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martes, 18 de abril de 2017

La Geste d'Aglaé - Cixtite Impératrice

Para no hacer mucho el ridículo y también para aspirar a que alguien lea esta reseña, al final he decidido no escribirla en francés por mucho que los dos cómics de los que voy a hablar sólo estén disponibles en dicho idioma. Así que si consiguiera tentaros tendríais que resignaros a darle una oportunidad al francés, ¡avisados estáis! Tampoco es como si el hecho de usar mi idioma materno me fuese a facilitar demasiado la tarea de describiros tan improvisadas y caóticas historias.


Habiendo vivido siempre con sus hermanas, Aglaé es una joven oceánide con mucha curiosidad por el sexo opuesto. En su primer encuentro con un hombre queda embarazada y su padre la destierra por tamaña humillación. Empieza entonces la epopeya de la joven madre soltera, que deberá habituarse a las raras costumbres de los habitantes del país de Marylene, donde su temible (y estúpido) dictador y tirano tortura a las madres solteras, rapta a las mujeres con total impunidad para que pasen a formar parte de su harén y menosprecia continuamente al género femenino relegándolo a las tareas del hogar.

La Geste d'Aglaé es un cómic extraño. Y no lo digo por el estilo de dibujo, que también, sino particularmente por la aleatoriedad de la narración que hace que me imagine a la autora improvisando sin miedo de principio a fin. De hecho, a Anne Simon no se le caen los anillos por ir referenciando en todo momento cuál fue la publicación original de cada uno de los capítulos que componen la obra, dato que refleja cómo se trata de un compendio de capítulos semi-independientes semi-conclusivos más que de una novela gráfica convencional con un planteamiento, desarrollo y enlace formales. Tanto es así que pudo crear más tarde Cixtite (que, por otra parte, sigue el mismo patrón por mucho que contenga menos páginas), que no es ni precuela, ni secuela, ni siquiera historia paralela en el mismo universo con personajes distintos, sino que cuenta una peripecia más de Aglaé solapándose totalmente con la línea temporal de La Geste, y no pasa nada: el cómic se entiende bien igual.

Pero si estás...
... ¿desnuda?
¿y el padre?
¡se fue!
¿perdón?
Recuerdo que uno de los editores de Misma me comentó en el GRAF cuando me vio indecisa hojeando este BD que Anne Simon era una autora muy feminista. Este tipo de afirmaciones me hacen bastante gracia porque el término "feminista" se utiliza para designar muchísimas cosas distintas a día de hoy. En ese contexto, no tuve muy claro si se refería al empoderamiento de los personajes femeninos en sus historias o a un activismo feminista reflejado de forma directa en las páginas de estos BDs. Podría no haber sido ninguna de las dos pero al final resultó una extraña combinación de ambas... pero también de otras cosas. La gracia de La Geste d'Aglaé es que la propia Aglaé, siendo mujer, es un desastre de persona. Es impulsiva, egoista, ignorante, algo déspota, despreocupada, caprichosa, independiente y diferentes combinaciones de estos adjetivos a lo largo de la obra, ya que todo lo que le ocurre va forjando su carácter. Así que mientras Anne Simon va citando a distintas personalidades destacadas por su activismo feminista (como Marie Le JarsFrançois Poullain de La Barre y Hubertine Auclert), construye una trama en que si bien es una mujer la que acaba con la tiranía de su predecesor y, hasta cierto punto, trae consigo una mejora de la calidad de vida de sus habitantes, acaba convirtiéndose ella misma en una nueva tirana, sin ser una misógina pero peligrosísima igualmente al encontrarse en una posición de poder. Conclusión: si bien hombres y mujeres debemos(deberíamos) tener las mismas oportunidades y merecemos el mismo respeto, ¡ambos tenemos equivalente capacidad para ser dañinos! Como cómic con alusiones directas al feminismo, me parece un alegato espléndido.

«Como fracases, te echo del reino, naturalmente»
Sin ir más lejos, la protagonista del spin-off que comentaba antes es una emperatriz opresora que se dedica a secuestrar para después castrar a todos los hombres del país de Marylene. Es decir, de nuevo nos presenta la autora una mujer en una posición de poder que no hace otra cosa que infligir dolor a los que la rodean. También me parece muy entretenido el intercambio de roles presente a lo largo de todo la obra, donde son los hombres los cocineros, los amantes, los floreros, los consortes, los que, en definitiva, se someten continuamente a la voluntad de las mujeres que les rodean.


