Endless World

La historia de cómo he acabado leyendo esto es tan divertida que os la voy a contar. Estaba Egoistic Blue hablando de lo mucho que le gusta Asumiko y al final me entró la curiosidad y busqué imágenes suyas en google (y descubrí que es la autora de Utsubora, EN FIN xD). Y entre ellas me apareció una que NO era de Asumiko pero que me llamó mucho la atención (y es la que os pongo aquí abajo). Seguí la imagen hasta un foro dónde hablaban de yaoi (creo, la tenía una chica de firma), me guardé el link y la busqué de nuevo en google imágenes hasta descubrir que pertenecía a Endless World y como a priori no parecía que realmente perteneciera a ese manga, busqué scans para ver si la encontraba y como era un tomo único lo acabé leyendo entero esa misma tarde. Es todo terriblemente random lo sé, pero es que solo así podía yo acabar leyendo un yaoi con lo mucho que despotrico siempre de las fujoshis xD

Llamativa es

Es considerablemente difícil que consiga resumiros el argumento de este tomo en un párrafo porque es de las cosas más raras que he leído en mucho tiempo pero lo intentaré. La historia presenta a Itsuki, un joven camarero que... tiene un pasado algo problemático. A pesar de que abandonó el mundo de las peleas callejeras 5 años atrás, no es tan fácil dejar todo eso atrás y la llegada de Ryu a su vida le traerá todo tipo de recuerdos... Sobre todo, le hará pensar en Toshimitsu, su compañero de batalla con el que tenía una relación de lo más ambigua.

Veamos, el tomo está formado por 6 capítulos, un prólogo y un epílogo donde cada uno de estos te da un pedacito de información del pasado. Porque a raíz de lo que sucede en el prólogo, donde Ryu e Itsuki se conocen, ambos personajes empiezan a recordar su relación con Toshimitsu años atrás. De esta manera podemos conocer bastante bien el tipo de relación que tenían entre ellos ya que incluso se da el punto de vista del propio Toshimitsu.

Me cuesta mucho hablar de este tomo sin haceros ningún spoiler... y no sé muy bien qué deciros de él. Uno de los temas principales que toca el tomo son las drogas y las alucinaciones que pueden provocar (tiene un capítulo especialmente psicodélico en ese sentido) y también se centra mucho en la delincuencia en general, las peleas callejeras... En realidad, el contenido homoerótico que pueda tener es bastante secundario aunque para nada suave, acorde con el resto del tomo (lo aviso por si hay alguna mente sensible por aquí que le quiere echar un ojo). Lo que más me ha perturbado es la relación entre Toshimitsu y Ryu.

En cuanto al dibujo, es una maravilla. Dokuro Jaryuu sabe dibujar personajes de lo más atractivos y le gusta meter ilustraciones que nada tienen que ver con la historia (máscaras de gas ehem ehem) pero que son bonitas igual. También se vale de recursos como las páginas en un negro genuino para que te impregnes de la oscuridad en la que se sumen sus personajes, recurso que siempre aprecio mucho en este tipo de historias. Y el gatito adorable os lo pongo para que veáis que no miento cuando digo que dibuja bien.

Me ha dejado un regusto algo amargo el tomo pero en conjunto me ha gustado bastante y, para ser un tomo único, creo que está bien llevado y cierra muy bien la historia que quiere contar. Y hasta aquí, si os cuento algo más os voy a destripar el tomo con absoluta certeza así que si algo de lo que he dicho os ha llamado la atención os animo a echarle un ojo.

La imagen mola porque en todo el tomo no aparecen ni
armas ni máscaras de gas ni toros =D

Y, para acabar, otra cosa divertida que liga con lo que comentaba al principio. Cuando empecé a leer Endless World me encontré con la imagen rojiamarilla que veis aquí arriba y como me gustó me la guardé. Una vez acabé de leer el tomo me volví a twitter y me encontré más tweets de @egoisticblue... y me fijé en su avatar... y fui a mirar su header y... voilà. Tantas vueltas buscando de dónde venía la imagen de la máscara y al final... qué risa. En fin, ahora ya puedo decir que he leído yaoi y he salido sana y salva de la experiencia (pero que conste en acta que sigo odiando a las fujoshis que ven homosexuales donde no los hay).