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viernes, 13 de octubre de 2017

Autoedición, edición independiente y cómic underground se dan cita en Barcelona (¡y en Madrid también!)

Me canso a mí misma empezando las entradas del blog con el mismo comentario pero, de nuevo, me encuentro ante una entrada que debí haber publicado hace meses. Sigo con la operación "recuperar borradores que valgan la pena" y, ya que se acerca el Salón del Manga, pues no es tan mala época para hablar un poquito de otros eventos complementarios en los que se pueden adquirir productos únicos que vendrían a ser la antítesis del merchandising barato made in China. Y es que tras el GRAF y el Salón del Cómic, quedaban aún dos importantes eventos comiqueros por celebrarse en Barcelona el pasado mes de mayo, en semanas alternas (que es más de lo que mi bolsillo podía y puede soportar).


Por un lado, el sábado 6 y domingo 7 tuvieron lugar las jornadas KBOOM! BCN, que celebraban ya su quinta edición. Parece mentira que en tan poco tiempo haya crecido tanto un evento al que el Espai Jove La Fontana ya se le queda pequeño. ¡Y pensar que empezaron poniendo los stands en la última planta! En esta edición los organizadores se volvieron a ver desbordados por las solicitudes de stand a pesar de que habían vuelto a aumentar las mesas disponibles. No deja de sorprender el overbooking de autores que se autoeditan en comparación con su escasa representación en el evento de cómic más multitudinario del país.


Salta a la vista que se trata de un evento pensado más para los autores que para los que sólo somos lectores (que normalmente somos la mayor parte del público objetivo de estos eventos). Hubo multitud de talleres y masterclass sobre dibujo, color, autoedición, difusión, censura y muchas otras cuestiones de interés para autores de cómic. Este mimo que les dedican los organizadores destaca especialmente tras los repetidos atropellos sufridos por fanzineros y miembros de varias asociaciones en el pasado salón del cómic, donde se vieron relegados a la segunda planta del pabellón 2. Para que os hagáis a la idea del nivel de cariño, repartieron sendos menús a todos los stands para asegurarse de que todo el mundo estuviese bien alimentado sin necesidad siquiera de moverse (que parece una tontería pero teniendo en cuenta los horarios locos a los que se someten las personas tras el stand, me parece encomiable).


Como siempre últimamente, mi paso por el evento, acompañada de Fran y Flors Enversa, fue breve pero intenso. Volví a ver (¡después de muchísimo tiempo!) a Sara Cuervo que, lo creáis o no, sigue viva y con intención de retomar a sus personajes en algún momento; aunque tiendo a acosarla un poquitín con mis exigencias de lectora impaciente, Sara siempre me recibe con una sonrisa ¡ánimo con todo! A una pareja que sí había visto recientemente en el salón del cómic era la formada por H.RandtRata, siempre dispuestos a apuntarse a un bombardeo. Y aunque estuvieron muy ocupadas firmando el sábado por la mañana, también me dio tiempo a saludar de nuevo a Irene y Laura, de Xian Nu Studio, que están a tope trabajando, firmando, asistiendo a eventos, haciendo streamings en facebook y concediendo entrevistas a varios medios de comunicación. Resumiendo, está todo el mundo dándole caña a sus respectivos proyectos y sacando tiempo de debajo de las piedras para poder tirar adelante sus historias, lo que siempre me causa mucha alegría.


Y, después de algunos años, ¡he conocido por fin a Faye y a Sachu! Ellas forman el dúo creativo que ideó la magnífica La Valse des Monstres y la hilarante Rune Maerchen. Aproveché de hecho para recoger mi preorder de Rune al fin, incluyendo el primer tomo, muy bien acompañado por dos postales, un llavero, un mapa... (foto arriba) y esta dedicatoria preciosa:


Algo que me ha llamado la atención muy positivamente de esta edición es la gran cantidad de autores que desconocía. Vi muchas publicaciones interesantes y me tuve que controlar para no hacer despilfarro. Al final sólo me permití el lujo de comprarme tres mini-cómics y una libreta cuquísima con temática de Sant Jordi:


Las publicaciones que tienen que ver con situaciones cotidianas, costumbrismo y estupideces humanas varias son mi debilidad así que nada más ver las portadas de Panadramas su autora me había comprado sin saberlo. Para CarNé de BuAiash y la libreta no tengo mucha justificación... ¡a parte de que me parecieron una monería! Y las reinterpretaciones de mitología grecorromana también me tiran mucho así que... tampoco era realista esperar salir del evento sin haber comprado nada que, si no, ¿para qué ir?

