka

Los que conocéis a Ningaka ya sabéis que es una chica de lo más dulce e inteligente. Pues bien, ahora que tiene tiempo libre ha aunado ambas cualidades para diseñar, ella solita, una aplicación para Android gratuita para facilitarnos la vida a los asistentes al Salón del Manga. Entre charlas, conferencias, mesas redondas, sesiones de firmas, presentaciones de novedades, talleres, proyecciones, concursos, conciertos y un largo etcétera, las actividades que se desarrollan durante los cuatro días del salón se cuentan por docenas y hacerse un horario para poder ir a todo puede llegar a consumir muchísimo tiempo. 


Con eso en mente, Ningaka ha diseñado esta aplicación, actualmente en fase de Beta Testing, en la que todas las actividades podrán clasificarse tanto por día como por tipo, ordenarse tanto alfabética como cronológicamente y permitirá generar un horario con todas las actividades escogidas que nos avise de posibles solapamientos. La aplicación estará disponible tanto en castellano como en catalán. Si os interesa, encontraréis más información sobre MangAct BCN en su correspondiente entrada del blog de Ningaka.

New Girl (2nd season)

Con mucha más lentitud que con la primera, he acabado viendo la segunda temporada de New Girl. No sé si es por el tiempo que dejé pasar entre ambas temporadas, por el distinto ritmo con el que he visto esta o por mi estado anímico pero la verdad es que para mí ha perdido una gran parte de la gracia que le encontré en un principio.


Tras las diversas rupturas (tanto físicas como emocionales) que se dieron al final de la primera temporada, los inquilinos del piso compartido andan un poco revolucionados. Schmidt está desesperado por acostarse con quien sea después de meses de castidad involuntaria, Nick y Winston andan bastante perdido y Jess acaba totalmente desequilibrada tras su despido en la escuela.

En general, creo que todos los personajes están un poco demasiado pasados de vueltas. Los chicos invierten una cantidad desmedida de tiempo en hacerse bromas macabras o en intentar ligar a toda costa incluyendo un mapache en un conducto de ventilación y una maratón por toda la ciudad en busca de un condón. Las chicas, ni mucho menos más sensatas que los chicos, se embarcan en relaciones sentimentales de forma totalmente impulsiva, tomando decisiones muy precipitadas que acaban en muy mal puerto. Aun así, reconozco que me lo he pasado muy bien con algunos capítulos, soltando alguna que otra carcajada ante el ordenador.


Pero en general toda la temporada gira en torno a clichés muy explotados en este tipo de series como son la introducción de los padres de los personajes, una boda y un funeral. Todo lo demás oscila entre los escarceos sexuales de... todos los personajes y las situaciones surrealistas con vagabundos, modelos, plazas de garaje y psicópatas que le van añadiendo relleno a la temporada para postergar el máximo posible lo que habría sido la continuación natural tras el final de la primera que, en cierta forma, liga con el de esta.

Eso sí, después de dos largas temporadas, los guionistas por fin se han decidido a hacer realidad algo que los fans anhelábamos con ganas. También me ha gustado mucho que aparezcan personajes gordos que no solo no están acomplejados por su físico sino que, de hecho, resultan más atractivos que otros personajes que quizá encajen mejor en el supuesto canon de belleza actual pero que están más solos que la una debido a sus horribles y superficiales personalidades. Tendría muchas ganas de empezar con la tercera temporada si no fuese por lo reacios que fuisteis a que la viese...

sábado, 25 de julio de 2015

Popurrí de nuevas lecturas

Llevo escribiendo esta entrada desde enero; inicialmente, iba a titularse "Año nuevo, lecturas nuevas" pero a estas alturas del verano parecería un poco ridículo. A principios de año decidí no hacer la típica entrada en plan "reto de lectura" porque sigo sin haber cumplido el único que me propuse el año pasado pero eso no quita que esté intentando comprar menos y leer/reseñar más.


En cuanto a publicaciones españolas, por muy vagas y retorcidas que sean, nunca dejaré de consumir compulsivamente todos los manga que salgan del colectivo CLAMP. Empecé a leer xxxHolic Rei bastante preocupada con lo que pudiese encontrarme ya que el "final" de su predecesora fue de lo más ambiguo. CLAMP nunca decepciona: nada más empezar a leer, ya estaba totalmente perdida ante la falta absoluta de continuidad. Aunque esa es parte del encanto, volver a los casos individuales, a los clientes estremecedores de Yuko. Y entonces, para no perder del todo al lector fiel, la trama da un pequeño vuelco para recordarnos que hay muchos cabos por ligar, entre ellos, el huevo de marras que posee Domeki. Es una lectura que seguiría con muchas ganas si no fuese porque sus autoras han parado temporalmente su publicación... para no variar.


