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martes, 19 de noviembre de 2013

La pequeña muerte

De los catorce tomos españoles y fanzines variados que he comprado este salón, el primero que he leído ha sido La pequeña muerte. Se trata de un tomo único de Nessa Ninona, editado por Ediciones Babylon en 2011. En su web podéis encontrar una larga preview para haceros a la idea de la temática de la historia si dudáis con su compra.


Una condesa pierde a su querido hijo en la guerra y, enloquecida por el dolor, comienza a leer libros sobre ocultismo decidida a traerlo de vuelta. Es así como da con la idea de crear engendros mitad humanos mitad cuervos, ya que son estas aves las que se cree que son mensajeras del Más Allá, con el objetivo de comunicarse con su hijo Klaus. Finalmente, la condesa se convierte en la "creadora" de siete niños que, poco a poco, aprenderán a traer almas errantes a este mundo. Sin embargo, cuando llega el esperado día de contactar con Klaus, ocurre un imprevisto que llevará a los niños a huir al limbo pensando que se trata de un lugar seguro... pero quizá no lo sea tanto.

Como creo que ya sabéis, conocí oficialmente a Ninona por su webcómic Übersexual aunque, en realidad, se había estrenado en el mercado español hace ya un par de años. Sabiendo que soy una españófila (es un término incorrecto a muchos niveles teniendo en cuenta a lo que me refiero pero, en fin, supongo que me entendéis) quizá os preguntéis cómo es que no había comprado este tomo antes. Pues bien, me dejé llevar por dos cosas principalmente: 1) que no me gustaba la portada (soy TAN superficial) y 2) que la historia parecía ser de terror/miedo/horror y es una temática que nunca me ha atraído lo más mínimo. Pero al final el único empujoncito que necesitaba era enamorarme de Marisol y tener mono de páginas en subcultura.

Primera y prometedora viñeta
Acerté totalmente con lo del horror. Nunca había leído una historia tan macabra y que me revolviera las tripas de esta manera. Pasada la introducción, la historia se convierte en una sucesión de escenas espantosas con niños trastornados que sugerirán pruebas de lo más siniestras a los protagonistas con tal de impedirles avanzar.

Y con esto quiero decir que la autora alcanzó satisfactoriamente su meta y que este cómic hará las delicias de los fans del gore y los niños muertos en terribles circunstancias. Algún lector desprevenido e inocente podría pensar que al ser niños los protagonistas las escenas serían más suaves o que la autora tendría pudor con ciertas viñetas pero no. Ninona no tiene ningún reparo en mostrar todas las atrocidades que se le pasan por la cabeza así que los lectores sensibles que tengan cuidado.

No olvidéis hacer clic para ver la imagen más grande
El diseño de personajes está increíblemente cuidado preocupándose de caracterizar a los siete niños tanto en su aspecto, como en su personalidad, como en sus habilidades y con guiños a su aspecto de bebés y al de sus madres (establecer similitudes entre diseños es todo un pasatiempo); sin olvidarse de la importancia del nombre, de la A a la G: Amelia, Bruno, Carlota, David, Eric, Fran y Griselda para consolidar que los niños son como ratas de laboratorio que ni siquiera merecen un nombre.

En cuanto a lo de generar híbridos con cuerpo humano pero características de cuervo, debo decir que es algo irrealizable y científicamente imposible. Al principio me molestó un poco por mi siempre presente deformación profesional pero, al final, caí en la cuenta de que estamos hablando de una historia en la que prima lo sobrenatural, con almas que vienen del Más Allá y demás. En cualquier caso, sí que me gustó mucho que crear a estos niños no fuera tarea fácil y que la condesa cargara con varios experimentos fallidos hasta lograr su objetivo.

Me encanta cuando se habla con propiedad ♥
En lo que al dibujo respecta, el lector se encuentra con el tan personal y característico estilo de Ninona. Es algo más tosco que el que se puede admirar en Übersexual pero la evolución lógica de un dibujante es mejorar considerablemente en un lapso de dos años así que no es de extrañar. De todas formas, La Pequeña Muerte goza de un estilismo propio de una dibujante que reconoce que disfruta diseñando moda. Y ya no solo se trata del diseño de personajes y vestimenta sino de las plumas cayendo en cada página, de las flores que se deshojan, de la sangre repartida con esmero. La autora aprovecha los recursos del cómic para llenar sus páginas de detalles que aportan algo más de información que los meros diálogos. Además, altera e improvisa su estilo cuando la historia así lo requiere como cuando tiene que describir una escena que se desarrolla en la más absoluta oscuridad. No tengo ninguna queja en lo que al apartado gráfico se refiere.


Y el colofón final de una buena historia es un desenlace perfecto y el único que, en mi opinión, podía tener este cómic. De hecho, quizá es el final lo que acabó de contribuir a que terminara con la piel de gallina, hasta el último milímetro. No es habitual que un autor decida llevar su historia hasta las últimas consecuencias sin caer en tópicos baratos y que puedan agradar más al público.

En resumen, La pequeña muerte es un cómic recomendable: tomo único, gastos de envío gratis en la web de la editorial, historia bien cerrada, dibujo impecable y temática poco usual. A poco que os haya llamado la atención con mi reseña, ya estáis tardando en darle una oportunidad.

4 comentarios:

  1. Tiene buena pinta ^^ gracias por la reseña.
    Un beso

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  2. Parece muy siniestro, no lo conocía y tras tu reseña no descarto darle una oportunidad.

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  3. Estoy recordando ahora gracias a tu reseña lo brutal que me pareció el final; sencillamente no me lo podía creer.

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  4. Buff, ya lo descarté en su momento por lo macabro que parecía y vista la reseña y la preview me lo voy a dejar ^^U

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