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miércoles, 24 de junio de 2015

Infinidad de películas (III)

Aprovechando que no estoy viendo muchas películas últimamente, por fin os traigo mis breves comentarios acerca de las que vi desde septiembre hasta diciembre de 2014, con lo que acabo un ciclo. Aviso de que esta va a ser una entrada bien cargada (por eso se ha hecho tanto de rogar).

Adoro a Zoe Saldana
Empiezo con un plato fuerte: Guardians of the Galaxy, una de mis favoritas del año (pasado). De un tiempo a esta parte todos los años he visto una o dos películas del universo Marvel/Avengers. Son entretenidas, tienen toneladas de acción y un humor agradable pero no suelen ser muy coherentes y tienen bastantes altibajos (así generalizando mucho). Guardianes de la Galaxia no tiene nada que ver con este universo. Nos despedimos de la Tierra bastante pronto para dirigirnos a un vasto universo plagado de distintas razas, híbridos, organizaciones diversas y, por supuesto, piratas espaciales. El argumento es lo suficientemente interesante pero no es, ni de lejos, su punto fuerte. Esta es una ficción esencialmente cómica con un elenco de personajes que nos hace reír constantemente desde el tráiler hasta la escena post-créditos. Y tiene muchísimo más mérito del que pueda parecer ya que todos los personajes tienen un trasfondo muy trágico con múltiples familiares muertos o tras haber sido vejados como sujetos de experimentación. Se trata de un grupo con mucha química en una película que te mantiene pegado al asiento de principio a final y que nunca deja de hacerte reír a carcajadas. Tengo curiosidad por ver cómo avanzan con esta rama del universo Marvel y si pretenden fusionarla con las demás.

Dirigid vuestra atención al centro de la imagen.
Lo mío por Moose es amor y lo demás son tonterías.
Cambiando totalmente de término, no se me escapó la última entrega de una saga pésima que sigo con fervor: Step Up All In. De hecho, esta película también os hará reír mucho solo que de una forma bastante distinta. Se trata nada más y nada menos que de la quinta entrega de Step Up y, en este caso, la gracia es que no se introducen nuevos personajes sino que aparece una mezcla de protagonistas de las anteriores películas. Ya solo el punto de partida es espléndido porque se presentan la protagonista de la segunda y el protagonista de la cuarta (que, por si no lo sabéis/recordáis, acabaron felizmente emparejados en sus respectivas historias) con sus vidas tanto personales como laborales bastante echadas a perder así que... por qué no volver al baile y re-emparejarse, así todo queda en familia. Como viene siendo habitual en esta saga hay mucha tensión sexual no resuelta, una competición muy muy importante, una serie de cuestiones acerca del compañerismo y la confianza y un desarrollo predecible que desemboca en el clásico final feliz lleno de éxito y amor aunque, quien sabe, a lo mejor en Step Up... ¿11? vuelven a aparecer los mismos personajes divorciados y son sus hijos los que quieren hacer cualquier performance loca/ilegal en medio de la calle. Es una muy mala película pero al menos es de las películas malas que pueden disfrutarse. Eso sí, a diferencia de las anteriores, me quedé con la sensación de que los bailes no valían gran cosa, que es bastante triste porque se supone que ese es el mayor atractivo de la saga.

Imagen muy poco representativa de la película
Después de infligir tal tortura a mi pareja, escogió ver 127 Hours, una de esas películas basadas en hechos reales: hechos espeluznantes por supuesto. Aron Ralston es un señor al que podéis buscar en wikipedia (si queréis spoilearos la peli) que en 2003 se fue de senderismo solo y sin decir a nadie a dónde iba. La mala suerte quiso que él y una roca enorme se despeñaran juntos en un cañón de manera que, al caer, la roca aplastó su brazo contra la pared impidiéndole moverse. Ralston pasó nada más y nada menos que 127 horas atrapado (de ahí el título) intentando no perder la cordura ni la esperanza ni morir deshidratado (ninguna de las tres cosas fácil). Por lo que el filme es agobiante, y es inevitable que se te revuelvan un poco las tripas. En cualquier caso creo que la película está muy bien dirigida y guionizada y, desde luego, consigue que te pongas en la piel de Aaron. 