Si buscamos entre la bibliografía de esta autora rápidamente encontramos obras anteriores cuyas protagonistas aparecen como personajes secundarios en las dos obras que me ocupan en esta reseña. Anne Simon ha desarrollado un vasto pero único universo que se expande poco a poco a cada nuevo cómic que publica e incluso a cada historia corta que improvisa para retos del estilo del de crear un cómic en 24 horas. Me encantaría poder descubrir nuevos matices de su obra pero estos títulos, anteriores en su publicación, se encuentran descatalogados y no creo que pueda conseguir fácilmente acceso a ellos. Para aliviarme un poco las penas espero con ganas el nuevo cómic que sacará a finales de este año en el que parece que va a seguir contando las aventuras de Aglaé.

El estilo de dibujo de Anne Simon es muy característico, con una total ausencia de personajes con rasgos humanos aunque todos sean antropomórficos en cierta medida (¡hasta las patatas fritas!) lo que dota a la obra de un aire de surrealismo añadido al de la propia historia. Mientras que La Geste d'Aglaé es un tomo más grueso y en blanco y negro, Cixtite Impératrice contiene menos páginas pero es a color.

Ya veis que se trata de dos títulos de lo más peculiares así que, como acostumbro a hacer, no os hago una recomendación firme y genérica aunque sí os animo a leerlos tanto si os van las historias más bien raras, con algo de cuento macabro/surrealista, como si buscáis cómics de autorAs, con protagonistAs y mucho juego de intercambio de roles.

martes, 4 de abril de 2017

De lluvia, aviones y algún cómic

Por una mezcla entre acumulación de trabajo y circunstancias personales, este año sólo he podido ir al Salón del Cómic el sábado así que no esperéis mi clásica ristra de entradas sobre el tema, (desgraciadamente) este año sólo habrá una. Pero no os preocupéis que vais a tardar una semana en leerla entera, para compensar.

A las 10 de la mañana cogía yo el bus, expectante, hacia Barcelona. Alentada por el sol radiante, me fui con mis bambas agujereadas (hace meses que me digo a mí misma que me tengo que comprar unas nuevas BUT) y mi cazadora sin capucha sin sospechar ni por un momento que había unos nubarrones negros sobre la ciudad condal. Ya me pareció bastante molesto tener que correr de la parada del bus a la del metro para mojarme lo menos posible pero cuando llegué a plaza España no daba crédito. El diluvio y granizo retenían a decenas de personas en el límite de la salida a la calle, despistados todos como yo, sin paraguas. Después de estar diez minutos de reloj meditando sobre la ley de Murphy apareció mi salvadora: Hide. Si no llega a ser por ella, le habría acabado comprando un paraguas de estos que se rompen a los 2 segundos a un oportunista.

Una vez en el salón, nos encontramos con Fran y Orochi en el stand de Astiberri donde Fran hacía cola para que Álvaro Ortiz le firmara Dos holandeses en Nápoles, espera que sirvió para que Hide relativizara bastante los precios locos de las ediciones de lujo de diversos manga (por comparación directa con los 10€ que cuestan las 28 páginas, a color, del cómic susodicho). Además, le compré a Orochi Emanon Recuerdos, en su debida bolsa de plástico mojada por dentro porque no fui la única a la que le pilló el diluvio. 

De Astiberri para Spaceman a conseguir la grapa con las primeras páginas de todos los proyectos financiados que están en proceso y que iban firmando alternativamente sus autores. Nada más llegar me encontré con Filigrana, que sería mi compañera de viaje la mayor parte del día desde entonces. Justo encontramos el rincón de Spaceman en el stand de ECC antes de que terminase la sesión de Roc Espinet, autor de Chica y Lobo, y de que empezasen Enrique Fernández, autor de Nima, y Pasqual Ferry, autor de Alice, así que conseguí las fantásticas postales promocionales y estas firmas tan bonitas, primeras del día para mí.


Mientras tanto Hide y Orochi se adelantaron para la presentación de novedades de ECC y Fran me consiguió número para la firma de Anne Simon, en Norma (que, teóricamente, repartían los números para las firmas una hora antes de cada sesión) y se fue también para la sala de actos. Por lo que me han contado parece que en ECC soltaron una ristra infinita de licencias sin dar apenas tiempo a ningún medio de apuntarse bien todos los títulos. He aquí el aluvión:

  • Totsukuni no Shoujo, de Nagabe
  • Dorohodero, de Q Hayashida
  • Overlord, de Fugin Miyama & Satoshi Oushido
  • Girls & Panzer, de Ryouichi Saitaniya
  • Servamp, de Strike Tanaka
  • Tekkon Kinkreet (reedición integral), de Taiyou Matsumoto
  • Blue Spring (Aoi Haru), de Taiyou Matsumoto
  • Harmony, de Fumi Minato
  • Genocidal Organ, de Gatou Asou & Keikaku Itou
  • The Empire of Corpses
  • Rikkon Club (Rikon Kurabu), de Kazuo Kamimura
  • Shinsei Kigeki, de Nobuhisa Nozoe, Kazuhisa Iwata & Kyojin Ounishi
  • Ippiki to kyuujuu kyuuhiki, de Shun Umezawa
  • Utopías, de Shun Umezawa
  • Juuza no Uruna, de Izi Tohru
  • Gift ±, de Yuka Nagate
  • Kodomo, nueva revista bimestral con series infantiles
A todo esto, yo estaba esperando con Filigrana en el caóticamente caótico stand de Norma. Insisto en esto porque nunca había visto tal desorganización en las sesiones de firmas de esta editorial. Como comenté en mi crónica del GRAF, hace apenas un mes compré dos obras de la autora francesa Anne Simon así que cuando me enteré de que Norma la invitaba para el salón, no lo dudé. Fue muy gratificante ver su cara de sorpresa cuando me presenté con La Geste d'Aglaé, no se lo esperaba para nada. Enseguida se puso a hablarme en francés (una reacción lógica cuando te vienen con una de tus obras en francés) y debo decir que aunque no me expreso muy bien, sí entendí todo lo que me dijo y pudimos tener una conversación más o menos digna de dos mujeres adultas. Le pregunté si tenía pensado publicar algún otro cómic en la línea (como contrapartida a las obras que en realidad le ha publicado Norma en España, todas biografías gráficas) y no sólo me dijo que sí sino que será con los mismos personajes de sus obras hasta ahora así que lo espero con ganas.


Como no tenía ya más firmas ni compras pendientes en el pabellón 1, subimos Filigrana y yo a la segunda planta del pabellón 2 de exploradoras a la zona de autores, asociaciones y fanzines. Primera parada: Autoras de Cómic. Y aquí empezaron los reencuentros en cadena: Xulia que se iba a firmar, Luis siempre griposo, María controlando que las cuentas cuadraran, Anabel repartiendo pósters, Marina y sus pegatinas cuquis de Bat Weird (SE ME OLVIDÓ COMPRARLAS) y sus prints magníficas (estas no es que olvidara comprarlas es que luego no sé dónde ponerlas OTL)... Me compré el último y flamante número de Nimio allí mismo y me lo firmaron María, Anabel y Luis (a Núria no la vi en todo el salón, ni siquiera para decirle hola y adiós T^T, y Ferro creo que no fue). 


Mientras estábamos hablando de todo y de nada (estoy muy dispersa últimamente, lo siento a todos los que sufristeis mis discursos inconexos) me encontré con Croqueta (♥♥♥), Noel, Nagore y Gemma! En un momento ya habíamos hecho un corrillo gigante lleno de conversaciones cruzadas y muchos abrazos. Fran hizo una aparición ninja (de vuelta de ECC) para venderle Pies Descalzos a Gemma y comprarse él también el último Nimio (¡aunque no ha leído ninguno!). Por mi parte, le compré Voces de una estrella distante a Nagore, que ya sé que no le ha gustado a nadie y que todos decís que es mejor la OVA y que la narración es muy caótica pero me gusta mucho Mizu Sahara y desde que leí Añorado Rozione que quería comprarme alguna otra obra de la autora. 


Con el póster enrollado de Nimio (que tendría que sobrevivir al trajín salonero, la lluvia y el bus durante muchas horas hasta que llegara a casa), el fanzine de Luis que me regaló porque, aunque no le guste reconocerlo, me quiere mucho, las recomendaciones (¡de Marina!) de BDs preciosos en francés de la línea Métamorphose que lleva Barbara Canepa para la editorial francesa Soleil y un hambre y cansancio crecientes, fuimos a dar una vuelta por el islote de fanzines donde encontré a Rata y Randt encarando el cambio de emplazamiento repentino con muy buen humor y estratagemas comerciales nivel avanzado (no me contratéis nunca para vender algo de cara al público). Tanto Fran como Filigrana se animaron comprando Salta Conmigo, ¡ojalá les guste/haya gustado!


