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domingo, 10 de abril de 2016

La Virgen del burdel

Desde que leyese Preciosa Oscuridad que andaba rastreando otras obras ilustradas por Kerascoët y estaba ya bastante convencida de que Beauté (que teóricamente iba a sacar Spaceman en español aunque no hay noticias sobre el tema desde hace más de un año) sería mi próxima víctima pero entonces me salió al paso (en mi cada vez más adorada biblioteca) La Virgen del burdel y cualquiera se resiste a semejante título.


Como suele suceder entre hermanas, Blanca no comprende del todo a Agathe, a la vez que su hermana mayor la irrita por su despreocupación, la envidia por su belleza y extroversión. Sin embargo, sus pequeñas riñas pronto se verán interrumpidas por el asesinato de Agathe a manos del apodado carnicero del baile. Ciega por la venganza, Blanca no dudará a la hora de ponerse a trabajar en el burdel donde trabajaba la última víctima, a pesar de ser virgen... y no tener ninguna intención de dejar de serlo.

La Virgen del burdel es una de esas obras cuya lectura solo puede compararse con una bofetada insospechada. Como ya me sucediera con Preciosa Oscuridad, se trata de un relato tan sórdido que es difícil no quedar algo traspuesta, especialmente al terminarlo. Tratándose de una historia esencialmente policíaca que, para más inri, está ambientada en un burdel, la censura es sencillamente inexistente: desnudos (femeninos y masculinos también, los penes flácidos también tienen derecho a aparecer en el cómic, gracias), asesinatos sangrientos, sexo explícito, y que no falte la tortura. Los autores se despachan a gusto con sus personajes.


Blanca, más conocida como señorita no-se-toca, es una protagonista maravillosa. Aunque se la presente como una mojigata reprimida, no duda ni un instante en sacrificar sus principios (aunque no su flor) con tal de conseguir justicia para su hermana. Es dura como el acero y aprende rápidamente a lidiar tanto con los clientes como con sus compañeras tras los bastidores, un nido de víboras dispuestas a hacerle la vida imposible por pura envidia.

Policías, políticos, y otros hombres de bien que abogan por la clausura de todos los burdeles de París por su ausencia de moral, se codean en el gran salón del Pompadour a brindar juntos entre prostitutas sin que la ironía les impida disfrutar de su hipocresía. De la misma manera, no importa quién es el asesino y quién la víctima inocente, sino quién tiene dinero y quién no, quién es de clase alta y quién tiene que prostituirse para poder llegar al día siguiente.


Mi parte favorita de La virgen del burdel ha sido la inocente y egocéntrica convicción de Blanca de que el primer degenerado con el que se cruzaba (recordemos, en un burdel) había de ser el asesino en serie. Corazonada tras corazonada, pone bajo su punto de mira a prácticamente todos los hombres con los que se cruza, haciendo gala de una misandria muy pronunciada, actuando sin reflexionar, sin dudar de sus conjeturas ni pensar en las posibles represalias de sus acciones.

Y qué puedo decir del dibujo... Sencillamente espléndido, el dúo artístico de Kerascoët ya me dejó boquiabierta en Preciosa Oscuridad y no esperaba menos en esta ocasión. No decepcionan. Invaden las páginas de pequeñas viñetas cargadas de detalles y personajes. A pesar de la representación simplista y caricaturesca de los mismos, consiguen evocar gran cantidad de emociones tanto en los personajes como en los lectores.


Lo que menos me ha gustado ha sido el final ya que, por mucho que esté magníficamente hilado, pone punto y final a unos personajes que estoy segura de que podrían dar más de sí. ¡La buena noticia es que era en realidad un punto y a parte! Buscando imágenes para ilustrar esta entrada me he topado con las portadas de los tomos tres y cuatro (la edición española recopila los dos primeros volúmenes franceses) los que, aunque no llegaron a editarse en España, mi A2 en francés me permitirán disfrutar en cuánto me los pueda permitir.

A pesar de esta continuación, La Virgen del burdel es una historia autoconclusiva, bien cerrada, cuya lectura, a poco que os haya llamado la atención con mi reseña, estoy casi segura de que no olvidaréis.

2 comentarios:

  1. me lo apunto. El título en francés me parece muy ilustrativo del personaje de Blanca por lo que has contado, curioso que no se tradujera al español. Si puedo intentaré conseguirlo en francés.

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    1. Totalmente de acuerdo contigo. Yo al principio, más que curioso, me pareció indignante que se hubiese alterado así el título. En lugar de la virgen del burdel debería ser señorita no-se-toca sin más, pensé. Pero claro, sabiendo que existen tercer y cuarto tomo, entiendo que prefirieran dejar el subtítulo del primer volumen que, además, imagino que vende más... ¡Espero que lo encuentres y que te guste! ^^ Y bueno, si no te gustara, estaré atenta a tu mercadillo ;)

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