A Silent Voice fue la licencia que más ilusión me hizo de todas las que anunció MW a finales de 2014 y principios de 2015. Me leí el one-shot del que surgió la historia por scans a raíz de la reseña que le hizo Miya hace ya más de dos años (¡como pasa el tiempo!); cuando se anunció que se convertiría en una serie regular me alegré muy parcialmente porque, como suele pasar, no tiene por qué ser bueno que se alargue una historia que te gusta, y mucho menos en el mercado del cómic japonés (de hecho, he leído alguna que otra opinión que defiende la clara supremacía del one-shot sobre el manga completo...). A pesar de las reservas que pudiese tener, estaba ansiosa por tener este primer tomo entre mis manos porque me parece una temática de lo más interesante. Tanto el bullying como la discapacidad ya que ambas son realidades muy frecuentes en nuestra sociedad que tendemos a ignorar.


¿En qué momento empieza el acoso escolar? ¿Qué lleva a un niño a maltratar a otro sin que haya ninguna clase de provocación previa? La reflexión de las hormigas puede parecer absurda o simplista pero para mí ha sido casi reveladora. Yo recuerdo a muchos niños pisoteando hormigas en el patio del colegio... como si los humanos sintiésemos el impulso de hacer todo aquello que está en nuestra mano hacer sin más motivo que el "lo hago porque puedo".


Después de tantísimos años acabé desistiendo con mi vana espera y empecé con la compra de Sakura Hime: The legend of Princess Sakura, en inglés. Pero, como viene siendo habitual en mí, tardé una eternidad en leerme el primer tomo... en parte porque ya lo había leído por scans hace muchos años, cuando empezó a publicarse este manga en Japón, como buena adepta de Arina Tanemura. La relectura me ha producido cierta tristeza porque o bien estoy alcanzando una edad que me impide disfrutar del shôjo como cuando era adolescente o mi mangaka favorita está prostituyendo cada vez más su dibujo para crear historias insulsas que no le hacen justicia a sus obras primigenias (comentario demasiado influenciada por la reciente lectura de los primeros capítulos de 31 Ai Dream, que sí son vomitivos). Como siempre, tenemos una cantidad nada despreciable de personajes principales, todos con secretos e intenciones ocultas que les hacen decir una cosa y actuar a la siguiente página contradiciéndose a sí mismos. Y, por supuesto, una protagonista mimada y traumatizada a partes iguales, aunque ni la una ni la otra le impedirán tener un corazón de oro, que promete ser una Mary Sue en toda regla. Veremos cómo se desarrolla.

El traje no es más anacrónico porque no se puede (decepcionante fanservice)
Natsume's Book of Friends es un manga que ciertos bloggers llevaban recomendándome encarecidamente desde hace eones. Lo empecé a leer un poco a ciegas, teniendo la vaga idea de que giraba en torno a seres sobrenaturales y de que salía un gato que hablaba. No me hizo mucha ilusión encontrarme con un manga de capítulos autoconclusivos, en especial cuando casi ha alcanzado ya la veintena de tomos en Japón. Las historias de este primer tomo no están mal pero tampoco creo que la autora pueda dibujar docenas de ellas sin caer en la reiteración. Como personaje protagonista, Natsume me parece increíblemente anodino y los secundarios que se introducen en cada nuevo capítulo para no volver a aparecer no pueden desarrollarse lo suficiente como para que resulten realmente interesantes. Eso sí, todo el manga está dominado por un aura melancólica que casi me hizo llorar con la segunda historia... muy agridulce.


El dilema que me encuentro con estos títulos es que, entre la subida de precios masiva de bookdepository y la cada vez más pronunciada devaluación del euro, no sé cómo voy a hacer para poder continuarlos... De hecho, tengo todos mis manga en inglés parados y algunos incluso he decidido venderlos porque no puedo acarrear con tanto gasto.


El último mercado que se añade a mi voraz apetito lector es el francés, aunque mis incursiones con este idioma son aún breves y más o menos cautas. Princess Jellyfish ha caído por el llano y simple motivo de que compré el primer tomo de segunda mano hace casi dos años con lo que escogerlo como primera lectura al empezar a aprender francés fue lo más natural. De todas formas, igual que con Natsume, me escama que lleve ya quince tomos en Japón y que, encima, esté en hiatus (según mangaupdates al menos). Kuragehime sigue la historia de Tsukimi, una chica ligeramente inadaptada que vive por y para las medusas (de ahí el título), sus aún más inadaptadas compañeras en la residencia Amamizu y Kuranosuke, un chico bastante peculiar cuyo mayor hobby es travestirse. Ya de primeras ambos protagonistas me han caído muy bien y tengo muchas ganas de ver cómo evoluciona (a pesar de que haya un poco demasiado de "patito feo que se convierte en cisne" para mi gusto).


