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domingo, 3 de mayo de 2015

Ámsterdam: toma de contacto

Ahora que todos los blogs se han llenado de crónicas sobre el Salón del Cómic de Barcelona, vengo yo a poner la nota discordante con mi reciente escapada relámpago a la capital holandesa. Como siempre, opto por empezar con un listado de las cosas que, desde mi sesgado punto de vista, caracterizan Ámsterdam.


1) Los canales y puentes: por empezar por algo bonito, me remito un poco a Venecia con un dato curioso, Ámsterdam tiene más del triple de puentes que la célebre ciudad italiana. Para ser una capital europea se trata de una ciudad relativamente pequeña pero la multitud de canales no dificultan en lo más mínimo la ruta gracias a un diseño coherente de los puentes (no puedo decir lo mismo de Venecia y sus infinitas calles sin salida). Otra curiosidad es que los canales de Ámsterdam se ven invadidos por cientos de casas-barco, ¡hay en torno a 2500!


2) Casas estrechas y ganchos misteriosos: la postal clásica de Ámsterdam incluye múltiples elementos de los aquí citados pero uno de los más populares son las estrechas fachadas tan características de la ciudad, debidas a una antigua normativa según la cual había que pagar una pequeña gran fortuna en función de la amplitud de la fachada de la casa por lo que es raro encontrar casas anchas por la ciudad. El tema de los ganchos se debe a esta regulación ya que, con casas así de estrechas, es imposible encajar un ascensor en su interior y, además, las escaleras son súper estrechas y empinadas así que las mudanzas se tienen que hacer por la ventana, con una polea.


3) Una visión distinta de la religión: después de haber visitado Italia en dos ocasiones y haber visto grandes iglesias y catedrales tanto españolas como francesas, me chocó un poco el uso que se da en Ámsterdam de sus más antiguas iglesias. En la Oude Kerk (iglesia vieja), que se encuentra en pleno Barrio Rojo rodeada de esculturas dedicadas a la prostitución y de las tan famosas vitrinas, nos encontramos con una exposición temporal de arte contemporáneo fusionado con el interior de la iglesia y en la Nieuwe Kerk (iglesia nueva, en comparación con la vieja claro, porque su construcción data del siglo XV) se exponía el World Press Photo 2014 (cuyas fotos os recomiendo ver).


4) Bicis, bicis por todas partes: hasta un nivel enfermizo. Tienen más espacio las bicis que los coches o que los peatones; a veces ni siquiera hay acera pero siempre habrá un camino exclusivo para ciclistas. De hecho, es mucho más probable que te pite un ciclista que un conductor. Allá donde vayas te encuentras bicis aparcadas en todas las farolas y en todas las vallas, al lado de la estación era demencial porque había tal cantidad de bicis amontonadas que no sé como sus propietarios las encuentran después...


5) Sexo, drogas y... ¿rock'n'roll? El centro de la capital en especial se caracteriza por la abundancia tanto de coffee shops, que desprenden un olor a porro insoportable, y múltiples escaparates donde las prostitutas se exhiben durante horas intentando llamar la atención de los viandantes. Llamar la atención nivel que nosotros pasamos al lado de uno sin darnos cuenta (íbamos rodeando la Oude Kerk en busca de ese adoquín tan llamativo de la foto) y la prostituta de su interior dio un golpe en el cristal para que la mirásemos (y yo creo que pegué un bote del susto).


6) Queso y zapatos puntiagudos: Holanda es conocida por la producción de queso y en el centro de Ámsterdam es inevitable toparse con una tienda de quesos cada cinco minutos. Lo que quizá me llamó la atención fue la presencia de unos zapatos gigantescos delante de muchas de estas tiendas y, por supuesto, infinidad de llaveros y demás tonterías con el motivo de estos zapatos. Personalmente, encuentro que son unos zapatos más bien horteras y por eso no reparé en haber hecho alguna foto en una tienda de souvenirs así que la imagen que encabeza este apartado está sacada de google imágenes. 


7) Molinos y tulipanes: un motivo que se repite en las tiendas de souvenirs y que quizá sea más típico del país en sí que solo de la capital, es el de campos interminables de tulipanes de colores con un molino de fondo. Molinos no pero tulipanes sí que los había por todas partes, en parques y macetas, dándole un poco de color a la ciudad y no, tampoco tengo fotos de los tulipanes que vimos porque estaban en macetas así cualesquiera. Una de las principales atracciones primaverales de Holanda es el Keukenhof, un jardín de tulipanes gigante que solo abre de mediados de marzo a mediados de mayo (la época de floración de los tulipanes) al que no fuimos por su elevado precio y por lo que tardábamos en ir y volver.


8) Ciudad de escondrijos: es probable que la "atracción turística" más famosa y frecuentada en la capital holandesa sea la Anne Frank Huis (casa de Ana Frank). La fama que pueda tener Ámsterdam como sede de la legalización de actividades que muchos consideran ilícitas, desde la prostitución y el consumo de marihuana hasta el matrimonio homosexual, incluye la religión. Ya no solo porque la familia Frank se ocultara en los pisos superiores de la clásica casa estrecha del centro de Ámsterdam debido a sus creencias judías sino porque, tras la reforma protestante, la profesión del culto católico se prohibió en Holanda, lo que no impidió que Jan Hartman construyera una iglesia clandestina en el ático de su casa. Fue una de mis visitas favoritas durante el viaje pero eso ya me lo dejo para otra entrada.


9) Obras: como siempre que viajamos, la ciudad estaba repleta de obras, andamios, contenedores y demás obstáculos del tráfico ya de por sí complicado por la afluencia de bicis en todas direcciones. Especial repercusión tiene la construcción del metro que parece ser que desplazó varios edificios del centro (o eso rezaba nuestra guía de viaje), como esas casas ostensiblemente inclinadas de la foto.


10) Hogar de las patatas fritas: para acabar, os dejo con la típica comida holandesa (aunque sea originaria de Bélgica), ineludible si estáis de paso por Ámsterdam. Las venden por todas partes en cantidades industriales. Nosotros siempre compramos el tamaño más pequeño y aún así me parecía una cantidad enorme de patatas.

3 comentarios:

  1. si que se ven bastante horterones los zapatos, si...

    me quedo con la curiosidad de los ganchos, no hubiera adivinado para que servían ni de coña XD

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  2. Qué crónica más chachi <3

    En mi facultad hicieron un viaje a Amsterdam, que aunque no lo mencionas porque no es lo que un turista normal suele buscar, dado que es una de las ciudades con más arquitectura moderna de calidad. Yo no me apunté por el excesivo precio y por lo mal organizado que parecía estar. Además, se iban a desplazar en bici y yo no sé montar XD

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    1. Ups, qué mal he redactado el comentario, sorry ^^U XD

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