Fullmetal Alchemist

Sé lo poco que os debe importar pero me he esforzado más de lo habitual en esta reseña. Siempre que hago una, al acabar, me da la impresión de que he sido incapaz de captar en la red lo que realmente me ha parecido. Para intentar evitar eso, conforme iba leyendo los tomos iba anotando en un word una especie de lluvia de ideas de todo aquello que consideraba relevante e importante. Porque es muy cierto que siempre que hago una reseña de un manga que acabo de leer doy mucha más importancia a los tomos finales que al resto del manga y eso provoca un sesgo importante en el que en vez de valorar el manga en sí solo valoro su desenlace. Además he decidido desahogarme de todos mis spoilers (que no eran pocos) en el foro de PSS para lograr hacer una reseña libre de ellos. ¿Por qué? Porque el objetivo de hacer esto es conseguir que gente que NO ha leído Fullmetal Alchemist quiera hacerlo y si le destripo toda la historia de principio a fin dudo mucho que le apetezca hacerlo. Y dicho todo esto, manos a la obra y veamos qué me sale:

Pero no, antes de empezar, solo un aviso más, FMA es un manga relativamente complejo y para poder explayarme más comentaré cosas que pasen a lo sumo en los 3 primeros tomos siempre intentando minimizar los spoilers pero… bueno, digamos que hay ciertos puntos del argumento que son muy recurrentes a lo largo de los tomos y no me veo capaz de obviar eso en esta reseña. Ahora sí, avisados estáis (del todo xD).

Edward y Alphonse Elric son dos hermanos que, al fallecer su madre cuando eran muy pequeños, deciden aprender la ciencia de la alquimia en detalle para poder resucitarla. Se encuentran en un país donde el uso de esta ciencia está muy extendido así que no tiene nada de raro que quieran aprender. Cuando finalmente llevan a cabo lo que se conoce como transmutación humana (la cual está prohibidísima) algo sale mal y no sólo no consiguen resucitar con éxito a su madre (que parece un engendro y muere rápidamente) sino que Al (el hermano menor) pierde todo su cuerpo y Ed, su pierna izquierda. Para salvarle la vida a su hermano, Ed sacrifica su brazo derecho para poder transmutar el alma de Al a una armadura. Con este desgraciado accidente empieza la aventura de Ed y Al en busca de aquello que consiga devolverles sus cuerpos. Por eso, Ed decide hacerse alquimista nacional y rebajarse a ser un perro del ejército de manera que tenga más privilegios y pueda obtener información que acerque a ambos hermanos a la piedra filosofal. Y es que Amestris, el país dónde viven Ed y Al es un estado totalmente militarizado dónde la máxima autoridad es el Generalísimo, el mandamás del ejército.

Cómo podréis deducir del argumento Fullmetal Alchemist es un manga duro. Es un manga donde la gente muere, donde hay guerras, guerras de verdad, donde los soldados no se pueden andar con chiquitas y atacan a matar. Los personajes no solo mueren sino que son chantajeados de muchas y diversas formas y también sufren y resultan heridos de gravedad. En FMA hay sangre y sufrimiento y violencia pero nunca resulta gore o desagradable. No es el objetivo, pero sí que conmueve o impacta en numerosas ocasiones porque, repito, es un manga duro. De hecho, siempre me he preguntado porque esta historia se califica como shônen cuando yo la considero muy seinen pero todos sabemos que esta clasificación es absurda y que se rige por principios aun más absurdos… Así que no me voy a meter en temas pantanosos (al menos, no hoy).

Para mí, FMA es un manga del tipo puzle. Me explico, hay shônen como Naruto o como Bleach en los que aunque haya cierto suspense (sobre todo cuando alcanzan los 1001 tomos) se basan en peleas y más peleas y más peleas. Pero hay otros más como… me temo que no he leído suficiente shônen como para poder comparar ninguno con FMA. Lo que quiero decir es que en FMA prima una compleja red de personajes que integra muchos bandos distintos con muchas facciones distintas dentro de ellos. Y cada uno tiene su objetivo. Y muchos se pisan unos a otros. Y hay muchos enigmas. Y al principio hay muchas cosas que no se saben o que no se entienden. Y poco a poco, con maestría, todo va encajando. Y por eso le llamo manga puzle. Muy original por mi parte, lo sé.

Algo muy curioso de FMA es que está tan bien estructurado y detallado, con diversos hechos contados desde puntos de vista distintos, con flashbacks muy largos pero muy explicativos, con tanta coherencia (normalmente) que tampoco es que pasen tantas cosas. La historia sigue un ritmo frenético en el que no puedes dejar de leer y pasan muchas cosas pero apenas hay “luchas” o “enfrentamientos” o cómo le queráis llamar. Cuando hay algún encontronazo con los “malos” (por llamarlos de alguna manera) dura bastante a la par que no es que sea algo tan frecuente.

Nada y, repito, NADA de lo que pasa es irrelevante, todos los capítulos, todos los personajes, todo, desde el primer maldito capítulo no hay absolutamente nada que sea relleno. Todo se recupera, todo es importante, todo tiene su motivo para estar ahí y la autora no deja nada al azar.

Y es que en Fullmetal hay muchísimos personajes y lo más maravilloso de ellos es que todos tienen profundidad, que no son buenos o malos, los personajes son ambiguos y los personajes que a priori son buenos no son tan buenos a la par que los personajes malos no san tan malos. Las cosas no son blancas o negras y eso hace que a lo largo de todo el manga no paren de hacerse y deshacerse alianzas temporales entre los personajes más insospechados de “bandos” teóricamente enfrentados.