Y, para terminar, después de muchos años de infructífera espera por su licencia en España, me lancé a la piscina con Piece al ver una oferta decente en PriceMinister. Hinako Ashihara es conocida por Reloj de Arena (Sunadokei), que publicó aquí Panini hace casi una década, y que es uno de los mejores shôjos que he leído en mi vida, todo sea dicho de paso. En este caso, conocemos a Mizuho, una chica muy tranquila que acaba de descubrir que su novio la ha estado engañando con otra. Pero no es algo tan trivial lo que da pie a la historia sino la muerte de una antigua compañera de instituto, que caerá como una bomba en el complejo laberinto de sentimientos que Mizuho intenta comprender sin éxito. La verdad es que escogí muy mal comprando Piece en francés. Es una historia donde priman las reflexiones, ya sean sobre el amor, la amistad o la vida misma con lo que la densidad de los diálogos se aleja un poco de mi nivel principiante. La autora mezcla presente y pasado siguiendo de forma paralela la reconstrucción de la vida de Origuchi (la chica fallecida) y el romance adolescente de Mizuho. En ese sentido, es muy interesante estudiar la evolución de los personajes en tan solo tres años, en ese momento en que la sociedad te fuerza a dejar atrás la adolescencia aunque nadie te explica muy bien cómo puedes hacerlo.


Por supuesto, no son estos seis manga los únicos que he comenzado a leer durante este año. Faltan obras como orange o Suiiki y un puñado de tomos únicos que cuentan o contarán con entradas individuales cuando tenga un momento para escribirlas...

miércoles, 22 de julio de 2015

Calentando motores para el XXI Salón del Manga de Barcelona

Para ayudar a capear las múltiples olas de calor, desde Ficomic no dejan de llegar más y más noticias sobre la XXI edición del Salón del Manga de Barcelona. Os hago un breve resumen de la información más relevante a continuación:


Empiezo con el precioso cartel, realizado por encargo por la mangaka Konami Kanata, conocida en España por ser la autora de dos obras para los amantes de los gatos: El Dulce Hogar de Chi y La abuela y su gato gordo. Se aceptan especulaciones sobre si esta autora podría ser una invitada más al salón aunque de momento no parece probable.

Por otro lado, la exposición central de este año será "manga en construcción" con un despliegue de fondos en los que se aprecia una representación increíblemente fiel de la arquitectura de varios lugares reales. Para poder disfrutar más de esta exposición, las viñetas vendrán acompañadas de fotografías de los emplazamientos que representan. Os recuerdo a colación una entrada que hice hace ya un tiempo sobre la representación de la obra de Gaudí en varios manga famosos.


Una de las novedades de esta edición es la re-ampliación del espacio. En esta ocasión, el salón se expande al palacio 4, que se suma a los ya habituales palacios 1 y 2 (ambas plantas) más el espacio de la plaça Univers. Tras la acogida que tuvo el espacio El Espíritu de Japón en la pasada XX edición, la segunda planta del palacio 2 albergará de nuevo múltiples exposiciones, talleres y actividades relacionadas con la cultura japonesa incluyendo talleres de macrobiótica, un espacio de meditación y varios stands de entidades locales sobre la cultura japonesa, entre otros.

Aunque, para muchos de vosotros, quizá las noticias más relevantes sean las relacionadas con los invitados... en especial los nipones. De momento, son dos los mangaka que han confirmado su asistencia al evento de forma pública: Inio Asano e Io Sakisaka. El primero es un invitado de Norma y es de sobras conocido por ser el autor de Solanin, La chica a la orilla del mar, Nijigahara Holograph y la recién licenciada Buenas Noches Punpun, cuyo primer tomo saldrá a la venta en el mismo salón. Por su parte, Sakisaka visita Barcelona gracias a la colaboración de la editorial argentina Ivrea; os sonará por sus dos shôjos más recientes: Strobe Edge y Ao Haru Ride (o Aoha Ride), a cada cual más mono.