Si el año que viene os podéis acercar, os lo recomiendo encarecidamente (¡tanto si sois autores como meros lectores como yo!). Además, KBOOM! funciona con taquilla inversa, es decir, no cobran entrada y, al salir, te invitan a pagar lo que quieras en función de lo que te haya gustado el evento.


Y, apenas dos semanas más tarde, se celebraba la también quinta edición del gutterfest el viernes 19 y sábado 20 de mayo. El gutterfest es el evento de estas características más masivo y alternativo con diferencia, sobrepasando tanto a GRAF como KBOOM! al contar con una cantidad ingente de stands, abriendo sus puertas gratuitamente y yendo mucho más allá del medio del cómic.

Esta vez fue un viernes por la tarde, al salir de trabajar, cuando me acerqué con Fran a dar unas cuantas vueltas por los distintos espacios de la nave. De nuevo, una ocasión inmejorable para reencontrarme con muchos autores que me encantan como Luis Yang (del que no me despedí, para no variar), Anabel Colazo, Pollo Muerto, Cristina Serrat y la ingeniosa, divertida e inmejorable Marina que me hizo llorar de la risa después de un buen rato hablando sobre papadas, roña y la absoluta incapacidad de salir bien en fotos (entre otras muchas cosas).


Una de las ventajas de publicar esta entrada con cinco meses de retraso es que os puedo instar a echarle un ojo a su maravilloso inktober sobre setas, cuyas imágenes está subiendo diariamente a su cuenta de twitter y que tiene a la venta por tan sólo diez euros por original (os prometo que nadie me paga para hacerle publicidad).


Después de dar la vuelta de reconocimiento general reglamentaria y con sudores fríos recorriéndome la espalda ante el gasto inminente, empecé el despilfarro que había conseguido evitar en el KBOOM! La primera compra fue uno de los muchísimos números de Sueños Ilustrados, esta entrega en concreto de la mano de Thomas WellmannEl monstruo de los colores no tiene boca es un colectivo que se dedica a recoger para luego ilustrar sueños de niños pequeños tal y como ellos los cuentan. Hace años que había visto algún ejemplar en Fatbottom y desde entonces que quería echar un vistazo al catálogo completo para hacerme con alguno. Me parece una iniciativa súper original. En realidad me hubiese comprado la mitad de los que tenían pero, ya sabéis, el gasto.

Todos son desplegables ♥
Dando vueltas, entablamos conversación con un chico en el stand de Homo Velamine y sólo por las risas que nos echamos hablando con él no pudimos evitar sucumbir a comprar algo de lo que tenía en el stand (¡incluso Fran compró algo! Inaudito). Yo estuve hojeando la oferta diversa del stand hasta que llegué a la frase «El aborto no puede ser un derecho: ha de ser una obligación» como parte del Manifiesto del Ultrarracionalismo. Si es que soy demasiado fácil de convencer.


Algo que aprecio mucho del gutterfest es la gran presencia de editoriales y colectivos de otros países. Había stands franceses, ingleses, lituanos... No podía faltar al evento el colectivo kuš! que recientemente recibió una nominación a los Eisner por su #26 volumen de la antología de cómics bálticos, dADa. Para mi regocijo, también venían con stand tanto el colectivo Decadence Comics como la editorial independiente Breakdown Press a los que, sinceramente, les habría comprado todo. Después de quedarme parada mirando fijamente todos y cada uno de los títulos de ambos stands, me acabé decidiendo por una de las grapas multicolores de Lando — Geopolitical Manipulation Through the Use of Fungi Based Parasites on 186F — y Red Red Rock, un manga de Hayashi Seiichi, mangaka de la quinta de Tsuge, que me vendió muy bien el chico del stand... metafórica y literalmente. Siendo sincera, he intentado abordar su lectura varias veces en estos meses y aún no he conseguido terminarlo, es más difícil de digerir que Tsuge, tengo ganas de dedicarle una entrada en algún momento...


