Crónica salonera (II) - Viernes 31

Puesto que el viernes por la mañana no tenía ni firmas ni presentaciones ni nada programado, decidí ir algo más tarde al salón (12h) y dar señales de vida en la uni antes de encerrarme en la Fira.

Nada más llegar me volví a quedar enganchada en la zona fanzines o, para ser justos, en Tomodomo (es que estaban muy muy cerquita). Esta vez centré mi acoso y derribo en Taki la que, como no daba señales de vida desde hacía mucho, no había podido pasar a formar parte de mi collage en el Kuro-e. Pero lo remediamos pronto. Y, ya que estaba, le dejé el segundo tomo del Lis en Fleur.

Es que, sencillamente, me encanta ♥

Si es que no se puede ser más mona

Tras mi parada de rigor en Tomodomo me fui para el stand de Blumenkranz (olvidé preguntarle a Sara de dónde se sacaron ese nombre raruno) a comprarme por fin el sketchbook de Tolkien, Ainulindalë.

Que me firmaron tanto Sara como hart-coco ♥ Con sendas Éowyn ♥♥

La siguiente parada era No Lands, stand al que olvidé por completo acercarme el jueves a pesar de que sabía que estaría Noiry. De nuevo y tras mucho tiempo, pude coincidir con ella muchos meses después de la publicación del primer tomo de Herem. Cuando llegué, descubrí que ya se encontraba firmando un tomo ajeno de este cómic a, como no podía ser de otra forma, Kisa! Aunque las dos estuvimos en el salón el jueves, esa fue la primera vez que nos vimos. Y así aprovechamos para hablar de los controvertidos sistemas de firmas de esta edición y comentar que todos los tontos tienen suerte.

Aprovechando mi parada en No Lands, también les pedí a Angye y Electrocereal que me firmaran el Imaginoterapia. Me dio relativa pena que se rompiera la sucesión de dibujos de chicas pero otros autores se solidarizaron más tarde para equilibrar un poco la balanza de sexos en las dedicatorias xD

Una vez alcanzado el primer objetivo de la mañana me reuní con Fran y Nagore que hacía rato que me esperaban en sitios alternos (a saber, Mision Tokyo, la zona fanzinera y la zona de restauración) y fuimos a comer. Tras la mala experiencia con los gyozas, las pocas ganas de hacer cola y la nula intención de dejarme un pastizal en comida de baja calidad y en poca cantidad, opté por el clásico bocadillo hecho en casa (y galletas de postre).

Al acabar de comer, teníamos más o menos hora y media de margen para dar vueltas por el salón antes de empezar con la maratón implacable de firmas. Así que subimos de nuevo a la segunda planta y, esta vez, miré con más calma las máscaras (e hice mejores fotos siguiendo el sabio consejo de Nagore).

Además, aprovechamos para ver las exposiciones de Takeshi Obata, Kengo Hanazawa y la de filatelia y me compré All you need is kill #2 para conseguir mi numerito para la sesión de firmas de Obata =)

Postales y marcapáginas a tutiplén

A eso de las tres y media de la tarde nos acercamos a la parte trasera del stand de Norma para empezar la cola para que nos dieran números para las firmas de Ken Niimura a las cinco de la tarde (los tres queríamos número)... y digamos que había un poquitín de caos con los preparativos para la primera sesión de firmas de Obata (¡a la que yo fui! y que no me preocupa para nada, al menos no a las cuatro). Preguntamos a una chica que estaba en la parte de atrás del stand que nos mandó a otra que estaba en la parte delantera que nos volvió a mandar para atrás. Al final decidimos empezar la cola donde mejor nos pareció en vista de que los trabajadores no tenían mucha idea. Al poco rato, se empezó a acumular cierta multitud en la esquina adyacente a la nuestra, presuntamente formada por aquellos con número para Obata. A estas alturas empezaron a acercarse varias personas preguntando por "el de Death Note", "el que dibuja eso (señalando hacia una ilustración gigante de Obata en la decoración del stand", etcétera. que no tenían ni la más remota idea del sistema que se siguió esta edición para determinar quién podía conseguir firma del aclamado mangaka.

Ingeniería pura

Y, mientras tanto, se iba formando una amalgama confusa de seguidores tanto de Ken Niimura como de Kenny Ruiz (Ken y Kenny no eran nombres especialmente fáciles de diferenciar con el jaleo de fondo del salón y la confusión general de las colas...). Al cabo de un rato apareció por allí una mujer que parecía estar más enterada del sistema de firmas pero que en cuanto supo que estábamos allí para "autores nacionales" nos ignoró bastante alegando que la prioridad en ese momento era organizar la llegada de Obata al stand. Finalmente, una segunda mujer (muy apañada y que ya nos conocemos de las múltiples sesiones de firmas en el stand de Norma) vino a repartirnos los números; sin embargo, no tardó en descubrir con horror que los papelitos numerados bonitos y oficiales habían desaparecido. Solución: dibujar cuadraditos y redonditas en post-its para marcar el orden de cara a las firmas de las cinco.