Por último, os informo de que ya se pueden comprar las entradas de forma anticipada (con su correspondiente suplemento), incluyendo un práctico abono para los cuatro días de salón. ¡No os quedéis sin vuestra entrada!

domingo, 19 de julio de 2015

Sueña, de Lisa McMann

No sé si os estoy saturando con reseñas literarias pero últimamente parece que me resulte más fácil leer libros que cómics (después de un largo periodo en que me ha ocurrido exactamente lo contrario). Tras haber leído las sagas Crepúsculo, Los Juegos del Hambre, El Círculo Secreto y Divergente, decidí no volver a leer más trilogías distópicas/fantasiosas juveniles en las que por mucho que se presenten vampiros, gobiernos mezquinos, mundos paralelos y distopías varias, al final las únicas protagonistas son las historias de amor adolescente enfermizo. A pesar de ello, para cuando tomé esta decisión ya había comprado la trilogía de La Cazadora de Sueños y me limité a postergar indefinidamente su lectura. Y, después de varios años desde su compra, este fin de semana se han dado las circunstancias idóneas para que le hincara el diente a la primera parte, Sueña, cuya lectura me ha llevado menos de un día...


Janie Hannagan no puede ir a una fiesta de pijamas. Tampoco de colonias. Compartir habitación de hospital agravaría mucho su condición. Jannie se ve catapultada a los sueños de cualesquiera que se encuentre lo suficientemente cerca de ella y, lo peor de todo, ni puede resistirse a la inmersión, ni puede interaccionar con la persona que sueña, ni puede cambiar nada. Con esta maldición sobre sus espaldas, se las apaña para sobrevivir a una familia disfuncional, una madre alcohólica, acoso escolar y a la adolescencia en sí.

Mi experiencia con este libro ha sido más grata de lo que esperaba, lo que no significa que no tenga un buen listado de cosas por criticar pero empezaré por lo bueno. La historia tiene lugar, en esencia, durante el año 2005 y se resiste a caer en muchos de los clichés que asolan este tipo de sagas prefabricadas. Tanto Janie como Cabel provienen de entornos marginales, han sufrido acoso y, aún así, se las han apañado para tirar adelante. La autora se aleja con acierto del estereotipo de chico malote, borde, celoso, posesivo, mayor y, en definitiva, "perfecto" que se suele vender en estos títulos. Si bien es cierto que la evolución de Cabel no deja de ser un sucedáneo de otros estereotipos más soportables como el de chico misterioso y patito feo reconvertido en cisne, como mínimo nos hemos movido de sexo en cuanto a este último.

Aunque la historia de amor es importante, es innegable que la trama la conduce Janie que, sola, se las apaña para cuidar de una casa ruinosa, trabajando desde muy joven para poder pagarse la comida e ir ahorrando para la universidad a la par que investiga sobre el mundo de los sueños, intentando dominar y perfeccionar su habilidad para no acabar encerrada en un manicomio. Y no solo eso sino que aunque, poco a poco, se va enamorando de Cabel, se resiste a sus propios sentimientos e impone el raciocinio por encima de todo, decidiendo qué cosas no está dispuesta a tolerar y ajustándose a sus principios morales aunque le resulte duro. Es una protagonista con una determinación gigantesca que realmente puede servir de inspiración.
Al personal de la oficina y al resto de las enfermeras en la residencia Heather les gusta Janie, sobre todo durante el período estival, porque acepta los turnos de todo el mundo, día o noche, y eso les permite a los demás tomarse un día libre o unas vacaciones de último momento. Janie necesita el dinero, y ellos lo saben. Está decidida a ir a la universidad. Cinco días a la semana o más, Janie se pone el uniforme y se sube en un autobús hacia la residencia. Le gusta la gente mayor. No duermen a pierna suelta.
Pero, para acabarlo de redondear, Cabel resulta un chico de lo más dulce y amable, con un pasado tortuoso también pero que ha sabido reconducir. Él también se enamora poco a poco y actúa siempre con cuidado, sin presionar, siendo comprensivo y desmoronándose cuando es inevitable recordándonos que los chicos (evidentemente), también lloran y que, de hecho, es sano que lo hagan.