Aunque a estas alturas ya se había organizado una comida grupal, yo no tenía muchas ganas de salir fuera del recinto a patear con el día frío-lluvioso así que nos quedamos Filigrana, Gemma y yo otro rato en la segunda planta del pabellón 2, acabando de dar la vuelta a la zona de fanzines y charlando largo y tendido sobre el acoso que recibe el shôjo en este país (el último anuncio de licencias de MW hablando siempre de "tomo único", Horimiya entre los más votados en la encuesta de Norma, la forma en que se ignoran grandísimos títulos cuando la autoría, la protagonista o el público objetivo son femeninos) y en Francia un poco también (Akata anunció hace poco uno de sus nuevos títulos, Jumping, como "shôjo adulto" a pesar de ser un josei). Comentamos las licencias magníficas que hay en países vecinos-cercanos, los tópicos-clichés absurdos de algunos shôjos de instituto y hasta qué punto son lícitas las diferencias de edad entre protagonistas emparejados de títulos súperventas (todo a colación de Takane & Hana, que se llevan 10 años yendo ella todavía al instituto... es como si yo ahora me pusiera a salir con un chaval de 16 años) y un largo etcétera, ¡gracias por la charla chicas! 

Bajamos a comer a los foodtrucks donde había colas más largas de lo esperado teniendo en cuenta que seguía lloviznando (al menos ya no diluviaba) aunque nada de la magnitud de las colas del salón del manga, gracias a Dios. Y, para cuando acabamos de hacer sendas colas, me di cuenta de que eran ya prácticamente las 15:30h, hora presunta de reparto de números para las firmas de autores de la sesión de las 16:30 en Norma. Aunque de 15h a 17h estaba firmando Caro Waro en Spaceman, siendo la firma que más ilusión me hacía, prioricé conseguir números para Altarriba y Keko pensando que lo despacharía rápido y podría ir luego a por la firma. Error. Os pongo en situación: llegamos al stand de Norma, hay una cola terrible a un lado y una pequeñita al otro. Filigrana y yo nos ponemos preventivamente en la corta mientras Gemma va a preguntar, le dicen que la cola larga está "cerrada" para no bloquear el paso, y que la cola corta es su continuación. OK, pues seguimos en la corta, no deja de pasar gente preguntando si esa es la cola de x autor, parece que ambas colas son mixtas pero con una gran mayoría de gente que quiere firma de Hugault. Seguimos esperando y el tiempo va pasando, la mujer que reparte los números está desaparecida en combate. Yo me empiezo a desesperar bastante por la incompetencia ajena mientras Filigrana y Gemma me intentan calmar y seguimos con la charla distendida divagando cada vez más.


Aparece Fran de vuelta de comer que también quería número para Altarriba y se pensaba que ya lo tendríamos. Seguimos esperando. Aparece Miya interesada en saber cómo va el tema firmas porque quiere una para la siguiente sesión y aprovecho para repetir por enésima vez lo incompetente que me parece el iluminado que ideó este nuevo sistema. Aparece la señora con los números y empieza a repartirlos por la cola infinita, cuando por fin llega a la nuestra, resulta que está repartiendo los números autor por autor, es decir, ha empezado por Hugault y hasta que no termine de repartir sus números no empieza con otros autores. Un aplauso a las grandes ideas. Seguimos esperando. Se oye un "números para Altarriba..." y nos emocionamos pero luego le sigue un "... y Kim" y nada, resulta que tampoco, que para Altarriba y Keko los números son distintos. Seguimos esperando. A las 16:20h, prácticamente una hora después de que nos pusiéramos en la cola, nos dan el puto número. Las firmas empiezan a las 16:30h, nos han dado los números 6 y 7, podríamos no haber hecho la cola-tortura y haber aparecido tan campantes a las 16:30h directamente a la sesión de firmas y probablemente nos hubieran dado el número 10. Ganas de cortarse las venas pero no vale la pena hacerse mala sangre ya. Eso sí, en algún momento de la espera escuché un dubitativo «¿Helena?» y me reencontré muy inesperadamente con Nessa, que me reconoció aunque hacía una eternidad que no nos veíamos, me alegro muchísimo verla ♥ y además me dijo que va a retomar Übersexual así que felicidad quintuple como poco. Me quedo con aquello de "no hay mal que por bien no venga" que si no llega a ser por la espera demoníaca quizá no hubiese visto a Ninona o, más bien, no me hubiese visto ella a mí.