Como veis, tras la austeridad en el KBOOM! no pude evitar dilapidar mi pequeña fortuna con las rarezas del gutterfest. Aún tenían que caer varias joyas en mi cesta de la compra. Una portada que me gritó desde el stand fue la de ¿En efectivo o con tarjeta?, un pequeño fanzine a grapas en el que Manuela, cajera en un supermercado, nos propone adivinar el tipo de persona que eres a partir de lo que compras en el súper. Presentación muy original, con un tiquet a modo de portada y unas guardas con el papelito del turno para la carnicería/pescadería. Otro capricho fue Exococinas, el ya tradicional ensayo raruno al que tampoco sé resistirme porque, si tuviese que crear contenido, me gustaría hacer algo parecido. La Mancebía Postigo propone 34 páginas sobre «gastrosofía espacial».


Foto del botín para terminar con la parte del gutterfest incluyendo postales, tarjetas, un desplegable hilarante sobre Marina y su gato a modo "premio de consolación" por no tener lista la segunda entrega de Marina y sus cosas, y unas pegatinas de animales molones que supongo que nunca usaré. Para los que no pudisteis ir, os animo a ver el vídeo resumen que hicieron los organizadores para que veáis el ambientillo que hay por allí:


Pero, como anticipaba en el título de la entrada, la casualidad quiso que justo el fin de semana que estuve en Madrid con motivo del festival de música Download, se celebrara también el ¡Hostia un libro! Como no conocía casi ningún grupo de los que tocaban el sábado, me pasé un rato por el Campo de Cebada a echar un vistazo a un evento que siempre me había llamado la atención pero al que no había podido asistir hasta ahora.


Tiene gracia porque aunque se llame "¡hostia un libro!" siempre que había visto a gente hablando de este evento en twitter había sido a artistas a los que sigo por sus cómics así que no me había parado a pensar que se trata de un evento mayoritariamente dedicado a la venta de libros y, en todo caso, fanzines (no relacionados con el medio del cómic). Por supuesto, eso no me impidió comprar varias cosas (aunque tuviesen que ser pocas):


Tanto Batallones de Mujeres en Guerras y Revoluciones como Mujeres en la Hoguera, eran trabajos que quería comprar a priori porque los había visto en múltiples botines ajenos. En cambio, La Edad Ingrata, de Booth Tarkington, fue el capricho del mes; una búsqueda rápida en internet me rebeló que el mismísimo Scott Fitzgerald (al que adoro) lo consideraba de sus novelas favoritas así que, por enésima vez, no me supe/pude/quise resistir.

En todos los eventos recuerdo pensar que debía comprar con moderación por muchas cosas que hubiera que me gustaran (porque, lo creáis o no, mis adquisiciones distan mucho del volumen real de títulos que me interesaron en su momento...). Ahora que se aproximan los cinco días de salón, ¡me alegro de haber logrado un mínimo de mesura!

lunes, 9 de octubre de 2017

Noragami

Mi recién estrenada suscripción a Netflix me ha hecho viajar en el tiempo a una época en la que aún no sabía ni que el manga existía como tal, cuando no se me ocurría que mis "dibujos" favoritos de la tele estaban en realidad basados en cómics en papel.


Yato es un dios venido a menos que, con tal de seguir recibiendo ofrendas, está dispuesto a aceptar cualquier encargo: desde buscar gatos perdidos hasta limpiar la caseta del perro. Sin embargo, en posesión de un tesoro sagrado, es capaz de purgar fantasmas e incluso de enfrentarse a otros dioses. Tras la dimisión de Tomone, se encuentra totalmente indefenso frente a cualquier amenaza; es entonces cuando su camino se cruza con el de Hiyori, una estudiante normal y corriente que tras intentar salvarlo de un atropello empieza a sufrir unos extraños ataques de somnolencia durante los que su alma se despega de su cuerpo... ¿podrá Yato solucionar su problema?

Noragami tiene reminiscencias a muchísimos de mis manga predilectos incluyendo Soul Eater, Inu-yasha y, en general, todos aquellos en los que se mezcla el mundo real con el sobrenatural como Nura, El Señor de los Yokai o Ran y el mundo gris. De Soul Eater, los humanos-arma; de Inu-yasha, la chica inocentona y con mala baba que desempeña un papel crucial en la trama; y, como decía, ese contraste entre los pequeños dramas cotidianos y las batallas épicas entre dioses (casi) inmortales. 