Además, para demostrar mi teoría de que los shônen dibujados por mujeres suelen gustarme más, Hiromu Arakawa me satisface creando un gran elenco de personajes femeninos que toman parte activa en la lucha/guerra. Hasta Winry, que vendría a ser la heroína obligada de todo shônen manga que se precie es de armas tomar y aunque no “lucha” ni conoce la alquimia ni forma parte del ejército, es una chica que tiene las cosas muy claritas y a la que le pirran los implantes mecánicos porque a eso se dedica ella y es muy buena en su trabajo.

Un punto curioso de FMA es que no para de apelar a la humanidad. La existencia de Al que se ha convertido en un alma atrapada en una armadura vacía, los homúnculos (humanos creados de forma artificial gracias a la piedra filosofal), las quimeras (humanos que fueron cruzados con animales), etc. hace que se plantee muchas veces qué es lo que se considera humano. Las numerosas guerras y conflictos también generan discusiones éticas y filosóficas. Y cada personaje tiene mucho que decir en lo que respecta a sus ideales y objetivos. El ejército o, al menos, parte del ejército parece que ha venido realizando muchos sacrificios humanos para conseguir ciertas metas imposibles… Y es que la piedra filosofal necesita del sacrificio de muchas vidas humanas para generarse. Por mucho que eso les devuelva el cuerpo… sería capaz Ed de utilizar algo que sabe que se consiguió gracias a la muerte de innumerables ciudadanos. ¿No lo convertiría eso en un monstruo? ¿Y qué decir de los soldados que masacraron a los ishvalís (una etnia minoritaria dentro de Amestris) en la guerra? ¿Fue justo? ¿Ético? ¿Les justificaba el hecho de estar acatando órdenes?

Preguntas. Fullmetal Alchemist está lleno de ellas. Y los personajes están muy bien diseñados. Se ve como forjan su personalidad. Por qué son como son. Por eso digo que es un manga muy bien construido.

Incluso en lo que respecta al mundo en sí. FMA se desarrolla en el país de Amestris que tiene como países vecinos a Drachma en el norte y Aerugo en el sur. Al este está el desierto y, más allá, se alza el imperio de Xing. Dentro de Amestris hay muchas ciudades, hay un tipo de edificios, vehículos, vestimenta… Hay toda una cultura. Y los países vecinos tienen culturas distintas. Es asombroso lo logrado que está todo.

Y hasta ahora no hago más que hablar de personajes, fondo, ideas, filosofía, paisaje… ¿Qué hay del argumento? ¿Decepciona? ¿No está a la altura del resto de componentes del manga? Para nada. La historia es sublime. Los enemigos se van sucediendo, muriendo, cambiando, aliándose, atacando, huyendo, volviendo a atacar… Los personajes nunca están todos en el mismo punto. Cada uno tiene que lidiar con las adversidades que se encuentra en su viaje. Y, como ya dije hace un rato, todo acaba encajando de una forma maestra. Una de las cosas que más me gustaban es que Ed y Al se separan. Los acontecimientos hacen que más de una vez acaben en lugares distintos y hagan sus descubrimientos sobre la piedra filosofal y los homúnculos por separado. Y no importa. ¿Quién dijo que tuvieran que estar pegados uno al otro? A lo mejor pensáis que es una tontería pero aprecié mucho ese detalle. Además, el hecho de que los personajes sean tan ambiguos y que haya tantas facciones distintas hace que el manga sea bastante impredecible. Nunca sabes qué va a pasar. Los personajes no dejan de sorprenderte. Y que a cada tomo te quedes con la boca abierta… no tiene precio.

Ahora se me ocurre un manga del tipo “puzle” como comentaba antes. 20th Century Boys sigue ese patrón aunque claro, tampoco pretendo comparar. La cuestión es que este tipo de mangas plantean muchas intrigas, preguntas… Y eso suele llevar a un final amargo que no satisface a todos. Que es lo que me ha pasado a mí. Aunque hay ciertas cosas con las que estoy más que conforme hay otras que no me encajan, que no tienen sentido, que no cuadran que no… No voy a soltar spoilers xD Lo prometido es deuda

Siguiendo con mi reseña (caótica me temo) quiero dedicarle un parrafito al estilo de dibujo. Hiromu Arakawa no solo tiene un dibujo muy personal y reconocible que, personalmente, encuentro precioso sino que tienen la capacidad de caracterizar a cada uno de sus personajes. Y no solo por los peinados o cosas por el estilo (que también) sino porque es capaz de hacer rasgos faciales distintos. Pero no se contenta con eso sino que además logra transmitir cualquier emoción a sus personajes: alegría, vergüenza, tristeza, ira, pena, desesperación, determinación, alivio. También sabe diferenciar muy bien personajes por sus distintas edades y sabe hacer que los personajes de una misma familia se parezcan sin ser iguales. Es impresionante, de verdad.

Creo que esto ya debería irse acabando. Espero que si no os habíais animado nunca con este manga esto os sirva de empujón. Lamentablemente sigo teniendo esa maldita sensación de no haber escupido todo lo que quería transmitir pero… me voy acercando. Y, por supuesto, os merecéis un kit kat de chocolate negro si habéis leído la reseña de principio a fin!