Ya iba faltando algo de comedia romántica barata (Step Up no cuenta porque en realidad es de baile). Después del chasco de Juntos y Revueltos (Blended), en la que también sale Drew Barrymore, no sabía qué esperarme de Salvando las distancias (Going the distance) pero la pillé de casualidad en la tele y me llamó positivamente la atención. No es un título que se os vaya a quedar grabado a fuego en la memoria para nada pero, en mi opinión, tiene varios detalles que la convierten en una película que se deja ver y sirve para echarse unas risas una tarde de domingo. El tema principal son las relaciones a distancia (de ahí el título) y todos los problemas relacionados de lealtad, dudas, celos, etcétera que ya se dan en las "parejas al uso" pero que se acentúan cuando debes pasar meses separado/a de tu pareja.


Y he aquí EL BODRIO en mayúsculas de este año 2014 (bueno, uno de los bodrios para ser más exacta pero no adelantemos acontecimientos). Dracula Untold es mala hasta decir basta. Partiendo de una especie de preludio para presentarnos al protagonista en que no se entiende absolutamente nada, la historia nos lleva rápidamente a un conflicto entre cualesquiera que sea el pueblo de Vlad y el imperio turco. A partir de aquí, una serie de decisiones absurdas, estúpidas e incoherentes llevaran a nuestro altruista protagonista a convertirse en un vampiro de pacotilla, cuyos poderes no se definen bien en ningún momento. Con tal de darle originalidad y dramatismo al asunto, los guionistas no hacen más que inventarse incoherencia tras incoherencia hasta convencerte de que lo único que quieren es echarte de la sala (porque sí, pagué por ver esta basura, aún me arrepiento).


Os dejo con este vídeo-reseña de Loulogio que resume bastante bien mi opinión sobre semejante despropósito.


Para quitarnos el mal sabor de boca, fuimos a ver, esa misma semana (era la fiesta del cine), Gone Girl o, como se ha adaptado el título en España, Perdida. Necesito que alguien me explique por qué este peliculón no se ha llevado más nominaciones a los Oscar porque, sinceramente, es impresionante a todos los niveles. Claro que, sin haber leído el libro en que se basa, no sé a quién tengo que aplaudir por el argumento pero, seré clara, Gone Girl es la mejor película que vi en 2014 junto con Dallas Buyers Club. Desde el principio te atrapa y no deja de sorprenderte escena tras escena con algunas de las mayores idas de olla que recuerdo haber tenido el gusto de visionar. Porque no hablamos ni de espeluznantes historias basadas en hechos reales (Argo, Rush, Lo imposible) ni de improbable ciencia ficción (Inception, Pacific Rim, El juego de Ender), sino de simple ficción que podría darse en la vida real. Y eso sí que da miedo. Empezamos con una incertidumbre absoluta, participando casi sin darnos cuenta en el juego de Nick y Amy, perdidos al principio, recelosos después y genuinamente desconcertados al final. No sabéis lo que disfruté viendo esta película, lo entretenida que estuve y lo maravillada que salí del cine, con muchísimas ganas de comentar todo lo que había visto. Por despertarme esa fascinación que andaba olvidada en algún rincón de mi ser, le doy un once sobre diez.