Cuando POR FIN conseguimos nuestros cutres pero eficientes papelitos, nos fuimos a dar una vuelta momento que, evidentemente, aproveché para volver a la zona fanzines y dejarle el Imaginoterapia a Míriam Bonastre y el Kuro-e a Ero★Pinku y, como ambas estaban de trabajo hasta arriba, allí los dejé y de vuelta para Norma.

Me esperaba algo bonito pero no algo TAN bonito
(es de mis firmas favoritas de este año)

¡No me esperaba que me reconociera!
Se quedó con la última esquina disponible del artbook =P

Antes de las cinco (no recuerdo cuánto pero fue demasiado teniendo en cuenta que tenía número) nos plantamos de nuevo en Norma y vimos cómo los autores iban llegando a la par que la cola de Obata avanzaba a muy buen ritmo (tenía que firmar a cien personas en 90 minutos y le sobró tiempo). Como que, después de todo, encontraron los números bonitos, cambié el post-it (¡olvidé hacerle foto a la versión cutre!).

Ken fue de lo más agradable, me preguntó si había leído Henshin y qué historia me había gustado especialmente lo que me hizo sudar tinta ya que me gustaron todas pero es lo típico que dices en voz alta y parece que solo quieras quedar bien... Al final me decidí por Las mentiras están más que vetadas porque, a mi parecer, es de las historias más originales e hilarantes de la recopilación. Ken me hizo muy feliz contándome que se había traído fanzines al salón y que podía comprarlos en el stand de Norma ^o^

¡El estuche!

Gatito adorable añadido en el último momento (ya es tradición)
Abajo/encima podéis ver Penguin wants to fly ♥

Una vez con mi flamante firma de Ken Niimura me puse a la cola para Obata y escuché asombrada como los fanboys que tenía detrás se sorprendían de que el mangaka le hubiese dado la mano a uno de sus lectores y que era muy posible que hubiese publicado otros mangas bajo seudónimos alternativos... una cola entretenida.

Tras conseguir las firmas de Obata y Niimura y mientras esperábamos a que fueran las seis para recoger el número para la firma de los Skizocrilian a las siete, fui a comprarme las dos novedades de autores españoles de Norma editorial: Yudoku y A través del Khamsin #2 (pronto reseña). También pasamos por el stand de Norma (parte delantera esta vez) a echar un vistazo a los fanzines que trajo Ken y acabé sucumbiendo con el del pingüino porque era demasiado mono aunque me arrepienta a medias ahora que sé que aparece en gigante en Traveling *se va a llorar al rincón* A todo esto, se me pasó la hora de recoger número para Skizocrilian, ¡suerte que Nagore está en todo! Mientras que ella se quedó en Norma para la firma de Kengo, Fran y yo tiramos para la charla con los fans de Obata pero creo que yo no aguanté allí ni cinco minutos entre que no había asientos disponibles, que la acústica del lugar es una mierda y que tampoco íbamos a poder hacer preguntas (que esto también se hacía por internet antes del salón).

Así que antes de las siete ya estaba por enésima vez plantada tras el stand de Norma; solo que para hacerle compañía a Nagore, que esperaba su turno para la firma de Hanazawa muy nerviosa porque parecía que se le iba a solapar con la de Skizocrilian. Al final decidió cambiarme su número #3 por mi número #8 (que me había conseguido ella misma antes) para asegurarse de poder ir a las dos con lo que nos cambiamos de sitio. No sin antes enchufarme su número para Kengo para que le cogiera yo la lámina mientras ella meditaba sobre Skizocrilian. Cosas. 

La cuestión es que después de todo tuve suerte porque fui la tercera en la cola para Skizocrilian Studio aunque me quedé sin dibujo repasado... y sin las pegatinas prometidas... T^T Misha me pilló totalmente desprevenida preguntándome qué es lo que más me había gustado del primer tomo (esta fue más o menos fácil porque redacté la reseña hace nada) y qué lo que menos (esta me costó mucho más, de hecho, al principio caí en el adulador "¡me gustó todo!" pero acabé consiguiendo rascar alguna que otra cosa mejorable que, en cualquier caso, parece que en el segundo tomo se esclarece).

Me quedé sin dibujo repasado pero no me quejo (mucho)
porque sino los demás se hubieran quedado sin firma

Y aun me quedaba un último stand en el que pararme... ¡Nowevolution! Volví a ver a Inma cinco años después de la salida de OUT. Parece mentira lo que ha llovido desde entonces... Quién le iba a decir por aquel entonces que después de toda la mierda que se tuvo que comer en Medea acabaría pudiendo reeditar 3x1 en una edición decente ^_^.

Finalmente, y tras ocho intensas horas de admirar y fotografiar las exposiciones, comprar las novedades, perseguir autores en la zona fanzinera y hacer eternas colas para los autores de más renombre, decidí que ya era hora de volver a casa.

Gasto total del día: 28,70€ (3 tomos + 2 fanzines)

Firmas conseguidas: catorce