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sábado, 4 de julio de 2015

Hipocresía Histórica Holandesa

Ahora que ha empezado el verano, que las vacaciones se acercan irremediablemente y que veo claramente que no voy a poder irme de viaje, me entran ganas de recordar un poco el último. El título es ligeramente demagógico, todo sea para llamar vuestra atención. Vi bastantes cosas en Ámsterdam pero, curiosamente, las que más disfruté tenían todas que ver, de una forma u otra, con la religión. He viajado a Italia dos veces, la primera estuve en Roma y la segunda, como ya sabéis, en Venecia. Italia es la meca del turismo católico, rebosante de iglesias por todas partes y orgullosa sede de la ciudad-estado del Vaticano. Fueron visitas de lo más instructivas y enriquecedoras pero, sencillamente, no tienen nada que ver con lo que uno se encuentra en Ámsterdam.

Fishing for Souls, de Adriaen Pietersz van de Venne
Imagen descargada de: https://www.rijksmuseum.nl/en/collection/SK-A-447
Para comenzar, debería hablaros un poco de los cismas del cristianismo a lo largo de la historia. Es uno de esos conocimientos que una adquiere casi por osmosis después de 13 años en una escuela religiosa y que asumo como cultura general aunque a menudo me sorprendo con la ignorancia de los demás en cuanto a estos temas cuando forman parte imborrable de la historia tanto de Europa como de España. Bueno, así, resumiendo mucho, el cristianismo empezó como una religión unitaria y compacta tras la muerte de Jesús, un momento en el que no podía haber demasiadas desavenencias entre los seguidores puesto que el Nuevo Testamento estaba en proceso de escritura todavía y no habían tenido tiempo de ponerlo en duda. Además, bastante tenían por entonces con luchar por marcar su divergencia de los judíos como para encima tener divisiones internas ya desde el principio. Un milenio después, se produjo oficialmente el gran cisma entre oriente y occidente de dónde surgieron las dos principales ramas del cristianismo: la católica y la ortodoxa. Cinco siglos más tarde, hubo una nueva división, esta vez dentro del catolicismo, gracias a Martin Luther, que dio lugar a todavía más ramas como los calvinistas o, evidentemente, los luteranos, que se enmarcan dentro de la reforma protestante mientras que los "clásicos" cristianos católicos pasaron a ser cristianos católicos apostólicos tras la contrarreforma. Esto me basta para exponer lo que quería en la entrada pero, si tenéis curiosidad, tenéis la wikipedia toda para vosotros solos. Pues bien, todo este tostón introductorio se debe a que quiero hablaros de este edificio:


Ya veis las típicas casas con fachadas estrechas... desde un ángulo bastante terrible porque la acera era muy estrecha y no podía "cruzar" a la de enfrente porque había un canal por en medio y el puente estaba lo suficientemente lejos como para no querer dar toda la vuelta solo para hacer una foto mejor. Quizá penséis que es una fachada lo suficientemente pintoresca como para merecer tanta atención pero la verdad es que un elefante rosa no tiene gran cosa de especial cuando está rodeado por una manada de elefantes rosas. Quizás esté prolongando demasiado el rodeo, lo que en realidad me gustó tanto fue más bien esto:


Anda, una iglesia. Algunos quizá penséis que es una iglesia bonita pero, la verdad es que es un poco rara, así como cutre. Aquí, más que hablar de elefantes rosas, me remito a mis viajes a Italia. Iglesias y Basílicas hermosísimas las he visto a decenas mejores que esta. Pero, entonces, ¿qué tienen en común una clase conjunta de historia y religión, una fachada más bien corriente y una iglesia que no es gran cosa? Quizá su nombre os da alguna pista: Ons' Lieve Heer op Solder. Podría seguir con esta intriga infinita pero mejor os lo traduzco yo misma: "Nuestro Señor del Ático". ¿Lo habéis adivinado ya?

Efectivamente, la Iglesia de Nuestro Señor del Ático fue una iglesia católica clandestina que mandó construir el rico comerciante alemán Jan Hartman entre 1661 y 1663, uniendo las buhardillas de los tres edificios contiguos que compró muy ostentosamente al establecer su residencia en Ámsterdam. Todo este asunto de la clandestinidad se remonta a lo que os explicaba al inicio y un poco más: los Países Bajos se encontraban bajo el reinado español a principios del siglo XVI pero no les hacía demasiada ilusión. En aquella época, el protestantismo se estaba extendiendo por la zona y los reyes españoles católicos lo consideraban herejía con lo que las ya existentes tensiones acabaron explotando en una serie de revueltas que, como siempre, resumiéndolo mucho, desembocaron en la declaración de independencia de los Países Bajos de la corona española en 1581. Tan solo tardaron unos meses en prohibir el culto católico (ojo por ojo, diente por diente) por lo que se hizo necesaria la construcción de iglesias católicas clandestinas (a lo largo de la historia la gente siempre ha encontrado la manera de rebelarse contra lo establecido y defender sus principios).

Detalle de un panel informativo del museo
Fishing for Souls está expuesto en el Rijksmuseum (el museo más grande/importante/visitado/caro de Ámsterdam) y me pasé un buen rato mirando este cuadro, con todos sus detalles y socarronería. El cuadro representa la lucha encarnizada entre religiosos protestantes y católicos por pescar a nuevos creyentes. Por supuesto, la imparcialidad brilla por su ausencia y el pintor se dedicó a hacer burla de los católicos, de todos sus iconos recargados, de su estupidez e incluso monstruosidad con expresiones distorsionadas y maliciosas y rasgos desproporcionados en la orilla derecha.

Y, por si alguien se lo está preguntando todavía, lo de la hipocresía lo decía, sobre todo, por dos motivos. Primero porque, en su momento, debió de ser muy evidente que más de un centenar de personas se escabullía en la misma casa gigantesca todos los domingos por la mañana así que la iglesia, más que secreta, no estaba a la vista, pero poco más. Al fin y al cabo, Hartman era un hombre rico y lo de que el dinero mueve montañas es otra cosa que se ha mantenido a lo largo de la historia. El segundo es que, si tan mal te parece que te prohíban profesar tu culto protestante, quizá no deberías prohibir tú el católico en cuanto llegas al poder.

Ons' Lieve Heer op Solder fue una de mis visitas favoritas de mi viaje a Ámsterdam, viene una audioguía en cuatrocientos idiomas con la entrada gracias a la cual puedes realmente comprender cuál es la importancia histórica y cultural del edificio. Se pueden hacer fotos sin limitaciones, no está demasiado saturada de guiris y la visita dura más o menos una hora por lo que no se hace nada pesada. ¡Muy recomendable si vais a Ámsterdam!

2 comentarios:

  1. Si voy a Amsterdam iré, me la has vendido muy bien :) ¡Buena entrada!

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  2. Pues al contrario que Charlie, si voy a Amsterdam, esta parte me la saltaré. No es un tema que me interese y bastante he tenido con tu pequeña master class ;D

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