El efecto placebo

Creo que la palabra "placebo" es muy conocida (y no solo por el grupo de música) y no necesita de explicación previa pero a veces tiendo a dar por sentadas cosas que no debería así que por si acaso me voy a explayar un poquito con el tema. El "efecto placebo" se podría definir como la capacidad de una sustancia totalmente inactiva de provocar una mejoría en el estado físico de una persona (definición que me acabo de inventar, pero vaya, podéis buscar otras definiciones por internet y no distan tanto de la mía). Dicho así puede parecer paraciencia, homeopatía o algo peor pero el hecho es que si estamos predispuestos a que algo nos cure, mejoramos. No hay que engañarse, no se te va a soldar un hueso por tomar una pastilla de azúcar ni vas a mover un brazo después de haberte quedado tetrapléjico. Pero sí hay muchas enfermedades y síndromes que empeoran con la ansiedad y el convencimiento de que vamos a estar mejor puede derrocar esas barreras psicológicas que nosotros mismos imponemos sin darnos cuenta.

Algo divertido del asunto de los placebos es que se utilizan regularmente en los ensayos clínicos de fármacos. Para probar que un nuevo fármaco en desarrollo es eficaz, siempre hay que comparar dos grupos (ya sean animales de experimentación, personas sanas o personas enfermas): uno que tome el medicamento en cuestión y otro que tome un placebo (o el fármaco de elección ya aprobado que se utilice en esos momentos para tratar la dolencia que sea). Esto es necesario precisamente porque se conoce el efecto placebo y es necesario quitar ese sesgo del estudio. Me explico, sabiendo que cualquier pastilla, fuera efectiva o no, podría generar una mejora en el paciente por el mero hecho de que la persona pensara que va a mejorar, es necesario tener en cuenta la acción del nuevo fármaco solo como la mejoría respecto al efecto del placebo. Si no se hiciera esta comparación, cualquier nuevo fármaco podría producir una mejora sin ser realmente activo, únicamente por su efecto placebo.

En este tipo de estudios, ni el investigador, ni el paciente, ni ninguna de las personas implicadas en la administración de los fármacos a los sujetos de estudios puede saber si está tratando con el grupo control o no, a esto se le llama estudio de doble ciego. Es necesario recordar que la base del efecto placebo es que tú realmente piensas que te estás tomando la medicina, si desde un principio sabes que lo que tomas no tiene efecto farmacológico real, el efecto placebo no tendrá efecto. Por otro lado, si el investigador supiera a qué grupo pertenecen cada conjunto de datos sería fácil que los manipulara sin querer: si esperas que en un grupo el efecto sea mayor, puede que inconscientemente te fuerces a ver diferencias donde no las hay.

Perdonad esa frase tan molesta en la parte superior de
la imagen pero era eso o pagar 5€ o.ò

Lo divertido es que de este tipo de estudios se ha desprendido hasta qué punto puede ser efectivo un placebo. Personas que padecían depresión y participaban en ensayos clínicos de antidepresivos pero que pertenecían al grupo control (el que toma el placebo) se han curado del todo. Han revertido al 100% su condición patológica y se han observado cambios físicos en su cerebro mediante técnicas de imagen que confirman que se ha producido un cambio real a nivel neurológico. El efecto placebo existe, es real y puede curar (algunas cosas).

Hay varios investigadores que se dedican a estudiar los efectos del placebo ya que si hubiera alguna manera de estandarizar este tipo de tratamiento se ahorrarían millones en salud puesto que un placebo no es más que una pastilla de glucosa o algo similar y resultaría mucho más barato e inocuo para la persona.

Como muestra, un botón: en un artículo publicado en mayo de 2012 se afirma que la mortalidad disminuye cuanto más se sigue el tratamiento con placebo si se comparan dos grupos definidos como "alta adherencia al tratamiento con placebo" y "baja adherencia al tratamiento con placebo" en función de si toman más o menos del 75% de pastillas recetadas (Pressman A, Avins AL, Neuhaus J, Ackerson L, Rudd P. Adherence to placebo and mortality in the Beta Blocker Evaluation of Survival Trial (BEST). Contemp Clin Trials. 2012; 33(3): 492-8.)

Y ya para acabar, un par de curiosidades. La primera, el origen de la palabra placebo: la existencia de esta palabra se remonta a una mala traducción de un salmo de la Biblia, en la que se tradujo del hebreo "Caminaré ante el Señor" al latín como "Placebo Domino in regione vivorum" que significa "Complaceré al Señor en la tierra de los vivos". Y os preguntaréis qué tiene que ver una cosa con la otra, pues resulta que en el siglo XIII las plañideras cantaban a menudo ese verso en los funerales y se las denominó "placebos" haciendo referencia a lo falso de su comportamiento. Y desde entonces se fue extendiendo el uso de esta palabra. Personalmente, el caso que más risa me ha dado es el de los "exorcismos placebo" que consistían en dar a gente que afirmaba estar poseída por un demonio "reliquias sagradas falsas" a ver si empezaban a contorsionarse de forma extraña xD (perdón, sé que la entrada me estaba quedando muy seria pero esto me supera); si lo hacían, quería decir que se habían inventado que estaban poseídos (fascinante eh?).

La segunda, que el placebo es una moneda de dos caras y que también existe el efecto nocebo. En un estudio en que se quería estudiar los efectos del placebo, se informó a los participantes de los posibles efectos secundarios que podían tener con la medicación (falsos, obviamente, igual que el placebo no tiene ningún efecto positivo tampoco puede tenerlo negativo) y un 30% de los participantes tuvo dichos efectos secundarios, que encajaban con la descripción que se les había proporcionado.

Resumiendo, la mente humana sigue siendo un misterio en muchos aspectos y no deberíamos subestimarla a la hora de diagnosticar una enfermedad o prescribir una medicina. Siento que me haya quedado una entrada muy tocho, no la leáis en diagonal, que nos conocemos y es muy interesante!! >_<