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miércoles, 3 de septiembre de 2014

Dead Until Dark vs True Blood

De forma paralela a la agonía de seguir semana a semana la séptima y última temporada de True Blood me puse a leer Dead Until Dark (el primer libro de la saga de Sookie Stackhouse) y a revisionar la primera temporada de la serie (que vi antes de inaugurar el blog por lo que no estaba reseñada aún por estos lares).


No ha sido hasta ahora que me he dado cuenta de hasta qué punto era evidente que los guionistas tuvieron que inventarse cientos de cosas: los libros están escritos en primera persona, desde el punto de vista de Sookie. Es algo que ya sabía con anterioridad pero en lo que no había pensado para nada. Al tener la serie diversas subtramas y diversos personajes, hay muchísimo que contar (o inventar) de lo que Sookie no es partícipe directamente.

Vi la primera temporada de True Blood hace unos cinco años y ha sido mucho más enriquecedor de lo que esperaba volver a verla. La recordaba mucho más exagerada, con más excesos y, sin embargo, la impresión que me llevo de ella es que todos los personajes son terriblemente inocentes, incluso Jason. De hecho, me pregunto cuántas de las ñoñerías o sentencias que hacen los protagonistas se escribieron desde un principio con ironía, sabiendo de antemano lo que tenía que venir en las siguientes temporadas y lo mucho que iban a contradecirse y pisotear sus principios todos los personajes.


El libro me ha sorprendido para bien. Su narración es más o menos acorde con los sucesos de la serie aunque haya varios cambios; algunos de los cuales no me agradan. Por ejemplo, algo que ya me habían contado: Tara no existe en los libros. Y puedo entender que a los guionistas les hiciera falta algún personaje extra que diera juego pero la verdad es que la infancia de Sookie resulta tristísima una vez le quitas a la única amiga que tenía. Eso por no hablar de lo incomprensible que me resulta inventarse a Tara y obviar a Charlsie, Belinda, Harlen Ives, JB o Bubba... 

En general, creo que me ha gustado más el libro que la serie ya que se entiende muchísimo mejor a Sookie y los motivos que la urgen a actuar de un modo u otro. Luego están los matices. De alguna forma creo que el libro es más coherente que la serie y que Sookie tienen reacciones más sensatas en general. Aunque no deja de sorprenderme su labilidad: de un capítulo a otro Bill pasa de ser su único entretenimiento a alguien del que mantenerse alejada, y así una y otra vez. Me gustan las dudas de Sookie, algo tan natural como preguntarse si un "no-muerto" puede mantener relaciones sexuales, pequeños detalles que dan credibilidad a un mundo en el que, de un día para otro, la humanidad debe aceptar la existencia de los vampiros. Y otro asunto que me parece mejor enfocado en el libro es el verdadero terror que sienten tanto Bill como Sookie a Eric. En la serie se trata de algo casi trivial.


Mi parte favorita del libro es la independencia de Sookie. Ella sola debe enfrentarse a Rene. Nada de Bill descomponiéndose al sol. Nada de Sam metamorfoseándose para salvarla. Ella solita, con un cuchillo. Aunque esto me hace pensar en un par de cosas que no me entusiasman: la primera, que Sookie asume en una sola página que Sam sea un cambiaformas como si fuera lo más normal del mundo; la segunda, que la intentan matar tres veces en cosa de un mes y se la ve bastante tranquila dada la situación cuando debería sufrir trastorno por estrés post traumático, como poco.

Y la última diferencia vital entre serie y libro es la trivialidad con la que se trata el tema del V en la serie. Mientras que en la serie se le da un gran protagonismo (en esta y otras temporadas) a los adictos, en el libro se recalca el efecto tan contundente que tiene sobre sus usuarios de manera que sea algo excepcional que Sookie haya tomado sangre de vampiro tres veces y es algo que se nota en su olor, su color, su fuerza, sus habilidades telepáticas y, en general, en toda ella.


La serie añade un montón de subtramas innecesarias como los demonios de las Thornton (no recordaba lo ODIOSA que es Lettie Mae) o la adicción de Jason al V que se comen muchísimos minutos de metraje pero que son estrictamente necesarios para introducir las subsecuentes subtramas de estos personajes en la segunda temporada, que asumo que tampoco aparecerán en Living Dead in Dallas. Quizá Dead Until Dark no es un libro lo suficientemente extenso como para crear una serie de doce capítulos a partir de él. Aunque desde luego sí que ocurren suficientes cosas como para que haya el cliffhanger obligado a cada final de episodio.

En resumen, y ahora que he acabado de ver la serie al completo, la primera temporada es sin duda la peor de todas ellas, mucho más aburrida, con personajes especialmente anodinos y nada más que el sexo por el sexo y la violencia por la violencia; sin embargo, sirve de lenta presentación de personajes, que disponen de doce capítulos para meterse en sus trajes cliché (y así poder arrancárselos en lo sucesivo).

Lo único que no cambia entre serie y libros ni tampoco a medida que
 transcurren las temporadas es que Sookie se pasa la vida limpiando
No será la saga del siglo. Nada especialmente profundo o filosófico pero, desde luego, trepidante, adictivo, entretenido y divertido con una protagonista que se hace querer y un universo inexplorado que ofrece múltiples posibilidades... Tengo ganas de seguir con su lectura.

1 comentario:

  1. He leído siempre muy buenas opiniones del comienzo de la saga y una degeneración brutal hacia el final, así que no creo que la lea o vea y es una pena porque pintaba bien, pero no tengo ganas de llevarme un chasco anunciado XD

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