Sin embargo, Sueña tiene muchos peros. En cuanto a lo que la trama se refiere, es demasiado simple, demasiado fácil, con demasiadas coincidencias fortuitas y casualidades convenientes, en un ambiente cerrado y controlado con un elenco de personajes muy limitado. La autora lo resuelve todo al final de una forma un tanto artificial que me resulta poco creíble y que me hace pensar que leía un cuento infantil. Los malos pierden, los buenos ganan... Es de una simplicidad insultante. 
Shay, la animadora rica, esposada a una cama. Sonriente. Tiene una pinta horrible. Está desnuda. Mientras Cabel se sube a la cama con ella. Y Janie no puede apartar la mirada. Se le remueven las tripas, pero es incapaz de moverse. O de golpear en la ventana para despertarlo. Está congelada. Paralizada. Y ella que creía que la escuela era una tortura.
En cuanto a la narración, lo que pudiera haberse convertido en un punto a favor (la narración no es en primera persona) se queda en una simple aspiración fallida ya que por mucho que la narración sea en tercera persona, es evidente que solo conocemos el momento presente de Janie, escrito, para más inri, con su vocabulario coloquial con lo que es casi como si la leyésemos a ella directamente. De hecho, la narración es increíblemente sencilla, con frases muy cortas y directas, sin descripciones ni nada que pueda otorgarle un mínimo de densidad. Fue precisamente por este motivo por el que escogí este libro de lectura para este fin de semana porque no me apetecía sumergirme en algo complejo pero, aún así, lo considero algo criticable.

Por último, la edición es un maldito esperpento. Nos encontramos ante un libro bastante pequeño que, sin embargo, podría haberlo sido mucho más puesto que utiliza una fuente enorme, está repleta de páginas prácticamente en blanco, con saltos de página innecesarios sin más y una tipología para los títulos de cada capítulo que da vergüenza ajena. La traducción es esperpéntica también ya que, aunque se lee sin dificultad porque, repito, la narración es muy muy simple, hay varios gazapos de verbos mal conjugados que le quitan sentido a varias frases y otros errores tipográficos que uno esperaría no encontrar en una publicación supuestamente profesional como esta. Me quedo con la curiosidad de cómo hubiese sido leer este libro en su versión original inglesa. 

miércoles, 15 de julio de 2015

El Paseo de los Sueños

Desde que asistí a aquella charla con Zidrou en noviembre que tengo ganas de leer todas las obras que le ha editado Norma aquí. Sin embargo, había una en concreto que me llamaba más que las demás, y precisamente era la única que no tenía al alcance ya que tardó cuatro meses más en salir. El tema de los sueños me parecía prometedor, y el dibujo una monada. Además, me llamaba la atención que Mai fuera la primera (y única de momento) mujer con la que ha trabajado Benoît.


Barcelona es asolada por una extraña epidemia. No se trata de una nueva cepa del virus de la gripe ni tampoco del virulento resurgir de una bacteria que se creía erradicada. Napoleón Cavallo, uno de los primeros afectados, trastorna las noches de Linh con sus apariciones presuntamente sonámbulas. Desesperado, Nap asiste al médico con la esperanza de solucionar su problema pero no encuentra la respuesta que buscaba...

Solo con la portada y la sinopsis ya resulta evidente que esta obra se aleja un poco de la temática a la que Zidrou nos tiene acostumbrados. Nada de guerras, mafiosos y prostitutas, no esperéis esa tristeza sórdida que destilan muchos de los títulos firmados por Benoît. El Paseo de los Sueños es una obra con un aire muy despreocupado. Un poco demasiado quizá. O a lo mejor si no fuese por esa ligereza con la que ocurre todo, no tendría ningún encanto.


En cierta manera, se nota que era una idea descartada que estuvo en un cajón durante años. Quizá no esté a la altura de otras obras del mismo guionista, como si le faltase algo para ser redonda del todo, o como si el principio no diese para más y hubiera quedado mejor en una historia corta de menos de 10 páginas. Pero, por otro lado, si por algo resulta cercana y distinta esta historia es por lo "normales" que son sus personajes. Quizá después de años de vivir aquí, Benoît se ha decidido a crear personajes más campechanos que estén embebidos de su percepción de la población española.

Los protagonistas de esta historia son nada más y nada menos que un policía que solía trabajar en la aduana y una joven española de ascendencia china que trabaja en una tintorería (y yo leyendo sin poder dejar de pensar en Gazpacho Agridulce). El nombre de Napoleón y su diminutivo en Nap (siesta en inglés) es todo un chiste en sí mismo reafirmando el tono de humor que destila este tebeo. Otro guiño evidente es el nombre de una niña que observa insomne desde su ventana el avance de la epidemia: Morfea.


Me divertí bastante leyendo la parte sobre las fases del sueño, sus trastornos asociados, los fármacos que se suelen recetar para poder conciliarlo y el peculiar origen que da lugar a la epidemia. Aunque, evidentemente, hay varias cosas inverosímiles inventadas para este cómic, el resto de información es verídica y está bastante bien resumido; se menciona como de pasada para que, si no te importa, no le hagas mucho caso pero se nota que Zidrou se documentó muy bien.

