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jueves, 3 de agosto de 2017

Los Pies Vendados

Giant Days me despertó el apetito por los cómics no japoneses y acabé en la biblioteca, después de mucho tiempo, a ver qué encontraba. Dio la casualidad que hacía muy poco había leído un pequeño reportaje sobre la costumbre bárbara de vendar los pies a las mujeres chinas como símbolo de belleza y erotismo así que cuando me topé con el impactante título lo cogí sin pensármelo mucho a pesar de no haber oído hablar antes de dicho cómic.


Para los profanos, como yo, quiero aclarar (brevemente) en qué consistía exactamente esta tradición de "vendar los pies" ya que, sin conocimiento de causa, puede parecer algo relativamente inocuo. Tener los pies vendados quería decir, en realidad, que a una edad temprana (hacia los 5 años de forma óptima) se les deformaban los pies a las niñas a propósito, apretando los dedos del pie contra la planta y vendándolos rápidamente con fuerza para mantener la deformación antinatural. Por supuesto, para conseguirlo, era necesario romper los dedos en el proceso y resultaba extremadamente doloroso. Esto se hacía con el objetivo de que una vez adulta, los pies de la mujer no superaran los 7 centímetros de largo (coged una regla que tengáis a mano y llevaros las manos a la cabeza). Esta deformación obligaba a las mujeres que la sufrían a caminar con dificultades, con un bamboleo característico que se consideraba erótico. Lo mismo ocurría con los pies, siempre vendados y en unos zapatos tradicionales con decoración profusa, que también despertaban las más enfermizas filias.

Las mujeres con los pies vendados no podían trabajar en el campo, aspiraban a convertirse en mujeres de hombres ricos y, básicamente, se convertían en floreros para la posteridad. Se trata de una práctica común en China durante varios siglos, que se realizaba a casi todas las mujeres de alta alcurnia y a unas pocas afortunadas entre los campesinos que aspiraban a mejorar la clase social de la familia a base de concertar matrimonios de provecho. Si queréis saber más sobre el tema, hay información abundante en la red, incluyendo fotografías de cómo eran en realidad esos pies al quitar la venda; no son para todas las sensibilidades, avisados quedáis.


Li Kunwu es un artista veterano reconocido a nivel internacional por su obra autobiográfica Una vida en china. En Los pies vendados no se aleja mucho de sus temas de interés habituales, narrando la vida de Chunxiu, la que fuera su niñera cuando era todavía un niño, tal y como ella misma se la contó. Se trata pues de una obra biográfica en que, a través de la historia personal de Chunxiu, enfatizando siempre cómo todos los puntos de inflexión de su vida tuvieron algo que ver con sus pies, el autor aprovecha para contar los movimientos convulsos que hubo en China el siglo pasado con la instauración del nuevo régimen. Tanto es así, que a veces una duda siquiera si Los Pies Vendados es realmente la historia de esta mujer o si en realidad sus experiencias son colaterales al guión del cómic con páginas enteras (de su centenar escaso) dedicadas a conversaciones entre hombres en el mercado o llenas de propaganda política, que son las que realmente permiten apreciar cuál era la situación del pueblo en la China rural de la época.

El título que hoy me ocupa ofrece pues una lectura entre líneas, cargada de intención, en que se critica con dureza la sociedad china y su evolución en el último siglo sustituyendo una lacra por otra. Si la infancia de Chunxiu se caracterizó por los últimos coletazos del imperio, y su juventud por tiempos convulsos de cambio y radicalización, su vida adulta y vejez constituyeron una huida continua, con el pasado siempre a cuestas, sin visos a mejorar nunca, sabiéndose sola e impotente pero, a pesar de todo, aceptando su destino y tirando hacia delante, agarrándose a la vida con orgullo a pesar de ser vista como una lacra por y para la sociedad.



Los Pies Vendados es una lectura sofocante, con viñetas oscuras y sucias, emborronadas, con mucha emoción contenida. No hay viñetas particularmente explícitas. El autor se vale de otros recursos para reflejar la crueldad de la práctica de vendar los pies. De hecho, Chunxiu es un personaje contemplativo, cuyos silencios dicen mucho más que sus palabras. Li Kunwu incluye al inicio de su novela gráfica fotos de los objetos que les dejó Chunxiu, y que tantas veces aparecen a lo largo de la obra. Es esta proximidad, el saber que esta historia no tiene nada de ficticio, la que hace que este cómic impacte tantísimo. A pesar de lo crudo que es, me parece un homenaje magnífico a la estupidez, ignorancia y determinación humanas así que os recomiendo su lectura sin reservas.

Fuente: Vendado de pies, Wikipedia [Accedido el 20 de julio de 2017]

5 comentarios:

  1. Qué barbaridad de costumbre :(
    ¡Buena reseña! Se lee del tirón.

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    1. La verdad es que es una atrocidad de aquellas que parece sacada de una novela más que del testimonio y la historia.
      Gracias por la parte que me toca =)

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  2. Nada más empezar a leer la reseña y ver de qué iba ya me has llamado la atención, al finalizarla todavía más.
    Lo buscaré en la biblioteca y le echaré un ojo que pinta muy interesante!

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    1. Es una lectura diferente, eso seguro. Ya me dirás si te convence.

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  3. No creo que lea el cómic pero por si tienes más ganas de profundizar en historias chinas te recomiendo a la escritora Pearl S. Buck. De ella he leído de momento Viento del Este, viento del Oeste (en la que el pasaje de los pies vendados tiene su importancia para la protagonista) y La madre (que habla más del mundo rural). También es cierto que ella es occidental y siempre es preferible leer de un país por sus gentes, pero pasó muchos años de su vida viviendo en China y el retrato que hace es muy fiel.

    Un beso! <3

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