Diez minutos más tarde y cuando empiezan las firmas de verdad, la amalgama de gente se vuelve todavía más confusa porque no hay espacio para hacer tantas colas como autores van a firmar así que somos una masa de gente homogénea esperando su turno. Finalmente, me encuentro ante Keko y le pido un dibujo sangriento a lo cual el responde con una vanidad (vánitas vanitatum, et ómnia vánitas). Fue curioso comprobar cómo cambia la percepción de la longitud de una obra en función de si se es autor o lector ya que yo venía de terminar de leer El perdón y la furia y me había sabido a poco, lo comparaba con Yo, Asesino, mientras que Keko pensaba en los tradicionales BDs franceses, acotados normalmente a 48 páginas. En cualquier caso, Altarriba me confirmó que tienen un nuevo proyecto entre manos, para Norma, que seguirá la estela de dicho título y prometen que sea, al menos, la mitad de bueno ;)


Como os podréis imaginar, entre una cosa y otra eran ya las 17h pasadas así que descarté seguir con la recolección de firmas de Spaceman y me fui directa a Babylon a por un número para la sesión de firmas de Xian Nu Studio. Nos despedimos de Gemma y vamos (en mi caso por primera vez) al pabellón 4 a ver alguna de las exposiciones. Ahora me vais a tirar piedras pero la verdad es que no conocía para nada la obra de Will Eisner y, en ese sentido, su exposición fue muy efectiva porque ahora me muero de ganas de ir a la biblioteca a arrasar con su obra, empezando por Contrato con Dios. Por otra parte, me hizo una ilusión muy tonta ver la de Nimio (siento un orgullo muy extraño hacia este fanzine-revista-cómic teniendo en cuenta que no he hecho más que reseñarlo y comprarme todos los volúmenes).


A todo esto, mientras hacía colas y veía exposiciones se sucedieron las presentaciones de novedades de Planeta y Norma. A diferencia de ECC, parece que se guardan las licencias gordas para otros eventos aunque debo destacar el anuncio por parte de Planeta de la invitación de Yoko Kamio al próximo salón del manga. Hasta me estoy planteando comprarme la kanzenban de No me lo digas con flores. Brevemente, (1) licencias Planeta: sendas ediciones kanzenban tanto para La espada del inmortal (aaaarg), como para No me lo digas con flores (hmmm); (2) licencias Norma: cosas de videojuegos (Zelda, Final Fantasy), una novela (¡!) de Shingeki (Lost Girls), más adaptaciones manga de clásicos (Jane Eyre, El Conde de Montecristo, La letra escarlata) y el plato fuerte, nominado para los Taisho de este año: Fire Punch.

Vistas las exposiciones en las que teníamos más interés, volvimos a Babylon, a por la última firma del día en el hilarante sketchbook que ha editado Fandogamia recogiendo bocetos de diversidad de proyectos que ha barajado el dúo creativo en los últimos años. Aprovechando que una de las ilustraciones del compendio es un fanart de Yuri on Ice, tenía muy claro qué quería en mi firma. Debo decir que cuando comencé este blog hace casi 6 años no esperaba que acabaría enseñando una foto de una firma con dos chicos a punto de besarse sacados de un anime cuyo público objetivo parecen ser las fujoshis de todo el mundo. Fue muy gratificante corroborar con Fel que, efectivamente, Yuri on Ice es todo bait por mucho que las fans se empeñen en autoconvencerse de que la relación entre Yuri y Victor se representa gráficamente.


Conseguidas todas las firmas del día, y a apenas una hora del cierre del salón, subimos a despedirnos de todos los autores que pululaban por el stand de Autoras de Cómic. ¡Y hasta aquí! Me fui con la sensación de no haber hecho mucha cosa en todo el día pero ahora que observo la longitud de mi entrada veo que me puedo dar con un canto en los dientes. A diferencia de todas las ediciones hasta ahora, no he comprado ningún cómic impulsivamente sólo para que me lo firmasen sin haberlo leído antes (lección aprendida); de hecho, he sido extremadamente moderada con las compras (de hecho, durante todo el día, y sin contar los dos tomos manga que compré de segunda mano, sólo compré UN cómic). De lo que más me arrepiento es de haber desaprovechado la oportunidad de conseguir una rúbrica del matrimonio Talbot pero no me ha dado tiempo de hacerlo mejor este año.

En un día hice pressing a mil autores para que saquen dos mil cosas, no sé cómo me aguantáis, supongo que porque sólo me veis una o dos veces al año, sé que soy insoportable pero yo os adoro ♥

PD: aunque esto no tiene que ver directamente con el salón quería destacar dos cosas adicionales. La primera, que el viernes saqué tiempo para ir a la mesa redonda sobre perspectiva de género que organizaron en Gigamesh. La podéis ver enterita aquí, ¡os la recomiendo! Es la primera vez que escucho a Emma Ríos y me declaro desde entonces su fan incondicional. La segunda, que Conxita Herreros se armó de valor en la entrega de premios de Ficomic para denunciar la escasez de mujeres nominadas en los premios. Podéis ver su alegato aquí, si bien no estoy de acuerdo con todo lo que dijo, os animo también a que la escuchéis puesto que denuncia una realidad.