Interstellar puede que fuese la película que más ganas tuve de ver durante todo el año pasado y es que hype no le faltaba. Además, hype por partida doble, triple... El reparto es espectacular con dos actores que me tienen enamorada, el guión ha sido condimentado por un físico teórico de renombre y los efectos especiales son una pasada. Se dan explicaciones muy claras de conceptos muy complicados, se trabaja con varias hipótesis, se da importancia a toda una serie de procesos esenciales que suelen obviarse en blockbusters palomiteros como el simple acoplamiento de una nave a una estación espacial. Refleja estupendamente bien la naturaleza humana, tanto el egoísmo más patético como el altruismo más ridículo. Y marcha muy bien hasta casi el final en que los guionistas escogieron, a mi parecer, bastante mal cómo darle un desenlace a la historia. Es solo por eso por lo que no puedo considerar esta película como una favorita real aunque la disfruté y me fascinó muchísimo en su gran mayoría. 


Después de tanto estreno, nos apetecía recuperar algún viejo título, de esos que todo el mundo ha visto y que todo el mundo alaba. El día que vi Million Dollar Baby fue uno de mis peores días del año pasado: no tenía ni idea de qué es lo que iba a ver y como que no me pude preparar mentalmente acabé hecha trizas. Evidentemente, es una película sobre boxeo y, más concretamente, sobre boxeo femenino. Pero es también una película sobre muchas otras cosas... como el machismo, la pobreza, la familia y la superación personal. Como siempre, Clint Eastwood está espectacular y hace un dúo muy curioso con Morgan Freeman. No me extraña que se convirtiese en una obra aclamada por la crítica. Abriría un debate sobre otros temas que se tratan a lo largo del filme pero no quiero hacer ningún spoiler.


Y aquí tenéis el otro BODRIO en mayúsculas. En la defensa de El corredor del laberinto hay que decir que, hasta donde yo sé (un conocimiento derivado de destriparme la trilogía entera leyendo las sinopsis íntegras de la wikipedia y que espero olvidar pronto), el libro en el que se basa no es que sea la octava maravilla así que tampoco había mucho margen para hacer una buena película. Aún así los fans de los libros aseguran que esta versión para la gran pantalla está medio inventada y que se salta o modifica cosas importantes así que bueno, no sé, quizá cogieron algo malo y lo convirtieron en pésimo. Los actores tienen carisma cero, la trama no se aguanta por ninguna parte, se revuelca en todos los clichés que tiene a mano, no se da ninguna explicación de nada pretendiendo que todo resulte misterioso pero no pasa de increíblemente incoherente. El único personaje femenino de toda la película es ridículo sin más y el protagonista no podría ser más plano y vacío.


Me veo obligada, de nuevo, a recurrir a una crítica de youtube para ilustrar (con muchos spoilers) varios de los motivos por los que opino que esta película es una basura. Y de paso os echáis unas risas.


Y, para acabar el año (y la entrada), el mismísimo 31 de diciembre teníamos una cita ineludible para ver el final de la trilogía de El Hobbit: La batalla de los cinco ejércitos. Fin de ciclo con la demostración definitiva de que no debería poderse transformar un libro infantil en una saga de tres películas que suman, entre todas, ocho horas de divagaciones e invenciones con muchos efectos especiales de lo más guays que para nada suplen el desvariar de Peter Jackson. Se han esforzado tanto por producir una película de acción con mil efectos especiales y luchas imposibles que se supone que deberían dejarte con la boca abierta que han pisoteado la esencia del libro original, Tolkien se estará revolviendo en su tumba con este esperpento. 

Otra entrada eterna que me quito de encima al fin. Este 2015 estoy intentando llevar el blog al día de lo que veo y leo pero me cuesta horrores sacar tiempo para todo...

1 comentario:

  1. a mi también me sorprendió mucho la falta de gone girl en los oscars, de las mejores pelis del año pasado.... *hollywood*

    Guardianes de la galaxia y el resto del universo marvel claro que se van a encontrar! creo que en la fase 3 con la infinity war XD pero antes viene guardians of the galaxy 2, que ya está tardando

    sólo añadir que yo el Hobbit: la batalla de los cinco ejercitos también la añadiria a la lista de BODRIOS.

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