En general, creo que es un cómic con varios detalles sobresalientes pero que, en conjunto, se queda en una aspiración. Creo que se puede entender como una fábula más que como un cómic al uso, con su correspondiente moraleja: los adultos (pero no los niños) se limitan a soñar con ese paso que no se atreven a dar pensando que es sencillamente imposible pero, por supuesto, se equivocan. Uno de los mejores ejemplos es el caso de la anciana vecina de Linh, una mujer afable pero enfermiza a su vez.


Si algo bueno he de alabar de este cómic sin ninguna clase de pero, se trata del dibujo. Creo que lo he ilustrado bastante en la entrada pero el estilo de Mai es sencillamente encantador. Sus personajes regordetes, expresivos y simpáticos recuerdan ligeramente a las grandes compañías de animación.

La edición es preciosa pero, sinceramente, pagar 17€ por 68 páginas me parece una locura. Yo caí como una tonta porque los autores asistieron al salón del cómic y me hacía ilusión tener mi original de Mai pero mi monedero aún llora la pérdida; máxime cuando no se tarda ni media hora en leer este tomo.

martes, 7 de julio de 2015

Jardín del Edén

Acabo de acabar de leer Jardín del Edén, de Ernest Hemingway. Hace más de medio año que no publico absolutamente nada sobre libros en el blog. Tengo un total de cinco reseñas pendientes de novelas que leí el pasado verano. A fin de no condenar al olvido esta lectura, he decidido saltarme el orden y empezar con esta reseña, a ver si así me desatasco con el resto.


David y Catherine Bourne disfrutan desde hace meses de una prolongada luna de miel, que aún tiene que alargarse mucho más. Gracias a la fortuna de Catherine, ambos pueden vivir desahogadamente y disfrutar de su recién estrenado matrimonio viajando por el sur de Francia y adentrándose luego en España. Sin embargo, Catherine empieza a evolucionar y, aunque ligeramente reacio al cambio, David se adapta a ella con tal de conservarla hasta que el límite entre lo inocente y lo perverso empieza a difuminarse.

Esta es la primera "novela formal" de Hemingway que tengo el placer de leer aunque ni siquiera sé si una afirmación como esa es correcta teniendo en cuenta que se publicó de forma póstuma, por parte de un editor que recortó a placer un manuscrito inacabado. Quizá habría sido más convencional comenzar con El viejo y el mar pero nunca me ha llamado la atención y, de todas formas, nació como un encargo a una revista.

Me atrevería a decir que Jardín del Edén es la metanovela: una historia con tintes autobiográficos sobre un escritor que está escribiendo una novela autobiográfica. En realidad, tiene cierto sentido teniendo en cuenta que Hemingway solo escribía sobre lo que conocía de primera mano pero quizá fue esta la única vez que escribió sobre un escritor (aunque realmente no podré saberlo con seguridad hasta que haya leído todas sus novelas). Accidental o deliberadamente, Hemingway nos explica la determinación de David respecto a no continuar con la historia que escribe en un novela que él mismo tardó años en escribir y que, de hecho, nunca terminó. Sobre esto escribe Rodrigo Fresán en un prólogo peligroso que destripa ya no solo el libro que se tiene en las manos sino una parte importante de la bibliografía de Hemingway pero que da información relevante para comprenderlo mejor hasta cierto punto.
A mí no me importa ser una heroína. No somos como los demás. No tenemos que llamarnos mutuamente cariño, querido, amor mío ni nada parecido para demostrar algo. Cariño, querido y queridísimo se me antojan obscenos; nosotros nos llamamos por nuestros nombres de pila. Ya sabes lo que intento decir. ¿Por qué hemos de hacer otras cosas como todo el mundo?
Uno de los temas principales del libro es el amor, sin más. Cómo comienza, qué significa, cuánto dura, dónde termina. ¿Se puede querer a dos personas a la vez? ¿De ambos sexos? ¿Qué define una infidelidad? Aunque el libro gira alrededor de otros temas como los relatos de David o el trastorno de Catherine, muchas de las conversaciones que ideó Hemingway para esta novela son disputas de enamorados y diálogos insustanciales que, salvando las distancias, son idénticos a los que podáis tener vosotros mismos o haber oído alguna vez por la calle.

