Alcatraz

El 21 de marzo de 1963 alrededor de 300 presos y más de 40 guardias desaparecieron de la prisión de máxima seguridad de Alcatraz sin dejar rastro. Para tapar esta desaparición, el Gobierno alegó que la prisión se había cerrado debido a cuestiones de seguridad y que los presos habían sido transferidos a otras prisiones. Sin embargo, Emerson Hauser, un policía novato se da cuenta de que esa historia no es más que una tapadera. A día de hoy, en San Francisco, los del 63 están volviendo uno a uno. A pesar de que han pasado casi 50 años todos ellos conservan la misma apariencia que cuando desaparecieron.

Hauser monta una unidad especial para encontrarlos y encarcelarlos a todos de nuevo y, para ello, solicita la ayuda de Rebecca Madsen y el doctor Diego Soto, un experto en la historia de Alcatraz y sus reclusos. Los del 63 van apareciendo uno tras otro sin recordar nada perteneciente a ese lapso de tiempo de 50 años y con el objetivo de encontrar ciertos objetos además de continuar con sus hábitos criminales.

Hubo mucho revuelo antes del estreno de esta serie y al final me animé a verla. No tiene ni el más mínimo punto de comparación con Lost y, en ese sentido, deja mucho que desear. Pero si se analiza como una serie más de crímenes a lo CSI donde hay diversos crímenes y un grupo de policías debe encontrar al delincuente, sí que tiene algo más: una línea argumental principal con un trasfondo de ciencia ficción y muchas preguntas extrañas sin respuesta.

El problema es que los protagonistas no son para nada carismáticos. Y el argumento se va retorciendo para otorgar un poquito de luz al final de la temporada pero dejando todo liado y con miles de preguntas que probablemente nunca tendrán respuesta o, si la tienen, será insatisfactoria.

Eso sí, son capítulos llenos de brutalidad y violencia con asesinatos de lo más burdos: francotiradores, psicópatas, minas anti-persona, asesinos de niños... Hay algunos capítulos con escenas muy muy muy desagradables o que insinúan cosas muy muy muy muy muy tremendamente muy desagradables. Cada capítulo está dedicado a un preso que entra en acción mientras Rebecca y compañía intentan capturarle antes de que vaya a más. Este esquema hace que la serie se vuelva algo repetitiva pero reconozco que hacia el final se pone todo mucho más interesante con el propósito de dejarte comiéndote las uñas y esperando la segunda temporada.

De lo más inquietante de esta serie es pensar en que muchas de las atrocidades que se comentan o se enseñan es muy probable que sucedieran de verdad y ya no me refiero a los crímenes de los presos, que está claro que se han cometido y que se siguen cometiendo desde que el mundo es mundo, sino a lo que le hacían a los presos en la prisión... Es cierto que se experimentó mucho con humanos el siglo pasado y, por supuesto, las cárceles estaban llenas de sujetos de experimentación que podían maltratarse todo lo que se quisiera sin miedo a la opinión pública que nunca se enteraría de nada.

Os la recomiendo si os van las series de tipo policíaco con bastante sangre de por medio pero tened en cuenta que, por encima de todo, se supone que Alcatraz es una serie de misterio y prácticamente todas las vueltas de tuerca del argumento que pretendían impresionar a los espectadores son bastante previsibles...