Pero, por supuesto, Noragami es mucho más que una mezcla de elementos que han aparecido incontables veces en la ficción. Ya desde el primer capítulo plantea dilemas muy interesantes inherentes a las normas que rigen su universo. Tanto es así que este primer arco, además de ser una presentación de situación y personajes, se centra específicamente en lo que implica ser un Tesoro Sagrado. En lugar de limitarse a una breve descripción que sirviese de punto de partida a la trama, las autoras profundizan en el personaje de Yukine que, sin comerlo ni beberlo, se convierte en compañero obligado del pordiosero de Yato sin que nadie le pida permiso o le explique qué está pasando. Por una vez, en una obra en la que muchos de los personajes no son humanos o han dejado de serlo, existe un proceso de duelo, de conflicto tangible, de introspección.

Otro de los puntos fuertes de este anime es el diseño y caracterización de personajes. Ignoremos por un momento a Hiyori (más tarde volveré a ella). Como elemento central de la trama está claro que el personaje de Yukine está muy bien construido pero echando un vistazo rápido a los dioses que aparecen, es evidente que hay muchísimo jugo que sacar. Empezando por el protagonista, Yato, que puede que sea el principal motivo por el que Noragami destaca tanto entre otros títulos. En todo momento se reitera que los dioses son seres puros, que no cometen pecados, lo cual no impide que se trate de seres arrogantes, peligrosos y retorcidos. Sin embargo, con una moral bastante dudosa, Yato busca la redención y se siente culpable, lo que lo hace destacar entre sus compañeros divinos. No sólo eso sino que no tiene reparos en arremangarse y dedicarse a hacer lo que sea que le pidan, buscando siempre la chanza a pesar de estar arruinado. No se quedan atrás Kofuku y Bishamon, y sus respectivos tesoros sagrados, personajes que espero que protagonicen largas sagas más adelante.


Por mucho peso que puedan tener el drama, la acción y esos tintes sobrenaturales que caracterizan a Noragami, un elemento indispensable en la mezcla es el humor. Prácticamente todos los capítulos comienzan con algún tipo de gag y, si exceptuamos las bromas más casposas que podrían haber salido directamente de Love Hina, queda una mezcla muy equilibrada que hace que los capítulos sean de lo más amenos. Un recurso curioso y efectivo son los recortes en 2D, estáticos y en blanco y negro de Yato sobre el fondo animado para hacer evidente su frustración.

Y ahora ya, vayamos a por lo que no me ha gustado que, además, se resume bien rápido: tiene nombre y es Hiyori. Es una "niña bien", de familia adinerada, que siempre tiene una sonrisa y una palabra amable para todo el mundo, que no duda antes de sacrificar su vida para ayudar a los demás (no importa que los acabe de conocer), tampoco destaca por su (nulo) instinto de supervivencia. Pero eso sí, cuidado no le digas algo que le dé vergüenza que antes de que le dé tiempo a ponerse colorada ya te ha arreado con toda su fuerza. Porque a la chica le gustan las artes marciales y ha aprendido a dar patadas voladoras a base de ver la tele... En fin, es un personaje terriblemente plano que no aporta absolutamente nada y que casi manda al garete lo bien construidos que están los demás. Y por si eso fuera poco tiene toda la pinta de ir a convertirse en el Deus ex machina por defecto (y casi seguro que habrá que hacer lista de las veces que la secuestran).


Como curiosidad, al indagar un poco sobre esta temporada he descubierto que tan sólo adapta los tres primeros tomos del manga (una cifra que me hubiese sorprendido más si no fuera porque hace unas semanas ya me llevé las manos a la cabeza con la primera temporada de Boku no Hero Academia). Y no sólo eso sino que, además, los tres últimos capítulos, que suponen el clímax de la temporada y en los que aparece el que se supone sería el villano principal, son relleno, con un guión inventado para la versión animada.

No quiero terminar la reseña sin destacar la banda sonora, especialmente el opening, Goya No Machiawase de Hello Sleepwalkers, que me tiene enamorada y, como ya me ocurrió con la OST de Yuri!!! on Ice, se ha ido directa a mi lista de canciones para correr.

En definitiva, cuando Norma anunció la licencia de Noragami hace unos años decidí ignorar su lanzamiento porque no doy abasto con todos los títulos que sigo pero no creo que pueda seguir resistiendo ahora que he presenciado sus primeros pasos.