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domingo, 7 de agosto de 2011

Sábado 9: Dorsoduro


Aprovecho que sé que, por fin, respirabais aliviados pensando que me había rendido con Venecia para demostraros que no abandono tan fácilmente (no me minaréis la moral no).

Con esta entrada acabo el tercer y penúltimo día. Me quedé en que después de ver unas cuantas iglesias por San Marcos, decidimos volver al hotel a descansar un poco. Tardamos una eternidad en llegar claro (qué lentos que son los vaporettos de verdad) y estuvimos una horita o así dejando respirar a nuestros pies.

Al salir, aunque ya eran casi las siete de la tarde, la Chiesa di San Geremia (justo delante de nuestro hotel) aun estaba abierta así que aprovechamos para verla que aunque no sabíamos nada de ella no la íbamos a dejar de ver estando tan cerca…

Y bueno, teóricamente allí están los restos de Santa Lucía, patrona de los ciegos si no recuerdo mal. Vimos un cuerpo con la cara como de plástico pero al fijarnos en los pies… parecían de una momia o algo así, que yuyu =S
¿Santa Lucía?

Después de esto decidimos ir al sestiere de Dorsoduro porque no teníamos demasiada información de lo que había por allí y no teníamos muy claro a dónde ir pero así nos dábamos un paseo por una zona en la que aun no habíamos estado.

De camino volvimos a hacer las 1001 fotos desde el vaporetto a los palazos que están a orillas del canal, os puse fotos parecidas en la entrada del sábado por la mañana pero buh, son bonitas =). Que por cierto, de golpe oímos una sirena y vimos a una lancha de bomberos dando saltos por el canal de lo rápido que iba! Se me antoja algo paradójico que haya incendios en Venecia la verdad.
Ponte dell'Accademia, Ca d'Oro y la lancha de los bomberos

Ya en Dorsoduro encontramos el taller de Loris Marazzi, un señor que se dedica a hacer de todo con madera, es impresionante, pillamos el local cerrado pero en fin, algo se podía ver a través del escaparate. También hay que decir que en Venecia hay otro señor, Livio di Marchi, que es mucho mejor y hace coches de madera a tamaño real pero nos conformamos con esto y ya indagaremos más la próxima vez.

De pasada, también vimos otro local también cerrado de un dibujante curioso, todas las pinturas del escaparate estaban hechas con números!
Ampliad: soy FAN

Pasamos por delante de Santa Maria della Salute pero no entramos porque estaba cerrada (que para entonces ya eran las ocho). Sin problema porque la vimos al día siguiente (aunque tampoco es que sea nada del otro mundo, ya aviso, lo más llamativo es que es ENORME).

Lo mejor de la escapada a Dorsoduro fue llegar caminando hasta Punta della Dogana (que es el extremo de la isla) y hacerle fotos al niño blanco de la rana. Os lo explico: no tengo muy claro quién, decidió poner allí la estatua que veis en las fotos, pues bien, está PROHIBIDO tocarla ya que eso la ensuciaría y dejaría de ser blanca. Es cierto que los humanos por lo general somos curiosos y descuidados y he visto a incontables guiris toquiteando cosas con mucho valor como si nada en todos mis viajes, pero nunca me había encontrado con algo como esto. Hay un guardia las 24 horas vigilando para que nadie lo toque. Te puedes acercar lo que quieras y hacerle fotos pero ya sabéis… se mira pero no se toca. Obviamente van haciendo turnos pero pensadlo, eso significa que a las 3 de la mañana, hay un chico custodiando una estatua en un sitio desierto, justo en la punta de la isla, a oscuras y solo. El propio sábado, cuando íbamos camino a San Marcos hicimos una foto a la punta desde lejos y sí! Se puede ver al vigilante intentando encenderse un cigarrillo y más solo que la una. Surrealista de verdad, Venecia es una mina.
El guardia sempiterno

Y nada, nos quedamos sentaditos allí oyendo como el guardia le explicaba a otro guiri que tenían que estar allí 24/7 evitando que los niños pequeños lo toquitearan, que los perros se mearan (por como lo dijo parece que ha pasado más de una vez) y luchando contra las señoras insistentes que hacían ver que lo entendían pero a los 5 segundos ya se estaban acercando peligrosamente otra vez. Qué divertido. Al final nos quedamos allí a ver atardecer, y creo que de ese momento salieron las fotos más bonitas de todo el viaje…
Lovely

Después de eso, aun fuimos ooootra vez a San Marcos y entramos en los giardini ex reali, que me había quedado con las ganas a mediodía. Muy monos pero un tanto pequeños. En Venecia no hay demasiado espacio para este tipo de cosas. Y nada, que el sábado fue un día intenso y pensamos que era un buen momento para volver, callejeamos otro poco hasta llegar a Rialto y allí cogimos un vaporetto de nuevo.

1 comentario:

  1. Ahí, ahí! Con la cabeza muy alta y que no te minen la moral los vagos que no comentan XDD

    Por cierto, qué valor de hacerle una foto a una momia =S

    Y lo de incendios en Venecia no es algo paradójico, a fin de cuenta, las casas antiguas es normal que usen madera.

    Me LOOOOOOOL con el vigilante de la estatua XDDD Qué trabajo más aburridísimo!!! Con lo fácil que sería rodearla con una cristalera si tanto les preocupa que no se estropee... Porque... ¿y la lluvia? ¿la humedad? ¿el viento? ¿el salitre de aire? En fin... por lo que veo, es Venecia XD

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