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martes, 23 de agosto de 2011

El retrato de Dorian Gray


Y vengo a hablar de otro libro y de otro clásico. Siempre he tenido la sensación de que los clásicos son aburridos y poco recomendables si buscas una lectura ligera o entretenida o que te cale. Libros como El Quijote, Tirant lo blanc o Mobydick me parecen retos imposibles y aunque soy capaz de entender que sean famosos por lo innovadores que fueron en su momento, si los tengo que tratar como lectura futurible no me parecen más que un tostón.



Me encantan los placeres sencillos. Son el último refugio de una persona complicada.

Y eso me pasa con muchísimos libros… hasta llegar a la conclusión de que los clásicos no son libros agradables, no son entretenidos, no son para mí. O a lo mejor es que tanto manga me impide disfrutar de una lectura más seria…? Qué sé yo. En cualquier caso, El retrato de Dorian Gray me ha hechizado y encantado a partes iguales. Es una joya que hasta yo sé apreciar.

Vivimos en una época en la cual las cosas innecesarias son nuestras únicas necesidades.

Es un libro laberíntico lleno de paradojas y más paradojas, frases sin sentido o aparentemente carentes de lógica, personajes retorcidos, perturbados y perturbadores, conversaciones despóticas, diálogos extraños que parece que no tengan hilo conductor y Dorian Gray.

- Ese libro que me mandaste me fascinó de tal manera que no me di cuenta del paso del tiempo.
- Sí, pensé que te gustaría
- No he dicho que me gustara, Harry. He dicho que me fascinó. Hay una gran diferencia.
- Ah, ¿has descubierto eso?

Tengo intención de releer este libro varias veces porque reconozco que a pesar de lo que me ha gustado hay muchas conversaciones que no he conseguido entender y que ni siquiera sabría decir si vale la pena intentar entenderlas.

Es una verdadera monstruosidad la manera que tiene la gente hoy en día de ir por ahí diciendo a nuestras espaldas cosas contra uno que son totalmente ciertas.

Pero me he quedado con la esencia del libro y con ese Londres brumoso de hace un par de siglos. Es un libro raro y no dejaba de sorprenderme de los pensamientos y las acciones de todos los personajes, de sus palabras. Ha habido cosas que me esperaba y cosas que no y creo que con los libros antiguos suele ser más fácil predecir que va a pasar y no me ha pasado así con este.

- ¿Estás muy enamorada de él?
- Ojalá lo supiera.
- El conocimiento sería fatal. Es la incertidumbre lo que nos encanta. La neblina hace que las cosas sean maravillosas.
- Una puede perderse.
- Todos los caminos acaban en el mismo sitio, mi querida Gladys.
- ¿Y cuál es?
- La desilusión.

¿Alguien me puede decir si la película que hicieron hace “poco” vale la pena? Creo recordar comentarios de que no pero hacen tantas adaptaciones malas de tantas cosas buenas que ahora no sabría decir si este es el caso o no.

2 comentarios:

  1. Me ha gustado mucho la manera en que has intercalado citas con la reseña del libro, muy a pesar del primer párrafo... y de los ejemplos de clásicos que has puesto! No tienes porque irte 500 años atrás para encontrar uno ni mucho menos! Ni por pertenecer al género han de ser, por decirlo de alguna manera, "una lectura pesada o densa", un claro ejemplo son muchos de los libros de Julio Verne, padre de lo que hoy llamamos literatura juvenil.
    Por cierto....

    ¡SPOILER!¡SPOILER!¡SPOILER!
    ¡SPOILER!¡SPOILER!¡SPOILER!
    ¡SPOILER!¡SPOILER!¡SPOILER!



    Te acuerdas que me dijiste que te sorprendió como el retrato envejecía por Dorian per se? Y que te esperabas un pacto con el diablo o algo así? Pues por lo menos en una de las películas (y probablemente en más de una) SÍ hace un cuadro con el diablo! Revisaré el "spin-off" que hace Dorian Gray en "La liga de los hombres extraodinarios" (la pelicula), porque me suena que también hacia referencia a dicho pacto...

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  2. Uno de mis libros favoritos, lo he leído un montón de veces y nunca me canso :)
    A mi me encantan los clásicos, leo bastantes. No todos los clásicos son un tostón (reconozco que yo tampoco pude con Moby Dick). Por ejemplo Drácula, es un clásico y es maravilloso, o Frankenstein. Seguro que habría muchos clásicos que te hechizarían como lo hicieron conmigo y no podrías despegarte de ellos :D
    Besos!

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