Otra cuestión es la enfermedad mental. Catherine Bourne es uno de los personajes más perturbados y perturbadores que he leído en mi vida y me pregunto si Hemingway conoció realmente a alguien así o si se dejó llevar por la imaginación más que de costumbre. El prologuista comenta que es una mezcla evidente entre dos de las ex-esposas del autor (se casó cuatro veces). Tras haber visto Midnight in Paris (una película que no me canso de recomendar) yo me pregunto si se inspiró también en Zelda Fitzgerald.
¿Por qué habría de hacerlo? Quieres una chica, ¿no? ¿Con todos los accesorios, no? Escenas, histerismo, acusaciones falsas, temperamento, ¿no es eso? Continuaré así. No te abochornaré delante del camarero. No le haré sentir incómodo. Leeré mi maldito correo. ¿Podemos enviar a buscar mi correo?
Me resulta una lectura muy revolucionaria porque aborda temas de rabiosa actualidad a pesar de haberse escrito hace cincuenta años. Intento imaginarme cómo debía ser cortarte el pelo como un chico en aquel entonces o ir paseándote con dos mujeres ricas, una en cada brazo. Es una mezcla extrañísima entre una época totalmente desfasada y una serie de actitudes que siguen vigentes hoy en día, con muchas preguntas para las que seguimos sin respuesta.


La narración es fantástica. Tal y como explica en París era una fiesta, para Hemingway las metáforas y la jerga técnica eran accesorios superfluos que no hacían otra cosa que entorpecer la lectura. En Jardín del Edén, solo encontramos breves y claras descripciones que sumergen en el universo del libro, largas y sencillas conversaciones y algún que otro pensamiento de David. Por lo demás, Hemingway es increíblemente imparcial, contando una historia como simple espectador con lo que consiguió una obra amena y cercana a la par que algo caótica a ratos por la absoluta falta de introducción o contexto.

Nos sumergiremos hasta la profundidad justa para poder emerger de nuevo

Un último detalle que me ha parecido fascinante son los "recortes", semilla de la discordia tanto para David como para Catherine. Hemingway plantea la cuestión de para quién escribe uno y con qué objetivo, y también cómo los críticos pueden gastar ríos de tinta para reseñar una obra sin haber comprendido en absoluto cuál era el mensaje, si es que lo había. Si este tema ya inquietaba a Hemingway hace medio siglo, no me quiero imaginar cómo hubiese reaccionado a la realidad actual, donde cualquiera con conexión a internet puede decir la primera tontería que se le pase por la cabeza sobre un libro y quedarse tan ancha (como yo).

sábado, 4 de julio de 2015

Hipocresía Histórica Holandesa

Ahora que ha empezado el verano, que las vacaciones se acercan irremediablemente y que veo claramente que no voy a poder irme de viaje, me entran ganas de recordar un poco el último. El título es ligeramente demagógico, todo sea para llamar vuestra atención. Vi bastantes cosas en Ámsterdam pero, curiosamente, las que más disfruté tenían todas que ver, de una forma u otra, con la religión. He viajado a Italia dos veces, la primera estuve en Roma y la segunda, como ya sabéis, en Venecia. Italia es la meca del turismo católico, rebosante de iglesias por todas partes y orgullosa sede de la ciudad-estado del Vaticano. Fueron visitas de lo más instructivas y enriquecedoras pero, sencillamente, no tienen nada que ver con lo que uno se encuentra en Ámsterdam.

Fishing for Souls, de Adriaen Pietersz van de Venne
Imagen descargada de: https://www.rijksmuseum.nl/en/collection/SK-A-447
Para comenzar, debería hablaros un poco de los cismas del cristianismo a lo largo de la historia. Es uno de esos conocimientos que una adquiere casi por osmosis después de 13 años en una escuela religiosa y que asumo como cultura general aunque a menudo me sorprendo con la ignorancia de los demás en cuanto a estos temas cuando forman parte imborrable de la historia tanto de Europa como de España. Bueno, así, resumiendo mucho, el cristianismo empezó como una religión unitaria y compacta tras la muerte de Jesús, un momento en el que no podía haber demasiadas desavenencias entre los seguidores puesto que el Nuevo Testamento estaba en proceso de escritura todavía y no habían tenido tiempo de ponerlo en duda. Además, bastante tenían por entonces con luchar por marcar su divergencia de los judíos como para encima tener divisiones internas ya desde el principio. Un milenio después, se produjo oficialmente el gran cisma entre oriente y occidente de dónde surgieron las dos principales ramas del cristianismo: la católica y la ortodoxa. Cinco siglos más tarde, hubo una nueva división, esta vez dentro del catolicismo, gracias a Martin Luther, que dio lugar a todavía más ramas como los calvinistas o, evidentemente, los luteranos, que se enmarcan dentro de la reforma protestante mientras que los "clásicos" cristianos católicos pasaron a ser cristianos católicos apostólicos tras la contrarreforma. Esto me basta para exponer lo que quería en la entrada pero, si tenéis curiosidad, tenéis la wikipedia toda para vosotros solos. Pues bien, todo este tostón introductorio se debe a que quiero hablaros de este edificio:


Ya veis las típicas casas con fachadas estrechas... desde un ángulo bastante terrible porque la acera era muy estrecha y no podía "cruzar" a la de enfrente porque había un canal por en medio y el puente estaba lo suficientemente lejos como para no querer dar toda la vuelta solo para hacer una foto mejor. Quizá penséis que es una fachada lo suficientemente pintoresca como para merecer tanta atención pero la verdad es que un elefante rosa no tiene gran cosa de especial cuando está rodeado por una manada de elefantes rosas. Quizás esté prolongando demasiado el rodeo, lo que en realidad me gustó tanto fue más bien esto:


Anda, una iglesia. Algunos quizá penséis que es una iglesia bonita pero, la verdad es que es un poco rara, así como cutre. Aquí, más que hablar de elefantes rosas, me remito a mis viajes a Italia. Iglesias y Basílicas hermosísimas las he visto a decenas mejores que esta. Pero, entonces, ¿qué tienen en común una clase conjunta de historia y religión, una fachada más bien corriente y una iglesia que no es gran cosa? Quizá su nombre os da alguna pista: Ons' Lieve Heer op Solder. Podría seguir con esta intriga infinita pero mejor os lo traduzco yo misma: "Nuestro Señor del Ático". ¿Lo habéis adivinado ya?

Efectivamente, la Iglesia de Nuestro Señor del Ático fue una iglesia católica clandestina que mandó construir el rico comerciante alemán Jan Hartman entre 1661 y 1663, uniendo las buhardillas de los tres edificios contiguos que compró muy ostentosamente al establecer su residencia en Ámsterdam. Todo este asunto de la clandestinidad se remonta a lo que os explicaba al inicio y un poco más: los Países Bajos se encontraban bajo el reinado español a principios del siglo XVI pero no les hacía demasiada ilusión. En aquella época, el protestantismo se estaba extendiendo por la zona y los reyes españoles católicos lo consideraban herejía con lo que las ya existentes tensiones acabaron explotando en una serie de revueltas que, como siempre, resumiéndolo mucho, desembocaron en la declaración de independencia de los Países Bajos de la corona española en 1581. Tan solo tardaron unos meses en prohibir el culto católico (ojo por ojo, diente por diente) por lo que se hizo necesaria la construcción de iglesias católicas clandestinas (a lo largo de la historia la gente siempre ha encontrado la manera de rebelarse contra lo establecido y defender sus principios).

Detalle de un panel informativo del museo
Fishing for Souls está expuesto en el Rijksmuseum (el museo más grande/importante/visitado/caro de Ámsterdam) y me pasé un buen rato mirando este cuadro, con todos sus detalles y socarronería. El cuadro representa la lucha encarnizada entre religiosos protestantes y católicos por pescar a nuevos creyentes. Por supuesto, la imparcialidad brilla por su ausencia y el pintor se dedicó a hacer burla de los católicos, de todos sus iconos recargados, de su estupidez e incluso monstruosidad con expresiones distorsionadas y maliciosas y rasgos desproporcionados en la orilla derecha.

Y, por si alguien se lo está preguntando todavía, lo de la hipocresía lo decía, sobre todo, por dos motivos. Primero porque, en su momento, debió de ser muy evidente que más de un centenar de personas se escabullía en la misma casa gigantesca todos los domingos por la mañana así que la iglesia, más que secreta, no estaba a la vista, pero poco más. Al fin y al cabo, Hartman era un hombre rico y lo de que el dinero mueve montañas es otra cosa que se ha mantenido a lo largo de la historia. El segundo es que, si tan mal te parece que te prohíban profesar tu culto protestante, quizá no deberías prohibir tú el católico en cuanto llegas al poder.

Ons' Lieve Heer op Solder fue una de mis visitas favoritas de mi viaje a Ámsterdam, viene una audioguía en cuatrocientos idiomas con la entrada gracias a la cual puedes realmente comprender cuál es la importancia histórica y cultural del edificio. Se pueden hacer fotos sin limitaciones, no está demasiado saturada de guiris y la visita dura más o menos una hora por lo que no se hace nada pesada. ¡Muy recomendable si vais a Ámsterdam!